❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 29』
(Formato cambiado desde este punto).
El fin de semana había llegado ya su fin, y nuevamente el regreso a las clases dieron inició; aquel había sido un grato fin de semana, no solo para esos dos enamorados, sino para el resto de sus amigos.
Un ejemplo es Jinyoung, él pudo sacar a dar un paseo a sus hermanas después de mucho tiempo; fueron a muchos lugares, lugares lo cuales las niñas siempre habían querido ir pero que su padre jamás les había permitido. Jinyoung, les complació aprovechando que él no estaría por unos días.
Yugyeom, él se la paso ayudando a su madre aprendiendo un poco más del trabajo y la empresa en sí: ambos pasaron un lindo momento de madre e hijo, algo que Yugyeom ahnelaba ya que sus estudios y trabajo no le daban el tiempo.
Jimin, este tuvo un tranquilo fin de semana, uno en el cual no habían actividades y se la podría pasar en su casa todo el día descansando horas y horas.
Al regresar a la universidad cada quien fue a su respectiva clase; Jungkook en el receso le había contado todo lo que había pasado a su querido y mejor amigo con obvia emoción y nerviosismo a la vez. Aún así se sentía algo inseguro, pero su querido amigo lo noto al segundo.
Él, sin tan siquiera perder un segundo, lo miro a los ojos para segundos después darle un pequeño golpe en la frente con sus dedos haciendo una mueca mientras se cruzaba de brazos y hacia su cabeza de un lado al otro.
—Ay, ¿Qué haré contigo? —Se pregunto a sí mismo el pelinegro.
—Lo siento... —Murmuró agachando la cabeza el de mechas verdes.
—Jeon Jungkook, ya no sé cómo decírtelo. Mira, si tú sigues con miedo e inseguridades nunca podrás desenvolverte al mundo tal y como eres, mucho menos a él. ¿Y si por ello en algún momento le vuelves a perder? O no sé... —Pregunto alzando una ceja esperando una respuesta.
—No lo sé... Sabes que soy una persona muy seguro de sí mismo, pero con él todo cambia... —Suspiró.
—Solo se tú mismo. Déjate llevar, y si pasa dejá que pase, no sabes cuando será la última vez que puedas tener otra oportunidad.
—Eso no lo puedo negar —le miro y sutilmente sonrió—. Si en algún momento llegase a pasar otra vez, solo me dejaré llevar. —Esbozo algo avergonzado por sus propias palabras.
—¡Eso es, así se habla! —Exclamó animado y con una amplia sonrisa en su rostro
—Ya ya, no grites. —Esbozo casi en un susurró mirando a las personas de su alrededor— Tonto.
Este solo río provocando lo mismo en su contrario. Poco a poco se fueron calmando volviendo su vista a su almuerzo. Los minutos pasaban rápido, por lo que casi sin darse cuenta el receso ya había acabado y solo les quedaba volver a clases.
Las horas pasaron y al fin sus clases acabaron, otro día más, con algo de pereza estos se levantaron de su asiento para dirigirse a la salida.
—¿Y entonces que hiciste?
—Use esto. —Apunto a su mano provocando una pequeña risilla en el rubio.
—Ay, no te quedó de otra. —Dijo burlonamente.
—¿De qué hablan? —Interrumpió el de mechas verdes abalanzadose hacia ambos colocando sus brazos en sus hombros.
—De que el pobre Tae tuve que us... —Fue interrumpido con una pequeña patada.
—¿Ah? ¿Usar algo? —Pregunto confundido mirando extrañado a ambos, mientras que el pelinegro sutilmente reía por aquel momento.
—Nada nada, jungkook-ah. —Le sonrió cariñosamente colocando una mano en su pequeña cintura. Aquello provocó en el menor un sonrojo inevitable que lo avergonzó.
—Oye, nos pueden ver... —Se quejo casi tímidamente.
—No importa. —Apreto un poco más su cintura haciendo que se pegará a él.
—Ay lo que es el amor. —Esbozo el pelinegro de manera exagerda mientras hacia su cabeza de un lado a otro.
El resto tan solo rió por ello y su exageración al decirlo, pero era verdad, desde que al fin se confesaron su amor las cosas iban para bien.
Aunque para el menor no, y no era por ser pesimista sino que tenía la, por el momento, leve intuición de que algo en algún momento lo arruinaría todo.
Trato de sacar esos pensamientos de su cabeza, alejarlos y tan solo centrarse en lo feliz que al fin estaba siendo, aunque aquellos pensamientos lo invadieron cual huracán.
—Oye, Jungkook, ¿Me estás escuchando? —Pregunto el rubio caminando junto al menor a su casa.
—¿Oh? ¿Me hablabas? —Lo miro confundido.
—Te pregunté si hoy podía quedarme en tu casa. —Rió sacudiendo su cabello.
—Claro, sí puedes.
El menor sonrió ya abriendo la puerta de su casa adentrandose a la misma. Dejo su bolso el el perchero y saco sus zapatos. Lo mismo hizo el mayor.
Aproposito, desde aquella vez que ambos tuvieron una pequeña y apasionado beso que casi los llevo a la cama, ambos jóvenes se sentían con la necesidad de sentir al otro.
El mayor intentaba darse un cierto placer mirando algunos vídeos de contenido explícito. Mientras que el menor hacia lo mismo pero con algún que otro "juguete". Cabe recalcar que a ninguno de los dos les dió lo que necesitaban, ese placer que solo de podía dar cuando dos cuerpos se unían como uno.
A causa de ello una pequeña tensión sexual se creo entre ambos. Su imaginación estaba a tope. Cada beso era una "tortura" para ellos. Cada tacto. No podrían soportarlo por mucho más tiempo, ambos necesitaban darle un fin.
—Jungkook-ah~, ¿Y si vemos una película? —Pregunto el rubio sacando un paquete de palomitas de uno de los estantes.
—Claro. Yo sacaré las bebidas.
El mayor solo asintio preparando un vol para las palomitas. El menor saco una bebida y dos vasos del estante llevándolos a la mesita que se encontraba justo en frente del sofá, en el living.
Una vez todo listo ambos se sentaron, Taehyung colocando su brazo en el respaldo del sofá y Jungkook apoyándose en el mismo.
Hicieron una larga mataron de películas: acción, romance, ficción, suspenso, terror, como también de algunos dibujos animados entre muchos otros.
Estaba aprovechando el día ya que sus días y horarios de entrada a sus clases habían cambiado a orden de la dirección para añadir otras áreas.
Aquella universidad era la más prestigiosa, por lo que cambios así habían a menudo.
Un pequeño cosquilleo comenzó a hacerse más insistente en el menor. Esto debido a que desde unos días atrás su cuerpo se sentía muy tenso, y por más que intentaba aquella sensación no podía sacarsela. Desde aquella vez que estuvo apunto de hacerlo con Taehyung, ni sus sueños lo dejaban en paz. Este tenía la necesidad de sentirlo cerca de él.
Jungkook no solía tener está clase de pensamientos o sueños tan húmedos y subidos de tono, pero con él a su lado todo cambiaba.
Pero no solo era Jungkook quien tenía o sentía esa sensación, Taehyung también, y todo "empeoró" desde aquella vez. En verdad el cuerpo del menor lo tenía tentado y a la vez maravillado. Ante los ojos de Taehyung, Jungkook, es el chico más perfecto en todo veo mundo, no solo por lo físico.
Aquella pequeña tensión, ahora sexual, que habia entre ellos se disparó por los cielos cuando en la película que estaban mirando paso una escena gráfica y muy subida de tono. Escena que les hizo volar su imaginación de mil formas.
Cuando una persona te gusta, te gusta por como es, su forma de ser, de expresarse, de sentir, de ver la vida. Pero también, es bastante imposible no tener ciertos pensamientos, o deseos, físicos hacia la otra persona dejando de lado los besos.
Aquello siempre lo han vivido estos dos: deseosos de sentirse, de recorrer el uno al otro cada parte de sus cuerpos sin dejar un rincón del mismo sin explorar.
Ese gran amor que ambos se sentían necesitaba consumarse en algo más allá de sus imaginaciones, y el momento se les hizo perfecto.
—Taehyung-nah~... —Susurró sorprendiendo al mayor mientras se sentaba sobre su regazo y colocaba sus manos en sus hombros.
—¿Jung-jungkook? ¿Qué ha-...? —El mayor no pudo decir nada ya que el menor habia levantado su rostro y sin decirle nada, más que dedicarle una sonrisa, atrapó sus labios con deseo.
—Hyung~... Veamos otro día la película... —Murmuró entre sus labios sintiendo como el mayor sonreía ante la propuesta.
—¿Estás seguro? —Pregunto separándose sutilmente de él para así mirarlo.
—Sí, ¿O tú no? —Alzo una ceja moviendo sus caderas sobre el bulto bajo entre sus piernas.
—Jungkook-ah~... —murmuró colocando sus manos en sus glúteos golpeando estos y luego moviendolo—. ¿Seguro lo quieres hacer? —Pregunto nuevamente sin creerse lo que estaba haciendo.
—Taehyung, no inicie ni espere tanto tiempo para que luego tú me lo preguntes... —Suspiró con intenciones de bajar de encima del mayor, pero este lo detuvo volviendolo a colocar en su lugar.
—No es eso, amor, es que te he esperado por tanto tiempo que después de lo paso antes, temía que volviera a pasar... —Esbozo colocando su rostro en su pecho.
—Amor, eso no pasará, te lo prometo —le sonrió—. Ahora sigamos que sino nos vamos a poner sentimentales.
Ambos ríeron sutilmente por dicho comentario. Pero unos segundos después aquellas risas fueros calladas por los movimientos que imponía el mayor sobre sus caderas, sintiendo este nuevamente aquel bulto entre sus piernas.
El menor sonrió con cierta picardía aumentando el roce entre ambos miembros mientras atrapaba los labios de su contrario en un muy apasionado beso.
Aquella sensación, aquel cosquilleo intenso, aquellos movimientos, ya no daban a más: el mayor tomo algo de impulso y entre besos alzó al menor haciendo que este rodeará sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello.
Poco a poco lo llevo hasta la planta de arriba, directo a su habitación. Una vez dentro de la misma la cerro con el cerrojo, algo que provocó una pequeña risilla en el menor.
—¿Por qué cierras con seguro? ¿Temes que me escape de tus seductoras manos? —Bromeo observandolo ya recostado en la cama.
—Como dicen, mejor prevenir que lamentar. —Rió.
—Ya, ven. —Ordeno.
El mayor se acercó a este como lo ordeno y ya frente suyo lo agarro de la remera y lo tiró a la cama colocándose rápidamente sobre él.
Ambos se sonrieron volviendo a pegar sus labios mientras poco a poco la ropa comenzaba a ser un problema.
No iban a perder mucho tiempo más, así que sin previo aviso comenzaron a deshacerse de aquello que tanto les estorbaba: remeras, cinturón, pantalones y por último la ropa interior.
El ambiente de la habitación cambio totalmente, solo de escuchaban los gemidos roncos del mayor.
—Jung-jungkook-ah~...
Gimió moviendo sus caderas mientras agarraba el cabello del menor y movía sus cabeza de arriba hacia abajo de manera constante provocando que este abriera un poco más su boca para que el miembro del mayor entrará por su cavidad bucal.
Cuando el mayor sintió el pequeño pre-semen queriendo salir de él, agarro al menor, lo acostó en la cama y se posicionó entre las piernas.
No era la primera vez que manos tenían relaciones sexuales, la experiencia estaba, pero, al ser esa persona tan especial la cosa cambiaba, y mucho. No sé podía negar: el mayor temía lastimarlo y el menor al notar aquello lo miro, estiró su mano al cajoncito de la mesita de luz y saco dos cosas las cuales se las entregó a él. Una era una pequeña botellita de lubricante y lo otro era un preservativo.
—No temas, no me lastimaras.
Aquellas fueron palabras suficientes para que él mayor entendiera que tenía su total aprobación para que prosiguiera, eso sin contar lo que le dió.
Taehyung, después de colocar el frío lubricante en la entrada del menor y luego en su extenso miembro, poco apoco y sin apresurarse comenzó a meterlo en su estrecha cavidad anal.
Los minutos pasaron y ya en la habitación se comenzaron a escuchar los gemidos agudos y roncos de manos jóvenes locamente apasionados, llenos de lujuria y deseo el uno por el otro.
Ya la cama crujía de tantos movimientos, estocadas, caricias, besos y mordidas tan sublimes. Al fin aquel deseo tan anhelado de sentirse uno, de degustando cada parte de sus cuerpos como como si fueron lo más hermoso y maravilloso en el mundo, de escucharse gemir sus nombres pidiendo por más, al fin el día había llegado. Aquella majestuosa noche sería memorable, un momento que jamás olvidarían.
Tanto tiempo manteniendo sus sentimientos ocultos, tanto tiempo amándose en secreto, sufriendo por algo "imposible", tanto tiempo ahogando sus penas por las noches en llantos incontrolables. Y ahora, ahora al fin pudieron consumar ese bello amor entre sábanas una fría noche bajo la luz de la luna que les permitía mirarse el uno al otro, con aquel cielo estrellado testigo de su amor completo.
—Amor, el cielo será testigo de nuestro amor. —Susurró besando sus labios.
—Y que las estrellas nuestras confidentes. —Ahora susurró el menor entre besos descontrolados.
Pero, de aquí en más, ¿Todo irá mejor o no?
"Jungkook, el amor que siento por ti no se podrá comparar con el de nadie más"
— —JK.
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—Espero les haya gustado ❤️
—Denle a la ★ (estrellita) de abajo ^^
—Bye~❤️
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