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❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 44: FINAL 』

—¿Taehyung–nie? ¿Aún recuerdas nuestros inicios?

El mencionado lo observo con una sonrisa inevitable colocando una mano en su mentón.

—Claro, ¿Cómo no recordarlo? Éramos unos niños apenas. Aún recuerdo la primera vez que te vi cuando eras un bebé y yo para ese entonces ya tenía tres años, cuando también mi madre falleció... Eras demasiado lindo. Creo que hay una fotografía de cuando ya éramos un poco más grandes.

De un pequeño baúl de fotos saco una en la que ambos estaban cuando eran más grandecitos, a lo cual el menor agarro y sonrió inevitablemente.

—Eran buenos tiempos.


—Sí~.

—Aunque tu carita acá es más regordeta que la mía. Eras una masita.

Le murmuró estirando sus labios hablando como bebé mientras pellizcaba con sutileza sus mejillas.

—Amor~ —se quejo.

—¿Sabes? Cuando tenía once años mi madre me dijo algo que hasta el día de hoy recuerdo a la perfección. Ella un día me vio llorando, no me preguntó nada, solo se sentó a mi lado, tomo mis manos y me dijo: “El amor es aquel sentimiento que jamás de podrá ocultar”, al inicio no le entendí.

—¿Y ahora?

—Ahora sí. Ella me confesó que me lo dijo porque aquella vez que me vio llorar con solo mirarme a los ojos sabía lo que me pasaba. También me dijo que en ese momento quiso decirme toda la verdad, pero no pudo.

—Aún así, ella siempre te apoyo. Siempre nos apoyo a ambos. Siempre nos demostró un cariño incondicional.

—Lo sé. Desde que éramos pequeños mamá siempre estuvo para nosotros apoyándonos en todo momento.

—Ese fue nuestro inicio original.

—Recibir el apoyo indirecto de alguien que nos ama —sonrió.


—Jungkook-ah, ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro. Dime.

—¿Cuándo aceptaste verdaderamente que estabas enamorado?

—Cuando tenía once años, lo había escrito en mi diario. Recién ahí acepte lo que sentía, aunque en realidad esto venía desde que éramos más pequeños.

—¿Cómo?

—Verás, en algún momento me había puesto a investigar y me encontré con que en realidad los niños maso menos a una edad bastante temprana cuando ya son concientes saben lo que les gusta y eso se ve bien definiendo a medida que se va creciendo. Yo supe y acepte mis sentimientos a una edad bastante temprana pero conciente.

—Comprendo —dijo pensativo.

—¿Y tú? ¿Cuándo te diste cuenta de qué te había enamorado de un persona de tu mismo sexo?

—Yo... Bueno, creo que, digamos, "confirme" mis sentimientos cuando hicimos esa fiesta de pijamas, ¿Lo recuerdas? —este asintio—. Fue ahí, cuando Yugyeom me había hecho aquella pregunta: no quise decir que me gustabas tú, ya que éramos "familia" en ese entonces, así que solo elegí a Bogum. Recuerdo que te habías ido después de eso y quise ir tras tuyo pero Bogum y Jimin me lo impidieron.

—Ese día —susurró— me sentí muy mal. Nuestra historia fue triste desde que éramos solo una niños, increíble —rió sutilmente con ironía.

—Esa tenía que ser nuestro camino, duro, pero nos sirvió para ser más fuertes, ¿No crees?

—Sí, eso sí. Al fin y al cabo terminamos así...

—Juntos.

Termino la frase con una pequeña sonrisa mirando a su contrario con sus ojitos brillantes.


—¡Oh! ¿También recuerdas cuando hicimos la investigación de aquella flor? —pregunto el menor.

—¿Te refieres a la llamada "flor del amor"? —asintió— ¿Qué tiene?

—¡Kim Taehyung!

—¿Eh? No hice nada, ¿Por qué me alzas la voz?

—Cuando estábamos en la fiesta a la que los abuelos Kang nos llevó, ¿Qué estabas haciendo con aquella chica? —se cruzo de brazos alzando una ceja— y no me vengas con excusas porque yo te vi muy coqueto con ella susurrándole cosas al oído y tocando su cabello de igual manera.

—¡Ah! —rió— así que por eso te fuiste de la fiesta aquella vez —dijo con una sonrisa ignorando lo anterior dicho.

—No me cambies de tema.

—Ok, ok, te lo diré —pero antes de hacerlo lo tomo de la cintura y colocandose tras él lo abrazo—. Ella se acercó a mí para hablar cuando me estaba sirviendo unos postres que también te iba a llevar a ti. En fin. Comenzamos a hablar, aunque yo no quería, hasta que vi que en su cabello habían pequeñas esponjitas entonces se las comencé a sacar. Y cuando le susurré al oído era para indicarle que tenía labial en la manga de su vestido y en los dientes, por lo que ella se sintió avergonzada y comenzó a reír hasta que se fue y yo volví a la mesa pero tú no estabas.

—¿De verdad eso paso? —pregunto avergonzado ya que había malinterpretado toda la escena.

—Sí, te lo juro. Está bien si no me quieres creer, pero es la verd–.

—Si te creo —le interrumpió rápidamente agarrando sus manos y entrelazando sus dedos con los de su contrario—. Es que cuando paso aquello al verlo me sentí mal, por eso me fui, pero tú fuiste tan terco que aunque te estaba hechando tú ni tan siquiera me hacías caso.

—¿Cómo podría? Está bien que creíamos que éramos familia pero aún así no podía dejarte solo.

—Eres un amor.

Sonrió dulcemente haciendo su cabeza hacia atrás dejándola reposar en el hombro del contrario.

—Es increíble todo lo que nos paso: de creer una cosa salió otra que ni la esperábamos, y aún así nos decidimos arriesgar a estar juntos.

Dijo Jungkook mirando al hermoso y despejado cielo repleto de estrellas mientras una pequeña fogata y un gran colcha los mantenía calientes esa, bastante, fría noche.

—Y pensar que Jimin y Yugyeom hacían todo lo posible para aconsejarnos al final desistieron siendo ellos nuestros principales cómplices para hacer que nos veamos casi todas las crudas noches  a escondidas.

Rió suavemente al recordar dichos momentos inolvidables donde claramente podían sentir la adrenalina y el miedo de que lo descubran. Al igual que Jungkook el cual mantenía su encantadora sonrisa.

—Gracias a ellos también mantuvimos nuestra relación hasta que, bueno, ocurrió todo. Aún así ellos siempre estaban dispuestos a ayudar.

—Sí, les debemos mucho...

—Nuestro deber ahora es ayudarlos como ellos nos ayudaron a nosotros.

—¡Por su puesto! —exclamo animado no tan alto.

—Todo sea por nuestros mejores amigos y fieles confidentes —sonrió animado.

—Que irónico: a pesar de todo ellos seguían a nuestro lado ayudándonos en todo lo que podían. Creo que nunca podremos encontrar a otras personas como ellos, que estén tan incondicionalmente a nuestro lado.

Taehyung sonrió al recordar esos momentos inolvidables, únicos y que marcaron mucho en sus vidas.

Soulmates.

—“El amor es aquel sentimiento que jamás se podrá ocultar”.

—Esa frase...

—Sí, es la misma que tú me decías en ocasiones cuando nos peleabamos por querer ocultarlo, Jungkook.

—Sí... —suspiró— es que eso me enfadada, además, quien me dijo esa frase primero fue Mingyu.

—¿Mingyu?

—Claro. Verás, él de estar se enojaba conmigo porque cuando salíamos juntos me quedaba mirando la nada pensando en muchas cosas, principalmente en ti, entonces claramente eso no me gustaba y fue cuando me la dijo —se hizo para atrás sosteniéndose con las palmas de las manos—. Quise contradecirlo tratando de hacerme a la cabeza que no podía estar contigo y que debía estar con él, pero él con esa frase me lo hacia imposible... Bueno, hasta que ya ninguno pudo más y por diversas razones tome el primer paso para terminar.

—De igual manera al final hiciste lo correcto, después de todo estabas con alguien que no te amaba y además era muy posesivo.

—Lo sé. Aunque no seamos duros con él. Mingyu en el fondo es una buena persona.

—Al igual que Bogum.

—¿Bogum?

—Así es. Aunque Bogum no era nada de eso llegamos a tener muchos problemas por lo mismo que a ti te pasaba, con la diferencia que al final, cuando nuevamente volvió, desistió de mí y se fue.

—Ambos nos equivocamos, Taehyung. Aprender a reconocerlo es el primer paso.

—Pero... Eso mis hizo lo que somos ahora.

—Seremos la mejor versión de nosotros mismos.

Ambos se sonrieron mientras Taehyung lo miraba  y poco a poco se acercaba a su rostro, mirando sus ojos y luego sus labios, pegando los suyos hacia los del menor.

—“Que el cielo sea testigo de nuestro amor...” —susurró Taehyung.

—“Que las estrellas iluminen nuestro camino...” —le continúo Jungkook.

—“Y que la luz de la luna nos de paz”

Terminaron la frase en un mismo coro algo que les provocó una pequeña risillae a ambos jóvenes que se encontraban recortados sobre el césped.

—Pensar que sentíamos la pura adrenalina cuando nos veíamos a escondidas en las frías noches rogando que nadie nos haya visto. ¿Lo recuerdas?

Pregunto el de cabellos rubios observando a su amada novio de costado, el cual observaba con detenimiento aquel cielo despejado, estrellado como todas aquellas veces que se reencontraban para estar juntos.

Con la única diferencia que ahora todo era diferente.

—Cómo podría olvidarlo. Sentía como si mi corazón estuviese por salir de mi pecho en esos momentos —rió al recordarlo.

—Pero al final igual éramos felices, aunque sea unas cuantas horas —suspiró dirigiendo su mirada al cielo.

—Eso es verdad, aunque no tanto como lo somos ahora —sonrió dulcemente Jungkook alzando su mano al cielo.

—Hablando del ahora...

Rápidamente Taehyung se sentó entrelazando sus piernas sacando algo de la camisa celeste que en ese momento traía puesto.

Asimismo, Jungkook, curioso se sentó y lo observo pero sin poder ver qué tenía tras suyo.

—Amor, ¿Qué es? —pregunto tratando de mirar.

—Bueno... Como, hasta ahora, nunca hemos podido compartir algo de parejas me tomé la libertad de comprar estos.

De atrás suyo saco dos hermosas pulceras idénticas: una de oro y la otra de plata, porque Jungkook desde pequeño fue alérgico a todo menos al plata. Las cual con una gran sonrisa se las mostró.

Y antes de colocarse él la suya, tomo la mano de Jungkook y se la colocó cuidadosamente, para luego el ponerse la suya.

—Amor, no has dicho nada. Acaso, ¿No te gusta? Si es así puedo ir por otra co-...

Fue interrumpido rápidamente por su contrario el cual lo abrazo tan fuerte que ambos cayeron, cayendo el menor encima de este.

Alzó su rostro y con una gran sonrisa comenzó a dejar besos en toda su hermosa cara.

—Estuve buscando estás misma pulceras pero no las pude encontrar.

—¿De verdad? —este asintio repetidas veces mientras se sentaba sobre el mayor.

—Se dice que estás pulceras fueros creadas como símbolo de pureza y fidelidad del amor de las parejas casadas. Por eso te la quería obsequiar, pero me ganaste —se quejo.

Con una sonrisa Taehyung puso sus manos en la cintura del menor tomando impulso para sentarse y sujetarlo, dejando antes de hablar un pequeño beso en sus labios el cual el menor recibió gustoso.

—No sabía del simbolismo de estás pulceras. Cuando las vi me gustaron mucho, ahora sé que no me equivoqué al comprarlas.

—Eres un tonto —sonrió.

—Pero soy el tonto que tú amas.

Dijo sonriente dejando muchísimos besos en el rostro y cuello del menor provocando que este riera también por las cosquillas que a su paso le provocaba.

Ninguno de los dos pensó que un día estarían así, derrochando amor por doquier.

Luego de algunos minutos, no tantos, Jungkook lo detuvo poniendo sus dos manos en el rostro de su contrario deteniendolo al instante y haciendo que este le mirase fijamente.

—Sí, eres el tonto que yo amo y amaré siempre. Gracias. Y gracias por no irte de mi vida.

Le susurró con una pequeña sonrisa cerrando aquel emotivo momento con un lindo y muy cálido beso, significativo por aquellas hermosas palabras.

«Estaremos juntos siempre, lo sé»

Pensaron ambos chicos dejándose llevar por ese hermoso beso.

(Sus colores de cabello al inverso).

¡FIN!

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