Capítulo 7.
Taehyung no supo que ponerse para poder salir con el pelinegro, había estado exactamente dos horas observando su armario lanzando prendas de un lado a otro, pataleando sin éxito de encontrarse conforme terminando por gruñir dejándose llevar por su instinto.
Nervioso e impaciente, con sus manos jugueteando entre ellas de mientras caminaba al encuentro del contrario, imaginó qué sucedería exactamente, si somos sinceros nunca pensó que volvería a tener un encuentro con el pelinegro, mucho menos después de aquella casi discusión, no obstante ahí se encontraba, a punto de un nuevo encuentro furtivo dónde peligraba toda su existencia a cambio de un solo segundo junto a ese hombre de ojos azules.
Jeon Jungkook, el mismo que se encontraba esperándolo bajo la pronta helada, vistiendo totalmente de negro con aquel enorme suéter deportivo resguardando su cabeza a través de una capucha, con una de las manos en sus bolsillos mientras la otra sostenía el cigarrillo que fumaba calmado. De botas militares como de costumbre esta vez a medio acordonar quedando sueltas en la base, resguardando en su interior los jeans bastante anchos y holgados en tono oscuro con algunas roturas en sus rodillas, mientras una camisa a cuadros se hallaba atada a su cintura por debajo del capuchón viéndose solo el borde inferior.
Taehyung se preguntó entonces ¿qué clase de hombre sería Jeon de no haber sido párroco? pues el contrario poseía un estilo bastante llamativo de vestir y parecía tener prendas en cantidades, algo no tan común en los padres de iglesia acostumbrados a vestir su uniforme.
El mayor por su parte tras verlo sonrió ampliamente enderezándose del árbol donde se hallaba recostado, avanzando tranquilamente en su dirección mientras el castaño sentía el corazón latir a tal grado que retumbaba en sus oídos, las manos de Jungkook yacían vendadas y poseía una bandita por encima de su ceja cubriendo la herida allí presente.
¿Se había lastimado? Kim no recordaba haber visto aquellas heridas anteriormente en la tarde.
—¿Te he hecho esperar mucho?—La culpa resonó en su tono tras aquella pregunta, ocasionando que el pelinegro se encogiera de hombros esbozando una media sonrisa restándole importancia mediante soltaba el humo del cigarrillo por sus fosas nasales.—lo lamento mucho.
—Tómalo como un estamos a mano por haberme retrasado la vez anterior.—Espetó en respuesta el más alto haciéndose a un lado para indicarle comenzar a caminar a la par, con Taehyung esbozando una sonrisa tímida a modo que asentía siguiéndole el paso tranquilamente, observando la manera en que el pelinegro se disponía a fijar la vista en todo a su alrededor soltando un suspiro sonoro que denotó paz.—Nunca conocí un sitio tan desierto en las noches, es como si nadie habitara este pueblo aparte de nosotros dos.
—En verano es común ver mucha gente a estas horas, suelen venir las ferias ambulantes y parques de atracciones, puede ser de madrugada pero aún así, todos estamos disfrutando de esas cosas.— Comentó el menor, iluminándose su rostro a modo que contaba con emoción sus anécdotas.— Lo verás en un par de semanas seguramente, el verano está próximo.
—No soy la clase de persona que suele salir a lugares como esos, pero creo que podría hacer una excepción por ti.—No mentiría, Taehyung sintió mariposas en su jodido estómago tras escuchar aquello, una sensación adolescente y estúpida que surcó su sistema haciéndolo sonrojarse en una sonrisa esperanzada.
—¿No ibas al parque o a la feria cuando eras niño?—Jeon se quedó en silencio tras la pregunta, pareciendo pensar algo determinado frunciendo su ceño lanzando la colilla del cigarrillo optando por meter las manos en sus bolsillos ladeando la cabeza.— lo siento, yo...
—No tuve una infancia muy buena, si soy sincero,—Interrumpió el pelinegro comenzando con su respuesta, ocasionando que el menor le mirase intrigado de expresión confusa puesto que internamente, creía que Jungkook era la clase de tipo de familia armoniosa y religiosa, amado e incluso protegido de más; las apariencias engañan, pensó.—vengo de un hogar bastante disfuncional, si me pongo a pensar con detenimiento tengo algún que otro recuerdo feliz pero no más que eso, mi padre era un borracho de mierda y violento, mi madre una jodida reprimida que nos ataba a todos a su vida miserable, además cuándo iba a la escuela era considerado el niño raro por tener gustos...—Murmuró haciendo una pausa para encogerse de hombros restándole importancia.— diferentes.—Prosiguió fijando la vista al frente.—Pero mis abuelos eran bastante buenos conmigo, la mayoría de mis anécdotas positivas son con ellos dos y hasta que murieron mi vida fue menos horrenda, después bueno, es solo historia.
El menor se mantuvo en silencio escuchándolo, preguntándose varias cosas del pelinegro, la primera y no menos importante que el resto, se trataba sobre la educación de Jungkook pues, si bien el mayor decía haber tenido una infancia dura sumado a su familia desastrosa, sin lugar a dudas era demasiado culto e inteligente, no lucía cómo un pobre desdichado sino que por el contrario se mostraba poderoso e imponente, bien vestido, listo y sobre todo centrado.
De ahí surgía la otra pregunta que solía atormentarlo cada qué aprendía alguna cosa nueva de Jeon y ello era ¿qué tuvo que hacer para ser quién era? ¿cuál ha sido el precio?
Sabía que tarde o temprano lo averiguaría, el problema es que sinceramente no estaba seguro de querer averiguarlo por temor a la verdad aún cuando su curiosidad lo traicionaba cómo ahora.
—¿Qué hiciste para llegar a ser párroco?—Indagó al fruncir su ceño girando el rostro para poder encarar al más alto quién sonrió.—¿dónde están tus padres ahora?
—Veo que en verdad eres alguien bastante curioso.—La primera respuesta de Jeon logró avergonzar un poco bastante al menor de los dos, con Taehyung encogiéndose de hombros apenado y confuso, contemplando cómo a modo que avanzaban en aquella caminata, se alejaban más del pueblo retirándose a sus afueras cercano al bosque.—Me decidí por este camino cuando tenía dieciocho años, en ese entonces me había mudado hacían pocos meses a Europa, Roma para ser exactos, supongo que estando en una ciudad tan cercana al catolicismo poco a poco vas siendo atrapado por sus secretos, además, es un camuflaje bastante bueno para el pasado.— Lo último dicho captó la atención del menor casi de inmediato, con Kim mirándolo confuso ante la sonrisa sarcástica que esbozó el de orbes azules observándolo por el rabillo del ojo.—Respondiendo a lo de mis padres, están muertos, mi madre se suicidó de manera extraña, la policía dijo que en realidad fue asesinato pero jamás pudieron probarlo, papá, bueno a él lo encontraron muerto en casa una tarde, llegué de la escuela y todo estaba rodeado por policías, fueron muertes de lo más extrañas, nunca llegaron a resolver el caso de ambos, no del todo, supongo qué el culpable hasta el día de hoy se encuentra en libertad por ahí y aunque pude traumarme con ello debido a lo fuerte que resulta perder ambos padres, traté de no sobre pensarlo mucho en su momento, creo que son cosas que pueden suceder.
—Debió ser duro para ti,—Murmuró el castaño bajando la mirada, escondiendo una expresión afligida qué muy por el contrario de ser imitada en acción del mayor, le causó la suficiente ternura como para sonreír notorio negando.—perder a toda tu familia, no podría imaginar que sentiría yo si eso pasara.
—¿Libertad?—Preguntó Jungkook con curiosidad, una pregunta que captó la atención de inmediato del contrario mirándolo extrañado.— piénsalo, por tu familia ocultas quién eres, ellos te obligan a reprimir tus verdaderos gustos y personalidad, si no existieran ¿no te sentirías libre? podrías ser abiertamente gay, decidir por ti mismo, sin depender de nadie o ver por la opinión de ningún familiar.
—Pero los amo, aún cuando no me comprendan, son mi familia y yo los entiendo.—Jeon rió burlón encogiéndose de hombros ante la respuesta.—¿Qué?
—No es nada, solo—Volvió a reír negando para sí mismo.—ellos no te entienden pero tú a ellos si, que irónico e ilógico es eso, Taetae.
Kim se quedó callado pensando lo dicho por el mayor unos instantes, cómo si en su cabeza una idea hiciera conexión con otra, sin embargo muy lejana a relacionarse con su propia familia se trató de algo relacionado al de cabellos negros, mismo hombre que avanzó un par de pasos más que él deteniéndose en medio del bosque con los árboles generando tenebrosas sombras alrededor de su imponente silueta, mientras Jungkook se giraba a mirarlo atentamente, una mirada oscura e indescifrable, acechantes orbes azulados volviéndose gélidos sin apartarse de su presencia, como si de alguna manera el azabache estuviera estudiándolo, metiéndose en su cabeza a más no poder al igual que en su alma.
—¿Qué hacemos aquí?—Preguntó Taehyung, sintiéndose nervioso de sus propias ideas, negándose a creer lo que su mente le estaba expresando a gritos del joven delante suyo, con Jungkook ladeando un poco la cabeza mirándole silencioso y atento antes de sonreír extendiendo la zurda.—¿Jeon?
—Ven.— No respondió, no pudo hacerlo cuando su mano fue tomada en un entrelazar de dedos a los contrarios, con Jungkook echándose a correr entre la maleza llevándolo a
rastras por un viejo sendero. Taehyung quería preguntarle a dónde irían, realmente se encontraba algo nervioso e impaciente, jadeando a modo que daba torpes tropezones dejándose guiar hasta finalmente encontrarse en medio de la nada, la cúspide de una colina dónde el cielo estrellado mostraba en todo su resplandor las constelaciones acompañando la luna creciente qué en ese preciso instante lucía inmensa, a los lejos como una pequeña mancha el pueblo se imponía con el campanario de la iglesia cómo el punto más alto, rodeado de diminutas luces tintineando anunciando así las pocas personas despiertas a esa hora, con el silencio reinante sumido en la vida nocturna despertando, algo sencillamente hermoso e irreal, digno de una postal para admirar en el recuerdo.— Cuándo apenas llegué al pueblo, no conocía a nadie aquí y tampoco lugares a donde ir, así que una tarde me puse a investigar por mí mismo, caminé en varias direcciones hasta perderme e increíblemente fue bueno porqué vine a parar a este sitio, ya era de noche así que se veía exactamente así, —Explicó el pelinegro al soltarle la mano finalmente, sonriendo cómo si de un niño pequeño se tratara enseñando uno de sus más grandes secretos, sentándose en el suelo de maleza corta con sus piernas extendiéndose y las palmas sirviendo de soporte apoyándose a los lados de su cuerpo, causando así mediante un gesto de cabeza por su parte, que Kim le imitara acomodándose a lo indio a su lado jugueteando con un poco de pasto visualizando al frente.—me prometí a mí mismo que la próxima vez que viniera a este lugar, sería con alguien que realmente igualara su hermosura, una persona que fuese importante para mí al punto de sentir que podría compartirle todo, —No mentiría al decir que aquello no aceleró su pulso, porqué lo hizo, todo su sistema se alteró presenciando estúpidas mariposas en su estómago escuchando al mayor hablar haciéndolo sonrojarse.—por eso te traje a ti, Taehyung, tú eres esa persona justamente para mí ahora.
Hola mis amores, aquí ando actualizando ambos capitulos prometidos de Sacrilego, recuerden que los adoro. ¿Cómo han estado?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro