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❰ 🐟 | 𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 05:

El día de Beomgyu estaba siendo una putísima mierda.

Tomó una profunda calada de su quinto cigarrillo del día, con la esperanza de que la nicotina pudiera obrar algún milagro en su estado de ánimo. Tenía una adicción a esta, pero poco le importaba.

Para ser sincero, no recuerda la última vez que tuvo un buen día. Hoy, en particular, se siente como una basura desde que despertó y, para colmo, el presidente Huening ha solicitado su presencia en Honolulu, lo cual no es un buen augurio.

Reconoce que no ha sido el mejor ciudadano. De hecho, estas dos últimas semanas ha estado más exasperado de lo normal porque nota demasiado la presencia de cierto tiburón blanco cuya existencia le inquieta.

Consideró matarlo para acabar con el problema de raíz, pero no es una opción válida si el chico ahora reside en Hawaii. Beomgyu podrá ser un monstruo y todo lo que digan de él, mas nunca se atrevería a lastimar a la gente de la ciudad natal de Hueningkai. Eso sí, al final acaba destrozando algo al dejarse cegar por la ira.

En esta ocasión, rompió el cristal de una tienda de conveniencia porque el dependiente se negó a venderle tabaco al confundirlo con un menor de edad, añadiendo también un comentario completamente innecesario sobre su presunta ternura.

No fue la abstinencia tras llevar varias horas sin fumar lo que le llevó a actuar de manera tan agresiva, sino el hecho de que lo encontrara adorable.

Los alfas no son tiernos, mucho menos uno de 23 años. Él no debería recibir ese tipo de faltas de respeto porque es un jodido macho alfa de fuerte ego, así que vio necesario demostrar su fuerza para dejar las cosas claras, aunque eso suponga llevarse una reprimenda más para la colección.

Por lo general, es Yeonjun quien lo reprende, pero en esta ocasión le llamó Nabil Huening desde su número privado, lo que implica que iban a conversar como "conocidos" y no como presidente y ciudadano.

Beomgyu odia las conversaciones personales; la carga emocional es muy molesta.

Es consciente de que ha acumulado bastantes sanciones por mala conducta. De hecho, ha perdido la cuenta; quizás esta vaya a ser la número 100. Probablemente, Nabil vaya a hablarle de ello. Si no lo ha desterrado todavía es porque Jake y Soobin, siendo figuras de autoridad, lo impiden, pero eso no lo vuelve completamente impune. Llegará un punto en el que ellos no podrán hacer nada por él, y Beomgyu con gusto se iría a otro lugar a seguir jodiéndole la vida a otros o a sí mismo.

En este momento, puede resultar bastante tentador dejarse llevar por los impulsos autodestructivos. Sin embargo, sigue actuando en defensa propia cada vez que se encuentra en una situación de peligro por puro instinto.

Además, necesita mantenerse con vida para cuando Hueningkai regrese. Desea ser de los primeros en darle la bienvenida, por lo que, dentro de sus malos hábitos, sigue manteniendo algunos límites que se niega a sobrepasar.

Cuando finalmente le informaron de que ya podía pasar, Beomgyu dio una última calada a su cigarrillo y lo apagó en el cenicero de la terraza del ayuntamiento antes de adentrarse en el lujoso edificio, donde tuvo que tomar el ascensor para llegar a la oficina del presidente.

Después de lo sucedido con Kai, se siente incapaz de mirar a los Huening a los ojos, por lo que mantuvo la cabeza gacha cuando se sentó en el sillón y no se molestó en devolver el amistoso saludo de Nabil.

━Beomgyu... ━comenzó a hablar el hombre, un alfa delfín de porte amigable. Es un presidente responsable y autoritario, pero ahora mismo estaba usando su tono de padre comprensivo━. ¿Te encuentras bien?

El tiburón ya sabía que iba a adoptar un enfoque terapéutico. No era la primera vez. Sin embargo, nunca antes había sido tan directo. Casi siempre suele intentar obtener información de manera más sutil.

━Ajá ━respondió Beomgyu con desinterés.

━¿Seguro? No es normal causar tantos disturbios. Tú antes no eras así ━exactamente, fueron todos a su alrededor los que lo hicieron así, Nabil incluido, aunque él es de los pocos que se salvan de su resentimiento al no conocer lo ocurrido en su vida━. Si necesitas ayuda, dilo. Sabes que en nuestra familia te queremos como a uno más ━prosiguió el presidente.

Allí estaba, la conversación que Beomgyu no deseaba oír. Los Huening siempre fueron amables con él y realmente considera a Nabil como una figura paterna. Es el hecho de que ellos no conozcan la verdadera historia detrás del accidente que sufrió su hijo lo que le pesa demasiado en su conciencia y la razón por la cual no puede permanecer tranquilo cerca de algún Huening.

Él no se siente merecedor del cariño que esa amorosa familia de delfines le ha brindado desde siempre.

━Yo estoy bien, es solo… Hay gente que a veces me saca de quicio, ¿sabe? ━dijo Beomgyu.

━Aún así, debes aprender a controlar esos arrebatos de ira. El propietario de la tienda no tiene recursos para una nueva cristalera ━no hubo respuesta por parte del menor, por lo que Nabil suspiró con pesadez━. Lo siento, Gyu, pero no puedo seguir permitiendo que causes destrozos. Me temo que voy a tener que darte un castigo: harás todo lo que Yeonjun y Heeseung te pidan hasta que ellos vean un cambio significativo en tu actitud.

━Ok ━respondió el castaño secamente, a sabiendas de que eso no iba a ocurrir.

No es la primera vez que le asignan ese "castigo"; tampoco será la última. En las primeras ocasiones realmente intentó obedecer, pero acababa frustrándose demasiado por algún trabajo que no podía realizar y explotaba con tanta rabia que, eventualmente, Yeonjun y Heeseung se rindieron con él para evitar confrontaciones y, por ende, él también comenzó a ignorar las órdenes, tanto de ellos como del presidente.

━Por cierto, te llegó una carta de Mingyu ━comentó Nabil de repente y le entregó un sobre blanco que dejó a Beomgyu paralizado.

El bastardo de Mingyu, su padre, un alfa que actualmente reside en Bahamas, específicamente en el vecindario de tiburones ballena, justo en el edificio 6, cuarta planta, puerta 19. Conoce su dirección de memoria, mientras que su progenitor debe contactarlo a través de una deprimente carta que envía al ayuntamiento para que se la entregue Nabil porque no tiene ni puñetera idea de dónde vive.

━¿Alguna vez se ha molestado en preguntar siquiera en qué isla me alojo actualmente? ━dijo al querer aclarar esa duda. Esta vez se atrevió a mirar a Huening solo para encontrar una mueca triste que fue respuesta suficiente para él━. ¿Le diste mi número de teléfono?

━Lo hice.

En respuesta, Beomgyu arrugó la carta con desdén. No le importaba si se rompía, ya que sabía que contenía una gran cantidad de tonterías y no tenía interés en leerla. Sin embargo, estaba particularmente frustrado porque había pensado que este año sería diferente.

Llevaba días revisando su teléfono y buscando su nombre entre las miles de cartas que se acumulan en la entrada esperando recibir alguna de Mingyu. Pero ese imbécil no tuvo ni la decencia de agendar su número para llamarlo o algo, mucho menos iba a saber enviarle una carta a su hogar.

Es evidente que prefiere continuar siendo un cobarde escudándose tras Nabil antes que afrontar la triste realidad de su hijo. Después de todo, es más fácil ignorar el problema y hacer como que nunca ocurrió.

Con evidente molestia, se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta━. Si te llama, dile que puede irse a la mierda ━pidió y estuvo a punto de marcharse antes de que el contrario interrumpiera.

━Beomgyu ━el nombrado volteó para escuchar qué más tenía que decir━. Feliz cumpleaños.

No hubo respuesta; ni un simple "gracias" de su parte, porque no había nada que agradecer. Simplemente salió con el ceño fruncido y cerró la puerta de un portazo.

«Feliz cumpleaños». Vaya chiste sin gracia. Habría sido mínimamente feliz si tan solo hubiese recibido una llamada de su padre. Ni siquiera Soobin se ha molestado en enviarle un mensaje, algo que no le sorprende, en realidad.

Este día lo pone de muy mal humor, no solo porque las cosas no van como le gustaría, sino que fue en su decimoctavo cumpleaños cuando todo cambió para él y, desde entonces, parece que el mundo se pone en su contra cada maldito 13 de marzo. Por eso no quiere escuchar ni una jodida felicitación y prefiere disociarse de todos.

No es muy diferente de otros días. Siempre se está distanciando de los demás, pero en esta ocasión ni siquiera le apetece permanecer en el archipiélago, así que se adentró en el mar y nadó hasta llegar a un barco que hay entre Hawaii y México.

Se trata de un bar flotante para híbridos marinos donde todas las manadas migratorias suelen detenerse a tomar algo, pero la decoración es tan lúgubre que da la sensación de ser un barco pirata abandonado repleto de algas, musgo y sal, cuyas mesas son barriles de madera desgastada con cuatro butacas de dudosa resistencia alrededor. Por supuesto, no podían faltar las decoraciones de calaveras por todos lados, incluyendo los candelabros eléctricos que iluminaban con luz cálida el lugar, pues apenas llega la iluminación natural al tenebroso y oscuro interior.

Quizá sea el ambiente pesado o la presencia de muchos híbridos depredadores, pero casi siempre hay peleas de borrachos en ese bar, porque ahí se junta toda la escoria. A veces incluso él se ve involucrado y, evidentemente, sale vencedor.

A Beomgyu le agrada, no por sus batallas ganadas, sino porque se considera territorio ajeno a Hawaii. Por lo tanto, se siente con la libertad de embriagarse y pelear sin que nadie le reconozca y le reprenda por ello, pues es la clase de lugares a los que nunca iría un hawaiano decente.

No le gusta mostrarse ebrio delante de conocidos. Se vuelve hablador, vulnerable e impulsivo a partir de la segunda jarra de cerveza, aunque sigue manteniéndose alerta y es capaz de darle una paliza a todo aquel que se atreva a molestarlo. Por eso tiene ese lugar como única opción cada vez que la nicotina no le satisface lo suficiente y necesita perder la cabeza aunque sea durante unas horas.

Patear traseros es más terapéutico de lo que debería, pero hoy no le apetece involucrarse en conflictos. Por lo tanto, se sentó en uno de los barriles de la esquina más alejada de todos.

━¿Qué desea pedir? ━le preguntó el dependiente, un híbrido de loro beta.

Aparentemente, este hombre había sido pirata hace 40 años. Su edad actual es desconocida, pero nadie niega que vivió aventuras, ya que le falta un ojo y una pierna que ha sido reemplazada por una prótesis de madera. Sin duda, es un pirata estereotipado. Incluso tiene uno de esos apodos extravagantes que usan para identificarse: Toto el Plumoso. Suena ridículo, pero algunos piratas jubilados tiemblan solo con mencionarlo.

En su juventud, fue un formidable pirata que acumuló una gran riqueza en tesoros. Sin embargo, sucumbió a la ludopatía y perdió todo. Este duro golpe le hizo replantearse su vida y decidió abandonar la piratería. Ahora, lleva una vida humilde y trabaja en el bar para ganarse la vida.

━Una cerveza ━solicitó Beomgyu. Es lo único que suele pedir, pero observó la carta de su padre y pensó que le apetecía algo más━. ¿Tienen tarta?

━No las vendemos en porciones, solo enteras porque son pequeñas.

━Está bien, déjeme una de chocolate, si puede ser.

El barman asintió y a los pocos minutos le trajo una jarra de cerveza y el pastel de chocolate junto a un par de cubiertos. Es una combinación extraña, por lo que antes de comer quería tomar al menos la mitad de su bebida, lo suficiente para que todo le diera igual y pudiera leer la carta de su padre sin sentirse miserable.

Cuando notó que ya estaba un poco achispado, se dispuso a ello, por lo que abrió el sobre y no se sorprendió al ver la escasa cantidad de líneas. Mingyu nunca fue bueno expresando sus sentimientos. Es todo un cliché de alfa indiferente.

Querido Beomgyu. Felicidades por tu vigésimo tercer cumpleaños. Planeo ir pronto a Hawaii para felicitarte adecuadamente”, leyó con atención y de repente se dio cuenta de que había estado juzgándolo mal.

¿Va a ir a verlo? Eso sería maravilloso. Finalmente podrán sentarse a hablar como padre e hijo y tal vez logren resolver sus diferencias, algo que lo emocionó lo suficiente como para que una leve sonrisa se formara en sus labios, sonrisa que se desvaneció junto a sus ilusiones tan pronto como leyó el siguiente párrafo.

“Espero que sigas siendo un alfa excelente y tengas un omega a tu lado que te ame y te aprecie como eres”.

Rompió la carta en mil pedazos y se levantó únicamente para tirarla a la basura.

Su padre no es el más indicado para hablar de apreciarlo tal y como es cuando nunca aceptó su forma de ser. Tan solo se estaba lavando las manos de nuevo al pasarle esa responsabilidad a otro, en este caso, un supuesto omega que definitivamente no iba a tener.

En primer lugar, Beomgyu nunca podría estar con un omega porque necesita feromonas de alfa. Mingyu jamás lo entendería, es un problema que solo se puede comprender viviéndolo de primera mano, y su caso es algo bastante único en el mundo.

En segundo lugar, no existe alguien que lo aprecie tal y como es porque su existencia es una anomalía en la naturaleza que todos aborrecen. Nadie en su sano juicio se asociaría con un tiburón ballena como él. El hecho de estar completamente solo en su cumpleaños es la prueba indiscutible de ello.

Se supone que su especie es gente alta y grande, como Soobin y Mingyu. Sin embargo, él es pequeño y delgado al lado de esos dos. Sus aletas son redondeadas en lugar de puntiagudas, y la cantidad de lunares en su cola es considerablemente mayor a la que debería. Incluso tiene algunos lunares en forma de corazón o estrella, algo que Kai solía admirar, pero él siempre ha detestado por ser atributos demasiado tiernos.

No es como si pudiera cambiarlo porque se trata de su piel, así que intenta vivir con ello aunque le incomode.

Bebió lo que quedaba de la jarra de una vez con el fin de despejar su mente y alzó la mano para llamar la atención de Toto━. Ponme lo más fuerte que tengas en el vaso más grande posible.

━Te va a dar un coma etílico.

━Esa es la idea.

El beta entornó los ojos y, a pesar de la peligrosa declaración, le llevó una jarra con la bebida alcohólica más potente que tenía.

Por esta razón, Beomgyu se siente cómodo con Toto. El hombre no hace preguntas innecesarias ni lo observa con lástima cada vez que excede su consumo de alcohol. No lo juzga, le permite caer en adicciones sin remordimiento porque conoce su lugar como barman y no establece ningún acercamiento más íntimo y personal con los clientes.

Tomó un pequeño sorbo para comprobar qué tan fuerte era y casi ronronea complacido ante el fuerte escozor en la garganta. Acto seguido, sacó una cerilla, la cual prendió y enterró en medio del pastel.

Solía pedir deseos estúpidos cada vez que soplaba las velas en su cumpleaños, como ser una princesita con su príncipe azul, poder volar como un híbrido aéreo o tener su propia mansión rústica al buen estilo Ghibli, pues siempre quiso vivir rodeado de plantas y tener su propio jardín. Pero esto no es una vela y ya no tiene peticiones infantiles porque se ha vuelto muy realista con el paso de los años. No es de la realeza ni existe tal cosa como un príncipe azul, los tiburones jamás podrán convertirse en aves y no tiene los recursos socioeconómicos suficientes como para conseguir una mansión rústica.

Actualmente, si tuviera que desear algo, sería el regreso de Kai.

Apagó el fuego de un soplido pensando en ello con la esperanza de que pudiera cumplirse. Sabe que es una pérdida de tiempo porque algo tan milagroso no depende de una pequeña cerilla de mierda en medio de un pastel de chocolate colocado en el barril de un barco pirata. Suena como una combinación que causa más desgracias que milagros. Pero es válido soñar.

En ese preciso instante, un grupo de 5 alfas ingresó al bar. Sus desagradables aromas activaron sus alarmas, especialmente cuando observó que el más corpulento, y aparentemente líder del grupo, era un hombre orca.

Las orcas lo ponen muy nervioso, incluido Yeonjun, pero a él lo soporta mejor porque lo encuentra completamente inofensivo, no como al resto de su especie. Son todas igual de fastidiosas, por lo que Beomgyu les dio la espalda al grupo al no querer confrontaciones y siguió tomando como si nada.

Tomó el tenedor y probó un trozo de pastel, sintiéndose complacido con el sabor a chocolate. Siempre le han gustado los dulces, pero como muchos le decían que sus gustos no coinciden con lo que se esperaría de un alfa, tiende a comerlos en secreto.

Le resulta desalentador mantener en absoluta privacidad sus pasatiempos con tal de evitar escuchar comentarios de mierda. Ni siquiera se puede permitir ser él mismo con Soobin, Jungwon y Jake, siendo los únicos que conocen su condición.

━No, por favor ━escuchó rogar a Toto de repente, momento en el cual Beomgyu volteó para encontrarse al híbrido orca sujetándolo del cuello mientras lo amenazaba con el puño.

Deja de llorar y dame todo el puto dinero que tengas ━demandó el alfa con la voz de mando.

El tiburón ballena puso los ojos en blanco. Genial. Un orca saqueador tuvo que venir justo hoy. Su día no podía ir a mejor, y como nadie tiene ni un jodido derecho a robarle a su barman de confianza, bebió lo que quedaba en su jarra, agarró una de las espadas piratas decorativas y la lanzó hacia el brazo del hombre orca, dejando un corte superficial en su piel a modo de advertencia.

━Déjalo en paz ━demandó Beomgyu notablemente exasperado. Pudo reconocer el agradecimiento en la mirada del pirata.

Si el alfa se atreve a hacerle daño a Toto, le amputará el brazo entero. Él es capaz de hacerlo, todos ahí lo saben. Sin embargo, ese estúpido grupito parece ser nuevo en el lugar porque no se ven tan asustados como el resto, quienes se escondieron o huyeron del lugar en el momento en que Beomgyu había agarrado la espada.

El hombre orca soltó al barman con brusquedad y se acercó a él, visiblemente molesto por la interrupción. No obstante, cuando lo analizó de arriba abajo, su expresión de enfado cambió a una sonrisa socarrona que dejó a Beomgyu aún más inquieto.

━Oh... ━dijo el alfa. Al parecer, lo había reconocido━. ¿No eres tú el novio de Heechul?

Beomgyu lo miró con desdén sin molestarse en brindarle una respuesta. En su lugar, volvió a sentarse a observar la tarta al considerarla mil veces más interesante que el contrario. Quería seguir comiéndola tranquilamente, pero el hombre dio un fuerte golpe al barril.

━¿Cómo te atreves a ignorarme? ━su tono áspero le dio a entender que no iba a tener un jodido descanso ni siquiera en su bar favorito, más aún cuando Heechul fue mencionado en esta conversación.

El problema es que no le apetecía pelear, y como ya había demostrado en múltiples ocasiones, hace lo que le sale de los cojones, cuando quiere y como quiere; nada ni nadie tiene autoridad sobre él. Por lo tanto, se levantó con la intención de abandonar el lugar. No obstante, dos de los grandes matones alfa que acompañaban al hombre orca se colocaron frente a él como un muro para impedir su marcha.

━No estoy de humor para estupideces ━aclaró Beomgyu con firmeza a pesar de estar algo ebrio y se abrió paso entre ellos.

Antes de poder salir del barco, se detuvo cuando el hombre orca habló: ━¿Estás amargado porque te quedaste sin una polla que chupar? ━la pregunta dejó al castaño rígido━. Recuerdo que eras la putita de Heechul. Él mismo nos ofreció usar tu culo algún día. Es una lástima que ya no esté aquí para controlar quién puede acostarse contigo, ¿no crees? Deberíamos aprovechar esta grandiosa oportunidad. Seguro que mi polla te satisface mejor que la de ese imbécil~

Su tono burlón junto a la indecente propuesta lo irritó sobremanera y, aún así, Beomgyu pudo voltearse tranquilamente. El atracador borró su sonrisa tan pronto como se encontró con sus orbes avellana repletos de una ira exorbitante. La sed de sangre era tan densa que el ambiente se tornó pesado, y antes de que el híbrido de orca pudiera retractarse de sus propias palabras por un repentino instinto de supervivencia, Beomgyu ya le había lanzado otra de las espadas decorativas.

Esta vez sí le cortó el brazo entero, por lo que soltó un grito desgarrador. Sin embargo, no tuvo tiempo para asimilarlo porque Beomgyu se le abalanzó encima para empezar a golpearlo sin piedad.

━¡Púdrete en el infierno, maldito hijo de puta! ━gritó el tiburón junto a muchas otras maldiciones que iba soltando con cada golpe. Ver cómo la cara del alfa se iba poniendo cada vez más deforme no le impidió seguir dándole puñetazos.

Estaba tan enfocado en matarlo a golpes que no se percató de que los compañeros del hombre intentaban hacer algo hasta que uno de ellos le dio un fuerte golpe en la cabeza, dejando a Beomgyu medio aturdido con la vista borrosa y resplandeciente junto a un molesto pitido sonando en sus oídos. Aun así, seguía algo consciente.

Emitió un agudo chillido involuntario al sentir un ardor en la nuca cuando uno de esos individuos lo agarró del cuello para apartarlo del alfa con un empujón tan fuerte que se lastimó el tobillo al caer. No obstante, se levantó como si nada. Después de todo, estaba acostumbrado a cosas peores.

Aparentemente, su determinación por seguir causó temor en el grupo, pues finalmente se mostraron aterrorizados ante su presencia. Se alarmaron especialmente cuando uno de ellos confirmó la muerte del hombre orca, pero eso los llevó a actuar impulsivamente para vengar a su líder, a pesar de que es obvio que le tenían miedo.

Mientras tanto, una aleta gris bastante puntiaguda emergió del agua y se acercó al barco con tal rapidez que formó pequeñas olas a los lados. El tiburón blanco subió con tanta fuerza a la plataforma de entrada que provocó un leve temblor en el local, alertando de su llegada a todos aquellos que no estaban atentos a la pelea que se estaba llevando a cabo en el interior.

Al entrar en el bar, observó al joven de cabello castaño herido luchando contra tres alfas corpulentos, pero centró su atención en el cuarto grandullón que se encontraba detrás de su predestinado con un cuchillo a punto de apuñalarlo.

Movido por la rabia, Taehyun soltó un fuerte gruñido antes de acercarse al hombre y estrangularlo hasta matarlo en cuestión de segundos. Acto seguido, repitió el proceso con los otros tres alfas restantes.

Debido a que Beomgyu estaba desorientado por la combinación del alcohol y el golpe en la cabeza, actuó impulsivamente y tomó el primer cuchillo que encontró para defenderse, creyendo erróneamente que el peligris era uno de los alfas agresores.

Taehyun lo esquivó por poco, aunque eso no le salvó de recibir un gran corte horizontal en el rostro que iba desde el pómulo hasta la nariz. Pero asumió la responsabilidad de ello. Le pasaba por meterse en medio de la pelea sin avisar, por lo que le restó importancia a pesar de notar una gota caliente de su propia sangre deslizarse por su mejilla.

Con la respiración agitada y la vista nublada, Beomgyu mantuvo el cuchillo en alto hasta que pudo agudizar sus ojos y reconoció al tiburón blanco, por lo que dejó caer el cuchillo cuando sus miradas se cruzaron y un agradable escalofrío recorrió su espalda.

El aroma a lluvia llegó a sus fosas nasales y pudo reconocer que se trataba de feromonas de alfa. Sin embargo, por alguna razón, le tranquilizaba cuando hasta ahora no existían feromonas capaces de causarle ese efecto.

En el caso de Taehyun, lo único que podía oler era la sangre y las desagradables feromonas de Soobin, pero eso no le impidió perderse en la mirada del castaño. De verdad que le encantan esos ojos, que hace un momento estaban oscuros por el odio, pero se mostraban tan dulces cuando lo mira a él que le hacen sentir especial. Esto de tener un predestinado no es tan malo como pensaba.

━¿Qué haces aquí? ━fue Beomgyu el primero en romper el silencio.

El tiburón blanco se preguntaba lo mismo. Se suponía que iba a evitarlo a toda costa━. Había un tipo a punto de apuñalarte.

No era la respuesta que esperaba, porque Beomgyu se refería a qué coño hace fuera de Hawaii, justo en ese bar que nadie del archipiélago conoce, pero no se molestó en corregirlo. En su lugar, quiso agradecerle adecuadamente por la ayuda, pero su cuerpo cedió ante el dolor y perdió el equilibrio.

Antes de caer al suelo, el tiburón blanco lo sujetó, pero el contacto lo puso muy nervioso━. ¡No me toques! ━gritó Beomgyu y, torpemente, se zafó de él, aunque eso lo llevara a caer de rodillas.

━Estás herido y apestas a alcohol ━recalcó el tiburón blanco, molesto por el rechazo━. ¿Cómo planeas volver en tu estado?

━¿A quién le importa?

Taehyun frunció el ceño y reprimió un gruñido antes de salir de su vista, consciente de que no era bien recibido. En ese momento, Beomgyu se levantó con dificultad y cojeó de regreso al barril con su pastel de chocolate.

La ausencia del joven tiburón blanco le dejó una desagradable sensación de vacío que prefirió ignorar. Mientras Toto se encargaba de tirar los cadáveres al agua para evitar el olor a descomposición en su local, Beomgyu se sobaba la cabeza con dolor. Su mano ensangrentada le dio a entender que tenía una herida abierta. Odiaba ser tan delicado, ¿cómo era posible que un puñetazo le hiciera sangrar de esa manera? Lo entendería si fueran varios o si hubieran utilizado un objeto contundente, pero fue solo un golpe con la mano.

Ya ni siquiera le apetece continuar comiendo el pastel. Estaba llegando a esa etapa de somnolencia posterior a la embriaguez, y la pérdida de sangre junto con el esfuerzo realizado en la pelea solo aumentaban su cansancio. Por lo que se permitió apoyar la cabeza en el barril y cerrar los ojos por al menos unos segundos.

Desconoce cuánto tiempo duró su pequeña siesta porque se despertó sobresaltado cuando el barril retumbó debido a un golpe en este.

Al abrir los ojos, se encontró con un botiquín de primeros auxilios. Entonces, el aroma a lluvia volvió a estar presente y Beomgyu alzó la vista para encontrarse con los ojos oscuros del tiburón blanco. El hecho de que regresara no debió haberlo emocionado tanto, pero lo hizo.

━Si lo digo es porque a mí me importa ━respondió el peligris, retomando la conversación anterior.

Confundido, Beomgyu mencionó una obviedad: ━Ni siquiera te conozco.

━Mi nombre es Kang Taehyun ━se presentó y extendió su mano, pero el castaño la apartó de un manotazo, negándose a tener algún tipo de contacto con él.

━No me relaciono con alfas ━confesó Beomgyu. En este caso, es más estricto al respecto porque sabe que se trata de su alfa, o al menos eso es lo que exclamaba su animal. No quiere un alfa en su vida, ya ha tenido suficiente.

Por su parte, Taehyun se mostró inquieto porque se suponía que debía controlar sus feromonas y, sin embargo, había dejado escapar algunas cuando acabó con los matones. Teniendo su aroma alrededor, pensó que no valía la pena poner excusas, por lo que cambió de tema esperando que al menos su percepción se quedara solo en alfa y no en enigma.

━¿Es tu cumpleaños? ━preguntó al ver la tarta con la cerilla.

━No ━respondió Beomgyu. No quería que pensara que es un fracasado. Solo los perdedores están tan solos que lo celebran de esta manera tan deprimente.

No obstante, Taehyun detectó rápidamente la mentira, especialmente porque podía sentir el nerviosismo del contrario, aunque su lenguaje no verbal lo delataba aún más. Beomgyu se rodeó a sí mismo con su propia cola, lo cual es una señal de inseguridad.

Entonces, dejó escapar un sonoro suspiro y acomodó una butaca para poder sentarse frente a él, dispuesto a hacerle compañía.

Afortunadamente, Beomgyu no le impidió quedarse, solo lo miró con desaprobación. Asume que se debe a la embriaguez reflejada en sus mejillas sonrosadas; probablemente no sea tan receptivo cuando está sobrio, como demostró el día que Yeonjun le soltó las cadenas. O tal vez sea su alfa interior obligándolo a relajarse en presencia de su predestinado, porque eso es precisamente lo que está haciendo su enigma.

━¿Quién te dio permiso para sentarte aquí? ━preguntó Beomgyu.

Pero Taehyun lo ignoró y en su lugar confesó: ━Siempre he estado solo en mis cumpleaños. Curiosamente, tampoco encontraba velas. Las cerillas son un buen reemplazo ━dicho esto, abrió el botiquín y sacó lo necesario para tratar la herida de la cabeza del castaño, cuyo sangrado estaba bajando por su sien. Sin embargo, al ver cómo este gruñó cuando se acercó más a él para ayudarlo, retrocedió al instante. No quería ponerlo más nervioso aún siendo invasivo, por lo que agarró el cuchillo y comenzó a cortar un trozo de pastel━. ¿Cuántos cumples?

Beomgyu observó detenidamente todos los movimientos del tiburón blanco, pues se encontraba alerta esperando el momento en que el chico alzara el cuchillo para atacarlo. Mas nunca ocurrió. Taehyun soltó el cubierto y movió la porción hacia él, indicándole que podía comerla.

━No es de tu incumbencia ━respondió el castaño, quien levantó la mano en señal de stop y le devolvió el pastel━. Para ti. No tengo hambre.

En respuesta, Taehyun se encogió de hombros con indiferencia y no rechazó la oferta, por lo que se dedicó a saborear el trozo de tarta de chocolate con tranquilidad ante la curiosa expresión de Beomgyu, quien se pregunta cómo es que puede estar tan sereno a pesar de todo.

De alguna manera se sentía como si llevaran años juntos y tuvieran la confianza suficiente como para pasar el rato en silencio absoluto sin ninguna incomodidad, cuando la realidad es que apenas se conocen. Pero por la cantidad de cicatrices en el cuerpo de Taehyun, sumado al hecho de que acabó con cuatro tipos hace solo unos minutos sin apenas esfuerzo, Beomgyu puede asumir que se trata de alguien fuerte y conflictivo. Probablemente también se quedó solo como él, y de ahí que reconociera esta deprimente escena de cumpleaños.

Eso le transmite un poco de paz, porque es miserable, pero al menos no es el único miserable. O puede ser el alcohol en su sangre y su instinto animal rogando pegarse más al contrario la combinación que lo lleva a divagar cosas sin sentido hasta el punto de engañarse a sí mismo con ideas absurdas.

En el momento en que tomó algunos de los artículos del botiquín de primeros auxilios y acercó su butaca al tiburón blanco para tratar el corte en su rostro, pensó que el golpe en la cabeza realmente lo había vuelto loco por obedecer las exigencias de su lado animal, teoría que se intensificó al ver la expresión desconcertada de Taehyun.

━Se supone que el kit es para que te-

━Cierra la puta boca si no quieres que te eche a patadas de aquí ━interrumpió Beomgyu antes de dejarle terminar de hablar. Sonó demasiado rudo, pero era porque estaba avergonzado y prefería ser descortés antes que mostrarse tímido.

Afortunadamente, Taehyun realmente obedeció y le permitió curarlo sin hacer preguntas ni comentarios al respecto.

Sus miradas se cruzaron varias veces mientras el castaño desinfectaba el corte y ambos podían sentir esa conexión que los unía. Sin embargo, no dijeron nada al respecto, como si se tratara de algo tabú.

Debido a la particular situación de su relación, ambos decidieron continuar fingiendo que sus animales no estaban rogando por los huesos del otro. Este es su segundo encuentro, no es posible que vayan a ceder tan fácilmente. Incluso cuando ambos tienen comportamientos bastante cuestionables, forzar un amorío con alguien a quien apenas conocen solo porque así lo dictan sus animales es demasiado para ellos, especialmente cuando ninguno está realmente interesado en las relaciones.

━Cumplo 23 ━dijo Beomgyu de repente, respondiendo finalmente a la pregunta de antes mientras regresaba a su lugar, y no pudo evitar bostezar porque seguía cansado y somnoliento━. Me llamo Choi Beomgyu, por cierto. Gracias por ayudarme con esos alfas.

Una ligera sonrisa se dibujó en los labios de Taehyun, pues no esperaba ver al tiburón ballena comportándose de manera tan suave y cortés━. Eres un año mayor que yo ━confiesa con diversión━. Feliz cumpleaños, hyung.

«Hyung». Han pasado años desde la última vez que Beomgyu fue llamado de esa forma. Le resulta agradable volver a escucharlo porque lo hace sentir como si fuera un ser humano normal y no el imbécil temperamental que es actualmente. Nadie le dice “Hyung” a un bastardo.

━Gracias…

De nuevo, considera que su día ha sido una grandísima mierda, pero debe admitir que este último momento de paz y tranquilidad junto al tiburón blanco mejoró ligeramente su estado de ánimo.

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