❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 43: 1/2 』
❪ ♡ ❫┋La respuesta es, claramente, no. No importa lo que hagas, ellos saldrán a la luz algún día cuando menos te lo esperas.
—Debo irme, solo venía para poder decirte esto y como ya esta, me voy...
—Eres un tonto.
Susurró alto para que su contrario escuchará mientras lo miraba irse a quien sabe dónde.
—¿Qué dijiste?
Sorprendido lo miro al pegar media vuelta. Quiso decir unas cuantas palabras más pero simplemente no pudo, puesto que su contrario al instante de verlo darse la vuelta corrió hacia sus brazos.
—¿En verdad crees que te voy a dejar ir después de todo lo que me dijiste? ¡Ah, si que eres un tonto!
Sonrió chocando su frente con la suya mientras hacía puntilla de pie y colocaba cómodamente sus brazos en su cuello.
Taehyung sutilmente separo sus frentes para poder mirarlo. Observo todo su bello rostro, así como Jungkook hizo lo mismo sin dejar de caer su sonrisa.
El mayor colocó una mano en la cintura de su contrario deslizando la otra hasta llegar a su mentón, el cual tomo y lentamente acerco hasta el suyo.
Ambos se miraron como si fueran el ser más preciso en el mundo. Ese momento era solo y únicamente suyo: bajo la luz de la luna y estrellas.
—Te amo. Lamento no habertelo dicho, quizá nada de esto hubiese pasado y tú y yo...
—Sh~... —susurró provocando que este no siguiera— yo también te amo, nunca deje de hacerlo.
—Taehyung...
—Sh~, ya no digas más, mañana hablamos de todo —le sonrió coqueto bajando su mano y colocándola en uno de sus glúteos.
—¡Taehyung! ¡Pervertido! —exclamo nervioso con las orejas rojas.
—Pero si no he hecho nada, aún —le susurró al oído mordiendo su oreja al mismo instante.
—Tae–taehyung~, te conozco, este debería ser un momento emotivo y lleno de sentimientos, no–...
Los finos labios de su mayor provocaron que este se callara definitivamente. Este mientras lo escuchaba besaba su cuello y apretaba su cintura apegandolo más a él.
—No sabes cuanto te odio...
Le susurró con un pequeña sonrisa. Sin perder más tiempo el menor, después de varios roces de piel, atrapó sus labios en un necesitado e intenso beso con miles de sentimientos nuevamente reencontrados.
Ahí, en ese beso, ambos se dieron cuenta que ese sentimiento aún estaba vigente y que todo lo que tuvieron que pasar lo hizo más fuerte que antes. Nada cambio.
La cálida luz del sol en la mañana se hizo presente en la gran habitación traspasando las grandes ventanas mientras dejaba que una fría brisa ondeará las largas cortinas.
Su cálida luz poco a poco se iba arrastrando hasta golpear con sutileza el rostro del menor. Aunque al inicio con pereza trato de volver a dormir no pudo, el sol ya era muy fuerte.
Costosamente trato de abrir sus ojos soltando pequeños quejidos y molestia por tener que levantarse y ya no poder seguir durmiendo.
No obstante, cuando al fin dejo de quejarse y disponerse a salir de la cama, observo como el brazo de su mayor se levantaba y con su mano arrastraba la cobija así taparlo para seguir durmiendo cómodamente.
—No te levantes. Estemos así un poco más.
Murmuró adormilado. Jungkook sonrió y subió un poco su brazo a la cintura de su mayor así poder abrazarlo y entre las calidas y acogedoras cobijas seguir durmiendo un ratito más.
No, esa noche no hubo ninguna noche de sexo sin control. Ellos tuvieron una noche, donde sí hubieron besos algo subidos de tono, algo alocada bailando de todo lo que ponía el DJ: la hermana y madre de JK disfrutaron a gusto al ver a esos dos juntos, de alguna manera les reconfortaba.
Al final de la fiesta solo se fueron a la habitación de Jungkook y allí quedaron totalmente dormidos hasta la, bueno, tarde del otro día.
«Parece un angelito caído del cielo, Hyung, ¿Lo sabía? Para mí seguirá siendo una persona muy valiosa, sin importar qué suceda de ahora en más, ya no estaré dispuesto a dejarte ir... No está vez»
Por su mente pasaban aquellas palabras mientras acariciaba con delicadeza su bello rostro. Lentamente inclinó su rostro al suyo dejando pequeño beso en una de sus mejillas y otro más pequeño en sus labios.
—¿Te aprovechas de mí mientras duermo?
El escuchar su voz, que de por sí era gruesa y ronca, lo alteró por unos momentos hasta que lo observo bien y noto que este ya habia despertado hace bastante tiempo, eso se debía que este si podía abrir plenamente sus ojos.
—N–no es eso, Hyung...
—Oye... —se levanto un poco, tomo el brazo del menor jalandolo hacia él y así dejar varios besos en sus labios.
—Tae–taehyung~... Recién nos levantamos —trato de alejarlo.
—Yo no, llevo despierto un buen rato e hice lo mismo que tú.
Sonrió algo pícaro mientras lo observaba y deslizaba una de sus manos por encima de la ropa en su pequeña cintura.
—Mira quién habla de aprovecharse mientras duerme. ¡Pervertido! —golpeó sutilmente su hombro.
—Así de pervertido y todo me amas —rió mientras reía y dejaba muchos besos en el rostro dd su contrario.
—No puedo negar eso.
Una sonrisa enorme se apoderó de sus labios. Sutilmente elevó su mano hasta dejarla sobre en su nuca y lentamente bajar los labios de su mayor hasta los suyos, donde los atrapó en un pequeño y dulce beso.
Aquel momento iba a ser más perfecto y duradero si no fuera que se escuchó a alguien gritar:
—¡Jungkook-ssi! ¡Ya levánta–!
Automáticamente cuando los vio se tapo la boca con ambas manos.
Ambos jóvenes se sintieron un tanto avergonzados por lo que al instante de separaron y sentaron en la cama.
—Oh~... Yo lo siento, no quise interrumpir así... Esto... Creo que mejor me voy.
Dijo super nerviosa con sus mejillas ligeramente rosadas. Ambos se miraron y suavemente rieron por su actitud que les pareció linda.
—¿Siempre es así?
—¿Cómo?
—Así. Simpática y entrando sin golpear la puerta.
—Ah~ —rió—. Sí. Al inicio no pero con el pasar del tiempo y la confianza que agarramos sí.
—¿No se llevaban bien?
—No. Es una larga historia —le sonrió soltando un ligero suspiro—. Vamos a comer algo. Mientras comemos te cuento todo.
Pego un brinco de la cama posicionándose enfrente suyo así tomar su mano y levantarlo de la cama.
—Amor, ¿Vamos?
—Vamos. Hacia tiempo no escuchaba una palabra tan linda como tú.
—¡Taehyung, basta! ¡Me avergüenzas!
—Ya ya... Pero es verdad.
Susurró aquello último mirando a su dulce amado todo avergonzado y con sus mejillas sutilmente rosadas mientras se dirigían al baño a asearse un poco antes de bajar y comer algo.
Solo que Jungkook, deseaba que esos bellos momentos no fueran otro de sus tantos sueños realistas.
—¿De verdad? —pregunto sorprendido el mayor.
—Claro que sí —afirmo con una gran sonrisa en son de burla hacia su hijo.
—¡Madre! —exclamo avergonzado el menor mirándola.
—¿Qué? Yo solo digo la verdad —se quejo—. Te la pasabas todo el día deprimido. Al principio creía que era por el cambio de ambiente, nuevas costumbres, el hecho que aún no digerías del todo esto... Hasta que tu encantadora hermanita me dijo que a alguien añorabas.
—¡Young! ¡Te dije que no abrieras la boca!
—¡Ah~! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Es que mamá insistió demasiado!
—¡¿Eh?! ¡Claro, ahora échame la culpa a mí! —se levanto y con su pantufla en la mano la persiguió dando vueltas por la mesada de la cocina donde se encontraban desayunando—. ¡Ven aquí, mocosa! ¡Yo no te crié así!
—¡Sí, sí lo hiciste! —le saco lengua.
—¡Jeon Young! ¡Mocosa, ven aquí!
Exclamó persiguiendo la ya por otras partes de la casa dejando solos a Taehyung y Jungkook.
Estos se miraron, sonrieron volviendo sus vistas a sus tazas de café y chocolate caliente.
—¿Siempre son así?
—Usualmente sí —rió por lo bajo—. A veces pienso que son como el agua y el aceite.
—Lo parecen en realidad —río—. Y, ¿Es verdad lo que dijo?
—¿A–ah?
—Por tu expresión sé que sí.
—Bueno... —jugo con sus dedos unos pocos instantes—. Supongo que sí... Mi madre ya te contó todo de la A a la Z, así que sí —sonrió nervioso—. Pensé que todo sería más fácil: acostumbrarme a una nueva cultura, a mí nueva familia, creí que podría olvidarte estando aquí... Mas no fue así... El venir aquí empeoró todo: por Yugyeom supe que papá estaba basrabte mal, que mi hermano estaba nostálgico... Y que mi amada madre tuvo una recaída... Después de muchos días también me habia enterado que tú anteriormente estuviste en el hospital unos tres días —suspiro—. Todo empeoró... Ellos son una hermosa familia, tienen mucho amor que dar, son un buen sostén... Pero como le dije a mi madre: este no es mi lugar, yo no pertenezco aquí. Mi familia está en Corea, mis amigos están en Corea, la única persona que ame de verdad y con locura está en Corea.
Su contrario sonrió muy levemente dándose media vuelta, así estar frente a frente, y tomar sus manos.
—Y ahora gracias a que has venido aquí por mí me has dejado las cosas aún más claras. Corea es mi hogar, es el lugar donde nací, dónde me crié, donde hice amigos, donde me enamoré de una persona que es capaz de darle la vuelta al mundo con tal de estar a mi lado... Donde dos personas me han brindando un amor incondicional, me dieron un lugar al que decir hogar y un refugió al cual volver...
—Sé que ellos te recibieran nuevamente en su casa. Te aman, Jungkook, y como yo, ellos darían todo por ti.
—... Lo sé... Es tiempo de volver a casa...
—¿Estás totalmente seguro?
—Sí.
—¿Y qué pasará con ellas?
—Yo ya había hablado con mi madre acerca de este tema. Es más, muy pronto iba a volver, pero ahora que tú has venido aquí tengo más que claro lo que quiero —sonrió sujetando sus manos y elevandolas—. Las quiero, las vendré a visitar, pero ya no me quedaré. Y no te preocupes, ellas lo saben.
Ambos se miraron chocando sus frente cerrando aquel emotivo momento. Ya Jungkook, y principalmente la señora Choi, le habían contando de todo lo que paso y vivió el allí, hasta de su encuentro con Taehyung.
Esa fue una charla que les llevo casi toda la tarde.
Ese momento quizás era emotivo para ellos dos, mas no para la señora Choi la cual, después de seguir un buen rato a su hija, logro escuchar lo que Jungkook dijo.
Sí, sentía una incrustigada en el pecho, porque aún sabiendo que esto sucedería aún no se sentía lista para afrontarlo. Le tomo mucho cariño y no quería perder nuevamente a su hijo, sin embargo debía aceptarlo, no podía obligarlo a quedarse y correr el riesgo de que este la llegase a odiar.
No le quedaba más que aceptar su realidad.
Asimismo los días fueron pasando, casi como agua corre por el rio, y el día de volver habia al fin llegado.
Claro, la señora Choi no permitiría que se vaya su hijo así nada más, por lo que le realizó una pequeña fiesta de despedida entre ellos nomás.
—¡Sorpresa!
Exclamo su madre, el esposa de esta, un buen hombre y su hermano, haciendo explotar los confetis encima de ambos.
—¿Qué es todo esto? —pregunto sorprendido.
—No queríamos despedirte de una manera triste, así que le insiste a mamá para que te hicieramos esto. ¿Te gusta?
—¡Claro! ¡Muchas gracias, Young! —exclamo no tan alto abrazándola fuertemente—. Gracias, hermanita —le susurró suavemente al oído.
—No hay nada que agradecer —le sonrió posando un pequeño beso en su mejilla alejándose de él e ir hacia Taehyung—. ¡Tú! —le señaló com el dedo.
—¿Qué hice ahora?
—Nada nada —rió—. Mas te vale que cuides a mi hermano, porque si me entero que lo lastimaste voy a ir a Corea y te voy q golpear MUY fuerte, ¿Entendido? —ordeno mirándolo sería.
—¡Cómo ordene, capitán! —se paro firme con la mirada hacia arriba y su man en la frente.
—¡Tonto! —rió abrazándolo y acercándose a su oído—. Cuídense mucho y no se vuelvas a separar.
—No lo haremos —también le susurró correspondiendo al abrazo.
—Gracias, madre, sin esto sería más difícil despedirse —sonrió leve abrazándola siendo correspondido al instante.
—No debes agradecerme nada, tu hermana fue la de la idea —suspiro inaudible—. Ella quería que tuviéramos una despedida digna de madre a hijo.
—Aún así, a ti también debo agradecerte el haberme querido y amado todo este tiempo. Eres como mi segunda madre.
—Bueno, al menos soy tu madre, es lo importante —rió provocando lo mismo en si contrario.
—Gracias por todo.
—Gracias a ti, Jungkook, por perdonarme y dejarme quererte otra vez.
Estos se separaron con una pequeña sonrisa. Jungkook deslizó su mano hasta el rostro de su madre y con su pulgar seco sus lágrimas.
—Te has ganado mi cariño, pero no debes llorar por eso. Yo te quiero y vendré a visitarte cada que pueda. Esto no es un adiós, es tan solo un "hasta luego".
Y en esta ocasión Taehyung, su hermana y su padrastro los abrazaron. Un hermoso y gran abrazo en familia.
Esa sí es una bonita despedida.
—¿Nervioso?
Pregunto el mayor al ver a Jungkook jugando con sus dedos y de vez en cuento morder sus uñas ya en el aeropuerto.
—¿Se nota mucho? —pregunto mirándolo con mucho nerviosismo.
—Claro —rió—. Vamos, amor, no debes estar tan nervioso, volverás a casa.
—Sí, ya lo sé, pero...
—¿Te preocupan tus padres? —asintio con la cabeza—. Ellos te abrirán las puertas de su casa, no te preocupes por eso. Ellos te aman y eso jamás va a cambiar.
—Gracias —tomo su mano y la entrelazó con la suya.
—¿Por qué me agradeces?
—Porque estas a mi lado aún después de todo lo que te dije e hice.
—Jeon Jungkook, yo te amo. Todo lo que pasamos juntos no era más que una prueba. No sabíamos la verdad, todo lo que hicimos era pensando en el bien del otro. Ya no te preocupes por eso, ahora debemos vivir nuestro presente, juntos.
—Tienes razón —sonrió más relajado—. Te amo, tonto.
Taehyung sonrió apoderándose de los labios de su contrario, el cual duro unos pocos instantes ya que por el altavoz llamaron a los del vuelo hacia Corea, Seúl.
Al instante se separaron, se sonrieron mutuamente y una vez se levantaron agarraron sus maletas y juntos agarrados de las manos se dirigieron a la fila para abordar.
Jungkook después de hablar con Taehyung, durante el vuelo un largo rato, quiso estar un poco más tranquilo, mas no pudo hacerlo, los nervioso y la misma ansiedad lo invadían.
Era normal, volvería casa junto a la persona que ama, volvería al regazo de esas personas que su corazón tanto añoraba día tras día, mientras se arrepentía minuto tras minuto de sus decisiones.
『 Llamada entrante: Yugyeom-nie ❤️ 』
—Ow~, hola Yugyeom-nie, ¿Sucede algo?
Pregunto extrañado una vez fuera del avión caminando hacia la salida junto con Taehyung en busca de un taxi que los lleve a casa.
—Ah~, nada en concreto, solo llamaba para saber si estabas bien.
—Era eso. Sí, estoy más que bien —sonrió.
—¿Y eso a qué se debe?
—Yugyeom-nie~...
—Dime.
—¡Estoy en Corea con Tae-nie! —exclamo con clara emoción en su tono de voz.
—¡¿Qué?!
—¡Lo que escuchaste!
—Wow...
—¿Qué sucede? ¿Quieres qué vuelva?
—No no, tonto, solo que me tomaste por sorpresa... Ahora qué haré —susurró en voz alta sin querer provocando que este lo escuchará.
—¿Cómo? ¿Qué harás con qué?
—Ah~, nada nada, estaba pensando... Esto, tengo que irme, hoy tendré un día muy ocupado, nos vemos luego.
Sin dejarle emitir una sola palabra más este le cortó la llamada con mucha rapidez.
Aquello le pareció raro ya que Yugyeom no solía hablarle así y colgarle tan rápido y con tanto apuro; él quería que Jungkook volviera y ahora que lo hizo pensó que mínimamente se alegraría, pero no.
Eso lo desánimo un poco, aunque al final no le dió mucha importancia ya que, como el mismo Yugyeom lo dijo, tendría un día ocupado, lo que sería estresante y ajetreado.
Suspiro hondo y ya con un taxi en frente ambos fueron a este: el plan era primero ir a sus casas, en las que viven solos, y luego de ducharse y descansar un poco ir a la casa de los padres de Jungkook.
Con cada hora y cada minuto que veía transcurrir en su reloj los nervios nuevamente lo invadían, y Taehyung se dió cuenta.
Sin darse cuenta ya la noche se habia asomado: el viaje desde el aeropuerto hasta su casa era largo; Taehyung quiso verlo más relajo, además también aprovecharía el momento para algo que deseaba hacer solo con él, por lo que sin hacer mucho ruido se acercó a él, lo abrazo por su pequeña cintura y fue dejando pequeños besos en su cuello.
—Taehyung~...
—¿Mm~? —murmuró sin soltarlo o detenerse.
—No sigas~...
—¿Por qué?
—Ya sabes porque.
—¿Y si sigo qué harás? ¿Me detendrás acaso? —alzo una ceja bajando su mano hacia los glúteos del contrario.
—Tae–taehyung~...
El mencionado de un audaz moviendo lo dió vuelta y alza provocando que este, por inercia, enredará sus piernas en su contrario y colocará sus manos en sus hombros.
—Estás demasiado nervioso... ¿Y si vamos mañana?
—Tú solo quieres coger, tonto —intento bajarse pero este se lo impidió pegando su cuerpo a la fría pared.
—Quizá~ —sonrió pícaro mordiendo suavemente su labio inferior—. Es que imagínate, llevo meses sin tener sexo y ahora que estás otra vez quiero hacerlo contigo.
—Eres un pervertido, ¿Lo sabías? —este asintió besando su cuello admitiendo aquello dicho—. ¿Y por qué no has buscado a alguien más para eso?
—Porque a mí no me interesa nadie más que no seas tú.
Jungkook con un pequeña sonrisa lo observo colocando sus manos en la cara de su mayor dejando muchos veces en todo su rostro.
—Hay una palabra que aprendí y es mi favorita, ¿La quieres escuchar? —dijo picado.
—Dime. —el menor se acercó a su oído y susurró.
—Daddy~ —y al final termino haciendo un pequeño gemido, acto que literalmente encendió a Taehyung.
Casi con desespero el mayor se lo llevó a la planta superior de la casa encerrandose en el cuarto con este mientras a su paso ambos se despojaba de sus prendas con ansiedad y ganas de sentir sus cuerpos desnudos otra vez.
Taehyung se puso entre las piernas del menor mientras besaba su abdomen y lentamente se acercaba a sus labios, los cuales atrapó en un apasionado, deseoso y candente beso despojandolo de la última prenda que le quedaba al menor, su boxer.
Jungkook, pícaro de un movimiento rápido provocó que su mayor quedará abajo para luego poco a poco bajar con besos hasta la entrepierna de su contrario y con ambas manos bombear la ya erección del mayor. Y con ayuda de su cavidad bucal aquella acción se hizo más fácil hacerlo rápido provocando que el pre-semen saliera.
El mayor ya para ese entonces se encontraba agitado soltando de boca pequeños jadeos y gemidos, sintiendo en todo su cuerpo pequeños espasmos mientras movía ligeramente sus caderas haciendo que su miembro entrará aún más en la cavidad bucal de su menor.
Pero Taehyung no se quedaría solo con eso, quería sentirlo más, pero antes debía darle ese mismo placer a Jungkook.
Rápidamente lo recostó sobre la cama, de su pequeño mueble cerca de la cama saco el lubricante, el cual usaría luego, y unas esposas que ya anteriormente habían utilizado ambos. Sin perder un solo minutos más este se las colocó poniéndolo entre uno de los barrotes del respaldo de la cama.
Sería como una pequeña venganza por "dejarlo" e irse. ¿Quién no daría por una "venganza" así?
Dejando varios besos en sus labios, cuello, abdomen y muslos agarro el miembro también erecto del menor y lo comenzó a bombear, pero no rápido sino lecto. Él amaba verlo estremecerse y queriendo sentir más con el movimiento de caderas que hacia.
El cuerpo de Jungkook quería sentir más, pero su mayor cada vez pareciera que lo hacía más lento aún cuando este movía sus caderas tratando de sentir más.
Jadeos y leves gemidos se apoderaban de la aquella habitación en el cual poco a poco se sentía que la temperatura aumentaba. El menor cerro los ojos mientras moría sus labios.
Justo en ese momento Taehyung abrió un poco más las piernas del menor y de una colocar su miembro en su cavidad bucal haciendo movimientos rápidos en conjunto con sus manos, algo que provocó una serie de gemidos constantes el Jungkook por la rápido que iba y lo entumecido que su cuerpo se comenzaba a sentir con cada movimiento.
Más Taehyung no podía evitar que este se corriera así, así que rápidamente saco su miembro de la boca, se posicionó entre sus piernas y con el lubricante ya en la mano colocó un poco en su mismo miembro dejando caer un poco en su cavidad anal e ingresando dos dedos en este para lubricarlo bien.
Aquello fue algo de pequeños minutos en los que Jungkook aún ni tan siquiera podía controlar su respiración, y menos cuando sintió que su mayor comenzó a hacer movimientos rápidos con sus dedos en él sintiendo el frío lubricante que erizaba cada bello de su piel.
—Ma–mas lento~... —suplicó.
Pero su mayor hizo caso miso. Ya listo saco sus dedos y alineó su erecto miembro comenzado a insertarlo poco a poco sintiendo placer y un pequeño cosquilleo en su pecho que lo estremecía aún más.
Al inicio, aún teniendo en lubricante en su interior, sintió un pequeño ardor en la zona anal al sentir que estas se extendía por el miembro bien pronunciado de su mayor, ahí es cuando Jungkook deseaba que su amado lo tuviera aunque sea un poco más chico, pero no.
Taehyung sin piedad, con necesidad y deseo comenzó con embestidas rápidas y constantes al punto de dejar al menor sin poder respirar ahogado en sus gemidos que ahora se adueñaban de cada rincón de la habitación.
Eso era música para los oídos del mayor, el cual disfrutaba verlo así: agitado, gimiendo, sudado y deseoso de más.
Taehyung tomó la cintura del menor apretándola ahora dando embestidas profundas que tocaban ese punto dulce de Jungkook provocando que este mismo gimiera alto una y otra vez el nombre del mayor.
—Taehyung~... Tae–taeyung~... Taehyung~, más~... Má–más~... Ah~...
Gemía una y otra vez siendo incitado a más mientras el menor se retorcía apretando los barrotes de la cama con fuerza al sentirse sumamente exitado.
Un cosquilleo se apoderaba de él y de su mayor el cual a la vez parecía cansando, por lo que Jungkook comenzó a mover sus caderas una y otra vez haciendo que Taehyung se hiciera hacia atrás sujetándose con su manos sintiendo entre alivio y satisfacción.
Ellos tienen sentimientos tan fuertes siendo complementado con uno de los mejores sexos que existen. Son el combo perfecto.
Pequeños rayos de luz poco a poco iban traspasando los vidrios y las finas cortinas del ventanal, golpeando con suavidad la desnuda espalda y cara de Jungkook, el cual estaba durmiendo boca abajo abrazando la almohada.
Estaba disfrutando de su bello sueño hasta que escucho que alguien subía las escaleras y literalmente se le tiraba encima. Al menor aún le dolía el cuerpo, principalmente las caderas.
Con flojera se dió la vuelta una vez que esa masa salió de encima suyo sentándose en la cama cubriendo su cuerpo con las sábanas y frotando sus párpados con la otra mano para visualizar de quien se trataba.
—Bueno bueno bueno, yo también me quiero ir así, volver y tener una bienvenida como está.
Dijo pícaro mientras lo miraba. Aquella voz le era muy familiar por lo que rápidamente abrió sus ojos notando que era...
—¡Jimin-nie!
—¡Kookie!
Ambos se abrazaron pero Jungkook sin soltar las sábanas sintiendo algo de vergüenza por lo que anteriormente habia dicho.
—Y... A mí no me digas nada, dile a Taehyung, él empezo todo, mira —extendió sus muñecas las cuales tenían una pequeña marca provocada por las esposas—. Ahí esta, regañalo —se quejo haciendo un puchero y señalandolo al verle entrar.
—¡Kim Taehyung! ¿Cómo te atreves a lastimar las muñecas de Kookie? —dijo fingiendo enojo dramatizando al verlo entrar.
—¿Ah? ¿Y por qué me regañas a mí? —dijo de la misma manera— él no se negó, también tiene la culpa —esbozo mirando de reojo al menor—. ¡Niño malcriado!
Exclamó dejando el vaso de agua y la pastilla que le habia llevado en un pequeño escritorio para luego acercarse a Jungkook y fungir que le pegaba en los glúteos mientras lo abrazaba.
—Ustedes son muy dramáticos —rió a carcajadas.
—Es algo que tenemos desde pequeño —rió.
—Amor, no me abraces tan fuerte, aún me duele el cuerpo.
—Ow, lo siento —murmuró dejado un pequeño beso en su mejilla.
—¡Ay, ustedes me dan envidia! —exclamo cruzándose de brazos y haciendo un pequeño puchero.
—¿Ah? Pero, ¿No estabas saliendo con Yoongi tú?
—Amh~, algo así... Es una larga historia, luego se los contaré.
—Yo quiero escuchar todo, pero ahora quiero que se vayan de aquí porque me quiero bañar.
—De mí lo entiendo, pero, ¿Taehyung? Él ya te vio todo —menciono pícaro mientras lo miraba algo coqueto.
—¡Jimin! —se quejo avergonzado y tapando su rostro con las sábanas.
—Bueno bueno, ya nos vamos.
Rió llevándoselo del brazo fuera de la habitación dejandolo, como pidió, solo.
Ya solo saco del armario un pantalón yoguin, una remera con cuello, y una campera de cuero. Con todo y otras cositas más se adentro al baño dejando que el agua caliente saliera llenando la bañera e inundandose de vapor cada rincón de la habitación.
Mientras el menor se bañaba Taehyung y Jimin fueron a la planta baja.
—Cuando te dije que lo distrajeras no te estaba diciendo que te lo quedes el resto de la noche —rió bromeando.
—Bueno, es que no pude evitar, además, él tampoco se negó así que también tiene la culpa —rió suavemente sacando una taza para hacerle el desayuno a su amado.
—Lo sé, lo sé —murmuro pícaro— en fin. Gracias, si él hubiese ido ayer iba a arruinar todo.
—Fue un honor ayudar —pícaro lo miro guiñándole un ojo.
—Tonto —se quejo.
—¿Hoy ya podemos ir?
—Sí. Los señores Jeon esperan con ansias su llegada —sonrió.
—Lo imagino. Ow y otra cosa, después quiero saber qué sucedió contigo y con Yoongi, ¿Entendido?
—Sí, capitan.
—Jimin —el mencionado lo observo atento.
—Sabes que lo haré, ya no te preocupes. Ahora solo debemos centrarnos en Jungkook.
—¿De qué hablan?
Pregunto de la nada misma Jungkook una vez termino de asearse, mirando a ambos los cuales están algo "raros" y actuaban "extraño" según él.
—O–oh, de nada en especial —sonrió nervioso Jimin.
—¿Seguro? —este asintió con la cabeza varias veces mientras miraba a Taehyung pidiendo ayuda ya que evidentemente noto que este no le estaba creyendo.
—Amor, ya déjalo —toco sus hombros haciéndolo sentar en uno de los bancos del otro lado de la mesada—. Te hice el desayuno, come rápido antes de que se enfríe, sino sabra mal.
—Ow~, está bien. Esto se ve delicioso.
Murmuró sonriente comiendo aquel delicioso postre que Taehyung le hizo.
—Ah, Jimin, quería preguntarte algo —dijo alzando un poco la voz al recordar aquello.
—¿Dime? —le observo extrañado jugando con sus dedos.
—¿Sabes algo de Yugyeom? —le dió un sorbo a su té—. Es que ayer cuando habíamos llegado al aeropuerto lo llame y le dije que volví a Corea, pero él no parecía muy contento que digamos. ¿Sabes si le paso algo en mi ausencia?
Jimin con aquello ya se encontraba entre la espada y pared, y es que él tenía prohibido decir algo: lo de ayer y lo que ha estado pasando en su ausencia.
Y es que el día de ayer Yugyeom le estaba preparando una fiesta sorpresa por su llegada, ya que este ya lo sabía, y si iba lo arruinaría ya que nada estaba terminado, debido a que no ha tenido tiempo de nada a causa del trabajo, el papeleo, y la ida y vuelta hacia el .....
Pero esto se los contaré más adelante, por el momento hay que centrarnos en la fiesta sorpresa de JK.
Tratando de buscar una respuesta mientras divagaba soltó lo primero que se le vino a la cabeza.
—¡Ha estado ocupado con Jinyoung! —exclamo no tan alto—. ¡Sí sí! Es que son pareja, ¿Yugyeom no te dijo nada? Que raro.
Hablo con claro nerviosismo. Jungkook lo miro extrañado puesto tenía el leve presentimiento de que algo pasaba.
—Creo que ya es hora, ¿Vamos?
Interrumpió Taehyung después de ver que Jungkook termino de desayunar "salvando le" la vida, por decirlo exageradamente, a Jimin el cual inaudible le dijo gracias a lo que este rió.
Ya listos y preparados los tres salieron de la casa adentrándose al auto de Jimin. Ya listos este dió marcha a la casa de los Jeon.
Con cada pequeño minuto Jungkook iba sintiendo un fuerte cosquilleo en el pecho, de esos que son difíciles de controlar y detener. La ansiedad le ganaba. Estaba eufórico y tenía tantos sentimientos y emociones juntos que simplemente no podía mantener el orden el su interior.
Viendolo así Taehyung tomo su mano entrelazandola con la del menor sintiéndose un poco más tranquilo, aunque todo cambio cuando sin darse cuenta ya se encontraba al frente de su casa, quedándose como piedra mientras miraba su hermoso hogar, aquel lugar donde se llenó de tantos recuerdos preciosos junto con sus padres y su hermano.
Su corazón se estremeció. Colocó una mano en su pecho mordiendo su labio inferior para no llorar debido a los recuerdos que cruzaron en su cabeza en una mínima de segundos.
—Está bien. Vamos.
Hablo con un tono de voz sutil pero dulce mientras lo miraba y apretaba suavemente su mano.
—Vamos, Jungkook, todo estará bien.
Sonrió Jimin tomando su otra mano sonriéndole llevándolo despacio hasta la puerta. Los nervios invadieron a Jungkook nuevamente al punto que sus dos acompañantes sintieron como este daba un paso hacia atrás queriendo soltar sus manos. Pero fueron rápidos y se lo impidieron.
Jimin tocó el timbre y automáticamente la puerta se abrió, como ya estaba en el plan: era raro que las luces estuvieran apagadas y que la de la puerta no se prendiera automáticamente. Jimin sutilmente soltó su mano lo que hizo que apretara la de Taehyung. En medio de la oscuridad ambos avanzaban chocandose cada dos por tres con algunos muebles de la casa.
Pero todo eso cambio cuando de la misma nada las luces se prendieron y confetis de colores caian al suelo. Aquello alteró a Jungkook pues veía borroso y nos los visualizo bien aún.
Aún así después de segundos observo todo su alrededor dándose cuenta que todos estaban allí: sus padres, sus tíos, sus amigos, todos. Verlos juntos lo emociono tanto que agachó la cabeza mientras con sus manos intentaba secar sus lágrimas las cuales caían sin secar como agua corre por el rio.
"Aww~" se escuchó de los presentes al verle así, siendo sus padres los primeros en acercarse a consolarlo a los cuales aún dudarlo abrazo fuertemente dejando su mentón en los hombros de ambos. Luego el resto se acercó e hicieron un gran abrazo de oso felices porque ya Jungkook, su pequeño, estaba en casa.
—Perdón... Lo siento... Lo siento mucho...
Murmuraba una y otra vez sintiendo felicidad y dolor por haberles dejado recordando los buenos tiempos que vivieron juntos.
Y mientras sentía su calidez en su pecho sintió alivio al pedir perdón.
—Está bien. Está bien. Mamá y papá siempre te esperarán con los brazos abiertos sin importar qué suceda.
Aquellas palabras solo provocaron que las lágrimas del menor sugieran cayendo sin parar.
Esas palabras demostraban que los Jeon, sus padres, sin importar nada estarán a su lado en todo momento recibiendolo con los brazos abiertos; sus padres sintieron aquella sensación como la primera vez que lo tuvieron en brazos o también como la primera vez que este comenzó a caminar y se lanzó a sus brazos con una inocente sonrisa.
Después de aquel conmovedor encuentro lleno de emociones, sentimientos y recuerdos juntos, todos se separaron tratando de tener algo de espacio aprovechando a secar sus lágrimas.
Al separarse jungkook observo a su alrededor chocando con la mirada de su mejor amigo. Este se levanto y sin perder el tiempo fue corriendo hacia este lanzandóse a sus brazos siendo atrapado por el contrario el cual lo alzó correspondiendo al mismo.
—¡Yug-nie!
—¡Kookie!
Ambos rieron. Jungkook se bajó para así mirarlo con detenimiento y nuevamente abrazarlo.
—Te extrañé.
—Yo también —le murmuró antes de separarse de él—. Y perdón por lo de la llamada de ayer, Jimin me contó. La señora Choi llamo a tu madre y le dijo que vendrían a Corea así que nos pusimos a hacer todos los preparativos para recibirlos, pero cuando me llamaste me alteré un poco ya que aún no habíamos terminado siendo que volvieron un día antes de lo planeado. Por eso actúe de ese manera. Lo siento —bajo su mirada tomando sus manos.
—Está bien. Está bien. Suponía que algo era porque, a parte del resto, tú eras el más ansiosos con volver a verme, ¿Acaso ya no podías vivir sin mí?
—Ja ja ja, que gracioso —dijo en un tono burlón— pero sí, era tanto estar sin ti. Está pequeño garrapata.
—¿Garrapata? ¿Yo? —se tocó el pecho indignado.
—Sí. Tú vivías pegado a mí.
—No no no, corrección: TÚ vivías pegado a mí.
—No.
—Sí.
—Que no.
—Sí te dije.
—Si ti diji.
—Infantil.
—Eres.
Ambos se miraron y terminaron aquello con una gran carcajada. En verdad ambos nunca pensaron que se extrañarían tanto y que ese tiempo que estuvieron distanciados sería tan duro. Ahora Yugyeom entendía a la perfección lo que Taehyung sintió cuando se enteró que su amado se fue.
En fin. Ambos siguieron un poco más su conversación hasta que...
—¿Por qué no me dijiste que estabas saliendo con Jinyoung? —pregunto mirándolo fijamente.
—¿Qué? —esbozo abriendo grande sus ojos.
—No te hagas el que no entiendes. Jimin me lo dijo —choco su hombro varias veces algo pícaro.
—Ese idiota —susurró maldiciendolo—. No estoy saliendo con él.
—No me mientas.
—Sabes que nunca lo haría. Pero es una historia aparte. Prometo que cuando este todo más tranquilo te lo contaré con lujos de detalles, ahora es tiempo de...
Yugyeom observo a Taehyung, el cual le sonrió a ambos extendiendo su mano hacia la de Jungkook, el cual aunque lo miro extrañado accedió sintiendo un gran cosquilleo en su pecho.
Los minutos habían pasado volando y como era obvio, estaba llegando la hora de la verdad. Una verdad que en realidad ya sabían pero querían que saliera de boca de ellos mismos.
Jungkook y Taehyung se sentaron en el sofá, uno al lado del otro tomando sus manos mirándose por unos segundos para luego volver su mirada en todos y cada uno de los presentes, los cuales ya se habían sentado en el resto de sofás frente a ellos dos.
Taehyung suspiro hondo y al sentir a Jungkook un poco más nervioso decidió hablar antes para apaciguar el ambiente.
—Esto es algo complicado, pero trataré de decirlo de la manera más honesta y sincera posible —trago saliva sutilmente y prosiguió— sé que ustedes, tíos, mamá y papá, saben que Jungkook y yo siempre nos habíamos llevado muy bien y casi todo el tiempo estábamos juntos. Bueno, eso era hasta que crecimos... Personalmente, no voy a hablar por Jungkook, me fui alejando de él por los sentimientos indebidos que comenzaba a tener... Eran sentimientos que aún no había experimentado y que surgieron solo con él... Mientras el tiempo paso me comencé a sentir aún más atraído hacia él, pero no podía hacer nada, él era mi familia y no podía tener esos sentimientos. Quise alejarme, dejar de mirarlo como hoy lo miro —y así mismo poso su mirada en él con una pequeña sonrisa— dejar esos celos, esas ganas de tocarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amo, y lo difícil que se me estaba haciendo guardar este bello sentimiento llamado amor... Y un día lo hice, pero me termine lastimando a mí mismo. El dolor que sentía no se lo podía expresar a nadie...
—Así también me pasó a mí —siguió por el mismo hilo que iba su contrario— me lastime tanto que ya no sabía qué hacer. Sentía que todo me estaba saliendo mal. Lloraba a menudo. Guardar esos bonitos sentimientos dolían con cada año un poco más. Todo era difícil. Podía sentir como todo mi interior poco a poco se iba desboronando... Hasta que de alguna u otra manera todo cambio. Jimin y Yugyeom jugaron un gran papel en nuestra historia, pues, aunque al inicio nos aconsejaban para que no cometieramos ninguna locura, al final nos ayudaron a cumplirla, pues no soportaban vernos tan infelices —rió sutilmente provocando lo mismo en los mencionados—. Y sí, al final ambos desistimos y terminamos aceptando nuestros verdaderos sentimientos. Admito que aunque sentía algo de miedo por lo que llegase a pasar, mi corazón sintió demasiado alivio. Ya no podíamos dar marcha atrás.
—Ambos nos escapábamos por la noche, a veces con ayuda de Jimin y otras con la de Yugyeom. La noche era nuestro único momento en el día que podíamos salir y ser nosotros mismos sin miedo a que alguien nos vea y nos juzguen por ser "familia" . Pero nada duraba para siempre y las complicaciones vinieron.
—Y de entre todas esas una fue la que todos conocen, la de la señora Choi, mi verdadera madre —observo a su madre dedicándole una sutil sonrisa—. Conocerla y conocer su historia me hizo entender muchas cosas, y después con la llegada de Taehyung todo cambio aún más: entendí que el amor que ambos sentíamos jamás se podría romper, que sí podría tener un final feliz después de todo. Y que mi verdad estuvo todo el tiempo aquí frente a mis ojos, en Corea, en esta casa junto a las personas que me vieron crecer dándome todo su amor —suavemente bajando su cabeza ya que las lágrimas lo iban invadiendo— gracias a todo lo que pase hoy y con el corazón en las manos nuevamente les pido perdón. Hoy sé quién soy realmente, quienes son mi verdadera familia, quienes son mis verdaderos amigos y quien es la persona con la que quiero pasar mi vida sin importar los obstáculos.
Taehyung lo observo con una sonrisa y ambos bajaron del sofá arrodillándose enfrente de sus seres queridos con la cabeza en el suelo.
—¡Por favor, acepten nuestros sinceros sentimientos!
Suplicaron conmoviendo hasta las lágrimas a los mayores incluyendo a sus amigos los cuales ni tan siquiera podían aguantar al llanto.
Las dos madres de ambos jóvenes se acercaron y con sutileza tocaron sus cabezas haciendo que las levanten así hacer que estos las mirarán. Ellas le sonrieron con dulzura para luego abrazarlos, aún en el suelo.
—Está bien mientras sean felices.
Estos dos no pudieron aguantar mucho más y dejaron caer sus lágrimas sobre los hombros de sus adoradas madres.
Ese momento se volvió único e inolvidable para ambas familias, que como dije antes, la verdad ya la sabían, pero deseaban escucharla de la boca de sus dos hermosos hijos así darles su bendición para su sincera relación.
“Aún en la oscuridad siempre hay una luz que te guiará, aún cuando sientas mucho miedo”
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