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Capitulo I

Anthony suspiró, mientras Jarvis dejaba el equipaje junto a él, a sus padres se les hizo buena idea que pasará las vacaciones en las afueras de Atlanta, pero el sabía que en realidad era para mantenerlo fuera de los bares.

El mayordomo lo abrazó como despedida. Se subio automovil, partiendo de allí, cuando se lo perdió de vista, tomó sus maletas y avanzó hacia la cabaña, se veía más grande que en las fotografías y tenía un bonito lago en frente.

Fue hacia a la entrada y tocó la puerta, grande fue su sorpresa al ver que el dueño de la cabaña no era un hombre mayor como lo imaginaba, sino un muchacho más o menos de su edad, con los ojos más hermosos que había visto.

—Vengo por el anuncio en el periódico. —habló Tony.

—Pasa —invitó Stephen al interior de la casa, Tony entró admirando el diseño rústico del lugar.

—Tu eres Eugene Strange. ¿cierto?

Stephen tragó en seco al escuchar ese nombre, pero tuvo que usarlo para poder rentar la habitación.

—No, yo soy su hijo. —le ofreció la mano al otro—: Stephen Strange.

—Tony Stark —el castaño estrechó la mano del pelinegro, alzó la mirada y notó como los ojos de Stephen cambiaban de color. Strange se sonrojo un poco al sentir la mirada de Tony sobre él.

—Te llevaré a tu habitación. —soltó la mano de su inquilino, tomó su maleta y subió las escaleras, Tony sonrió al ver lo nervioso que Stephen se había puesto solo con una mirada, fue detrás de él, llegando a una alcoba medianamente grande.

—Hay un baño ahí y puedes bajar a la cocina cuando quieras. Si necesitas algo estoy en la recámara de enfrente. —indicó Stephen, Tony sonrió y entró a su nuevo cuarto, yendo hacia la cama se acostó en ella.

—Es perfecta. —habló.

Stephen se recargó en el marco de la puerta, viendo a su nuevo huésped, ese chico de cabellos color chocolate que ahora le sonreía, le devolvió el gesto y se dió cuenta que había pasado un buen rato admirandolo.

—Eh, yo tengo cosas que hacer. —Strange salió rápidamente de ahí haciendo a Anthony soltar una carcajada.

Stephen tenía asuntos más importantes que estar contemplando a su nuevo habitante, como por ejemplo relajarse porque ya no tendría que pedirle dinero a su padre, gracias a su nuevo habitante. No lo malentiendan pero para un recién estudiante de medicina era difícil conseguir empleo y más si lo único que hay a kilómetros a la redonda son granjas.

¿Pero como se relajaría?

Dió un vistazo por la ventana, viendo como el sol iluminaba el agua de el lago.

El lago...

No, no saldría al lago.

Mejor prepararía una taza de té y se iría a leer a su biblioteca privada. Si, eso haría.

Fue hacia la cocina, abriendo el grifo escuchó como esté hacia sonidos extraños, resopló molesto, su hora del té se había arruinado.

Se retiró de la cocina y fue hacia la sala, encontrándose a Tony quién recién bajaba las escaleras.

—¿Puedo usar tu teléfono? —preguntó.

—Claro, solo déjame llamar al fontanero primero.

—¿Fontanero? ¿Pasó algo?

—No, solo que el grifo está haciendo ruidos y... —Stephen fue interrumpido por Tony quién se ofreció a repararlo.

Y ahora estaba en el garaje, buscando la caja de herramientas de su hermano para que Stark pudiera arreglar la cañería, casi nunca le gustaba entrar a ese lugar, le recordaba la vida que tenía antes. Encontró la caja y la sacó, antes de salir tropezó con unos patines rosas, los vió por un momento y salió de ahí antes de que rompiera en llanto.

Regresó a la cocina, vió como Tony se retiraba la camisa y se metía debajo del lavabo para empezar a inspeccionar la tubería, Stephen le ayudaba pasándole algunos instrumentos, rozó un par de veces su mano con la de Tony de manera accidental, hasta que esté la tomó, enlazando sus dedos. Cosa que desconcertó al azabache.

—Creo que ya está. —anunció el castaño, saliendo de ahí y soltando la mano de Strange. —¿Ahora puedo usar el teléfono? —cuestionó.

Stephen notó que había un poco de cochambre en la perfecta mejilla de Tony, se acercó a él y se lo retiró con su dedo. —Está en la sala. —susurró.

Stark fue hacia la sala, acariciándose el lugar donde Stephen le había tocado, ya con el teléfono marcó a Jarvis, explicándole que ese era su nuevo número, habló un poco con su madre y se despidió de ella antes de que Howard quisiera hablar con el.

Dejó el teléfono en su lugar y se sentó en el sofá, viendo cómo Stephen llegaba con una taza de té y se sentaba junto a él.

—¿No hay para mí?

—Preparatelo tú. —contestó Stephen, mientras le daba un sorbo a su bebida.

—Que mal tratas a tus invitados. —Tony se levantó y se dirigió a la cocina, tardó unos minutos y regresó con una taza de café, sentándose en el mismo lugar que antes le hizo una pregunta a Strange:

—¿Qué lugares interesantes hay por aquí?

Stephen terminó su té y respondió: —Granjas.

Tony asintió. —¿Y te dedicas a algo?

—Estudio medicina, ¿y tú?

—Estudio ingeniería en el MIT.

Strange abrió la boca. —Wow —soltó.

Dejo que Tony hablara sobre cómo ingresó ahí, de su padre y la empresa que algún día heredaría, como armó su primer motor, incluso sobre su mayordomo. Intervino en la conversación cuando el otro mencionó sus gustos musicales. ¿AC/DC por encima de Queen? Ni de loco iba a aceptar eso.

[...]


Stark reía por lo que él otro le decía. —Ya mucho de mí, Stephen. Cuéntame sobre tu familia. —invitó más calmado.

Strange bajó la mirada, vió en el reloj de su muñeca que ya eran altas horas de la noche. —Tony, ya es tarde. ¿Y si mejor nos vamos a dormir?

El castaño no insistió con su pregunta, el azabache no lo había notado pero era la segunda vez que evitaba esa cuestión. Talvez no debía involucrarse en dramas familiares, suficiente tenía con los suyos. Así que mejor hizo caso y fue a su habitación.

Stephen suspiró al ver como Tony se retiraba, aún no asimilaba completamente lo que había pasado con su familia, así que aún no podía hablar de ello.

Decidió irse a dormir, antes de entrar a su habitación, Tony le deseo buenas noches, había olvidado que sus habitaciones estaban enfrente y podían verse a través de la puerta.

—Buenas noches, Tony. —habló, antes de cerrar la puerta e irse a su cama, para tener una charla con Morfeo.

†††

Notas de la autora:

Este es mi aporte al evento Suelta regalos: Una navidad extraña. del grupo Sociedad de Artistas Unidos Por El Ironstrange en FB.


Gracias por leer. nwn

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