
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖: 𝐕𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬
Kageshi luego de despedirse de su madre y hermana se dirigió a la enfermería, pues Rebecca le había enviado el mensaje de que estaban allí, se sentía extraño y su familia igual, eran ellos los que estaban causando eso en él. A medida que se acercaba a la enfermería esa sensación iba en aumento, al abrir la puerta, ahí estaban Rebecca, Tiago en la camilla, Noah a un lado, Miraiki, Kori y un desconocido para él.
Todos menos el desconocido voltearon a verlo, podían sentir esa tensión en el aire. Tydar volteó, se encontró una mirada asesina, solo lo ignoró, lo que hizo que Kageshi se enfadara y fuese hacia él. Miraiki intervino, puso ambas manos en su pecho para detenerlo.
—Sabes, no es buena idea empezar una pelea aquí —Murmuró Tydar.
—Kageshi, c-cálmate —Pidió Miraiki. El no respondió y tampoco dejó de mirarlo, tomó a Mira de la muñeca para abrazarla.
— ¿Dónde está, Tsuki? —Preguntó.
—Estaba con el General la última vez que la vi —Le respondió Tydar.
Tsuki apenas podía digerir lo que acababa de escuchar.
— Somos... ¿El resultado de un experimento? —Murmuró.
—Al parecer así es —Afirmó Ágata.
Bradley se había quedado sin palabra alguna, no por esto, sino porque esta carta era la respuesta a otro misterio.
—Todos tienen que ver con la mente... —Murmuró bajo.
— ¿Señor?
—Hace varios años, antes de la muerte de Oyuki, se encontraron unos documentos que hablaban sobre un experimento síquico que se había realizado en Rujarquia —Respondió, se veía pensativo, luego continuó: —. Según la carta, este experimento se realizó aquí.
—Pero este se realizó en 2024, el anterior que se cuenta en las historias fue hecho hace cientos de años —Cuestionó la maestra.
—Alto —Murmuró Tsuki—. El diario —Sacó el diario y comenzó a hojearlo buscando algo—. Tiene escrito el año 1884 en una de las páginas, ¡Aquí! —Señaló arriba en la derecha.
—En la carta también decía que usaban el diario para recrear los experimentos —Recalcó Ágata.
— ¡GENERAL! —Gritó un soldado, llamando la atención de todos.
— ¿Qué sucede? —Preguntó.
—Se acercan muchos enemigos, la Tte. Trusova y su equipo los vieron, ¡Estarán aquí mañana!
El General se dirigió hacia el soldado para ver lo que sucedía, antes de irse le pidió a Ágata:
—Lleve el diario al Dr. Stewart, el podrá restaurar las palabras que estaban escritas en él.
Ambas se dirigieron a los camiones, pues el doctor no estaba en Ketsurein con ellos. El mismo lobo, comenzó a seguirlas una vez que Ágata arrancó el camión.
—Esa cosa me está poniendo nerviosa —Expresó Ágata refiriéndose al lobo—. Ha estado en el patio mirando el edificio por mucho tiempo.
—No se preocupe, el lobo ha estado conmigo todo el tiempo —Dijo Tsuki.
—Interesante —Murmuró, y volvió a mirar al animal por el espejo retrovisor. Había algo en su mirada que le resultaba familiar.
La pelinegra notó que su reloj vibraba, Kageshi la estaba llamando —el reloj que ella tenía no era para video llamadas— y entonces atendió la llamada.
— ¿Qué sucede? —Puso la llamada en altavoz para que su acompañante escuchara.
— ¿Dónde estás? —Preguntó—. Te estamos esperando desde hace rato.
—Estoy con la profesora, vamos de camino al laboratorio del Dr. Stewart —Respondió.
— ¿Ya saben lo que decía la carta? —Tsuki miró de reojo a Ágata y está también,
—Pues...
—Aún no sabemos si lo que contiene es verídico —Respondió la mujer por ella.
—Entiendo —Dijo Kageshi, Tsuki notó que había algo raro en su voz.
— ¿Kageshi, dónde estás tú? —Preguntó, temiendo por la respuesta.
—En la enfermería... y ya lo vi —Respondió.
—No causen ningún problema que pueda perjudicar al General Bradley —Pidió.
—No lo haremos —Respondió Tydar y cortó la llamada.
El resto del camino no hablaron, Tsuki no podía esperar a llegar y obtener más respuestas.
Años y años de creer que había sido un regalo de Dios y resultó ser otra mentira para ocultar las maldades del ser humano. Lo que más le había llamado la atención, era posdata, "Kaleb está aquí, nadie lo reconoció" ¿Dónde exactamente estuvo?
Solo quería respuestas, pero, si esto se supiera en todo el reino, ¿Cómo reaccionarían los demás? ¿Qué es lo que va a pensar la gente?
Se sentía como una rata, una simple rata que había descendido de otras ratas de laboratorio.
La mañana se sentía larga e interminable, era un día nublado. Además de la alerta de Norcranianos acercándose, todavía no encontraban a Shigo y a Dimitry. Este último había enviado una señal de ayuda desde lejos, pero se perdió su rastro.
Gunter había enviado a un escuadrón, no habían informado nada todavía. En cuanto a Bradley, se veía pensativo, Özdemir estaba encargado de organizar a los soldados a la vez que vigilaba a Bradley, por lo extraño que actuaba. El rubio pareció tomar una decisión y se dirigió al general supremo, pidiéndole hablar en privado.
—Has estado actuando muy raro Mike —Dijo el general una vez que estuvieron en una habitación solos.
—Envié a Tsuki a las montañas para buscar a Tydar e información de Kaleb —Soltó.
— ¿Eso es lo que has estado haciendo a mis espaldas?
—Sí y lo siento señor, tengo razones para esconder lo que hice —Respondió.
—Te escucho.
Bradley procedió a contarle todo, desde sus sospechas a los altos mandos hasta la carta. Selim dió un suspiro profundo, estaban en medio de un tablón de ajedrez, el enemigo se había mezclado con ellos, derribaron a varios peones, una torre y un alfil.
El enemigo no tenía reina, no lo necesitaba, tenían la ventaja, pero en este ajedrez, el rey daba tantos pasos como le venía en gana, o sólo no sabían jugar y de alguna manera, han estado dándole ventaja al enemigo. Bradley había usado a un peón para traer el alfil de vuelta, Tsuki y Tydar. Fue un buen movimiento, arriesgado, el siguiente movimiento, debían hacerlo con cautela, o el enemigo tendría dominio total sobre el tablero.
— ¿Dónde está, Tsuki? —Preguntó.
—Está con su Ágata, señor. Las envié con Stewart para que traten de descubrir lo que contiene el diario. El otro asintió con la cabeza.
— ¿Y Gunter sabe de esto?
—No.
— ¿Por qué? —Cuestionó.
—Señor, Gunter es un gran amigo para mí...
— ¿Por qué? —Insistió.
—Nunca dejo de sospechar de él, su aparición en el ejército hace varios años se me hizo extraña, siempre pensé en que él puede estar involucrado de alguna forma —Respondió.
—Mike, entiendo tus motivos, yo también llegué a sospechar de él —Confesó—. En incontables ocasiones nos demostró que podemos confiar en él, además también hubo momentos en los que pudo habernos traicionado —Añadió.
—Lo sé, pero usted está en las mismas que yo —Espetó, con una mirada firme—. Tampoco quiere aceptarlo —Dijo para retirarse de la habitación.
Selim se quedó en silencio, en algo tenía razón.
La pelinegra ya estaba en el laboratorio, esperando a que Ágata la alcance para poder ir con Stewart. En cuanto llegó caminó detrás de ella.
—Tsuki, eres miembro élite, no debes sentirte intimidada —Aconsejó.
—No me siento intimidada, usted conoce al doctor y yo no.
—No es necesario que me hables de "usted" —Mencionó y le sonrió—. Eres alguien que Shigo aprecia mucho, entiendo porque; a parte eres una gran alumna —Elogió.
—Gracias.
La mujer abrió la siguiente puerta a su derecha y entró.
—Doctor, perdón por entrar así pero es urgente —Dijo, uno de los hombres que estaban allí volteó a verla, parecía tener 50 a 60 años más o menos, una barba blanca por las canas y un poco calvo. El doctor Rick Stewart era científico y biólogo, también estaba especializado en mecánica y tecnología.
—No hay problema Ivanovna, ¿De qué se trata?
—Este diario —Sacó de su bolso y se lo muestra—. Puede que haya tenido información importante y confidencial de la historia de Rujarquia —Dicho eso, el doctor les ordenó a los demás que se retiraran. Procedió a encender una computadora y tomó el diario para analizarlo.
—No está muy dañado, puede funcionar —Mencionó, colocó el diario sobre un cristal que tenía encima una máquina similar a una impresora y abrió el diario para descubrir la primera página.
— ¿Qué pasará después de saber lo que contiene el diario? —Preguntó Tsuki, mientras que el doctor cambiaba de página y la máquina escaneaba.
—No lo sé, dependerá de lo que Bradley decida —Respondió Ágata, también quería saber que pasaría después.
La pantalla del computador ya mostraba varias páginas del diario, el doctor se acomodó bien los lentes y comenzó a leer lo que decía, mientras que Ágata se encargaría de hojear para que la máquina siga cargando más.
—1882: Todos los niños son bastante curiosos, a los siete años, ya había leído varios libros, estaba muy interesado en biología, psicología, anatomía y otros campos de la medicina y la ciencia. Ingresé en la universidad más prestigiosa del mundo y pude expandir mis conocimientos y poner a prueba ciertas ideas...
En mi niñez también leí varios libros de ciencia ficción, era increíble imaginarse lo que podríamos hacer si tuviéramos lo necesario y encontráramos la manera de hacerlo. Superhéroes, animales híbridos, humanos más adaptados y evolucionados.
Durante un tiempo me dediqué a explorar bosques, montañas; más tarde cavernas y acuíferos; por último, saldría de mi país a explorar más lugares. Norcrania era un gran territorio para comenzar, fue en las épocas del Presidente Vladimir Winks. En las montañas yacía un volcán inactivo, a unos kilómetros de él, unas cavernas gigantescas, las cuales bajaban a un acuífero. Me adentré en las cavernas, no muy cerca de la entrada, era visible una especie de planta bioluminiscente, me acerqué más al espécimen, era la llamada Flor Tenso, muy comercializada en Norcrania.
Nunca he comprado uno de estos especímenes para estudiarlos, resulta que este es muy especial y raro, no tiene semillas, no puede cultivarse en lugares que no sean cavernas, pues eran húmedas, frías y lejos de los animales que podrían comer sus hojas. Esta planta ha ido evolucionando a través del tiempo como nosotros. Decidí llevarme un ramo con las raíces enteras, estuve analizando las muestras, esta planta era capaz de curar heridas, problemas de digestión, hematomas, entre otras dolencias. Lo que yo descubrí, iba más allá de cualquier investigación que haya hecho.
Una sustancia que era segregada por la raíz del espécimen en una mínima cantidad, pasé semanas analizándola, parecía ser un potenciador para el cerebro, o quizás algo más.
Hice incontables pruebas con ratas, monos, perros y cerdos. Los cerdos al ser más parecidos demostraron un resultado increíble, presenté el experimento como una cura para cualquier enfermedad mental, incluyendo el Alzheimer.
Ahora con la ayuda de más científicos y el permiso, hicimos pruebas en humanos. Eran jóvenes de entre 18 a 24 años, en total había 50, ocho mujeres y ocho varones, los separamos de acuerdo a su tipo de sangre, teniendo así a con los tipos de sangre A+, O+, B+, AB+, A-, O-, B- y AB-.
Les inyectamos 3 dosis del líquido que llamamos Mind, en cuanto la aguja penetró sus pieles, no pude evitar pensar en todas las cosas que el hombre podrá realizar en un futuro. Trabajamos día y noche tratando de encontrar algún síntoma que cause el resultado esperado. En dos, los efectos comenzaron a dar sus frutos, al hacer un mayor análisis neurológico, pudimos descubrir que el resto también estaba en proceso de cambio, no era rápido, pero al menos algo en ellos estaba cambiando.
El sujeto 4MA, lo dejamos en una sala y comenzamos a aplicarle alguno que otro castigo. Empezamos por algo pequeño y luego íbamos aumentando el nivel, hasta que logró quemar las cuerdas que lo sostenían a la camilla. Volvimos amarrarlo pero con cadenas de metal, el resultado fue el mismo. Las cadenas se derritieron hasta quedar como un mercurio líquido, sin embargo, aquel joven no soportaba su propio fuego, tenía quemaduras de primer grado en el brazo y abdomen, quizás necesitaba algo de tiempo para adaptarse.
El sujeto 17FO, le habíamos hecho el mismo procedimiento, tal parece que ella tenía un efecto distinto. Se sentía un frío intenso en la habitación, que iba en aumento hasta el punto de congelar la camilla y las cintas, se rompieron con facilidad como si solo fueran ramitas de árboles secos. Era increíble lo que estábamos logrando.
Al poco tiempo también hemos perdido a muchos, pues no resistían la intensidad del poder. Otro con habilidad de fuego falleció por combustión espontánea, uno de hielo por hipotermia, de Natura por rabia, de tierra, se había convertido en piedra...
El poder de la mente humana era una infinidad de misterios, he descubierto uno de ellos.
Cada uno de ellos dio frutos a ocho habilidades mentales. Los llamamos por distintos nombres: Kosen de Luz, Kottayama de hielo, Kemono de natura, Hinotama de fuego, Ziamli de tierra, Kingusu de Mineral, Namiojin de agua, Ruzgar de viento.
Aunque, el más curioso de todos era Kingusu, era como una especie de imán para los minerales, incluso podía fabricarlos, es como si tuviera todos los elementos juntos como para hacer eso. Por eso lo llamamos Kingusu.
1882, Diciembre: Hemos hecho parejas con los sujetos de prueba. Cada uno estaría con alguien del mismo poder. Cinco mujeres dieron a luz estos días, anteriormente habíamos marcado a los padres con símbolos en distintas partes del cuerpo para distinguirlos. La tinta era especial, derivada también de la planta.
Los bebes heredaron esta marca, la pigmentación de su piel había hecho una copia exacta de los símbolos.
Sabemos que los bebes también heredaran los poderes de sus padres, lo cual sabemos por estudios hechos a los bebes estando aún en el vientre y después de nacer. El resto de chicas aún están en espera.
Esa misma noche: Los jóvenes están mostrando un carácter agresivo. Ha habido numerosos reportes de intentos de fuga. De no ser por el muro hecho con restos de Hongo Koburo ya habrían huido hace meses, pero esta tarde, los escuché poniéndose de acuerdo en algo. No sé qué es, pero no dejaré que hagan lo que planean...
La máquina dejó de mostrar más palabras, Ágata notó que unas páginas estaban en blanco. Hasta que al pasar a la siguiente página después de tanto, la computadora volvió a escribir:
Luego de lo sucedido en el laboratorio, tuve que huir, traje conmigo las sustancias y los informes. No sé a dónde habrán huido, pero los voy a encontrar.
Estoy en un hotel en Norcrania, siendo vigilado constantemente, pues Fiodor, Dictador Norcraniano y Thomas, Presidente de Alaquía, estaban involucrados en secreto en estos experimentos, y que hayan fallado y puesto en contra de sus creadores, los hizo desconfiar de mí. Me pidieron que vuelva a recrear los experimentos, esta vez, no será de los siete elementos.
No quieren eso. Buscan algo que de miedo, una máquina de matar, algo con más poder.
Nunca me había dado cuenta de que existe otras formas de modificar las funciones cerebrales gracias a más investigación con la Tenso, cosa que también podía cambiar el cuerpo en su totalidad, el cuerpo presente en cualquier estado solo con la habilidad de separar cada átomo y volver a unirlos para estar en forma completa; incluso podría cambiar la forma y el tamaño a voluntad. Más adelante hasta encontré la forma de usar la ingeniería genética para crear nuevas especies. Eso último es algo que el hombre ha utilizado en más ocasiones para crear nuevas especies y hacer alimentos más aptos para el consumo humano.
Sin embargo, no busco usarlo para modificar alimentos, sino para crear una nueva especie, algo resistente, una máquina de matar, con mucha fuerza y velocidad.
Las demás páginas habían sido arrancadas, el resto eran simples garabatos que no se entendían. Ágata dejó de hojear el diario.
—Tsuki... —Volteó para mirarla.
La pelinegra estaba callada, una cara inexpresiva, pero sus ojos lo decían todo. ¿Cómo reaccionaran los demás?
—Debemos irnos... —Murmuró—. Se acercan muchos del lado enemigo, debemos volver.
—Doctor, dejaré el diario aquí —Dijo la mayor, ahora dirigiéndose a Stewart—. Necesitamos cualquier rastro de alguna cosa que encuentre en este diario, haga las pruebas que sean necesarias.
—Cuente conmigo, Ágata.
En el camino de regreso, Ágata no podía evitar al lobo, lo miraba por los espejos y de reojo cuando este los alcanzaba.
— ¿No hay noticias de Shigo? —Preguntó, a los que Tsuki, aún dolida por lo que había sucedido con él respondió:
—No, no hay nada.
La mujer volvió a mirar al lobo, él es Shigo.
Henry había tenido un pésimo cumpleaños número 20, solo recibía más y más torturas. Delgado, pero no mucho; débil, pero fuerte para seguir caminando; físicamente destrozado, pero mentalmente poderoso. Su poder se desarrolló por completo, su cabello pasó de ser negro a blanco.
En sus años de cautiverio, solo deseaba, no morir en ese lugar. El doctor Bernard ha sido más apegado a él desde la muerte de Phill, sintió tanto dolor, más al descubrir que su familia y la de Phill, habían muerto hace mucho, pues unos soldados los asesinaron sin recibir orden alguna de Kaleb. Esos soldados fueron ejecutados por su acción. A Kaleb jamás le gustó romper una promesa, solo le quedaba decirle a ambos que sus familias estaban a salvo.
Hoy Bernard decidió acabar con el sufrimiento de Henry.
— ¿Doctor Bernard, a dónde me lleva? —Cuestionó, desde hace minutos habían estado caminando por un sinfín de corredores en el Castillo Negro.
—Guarda silencio —Murmuró.
Antes de empezar su larga caminata por el lugar, le había dado a Henry ropa para invierno junto con una capa blanca. La nieve era abundante por esa parte también.
Un par de escaleras abajo, los guiaron a unas alcantarillas, ahí se encontraba un barco, pequeño y de madera
—Sube —Ordenó el doctor. Con la poca energía que le quedaba, Henry subió al bote, notó algunas bolsas en él—. Es comida para el viaje.
— ¿A dónde iremos? —Preguntó.
—Henry, escucha con atención. Estas alcantarillas van hacia el lago Ketsurein solo debes dejar que la corriente te lleve una vez suelte el bote, cuando salgas de los túneles, estarás en una cuevas, sabrás que estas en el lago porque las cuevas tienen larvas que emiten luz, luego verás una orilla en la que te vas a bajar, ahí encontraras una mina antigua, sigue los rieles naranjas, así llegarás a la salida. Como puedas llega al cuartel de Ketsurein —Finalizó, a lo que Henry sorprendido exclamó:
— ¡¿Qué?! Pero, ¿Usted vendrá no es así?
—No puedo ir contigo Henry, perdóname —Dijo y miro atrás suyo, las escaleras que conducían al segundo subsuelo—. Mi familia murió, además, estarán buscándote, si mi destino es perecer en este lugar que así sea, pero tú... tú debes vivir hijo.
— ¡Señor, no me iré de aquí sin usted, tiene que venir conmigo!
— ¡LÁRGATE! —Gritó y cortó la cuerda, la corriente comenzó a arrastrar a Henry lejos.
— ¡NO, ESPERE, DOCTOR! —Exclamó.
—Que tengas una larga vida, Henry Kingusu —Dijo, para retirarse del lugar mientras escuchaba el llamado del joven.
Nunca pudo dormir bien sabiendo que un niño como él estaba ese lugar y ha estado siento torturado desde que lo trajeron. Phill conocía este lugar, esa salida, pues en sus tiempos libres se tomó la molestia de anotar en un libreto cada ruta que debían tomar. Bernard también se tomó la molestia de dejarle a Henry un último mensaje, antes de dejarlo ir.
Al llegar a la planta baja del castillo, al menos veinte soldados lo apuntaban con un rifle. Trevor, Genkaku y Goliat estaban junto a Kaleb, el cual tenía una mirada sombría, el ambiente se sentía pesado, frío y aterrador. Bernard ya sabía lo que le esperaba así que sin más cerró los ojos y cuando Kaleb dio la orden, los soldados lo golpean y después se lo llevan a la oficina de Kaleb, lo amarran a una silla y lo dejan.
El dictador Norcraniano ingresa a la habitación, se sienta frente a Bernard y por primera vez... Kaleb se quita la máscara ante él. Apenas podía ver su rostro por la oscuridad de la habitación, una pequeña parte de la luz de la luna era lo único que iluminaba la habitación. Tanta impresión en ese momento lo dejo sin aliento.
El rostro del hombre sentado frente a él tenía una forma de diamante, la piel no mostraba ningún rastro de vejez, producto de años de tratamiento usando la sangre de inocentes. Sus ojos eran lo que más resaltaba, eran azules profundos, apenas eran visibles los ligeros rasgos orientales que tenía. Luego la barba, ni poco ni demasiado. Sintió un escalofrío al sentir la mirada asesina de esos ojos azules.
No era normal que brillaran tanto, él siempre supo que Kaleb no era cualquier ser humano. En varios análisis que le había hecho, notó que su sangre también era especial.
Estaba molesto, colérico, el silencio abrumador que los envolvía, pronto fue interrumpido por la voz de Kaleb, ahora escuchándose más clara que nunca, diciendo:
—Qué día más estresante, unos soldados dejan escapar a un niño que sabe demasiado y luego usted, ayuda a Henry a escapar.
Bernard no dijo nada, no emitió ningún sonido, eso molestaba más al que tenía enfrente, incluso notó cuando frunció el ceño.
—Tampoco me impresiona, sabía que algún día los haría. Ese sería el día en que supiera lo de su familia —Dijo, Bernard adoptó una mirada seria.
—Usted dijo, que mi familia y la de Phill estarían a salvo —Espetó—. ¡Nos mintió y nos obligó a desangrar a un niño por casi quince años!
—Eso fue por una buena causa. Nunca quise morir y que la guerra con Rujarquia quedara en manos de un incompetente, nadie entiende las razones por las que hago esto. Tampoco espero que lo hagan —Mencionó, se levantó de la silla y caminó detrás de Bernard—. Hay muchos inestables en Rujarquia, hablo de los clanes obviamente. Además, usted sabe bien que ellos son producto de un experimento fallido hace más de un siglo, y en esos años, antes de huir uno dijo que acabarían con todos en Alaquía y Norcrania, como venganza por "lo que les hicimos". No es la culpa de los inocentes que viven aquí lo que hayan hecho. Tampoco creo que ellos sean capaces de cumplir la promesa de su antepasado, pero los países y reinos vecinos tenemos miedo. Rujarquia no necesita de tanques, armas o misiles para acabar con todos. Incluso un niño puede matar a un adulto, peor si es inestable.
—Las cosas no son así —Dijo—. Como usted dijo, ningún Rujarco, miembro de los clanes, será capaz de hacer daño a la gente.
—No sé si está enterado de que hace años hubo una división en Rujarquia, entre los que siguen las órdenes del Rey y los que siguen a los clanes. Rujarquia dentro de algunos años podría estar divido y cada lado tendría a su gobernante. Por eso me reuní con el rey en varias ocasiones para que recapacite. Él estuvo dispuesto, pero, cuando fijé el día de la reunión, él no se presentó —Puso ambas manos en los hombros del doctor—. Pues resulta, que en la familia Real, una persona, es parte del Clan Kingusu. Producto de una infidelidad de la madre —Comenzó a presionar su agarre por el enojo—. Y esa persona es alguien a quién no puedo tocar, ni siquiera mis hombres tienen permitido acercarse. Por muchas razones, pero una de las más importantes es que al parecer, es un diamante —La sorpresa de Bernard opacó el dolor que sentía en sus hombros por la presión que Kaleb ejercía en ellos—. Henry volverá a mí, lo van a traer de vuelta. ¿Creyó que no sabía de esa salida? Lleva años bloqueada.
— ¡¿Qué?!
—Su plan ha fallado Bernard —Escuchó el metal deslizándose fuera del duro cuero, seguido de algo frío sobre su cuello, afilado—. Sus servicios, ya no son requeridos —Dijo Kaleb antes de cortarle la cabeza presionando el filo de su espada en su cuello. El grito de agonía del doctor se hizo eco en los pasillos.
Continuara...
_______________________________________
Hola!!!
Perdón por no actualizar en mucho tiempo, estoy en ultimo año del bachillerato y son mucho más pesados los deberes del colegio.
Espero les haya gustado este nuevo capítulo de Rujarquia, este sería el antepenúltimo capítulo. Les agradezco todo su apoyo <3
Voten, comenten, compartan que me ayuda mucho!
Dato a tener en cuenta como pista:
Kaleb ya apareció en más capítulos de los que creen, y además, la persona portadora del elemento Mineral diamante es cercana a los protagonistas.
Hasta la próxima actualización!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro