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❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 37 』

—Te estoy diciendo que lo encontré ahí —apunto al cuadro que arreglo y estaba sobre la mesa de luz.

—Por su estado parece que estuvo años ahí guardado —dijo pensativo observando la foto en la que se encontraba la señora Kim y Jungkook cuando apenas era un bebé.

—Estoy confundido, no entiendo nada... —rasco su cabeza totalmente estresado.


❬ Flashback ❭


Luego de haberle llamado a sus padres diciéndole que se quedaría unos días en su casa con la excusa de estar más tiempo con Lu, su cachorra. En realidad era verdad, pero lo puso como excusa.

Mientras estaba en su habitación acomodando su ropa en los cajones, nuevamente encontró la carta, en esta ocasión la abrió por pura curiosidad. Al hacerlo de la misma cayó una mini foto donde también estaba él su tía: ella estaba le estaba alzando en sus brazos mientras bailaba y su vestido se movía al son de la brilla y una gran sonrisa fue plasmada.

Luego de mirar la fotografía unos minutos saco la carta que allí había y la leyó. La misma decía lo siguiente:

«Mi querido y ahora amado sobrino. Quizá no tenga tiempo de verte crecer y hacer que me conozcas, pero antes de continuar me presento, yo soy tu tía, la madre del que ahora será su primo, Taehyung.
¿Sabes? La verdadera razón por la que te escribo esto, es porque conozco a tu madre, ella no te dirá nada.
Tu madre ya me ha contado todo, desde la A hasta la Z.
Debes saber que tú no eres un miembro de la familia de sangre, aún así siempre serás de la familia.
No sabes lo mucho que tu madre te ama, y lo mucho que amo el hecho de que aparecieras en su vida para hacerla feliz.
Mi querido sobrino, espero que el día que leas esto ya seas mayor y sepas comprender que ellos solo, las personas que te criaron, solo te dieron amor, mucho amor. Ellos te aman como a nadie. No te enojes conmigo por decírtelo de esta manera.
Si te escribo esto es porque sé que de alguna u otra forma el día de mañana te enterarás de la verdad.
Cada día me falta poco para dejar este mundo, por lo que espero que mediante está carta te enteres de tu verdadero ser.
Sé que mi hermosa amiga, tu madre, no será capaz de decírtelo por miedo a perderte, por ello te pido de todo corazón que no la odies cuando te enteres, ni a ella ni al resto, nadie tiene la culpa de nada.
Si deseas saber más de esto, toma valor y pregúntale a tu madre, quizá al inicio de niegue, como quizá no, pero con ella sabrás todo...

Lo siento, Jungkook...

Te ama, tu tía.»


Al terminar de leer todo cerró la carta con los ojos como platos sin poder creerse todo lo que leyó. Unos pocos minutos quedó totalmente anonadado por tan repentina información.

—¡¿Qué?!

Exclamó fuerte el de mechas verdes asustando a su madre, la cual estaba en la sala y al escucharlo fue rápidamente a su habitación dejando todo de lado.

—¿Es-esto no puede ser...? —murmuró para sí mismo observando la carta otra vez.

—¡¿Qué pasó?! —pregunto agitada su madre al abrir la puerta de golpe.

—Na-nada, mamá... —rápidamente escondió la carta bajo una de las almohadas.

—¿Ah? ¿Entonces por qué gritaste así? —le miro de brazos cruzados.

—Na-nada, de verdad... Es que —observo toda su habitación— había una araña mientras ordenaba mi ropa, y como me apareció de repente grite así —rasco su cabeza riendo nerviosamente.

—¡Hijo! —se quejo— pensé que te habías lastimado o algo así. Dios, me asustaste —coloco una mano en su pecho.

—Lo siento, no volverá a pasar —le sonrió sutilmente aún rascando su cabello.

—Ya ya. ¡Oh! —exclamo de la nada asustando un poco al menor— Ahhhh, tire el té sobre el sofá —se quejo al recordar que cuando escucho gritar a su hijo había tirado todo lo que tenía en su mano.

—¿Quieres que te ayude?

—Oww, no no, tú ordena tu cuarto tranquilo, yo iré a limpiar el desastre que hice —rió bajo— al rato te llamo para cenar.

Este solo asintio viendo irse a su madre a la palabra baja de la casa. Suspiro hondo algo aliviado volviendo a sacar aquella carta que anteriormente habia escondido.

—Esto no es real... ¿O sí?

Se pregunto así mismo una y otra vez, confundiendose aún más al darle tantas vueltas al asunto.


❬ Fin del flashback ❭

—¿Y sí le preguntas a tu madre?

—¡No! —respondió rápidamente negando varias veces con la cabeza— ella se pondrá mal y nerviosa si le pregunto eso... Hace algunos días se ha estado sintiendo muy mal y el doctor le dijo que debía tratar de estar lo más tranquila posible...

—Oww, entiendo, pero en todo caso —le miro seriamente— ¿Qué harás?

—Primero arreglaré lo de Taehyung, y luego comenzaremos lo mío.

—¿Taehyung, comenzaremos? —arqueó una ceja mirándolo.

—Así es. Tú me ayudarás a resolver esto —esbozo apuntando a la carta— y lo de Taehyung... Ya me daré fin a todo. Lo he estado pensando mucho y será lo mejor...

—Pero, si esto es verdad ambos podrán tener una oportunidad real de estar juntos...

—Quizá, pero eso ya lo veremos después.

Dijo pensativamente creando una diminuta ilusión en él. Pero por ahora lo que realmente había en su cabeza no era eso, sino lo que su tía le había escrito.





—Solo necesito una oportunidad para demostrártelo. Déjame hacerlo —suplicó el castaño tomando sus manos.

—Sí...

—Pero, Taehyung, déjame... —lo observo bien sin creerse lo que había escuchado— ¿Qué dijiste?

—Que sí, te doy una nueva oportunidad...

—¿Hablas enserio?

—Claro. Ya es hora de entrar en razón...

—¡Ahhhh!

El castaño sonrió abrazándolo por la cintura alzandolo un poco mientras lo había gritar y casi todas las personas del parque en donde se encontraban los estaban mirando.

Taehyung no hizo mi digo nada, solo se limitó a sonreírle mientras que su contrario, Bogun, radicaba de felicidad.

«¿Por qué siento que me arrepentiré de esto?»

Se hizo aquella pregunta en ese momento sintiendo algo raro en su pecho, algo que nunca antes había sentido. Una especie de intuición.

—Taehyung, realmente me haces muy feliz. Gracias, gracias por esta nueva oportunidad.

Esbozo lleno de felicidad mientras su contrario solo "sonreía" y lo miraba con sus ojitos brillantes.

—Oye, Bogun, bájame, debo contestar está llamada.

Lo miro y este al instante lo bajo. Aún cuando Bogun lo sentía raro no me dió demasiada importancia.

El pelirubio agarro su celular y respondió:

—¿Qué deseas?

—Debo hablar contigo.

—¿Cuándo?

—¿Hoy, puedes?

—Sí. ¿Dónde y a qué hora?

—A las 2:30 en la cafetería Click que está al frente de la plaza.

—Ok, ahí nos vemos.

—Adiós.

Ambos colgaron el celular. Era la primera vez que los dos tenían una conversación tan rápida y tan corta, como a la vez tan seca y poco amigable.

No me dió tanta importancia. A los minutos volvió con Bogun tratando de pasar todo ese rato con él queriendo ocultar lo incómodo que estaba a su lado y los nervios inexplicables que tuvo despides de aquella llamada. Una sensación raro se había creado en su pecho.

Todo el día, hasta la hora que Jungkook le dijo para encontrarse, se la paso todo el día junto a Bogun, hablando de lo que realmente habia sucedido en el pasado y muchas otras cosas más: Taehyung lograba entender perfectamente aquel sentimiento de miedo, pero quizá no tanto su comportamiento tan, bueno, no tan agradable.

En fin. El tiempo paso y al fin la hora llego. El pelirubio se despidió del ahora su pareja. Y sí, al final Taehyung lo volvió a aceptar en su vida, está vez como algo, medianamente formal.

Ya en la cafetería ambos de encontraron y sentaron en una de las mesas libres.

—Hola. Debo decirte algo —el menor tomo la iniciativa.

—Pero antes, yo debo decirte algo —el mayor lo miro algo dudoso— volví con Bogun...

—Yo... —ante tal afirmación el menor quedó en shock. Ya estaba perdido para él— entiendo. Me alegro mucho por ti —fingió la mejor de sus sonrisas.

—Jungkook, yo... Creo que será lo mejor para ambos y...

—Está bien —le interrumpió levantándose de la silla— entiendo, preferiste estar con él que luchar por lo que teníamos, desde hace mucho más tiempo que con él...

—Entiende, es por nuestro bien, Jeon.

—¿Sabes qué? No me interesa, haz lo que quieras, pero a mí después no me busques.

—Jungkook, yo–.

—Yo estaba dispuesto a seguir aún a pesar de las dificultades, pero al parecer tú ya has tomado una decisión, y me alegro. Adiós.

El menor al decir aquello último salió de la cafetería casi con la mirada perdida y un corazón destrozado.

—¡Espera!

Exclamó él mayor agarrando su brazo deteniendolo, pero su contrario bruscamente se soltó haciendo varios pasos hacia atrás.

—Ya escuché lo suficiente, no quiero escuchar más —dijo seriamente mirando a su costado, directo a la calle.

—Por favor, no quiero que termine así —suplicó.

—Pero yo no. Adiós.

El menor sin decir nada y dejando al mayor con la palabra en la boca se retiró del lugar en el primer taxi que encontró.

—Eres un idiota... Sea o no cierto lo que dijo tu madre, estaba dispuesto a seguir ese camino...

Murmuró para sí mismo aguantando las ganas de romperse en llanto.





—¿Dónde irás hijo? —pregunto al ver las maletas de su hijo en la sala— ¿No era que te ibas a quedar unos días en casa?

—Oww, bueno iré a la casa de unas personas para una investigación. Estaré unos días ahí y llevaré a Lu, así que mamá, no te preocupes —sonrió agarrando la correa de la cachorra.

—Ah, está bien. Ten cuidado entonces —le sonrió amablemente.

—Nos vemos en unos días, mamá.

Le dedicó una sonrisa de labios cerrados antes de salir de la casa y subir al taxi. Como ya era de noche no podía ir en autobús, por lo que su madre le pidió el taxi.

Las horas pasaron rápidamente. Al fin había llegado a la casa de los abuelos Kang.

—¡Abuelos! —exclamo corriendo hasta sus brazos al instante de verlos juntos entrar a su casa con unas bolsas de comprás.

—Tanto tiempo, mi querido niño —le sonrió la señora Kang.

—Vamos, entra, estoy seguro que has venido aquí por una buena razón —esbozo dándole paso a la casa el señor Kang.

—Gracias.

Por alguna extraña razón, desde aquella investigación que hizo sobre aquella hermosa flor, les tuvo mucho cariño, afecto y confianza a los abuelos Kang, los cuales desde un inicio fueron muy amables con él, bueno, ellos.

Después de una larga charla mientras tomaban una deliciosa taza de chocolate caliente, los abuelos Kang consolaron con mucho amor a su querido invitado, el cual se les hacía muy parecido a su querido hijo.

—Debes ser fuerte, querido hijo —esbozo la señora Kang acariciando su cabello con delicadeza.

—Debes de seguir, eres fuerte, eso nunca lo dudes. Has aguantado tantas cosas, esto también lo podrás sobrellevar —le sonrió el señor Kang.

—En verdad se lo agradezco, a los dos...

Débilmente les sonrió. En el fondo sentía algo de tranquilidad, pero por otro lado no, ya que deseaba el consuelo de su madre, la hermosa mujer que lo frío estos veinte años.

«Si tan solo pudiera saber todo la verdad y ser sincero contigo, mamá...»























—Espero les haya gustado ❤️
—Denle a la ★ (estrellita) de abajo ^^
—Bye~❤️

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