|[Arriba hay una canción para ambientar la lectura, sólo hagan swipe hacia la derecha y reproduzcan]|

Pasó una semana, Kai volvió a su ciudad natal a continuar en su Academia. Las clases y entrenamientos continuaron como si nada en las montañas, claro que la seguridad fue reforzada.

Era algo extraño que la maestra Ivanova comenzara a llegar tarde a las clases, en ocasiones parecía no haber dormido, hoy sería una de esas veces. Como siempre minutos antes de que la Maestra llegue, todos se ubicaban en sus asientos, Shigo y Rebecca se pusieron de acuerdo en jamás dejar a Tsuki sola, así que se sentaban al lado de ella; aunque Shigo la sobreprotegía en varias ocasiones.

Ella no se quejaba mucho, ya no estaba en peligro, aunque también sentía miedo de quedarse sola. En las primeras noches no durmió y solo se quedó sentada en su cama, después cuando se quedaba dormida tenía pesadillas, escalofríos y despertaba llorando.

La maestra ingresa a la sala y al dejar las cosas en su mesa comienza la clase.

—Creo... que es hora de que les hable sobre historia, para que sepan con que se meten —dijo algo decaída—. Debí hacerlo antes, pero creí que ustedes eran conscientes, ya que en las instituciones se les habla sobre eso. Fue una petición del General Bradley ya que dos de ustedes —levantó dos dedos—, se metieron en uno de los camiones para ir a buscar a su compañera —todos miraron a Shigo y Yue.

—Quiero que presten atención, hoy no tendremos mucho tiempo para hacer preguntas, así que pueden hacerlo la próxima clase —dijo, y se sentó en su lugar con ambas manos sobre la mesa, comenzando a relatar todos los sucesos desde las primeras décadas del reino hasta estos días.

Cuando Rujarquia era habitada por los grupos y no había mucha población, era un tiempo de paz, estaba la etnia o tribu de los ojos ambarinos o "Tesa Kuarahy'ã", con la piel oscura y una fuerza increíble, vivían en los bosques en pequeños campamentos; los albinos que habitaban las montañas nevadas en busca de un refugio que los proteja de los rayos del sol, ya que su piel era muy delicada, eran llamados hombres de las nieves; luego están los de la costa, quienes viven cerca del océano, tenían los ojos violáceos, el cabello negro cual carbón y la piel blanca como la nieve. Entre ellos no había enemistad, mucho menos alianza, trataban de mantenerse alejados para evitar disturbios y peleas.

Los niños suelen ser muy curioso y aventureros, pues una tarde, dos niños de ojos violetas se adentraron en el bosque mientras sus padres no estaban y los demás no podían vigilarlos, uno era mayor y la otra era una niña pequeña. En un momento dado, la niña tropieza y se lastima el tobillo, como estaban lejos de casa su hermano no podía ayudarla, además, se habían perdido.
Entre los arbustos se asomó un niño de piel oscura y calvo, al oír los llantos de la niña. Se acercó a ambos y el niño mayor lo amenazaba, entonces el de piel oscura habló con ellos y los llevó a la aldea para que puedan ser atendidos.

Cuando aquel pueblo ayudó a esa niña a sanar y ambos volvieron a casa los de la costa no tardaron en enterarse de que el grupo no era hostil, ambos grupos interactuaban más hasta formar una alianza. En la época de invierno, había pocos abrigos, cuando los albinos se enteraron de esto, decidieron ayudar a pesar de que juraron jamás meterse en donde no deben. Los tres grupos finalmente estaban aliados, lograron que el Reino prospere, construyeron ciudades, puentes y más. El primer Rey que tuvo Rujarquia, logró hacer tratados con otros países acerca del comercio y el turismo.

Gente de los países y reinos más cercanos venían a visitar nuestro Reino, "La Unión hace la fuerza", una frase que representaba a Rujarquia.
Cuando los clanes aparecieron por primera vez, juraron ser protectores de Rujarquia, no hay muchos registros acerca de su aparición ni de su origen, los creyentes creen que Dios los envió; en cuanto a los Eoduun... pues los consideran creaciones del mismo diablo. Luego de que pasara un siglo, en el año 1972, cuando el tercer Rey de Rujarquia, Darius, recibía varias cartas del Gobernante de Norcrania, Tynnar Koslov, pidiendo audiencia con él para hablar sobre las tierras de Rujarquia, Darius aceptó.

La primera reunión fue el 10 de mayo, duró cinco horas, cuando Tynnar se retiró, se veía enojado e insatisfecho. La segunda reunión ocurrió dos semanas después.
Después de que la segunda reunión terminó... bueno, Tynnar no estaba enojado, más bien una mirada eufórica y una expresión siniestra, si algo se sabe con exactitud de él, es que hace lo necesario para conseguir lo que quiere.

El 28 de julio de ese mismo año, Mael, príncipe heredero al trono, fue asesinado por un político Norcraniano. Luego de un mes de su muerte, el Rey le declara la guerra a Norcrania. Esto fue sólo el inicio de la primera guerra entre ambos países, esta guerra no fue muy sangrienta y duró seis años hasta la muerte de Tynnar a manos de Nyx Yoru —pariente lejano de Kageshi— quién traicionó a Norcrania y se unió a los Rujarcos.

Meses después cuando creímos que todo estaba marchando bien y las pequeñas heridas de esa guerra estaban sanando, Norcrania tiene a un nuevo Gobernante, Kaleb, quién adoptó el apellido de Tynnar, decidió tener una reunión con el Rey, en aquel entonces tenía 19; aunque esta reunión no duró mucho tiempo sí hubo mucha tensión en el ambiente, la servidumbre contó que sintieron un escalofrío recorriéndoles la espalda al ver a Kaleb, con su máscara de cuervo y sus espadas a cada lado de su cinturón debajo de aquel traje negro, era como la misma muerte en persona, sus ojos reflejaban la oscuridad dentro de él.

Cuando se retiró de la sala, parecía estar calmado y el Rey petrificado, al reaccionar de inmediato ordenó a los soldados hacer guardia en las fronteras una vez que Kaleb se fuera. Lo vieron irse en su barco con sus soldados, acataron las órdenes del Rey e hicieron vigilancia.
Mientras el Rey estaba en su jardín reflexionando, jamás esperó a que el Kaleb que iba en el barco era un impostor... se dice que el verdadero se mezcló con la servidumbre, como nadie jamás vio su rostro debido a su máscara nadie pudo reconocerlo. La Reina veía desde su habitación como el Rey era acorralado, intentó salir de su aposento para avisar a los guardias, pero la puerta estaba atascada, gritó con desesperación hasta que su hija la princesa le abrió la puerta...

Los guardias llegaron demasiado tarde, Kaleb decapitó al Rey y cómo el siguiente heredero al trono lo habían escondido para que estuviera fuera de peligro, no pudo matarlo. Nadie vio la figura del Norcraniano por ningún lado, solo un rastro de sangre que llevaba al bosque, y del bosque al muelle del mar, allí lo vieron con su traje, lejos de la costa en un barco, levantó su brazo izquierdo y enseño la cabeza del Rey a la reina, La gente que se encontraba presente sintieron el verdadero terror, algunos salieron despavoridos y otros quedaron en shock.
Faltaban cinco personas en la servidumbre, todos eran Rujarcos pero solo uno era el intruso, todos tenían su historia y ninguno fue encontrado jamás.

Los clanes no tenían derecho a entrometerse en los asuntos del Reino, pero cuando el Rey fue asesinado, la reina tomó el trono y les pidió ayuda a los clanes. Nadie supo que le había dicho Kaleb al Rey que lo dejó tan atónito o quizás habrá rechazado algo y este lo amenazó. La segunda guerra dio inicio, fue la más sangrienta de todas las guerras que ha habido en el mundo, los clanes participaron en la guerra, sin ellos hubiésemos perdido Hinan.

Una vez, habían ganado una batalla y lograron tomar uno de los barcos acorazados Norcranianos, encontraron documentos que parecían relatar sobre un experimento psíquico que ocurrió hace años en Rujarquia, estos documentos fueron llevados al palacio, nadie los leyó, nadie los hojeo, la Reina iba a leerlos. Más tarde esa noche cuando la Reina Ivy fue a buscar los documentos, no los encontró, supuso que alguien debió infiltrarse y se llevó los documentos, al día siguiente el Clan Kingusu se ofreció para proteger a la familia Real y el Castillo Negro.
Horas antes de que el cuerpo de Oyuki Kottayama fuese encontrado, los guardias reales revisaron su casa y en el patio encontraron restos de una hoguera, papeles habían sido quemados allí y cuando investigaron más a fondo, encontraron la caja en la que estaban los documentos que se habían encontrado, estaba vacía. Nadie más sabía de esto a excepción del esposo de Oyuki y la familia Real, nunca se supo por qué ella quemó esos documentos, ni cuál fue el resultado de aquel experimento, ¿Cuál habrá sido su objetivo? ¿Y por qué Oyuki trató de ocultarlo?

La Batalla de Shinen'kara pasó varios años después de la muerte de Oyuki. El clan del viento fue sorprendido por el enemigo, no tuvieron tiempo de evacuar y tampoco pudieron pedir ayuda.
El actual Gobernante de Norcrania, Kaleb, participó en aquella batalla, aún no logramos descubrir cuál es el verdadero poder de Kaleb; ya que ningún miembro del clan Rüzgar pudo usar su elemento en su presencia.
No hubo sobrevivientes, ni heridos... todos murieron.
Shinen'kara fue destruida y tomada por el enemigo junto al bosque del silencio. No pudimos recuperar sus cuerpos, toda Rujarquia y en especial los clanes, estuvieron de luto por un año.
La impotencia y la tristeza que la gente sintió no es comparada con lo de ahora.

Cuando el Rey ordenó que el servicio militar fuera habilitado para jóvenes a partir de 16 años, hubo algunos infiltrados nuevamente. Tomaron toda la información que pudieron acerca del Clan Kingusu, nos dimos cuenta muy tarde de la presencia de estos jóvenes Norcranianos, quienes asesinaron a gran parte de los guardias Kingusu mientras dormían. A pesar de esto el resto del Clan no abandonó el Castillo.

Exactamente el 19 de octubre de ese mismo año, logran entrar al castillo a través de túneles subterráneos que ellos mismos crearon, muchos soldados se sacrificaron para que el Rey llegue a salvo a Furui. En ese ataque murieron casi todos los miembros del Clan Kingusu, lo que quedaba de él eran civiles, niños, mujeres, ancianos y heridos.
El nuevo castillo de Furui estaba situada al noroeste de Rujarquia.

El Castillo negro fue tomado por el enemigo, una vez más Rujarquia perdía más territorio y gente a causa de estos ataques sorpresa.
Dentro de unos años ya no había señales de ningún miembro del Clan Kingusu... o se ocultaron o fueron masacrados en su totalidad.

Kaleb anunció que su objetivo era acabar con los clanes, ya que cada vez más, había niños "inestables" que no podían manejar el inmenso poder que tenían y que eran una amenaza para el mundo. Así surgieron los Baesinjia, los miembros de clanes que traicionaron a Rujarquia, porque seguían los ideales del maldito Norcraniano.

Ezra —Hijo mayor de Oyuki— y su esposa murieron en batalla, dejando a sus dos hijos huérfanos, quienes fueron adoptados por el mejor amigo de su padre.

Y aquí estamos actualmente, varias veces la escasez de alimento golpeó a nuestro Reino, varias fueron las batallas que perdimos y ganamos, perdimos y ganamos territorio, aunque sólo recuperábamos un 2% de lo que perdimos, ya era algo.
Hace tan solo ocho años el Rey Einar ordenó que el servicio militar fuera a partir de los 13 años en adelante, y que las academias militares fueran abiertas para una mejor capacitación.

Logramos avanzar bastante en tecnología militar, fue una ventaja ante la aparición de las bestias.

Luego de la clase con la maestra Ivanova, ella se retiró, el instructor no vendría dentro de una hora, lo que les daba a los chicos la hora libre.
Mientras los demás entrenaban, Tsuki estaba sentada en las escaleras de la entrada, observando a los demás... ¿Cuánto tiempo duraría esto? Se preguntaba, todos juntos conviviendo, después de lo que pasó junto a Kai y recordar a Henry, sólo era cuestión de tiempo hasta que algo más sucediera y perdieran a más. Xeo bi se retiró luego de aquella noche y Alina fue sepultada anteayer, Hogomi perdió a otra compañera.

Con solo pensar que ahora están así y dentro de unos años nadie sabe que será de ellos, le daba ansiedad, siempre fue su mayor temor y por eso lucha. La pregunta que se hace a diario desde el secuestro es: ¿Cuánto podrá aguantar mi cordura?

—Tsuki... —Sus pensamientos fueron interrumpidos por Rebecca, se sentó a su lado y al ver su rostro de preocupación preguntó: —¿Que sucede?

—No es nada —Respondió, haciéndose bolita en el escalón, mientras seguía mirando.

—Es raro que no estén entrenando —Dijo Thiago acercándose por detrás y sentándose junto a Bec.

—Es mejor disfrutar de esta hora libre hasta que llegue el instructor —respondió Rebecca esbozando una pequeña sonrisa.

—Tienes razón —Sonrió de vuelta.

Shigo quién estaba entrenando junto a Vratar se iba a acercar a Tsuki, aunque olvida avisarle a al otro que se retira y le da un golpe cuando voltea.
Se sobó la cabeza.

—¡Vratar! —Exclamó.

—¿Qué sucede, no quieres continuar? —Preguntó desafiante.

El castaño solo le da la espalda y va con los demás.

—Shigo, tienes la mejilla roja —Menciona Bec cuando él se acerca.

—Me distraje un momento —dijo, de reojo miró a Vratar, quién ahora bebía algo de agua.

Se sentó al lado de Tsuki, al ver en la posición en la que estaba y su mirada, se acercó un poco más y se recostó en su hombro como siempre solía hacer.

—¡Oigan tortolos! —Exclamó Kageshi sorprendiéndolos por detrás junto a Miraiki. Esta última como una niña pequeña y con su voz tan linda quiso asustar a Thiago con un "Boo".

—¡Que tierna! —dijo él, causando que ella se sonroje como siempre.

Ambos bajaron las escaleras y quedaron parados frente a ellos.

—¿Que sucede Tsuki? —Preguntó Mira al ver su rostro.

—Sólo pensaba...

—Si es por lo de Henry, no te preocupes, van a sacarlo de allí —dijo Bec, moviendo unos se sus mechones detrás de su oreja para que ella la mire.

—Sí, tal vez...

—Bec, aún no nos contaste que decía la carta que te llegó —Mencionó Thiago serio, para intentar cambiar el tema.

—Era de mis padres reclamando del por qué no les avisé que entraría a la academia —comentó.

—Si que estás loca —bromeó Kageshi—, mi madre me mataría si hubiera hecho eso.

—La mía me ataría a una silla para impedir que venga —dijo Thiago, por lo que empezaron a reír.

Aranen se acercó a ellos y se alegraron al verla de vuelta.

—¿Dónde habías estado? —Preguntó Bec.

—En las reuniones... —Respondió algo inexpresiva.

—¿Te sientes bien? —Preguntó Thiago.

—Si... solo necesito unas vacaciones —se sentó al lado de este y se recostó.

—Pensé que eras la última del clan de fuego —Dijo Shigo, recordando al Baesinjia.

Aranen suspiró y dijo:

—No, no soy la última, pero sí soy la última del clan Hinotama que aún sirve a Rujarquia —Murmuró—. Hay otros cinco del lado de Norcrania, jamás había estado tan cerca de ellos...

—¿Qué tan seguido asistes a las batallas? —Preguntó Vratar mientras se posicionaba al lado de Miraiki.

—De vez en cuando, soy la única que sirve a Rujarquia y debo ir —se enderezó—. Si se preguntan, sí, he visto cosas peores...

—Después de lo que pasó... jamás creí que la guerra fuese así —Murmuró Tsuki, tartamudeando, se sentía como una niña ingenua.

—Yo tampoco lo creía, como dicen por ahí, "Escuchar no es lo mismo que ver".

—Aún quedan cinco años para que nos enfrentemos a ellos —Musitó Vratar.

—Tenemos mucho tiempo para prepararnos...

—Pero... —dijo Miraiki—, Nosotros seguiremos juntos ¿Verdad?

Hubo un silencio. Lo único que se escuchaba era a los otros reclutas entrenando y el viento.

—Sí —Murmuró Tsuki—. Nos vamos a preparar para lo venga.

—Ahora sí regresó la Tsuki que conocía —Dijo Bec sonriendo.

—Sólo falta levantarle el ánimo a Aranen y yo sé cómo —Mencionó Thiago y se levantó. Sospechosamente dio unos pasos un poco lejos, con la mirada atenta de los demás. Vratar estaba por beber agua nuevamente y Thiago rápidamente se acercó y le derramó el agua en la cara, para salir corriendo después y el otro lo perseguía.

Todos comenzaron a reír. Pasar una hora libre así es un gran placer para un adolescente, sin molestias, sólo con amigos.
Si tan sólo durara mucho tiempo...

En secreto, el General Bradley salió con sus mejores soldados a rescatar a aquellos reclutas que quedaron en el castillo, llevaban horas caminando, tomaron un descanso, Kuro estaba entre ellos con su escuadrón. Se separó un momento del grupo para hacer sus necesidades.

El olor a carne muerta lo aturdió, a pesar de que estaba acostumbrado a esa clase de olores, esto le desagradaba. Siguió el olor y a medida que se hacía más fuerte, había más sangre en el camino, hasta que... finalmente encontró el origen de ese repugnante aroma, quedó estupefacto por un momento.

—¡General Bradley!

El General al oír la voz de Kuro, corrió junto a algunos soldados hacia la dirección de dónde venía su voz, se detuvieron cuándo lo encontraron parado al borde de un pozo, petrificado.

—¿Qué sucede? —Kuro no respondió, así que Bradley se acercó y bajo su vista en el pozo... habían encontrado a los reclutas secuestrados...

Cada uno de ellos había sido mutilado, destripado, apuñalado de distintas formas y arrojados al pozo, las moscas disfrutaban del gran festín que había, los buitres daban vueltas en el cielo deseando disfrutar de una buena carroña.

—¿Qué haremos? —Preguntó Kuro saliendo de la conmoción.

—Llevarlos —Respondió. La ira dentro de él iba creciendo mientras más observaba el escenario.

Notó que cada corte que tenían formaba la palabra "Ríndanse" en japonés.

—Evacuen los pueblos más cercanos, otro combate se aproxima... —asintieron y siguieron sus órdenes.

Estos niños tenían entre 12 y 15 años, tenían familias, una madre angustiada que espera que su hijo vuelva sano y salvo, hermanos que esperan volver a hacer bromas pesadas con él o ella, un padre que espera a que vuelva para tener una charla.

Esta era la clase de panorama que cada soldado, cada General y enfermero ha visto.
Había cosas peores que esta.

—Señor le digo la verdad, ella me golpeó —Dijo Philippe, fue golpeado por Trevor y Genkaku. Kaleb recorría la sala, buscando algo en las mesas.

—¡Por favor! —Exclamó para que lo dejen, miró al doctor quién estaba junto a Henry y éste último estaba sentado observando todo—. Doctor ayúdeme...

El doctor no podía hacer nada, tenía miedo al igual que el pobre Henry, solo podían observar lo que pasaba, el chico estaba congelado en su lugar sin siquiera parpadear o respirar. Kaleb tomó un frasco de plástico en la mesa y contenía ácido.

—No intentes engañarme —Espetó y se acercó a él.

—Por favor Señor, piedad... —murmuró y dejó caer algunas lágrimas.

—Es increíble que hables de traicionarme, y ahora estás llorando y suplicando por tu vida —tomó el mentón del muchacho y con ayuda de Trevor le abrieron la boca y comenzó a derramar el líquido en su garganta, haciendo que Phil se atragante y trague el líquido, el intenso dolor en su boca y garganta hizo que lagrimeara, el ácido le quemó todo de la boca a su estómago causándole perforaciones, quería gritar del dolor, su voz no salía, se ahogaba con su propia sangre que ingresaba en su pulmón perforado por el ácido, se retorcía en la silla.

Una vez que vacío todo el frasco, lo dejó retorcerse en ese lugar, ordenó que todos salieran y sujetó a Henry del brazo, ya que no apartaba la mirada y parecía estar a punto de ir hacia él, lo último que el chico observo y escuchó, fue a Phil vomitando sangre y soltando quejidos horribles, este le dirigió una última mirada antes de que se cerrara la puerta.

Continuará...

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Dato curioso:

Agatha está decaída, debido a que su sobrina estaba entre los reclutas secuestrados. Cómo ella forma parte de la enfermería militar, va con los soldados para buscar a su sobrina.

Creo que a este punto pueden deducir que fue de su sobrina...

Perdón por la tardanza, tenía un bloqueo 😅

Espero les haya gustado este nuevo Capítulo de Rujarquia.

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Hasta la próxima!