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❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 43: 2/2 』

“Aún en la oscuridad siempre hay una luz que te guiará, aún cuando sientas mucho miedo”




—¡¿Qué?!

Taehyung y Jungkook exclamaron sorprendidos observando a sus padres.

Pues, después de aquel conmovedor momento los mayores se miraron y al final decidieron confesarles la verdad. Y del por qué se lo tomaron tan bien de primeras.

—Sí. Es que aquella vez que te fuiste y a los días Taehyung se fue tras de ti nos parecía extraño así que decidimos presionar un poco a Jimin. Él nos dijo todo.

Esbozo la señora Jeon mirando a ambos jóvenes los cuales miraban fijamente a Jimin, el cual deseaba que la tierra lo tragara en ese momento.

—Bueno bueno, pero ellos querían saber y yo solo les brinde esa valiosa información. Del resto soy inocente —dijo dramático como siempre.

—Chicos, tampoco lo miren así —rió por lo bajo la señora Kang mientras los observaba.

—Sí. Además, en lo personal, yo ya sabía que ambos se gustaban desde que eran apenas unos niños.

—Omma, ¿De verdad? —Jungkook pregunto curioso con los ojos abiertos como platos.

—Sí, hijo —adentro sus labios en un pequeño gesto al sonreír—. Pero desde que, digamos, estaban "confirmadas" mis sospechas, que fue cuando entraron a la secundaria, tenía planeado decirte la verdad para que al menos pudieran expresar lo que sienten... Pero no lo hice. Al final el miedo a perderte fue más grande. Fui egoísta, porque preferí tenerte a mi lado a base de mentiras sin importarme si tú y Taehyung estaban sufriendo por su bellísimo amor... Cuanto lo siento...

Todos los presentes al escucharla pudieron empatizar con ella. Jungkook la observo, sonrió y soltando las manos de su amado se levanto y tomo las de su madre arrodillándose al frente de ella.

—Está bien. No debes sentirte mal por eso y tampoco debes pedir disculpas. Eres mi madre y es normal tener miedo a perder a un hijo. Yo también tenía miedo a perderte y que por lo que hice dejaras de amarme.

—Pero, Jungkook...

—Mamá.

—¿Sí...?

—No importa lo que paso, ahora eso es pasado. Vivamos felices otra vez un día a la vez, tú amándome y yo adorandote, ¿Sí?

Sonrió tras decir aquellas emotivas palabras colocando su rostro en el regazo de su madre. Ella acarició sus finos cabellos mordiendo su labio para no llorar, pero todo intento por no hacerlo fue imposible cuando su hijo nuevamente hablo.

—Te amo, perdón si no te lo digo muy seguido.

Pequeñas gotitas comenzaron a caer en el rostro del menor el cual solo sonrió mientras acariciaba sus manos.

En ese momento su madre se sentía la persona más feliz en el mundo, porque a pesar de todo lo que sucedió su amado hijo la amaba y el miedo a lo perderlo se esfumó cuando este comprendió todo.

—... Yo también te amo, hijo —susurró sutilmente.

Los presentes al ver tan emotivo momento no pudieron ocultar sus lágrimas. Todos estaban felices y agradecidos de volver a estar nuevamente más unidos que antes.







Los días fueron pasando con normalidad y mucha tranquilidad: Taehyung y Jungkook cada día pasaban más y más buenos momentos juntos expresando su amor con total libertar sin importarles como la gente los miraban cuando profesaban su amor en la vía pública.

Imagínate, tantos años sintiendose acorralados por sus sentimientos mínimamente ahora lo expresarian con total libertar, como debe de ser.

Mientras tanto: ambas familias se volvían cada vez más únicas, compartiendo momentos únicos lleno de risas y felicidad.

Taehyung se puso al día con Jimin mientras que Jungkook lo hacia con Yugyeom. De tantos días que pasaron sin verse habían muchas cosas que los mejores amigos debían contarse, pues de igual manera ellos se ven como si fueran hermanos, de distintas madres.

Pero no para todos era una total felicidad, puesto que la señora Jeon estaba apunto de tomar una gran decepción en unas pocas semanas. Una decisión que lo cambiara todo o quizás nada.

Y es que, a pesar de que ya todos están bien y pasan mucho tiempo juntos disfrutando cada día que pasa, para la señora Jeon, aunque una parte de ella estaba bien la otra no, no lo era, no del todo pues la nostalgia por las noches se apoderaba de ella. Pero estaba decidida.

Después de también hablarlo con su esposo e hijo mayor, todos se pusieron de acuerdo, por lo que ¿Dudas? No habían.









Las semanas fueron pasando muy rápido: ambos, Taehyung y Jungkook, retomaron sus clases hasta que estás mismas terminaron a fin de año.

Gracias a que siguieron sus clases de manera online, fuera del país, no perdieron sus estudios. Al final todos terminarían el año bien, o bueno, eso no era del todo cierto para algunos. Jimin, Yoongi, Yugyeom y Jinyoung aún tenían cosas pendientes.

Al final otro año termino y todos podrían tener algo de paz, tranquilidad y suficiente tiempo para dedicarse a descansar o arreglar sus asuntos que dejaron pendiente. Para algunos sería así.

Para nuestros protagonistas, bueno, sería un nuevo comienzo puesto que ambos ya podrían tener una relación oficial y estable sin la necesidad de preocuparse por más nada. Y lo que diga la gente al verlos juntos expresando su amor libremente sería lo de menos, eso para ellos no tiene importancia después de todo lo que pasaron.

En fin.

Como el año terminaba y era costumbre los estudiantes harían una pequeña despedida para despedir el año viejo y festejar que cada vez falta menos para acabar con sus carreras.

Las festividades ya estaban a la vuelta de la esquina y como primero los estudiantes harían su despedida porque terminaban antes la señora Jeon aprovecharía para antes felicitarlos y darle una sorpresa a su hijo.

—Cariño, ¿Estás segura de esto? —pregunto algo preocupado su esposo colocando su brazo en el hombre de la contraria.

—Sí... Es lo mejor. No porque lo haga significa que dejaré de amarlo y de ser su madre, yo lo creí, lo conozco y sé que él lo tomara bien —le sonrió calmando su esposo.

—Bien. Es nuestro hijo a fin de cuentas y lo amamos como tal.

—Gracias.

—No hay nada que agradecer, ambos lo criamos y debemos cuidarlo.

Su esposa tan solo asintio tomado sus manos mientras lo miraba con una pequeña sonrisa en sus labios.

El amor que ellos sentían por sus hijos era más grande que cualquier otra cosa en el mundo. Ellos seguirían siendo felices mientras sus hijos también lo sean. Ya han pasado más de 20 años, es hora de vivir sin miedo y sonreír, eso pensaban ellos.







Aquel día ansiado al fin había llegado. Jungkook y Taehyung se estaban arreglando en sus respectivas casas buscando su mejor ropa para ponerse al igual que el resto de sus amigos.

Unas cuentas horas pasaron y antes de que el sol se oculte se tenían que ir, por lo que ya preparados y con Taehyung en la casa de Jungkook para llevarlo al lugar de encuentro, al salir del lugar, se encuentran justo con la señora Jeon.

Cabe recalcar que ella ya le había avisado a su hermano, la familia Kim, lo que haría, por lo que no había necesidad de estar todos presentes mientras el resto de la familia lo supiera.

—Ow, mamá, papá, que sorpresa —dijo sorprendido mirándolos y dirigiéndose a ellos—. ¿Qué los trae aquí? —pregunto curioso.

—Que guapos están. Se ven tan bien juntos —sonrió ignorando conciente la pregunta del menor mientras miraba a ambos jóvenes.

—Gracias, tía —sonrió avergonzado Taehyung haciendo una pequeña reverencia.

—No hay de qué mis niños, pero... —se separó de ellos acercándose nuevamente a su esposo el cual solo miraba.

—¿Pero? —preguntaron en un mismo coro observando con curiosidad lo que tenía tras si espalda.

—Les falta algo más para estar completos.

Ambos se miraron mutuamente de pies a cabeza fijándose que eran lo que les faltaba para verse "completos" como ella dijo. Pero al no encontrar nada volvieron su mirada a ella.

—No, no en ese sentido —rió— sino algo más importante.

De atrás de su espalda saco sus brazos sosteniendo con ambas manos un sobre marrón claro el cual lo extendió hacia Jungkook. Este lo miro extrañado, pero aunque no entendía bien igual lo agarro.

—Ábrelo.

Le indicó con una pequeña sonrisa. Este hizo caso y lo abrió sacando unos papeles que para su gran sorpresa eran los papeles en la que cancelaban su adopción, es decir que legalmente Jungkook ya no figuraría como hijo de los Jeon.

Leyendo los papeles juntos a Taehyung, el cual estaba igual de sorprendido, quedó sin palabras observando aquellos papeles. Aunque en verdad quería decir algo sus palabras por unos largos segundos no podían salir de él.

Con la cabeza agachada observando los papeles leyendolos una y otra vez al final comprendió lo que pasaba saliendo de su shock. Poco a poco alzo su cabeza creando una pequeña y sutil sonrisa en sus labios. Con lentitud se acercó a ellos, dejándole los papeles a Taehyung, y los abrazo.

—Gracias. Pero aunque ya no sea su hijo legalmente ustedes siempre serán mis padres y yo siempre seré Jeon Jungkook.

Ambos mayores sonrieron sacándose un gran peso de encima mientras correspondían al abrazo de su querido hijo. El alivio y la paz que sintieron en ese momento eran simplemente indescriptible.

—Para nosotros siempre serás nuestro hijo —dijo su padre dulcemente.

—Esto era lo único que les faltaba para tener una relación estable y feliz. Sean libres, Taehyung y Jungkook.

Esbozo separándose del menor mirándolos a ambos con orgullo y feliz por los años que ellos pasarían juntos en un ambiente casi perfecto.

Jungkook se alejo y tomo la mano de Taehyung, ambos se miraron, luego miraron a los mayores y sonriendo hicieron una perfecta reverencia en son de agradecimiento por dejarlos vivir con libertad.

—¡Gracias!

Dijeron en un mismo coro dejando caer unas cuantas lágrimas de felicidad por tal emotivo momento.

Y pensar que aquella noche la sentían tan completa hasta que sus padres aparecieron para darle una noticia que hizo que esa noche sea perfecta. Y bueno, aunque sentía algo de nostalgia por sus padres, él sabía que nada cambiaría realmente. Ahora su felicidad estaba completa al fin. Solo les queda disfrutar cada momento juntos y vivir llenos de felicidad un día a la vez.

Felicidad y diversión, para dejar un año viejo atrás y comenzar uno nuevo, como si fuese el comienzo de todo.

Pero, aunque para ellos era así, para algunos no lo era y es que recordemos que hay varias personitas que no han recibido sus problemas, al menos no del todo. Pero eso, será para más tarde.







—Buenos días, dormilón~.

Susurró suavemente el menor dejando varias caricias en el resto del mayor admirando su belleza natural tan perfecta y exquisita, mientras su desnudo cuerpo yacía bajo las finas y suaves sábanas de la cama.

—Amor~... Déjame dormir un minuto más~...

Se quejo abriendo sutilmente uno de sus hijos para agarrarlo y meterlo a la cama.

—Amor~ —se quejo soltando una pequeña risilla—. Vamos~, ya es hora de levantarse.

—No quiero —hizo un pequeño lo que provocó que Jungkook sonriera por su acto.

—Vamos~. Ya te hice el desayuno. Comamos juntos.

—Está bien, está bien —se quejo nuevamente—. Me alegra saber que ya podemos expresar nuestro amor con libertad —dijo una vez abrió bien sus ojos observando a aquel bello rostro al frente suyo.

—Sí. Gracias a mis padres hoy podemos estar así sin preocuparnos que alguien nos descubra como antes.

Rió sutilmente al recordar todas las veces que se encontraban a escondidas por las noches y se divertían juntos, ya sea jugando videojuegos, hablando o tan solo recostándose en el suelo para observar las estrellas. Aunque eran momentos bonitos eran arriesgados también.

—¿Recuerdas las veces que Jimin nos cubría para que salgamos a divertirnos? —pregunto el menor riendo al recordarlo.

—¿Cómo no? —rió tapando un poco su boca—. Pobrecito, habían veces que ya no sabía ni que inventar para nosotros.

—Es verdad —rieron.

—¿Te acuerdas de la vez que Yugyeom por cubrirnos cuando queríamos tener un momento íntimo se puso tan nervioso que casi nos delata?

—Ay sí, aún lo recuerdo —dijo avergonzado— pero era normal que este así, después de todo nunca le habíamos pedido un favor así.

—Estás en lo cierto. Bueno, pero al menos ellos siempre nos ayudaron.

—¿No crees qué deberías ayudarlos también? Ellos hicieron mucho por nosotros.

—Sí. Ok. Vamos a hacerlo.

—Perfecto. Tenemos que planear todo, pero antes...

—¿Qué? —pregunto extraño mirándolo con curiosidad.

—Ve a bañarte, estás muy sucio y luego bajo a almorzar —ordeno saliendo de la cama.

—¡Cómo ordene capitán!

—Ya ya, ve.

Ambos rieron: Jungkook salió de la habitación dirigiéndose a la sala mientras Taehuyng se adentraba al baño a darse una cálida ducha de agua caliente.

Parecían una pareja de recién cazados, literalmente, incluso sus demás amistades se lo dijeron.

Hay como es la vida. Lo bueno de todo esto es que todo se resolvió y las tres familias, contando a la señora Choi, quedaron en muy buenos términos. Un gran punto a favor.

Pero de todo esto se hay que recordar dos cosas. Una:

❝El amor es aquel sentimiento que jamás de podrá ocultar❞

No importa lo que hagas, jamás podrás ocultarlo por mucho tiempo lo que tu corazón siente.

Y dos:

¡Agradecer que Jungkook y Taehyung nunca fueron primos de sangre!





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