El tiempo pasó y no volvió a saber más de Tony, su único deseo de navidad era que el castaño se encontrara bien, regresó a la universidad y consiguió su título y doctorado al mismo tiempo, gracias a su privilegiada memoria.

Se había enterado en las noticias de que Tony había sido nombrado CEO de Industrias Stark, le alegraba que hubiera seguido sus sueños.

Por su parte, Tony pasaba trabajando todo el tiempo, si no era Obadiah llevándolo a premiaciones sin importancia era gente que trataba de plagiarle o robarle la empresa. Al principio del milenio ya estaba trabajando en su Inteligencia Artificial y en nuevas armas que elevaron las ganancias de Industrias Stark y le dieron su tan conocido apodo: 'El mercader de la muerte'

También se había convertido en un ávido playboy, poseyó muchos cuerpos pero ninguno lo hacían sentir tan bien como lo hacía Stephen con su sola presencia. Se había prometido buscarlo cuando regresará de presentar su misil Jericho.

Por su parte, Strange se había convertido en jefe de neurocirugías en el Hospital General de Nueva York, eso lo había vuelto famoso, recibir reconocimientos y dar entrevistas al CNN se había convertido en costumbre. Eso lo había vuelto muy egocéntrico, según Christine, su mejor amiga. Había tratado un romance con ella pero no funcionó, Tony aún era el dueño de su corazón.

Era reconocido por su alto profesionalismo, incluso cuando la ciudad fue invadida por alienígenas, el se mantuvo firme al realizar una endoscopía craneal mientras los Vengadores -y su Tony, quién se había convertido en el invencible Iron Man- peleaban por mantenerlos a todos a salvo.

Stark ahora era un superhéroe y eso le había hecho descuidar un poco su vida de magnate, así que planeo asistir a alguna fiesta benéfica, dos días después recibió una invitación a la Convención de Neurología de Nueva York. Stephen también planeaba asistir, talvez recibiría algún elogio pero de todas formas, algo de diversión no haría daño.

Y así fue, el doctor Strange y otros galenos estaban siendo homenajeados por su trabajo, Tony se estremeció al escuchar el nombre de Stephen, años buscándolo y probablemente estaba a pocos metros de él.

Pero no era así, Stephen estaba siendo transportado en helicóptero hacia el hospital, después de haber sufrido un accidente en su Lamborghini.

[...]

Tony estaba devastado, la reciente pelea que tuvo con Steve Rogers disolvió al equipo, los Vengadores ya no existían. Y eso lo hacía sentir culpable, había perdido a la única familia que había tenido en años.

Talvez era tiempo de buscar a su antigua familia, la que nunca debió dejar.

—Viernes, busca 'Stephen Strange'

[…]

—Niño ¿estás seguro que aquí es? Parece un museo.

—Muy seguro Señor Stark, ví entrar al Doctor aquí la última vez.

Llevaba diez minutos recorriendo Greenwich Village con Peter, quién lo había descubierto buscando a Strange con ayuda de su IA. El mocoso le comentó que había ayudado a una chica que iba a suicidarse con ayuda de un hombre que se apellidaba igual.

Le hizo un interrogatorio, pidiéndole al chico que se lo describiera, dudo mucho de la veracidad del relato cuando mencionó que volaba y hacia portales, pero no perdía nada con ir a ver.

—Parker agradezco tu ayuda, pero sigo solo desde aquí. —le dijo al joven.

—De acuerdo, señor. Lo veré luego.

Peter se fue y ahora estaba solo frente al Sanctum, soltó un suspiro antes de tocar la puerta.

—¿Stephen? —a Stark le costó reconocer al hombre que le abrió la puerta, estaba tan cambiado, ahora tenía barba y un mal gusto para vestir. Pero era Stephen y cuando se dió cuenta, una lágrima rodó por su mejilla.

—Tony... —susurró sin poder creer que el castaño estuviera en frente de él.

Ambos se acercaron con nerviosismo, juntando sus frentes rompieron en un silencioso llanto, Tony tomó el rostro de Stephen y lo besó, transmitiendole todos sus sentimientos acumulados por años.

Stephen correspondió el beso, cargando al otro lo metió al santuario cerrando la puerta tras de sí, mordió su labio inferior y siguió besándolo, aún con toda la magia que había aprendido en Kamar-Taj, ninguna se comparaba a la que había en los besos de Tony.

No querían separarse, pero lastimosamente necesitaban oxígeno, así que se soltaron.

—Talvez ya tengas a alguien en tu vida, Stephen. Pero si no es así, aquí estoy de nuevo para ti. —le susurró Tony.

Strange no lo pensó dos veces, y fue hacia los brazos de Stark, a pesar de él tiempo que había pasado, sus abrazos aún lo hacían sentir seguro.

—Tu eres mi vida, Tony. —murmuró antes de volver a besarlo.

Stephen no sabía cómo Tony lo había encontrado, le pediría algunas explicaciones y el también tendría que darlas, de lo único que estaba convencido, era de que tener a Tony devuelta era el mejor regalo de Navidad que pudo haber recibido.

†††

Notas de la autora:

Y mi sorprendido es:

*redoble de tambores*

¡Yiyo Muga!

AaaAAaaA espero te haya gustado...

La verdad es que si llore un pixin con esto, pero es que nunca había hecho algo fluffy, yo soy más sangre, muerte, destrucción la la la.

Gracias por leer unu

Feliz navidad. ❤️⛄