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𝐖 𝐡 𝐚 𝐧 𝐚 𝐮



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Whanau|Familia. Se refiere a aquellas personas que consideras familia aunque no tengas lazos de sangre. Son las personas que más te aman.


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Día sábado: Crítica social. 

Diferencia de edad: ¡El novio de Mikey tiene veintiséis años! ¡Manjiro solo tiene dieciséis! 

Número de palabras: 3200

Mención de parejas secundarias: Baji, Kazutora y Chifuyu; leve mención de Mitsuya y Hakkai.

Advertencias: Insultos y abuso de la palabra "Viejo" por parte de Kazutora y Baji.



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Manjiro se paseó por el receso con una imborrable sonrisa en su rostro. Corrió para subir las escaleras y llegar al lugar mas alto del edificio.

—¡Buenos días! —saludó con sus ojos cerrados gracias a su gran humor.

—Buenos días... —respondieron al mismo tiempo todos los presentes mirándolo con extrañez.

—¿Qué? —su sonrisa no decayó aun cuando sus amigos lo miraron con una rara cara. —¿Hicieron algo y no me invitaron? —cuestionó curioso mientras tomaba asiento y se preparaba para comer su almuerzo.

—Creo que el que hizo algo y no nos invitó fuiste tú —se quejó un azabache de largo cabello y ojos ámbar. —¿Golpeaste a alguien? —el de ojos azabaches negó por tener comida en la boca.

—¿Y quién te compró esos dorayakis? —cuestionó el de trenza rubia. Normalmente era él quien compraba los pedidos del mas bajo.

—Fue Takemitchy —sonrió.

Oh, ya comprendieron todo.

—Lo viste ayer ¿No? —dedujo el de cabellos lilas.

—¿Al fin acepto salir contigo? —cuestionó burlesco el de mechones amarillos.

—¡No solo eso! ¡Dijo que aceptaba tener una relación conmigo! —sus ojos negros brillaban con gran intensidad. —¡Tengo novio!

—Eso explica porque estas mas feliz de lo normal —el rubio de tatuaje en la cien suspiró.

—Aunque Takemitchy me hizo prometer muchas cosas —se quejó en un puchero.

¿Cosas?

—¿Qué cosas?

—Le prometí que no le diría a nadie.

—De acuerdo... —el oji-lavanda frunció un poco el ceño, pero aceptó que aquello era solo de la reciente pareja.

—¿Por qué? —cuestionaron ambos de largos cabellos azabaches curiosos.

No todos entendían lo que era "Temas solo de pareja"

—Takemitchy habló algo sobre su trabajo —hizo una mueca. —Dijo que podría causar problemas.

—¿Trabaja?

No conocían a Takemitchy.

Solo sabían de él por palabras del rubio mas bajo.

—Claro —lo dijo como si fuera algo obvio. —Lo conocí en su trabajo.

—¿En que trabaja?

—Es gerente en una tienda de DVD's.

—¿Ya es gerente de una tienda? Eso es genial —se sorprendió el de ojos violeta.

—Bueno, tiene años trabajando en ese lugar —se encogió de hombros mientras comía su segundo postre relleno de otro sabor.

—¿Años? ¿No estudio acaso?

—Claro que sí, pero no fue a la universidad.

Los contrarios se miraron entre ellos.

Algo iba mal.

—Mikey —llamó el de trenza. —¿Cuántos años tiene Takemitchy?

—¿Años? —todos asintieron. Lo pensó por unos momentos. —Cumplirá veintiséis en pocos días.

Draken y Mitsuya se quedaron sin habla.

—¡¿Veintiséis años?! —se sorprendió el de ojos ámbar.

—¡Es un viejo! —agregó su pareja.

—¡Claro que no! ¡Aun es joven! —defendió a su pareja.

—Mikey —llamó el mas alto. —Estas saliendo con un mayor de edad.

—¿Y?

—Tú tienes dieciséis —le recordó el de cabello lila.

—Cumpliré diecisiete en dos meses.

—¡Pero hoy tienes dieciséis! —gritó frustrado. —Mikey nunca pensé que harías esto.

—Todo está bien —intentó tranquilizar a sus amigos.

—No, no esta bien —el de tatuaje cubierto se negó a aceptar aquello. —Él es un adulto. Esto es ilegal, ira a la cárcel.

—Mientras nadie se enteré...

—Oh mierda no, no vuelvas a repetir eso en frente de mi —el trenzado sobó su cien.

—Mikey se que no soy muy listo, pero hasta yo entiendo que esto esta mal —el azabache de largos cabellos hizo una mueca.

—Ese viejo podría hacerte algo —añadió el de ojos amarillos.

—¡No me hará nada! ¡No soy un niño! —se quejó molesto el de ojos negros.

—No eres un niño, pero tampoco eres un adult-

—Takemitchy me llama —interrumpió el de baja estatura. —Nos vemos luego chicos —se despidió de ellos mientras corría lejos para atender la llamada y no ser escuchado.

—No puedo creer que esto esté pasando —confesó el rubio. —Nunca pensé que Mikey haría tal cosa.

—Conociendo lo terco que es Mikey no nos hará caso.

—¿Y si le decimos a Shinichiro? —propuso el de sobresalientes colmillos blancos. —Mikey nunca se niega a algo que él le diga.

—Seria una buena idea, le diremos cuando salgamos de la escuela —aceptó aquella propuesta el mas alto.

Seguramente el azabache mayor haría entrar en razón al su amigo.



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—Bueno, no puedo hacer nada para impedir que esos dos estén juntos —se encogió de hombros el azabache mayor mientras reparaba el vehículo de dos ruedas.

—¿¡Qué!? —todos lo miraron como si hubiera dicho lo peor del mundo.

—¿¡De verdad no harás nada!? —se acerco el de largos azabaches sin creerlo. —¡P-Pero Mikey-

—Manjiro lidera su propia pandilla desde que era un niño —se puso de pie para secar su sudor con un pedazo de tela que tenia cerca. —Y ustedes han hecho demasiado cosas ilegales —todos bajaron la cabeza al sentir aquel regaño en sus palabras. —Créanme que Mikey ha estado en más peligro antes que ahora.

—¡Pero es un viejo!

—Oye, yo tengo la misma edad ¿Recuerdas? —se ofendió.

—¡¿Y si ese hombre manipula a Mikey?! ¡Podría obligarlo a tener sexo!

El mayor soltó una gran carcajada.

Todos quedaron helados.

—Chicos me da tanta ternura y felicidad que se preocupen por Manjiro, de verdad que son buenos amigos —comunicó después terminar con sus grandes risas. —Pero Mikey estará bien, sabe defenderse mejor que todos aquí.

—¿De verdad no te importa?

—Si me importa, pero no me preocupa —sonrió. —Confió en Manjiro.


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—¿Chicos? —se extraño por el silencio.

—Eres decepcionante Shinichiro.

—¿Perdón?

—No, no te perdono —se quejó el de mechas amarillas mientras seguía a sus compañeros para irse del lugar.

El mayor no entendía que había pasado.

Pero le gustaba que aquellos chicos se preocuparan tanto por su hermano menor. Lo tranquilizaba, su pequeño hermano tenia buenos amigos.

Seguramente cuando aquellos chicos conocieran a Takemitchy entenderían todo.



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—¿Ahora que hacemos? —se quejó el de blancos colmillos. —No podemos esperar a que ese viejo lastime a Mikey...

—No sabemos donde esta Mikey, seguramente esta con él —agregó el de ojos lavandas.

—Esperen —el trenzado detuvo su paso. —Mikey hace días dijo que iría a un festival, hoy hay un festival en el centro de la ciudad ¿No?

—¡Es verdad! —asintió el de ojos amarillos. —Chifuyu nos invito a i-

Ambos azabaches se miraron con pánico.

—¡Chifuyu! —gritaron al mismo tiempo.

—¿Olvidaron su cita? —ambos asintieron. —No puedo creerlo, dos problemas —se quejó el de corto cabello.

—¿Y tú no fuiste invitado por Hakkai? —ante el codazo de su pareja calló. —No dije nada.

—¿Hakkai?

—Oigan, nos estamos desviando del tema de Mikey —se quejó el mas alto.

—No, espera ¿Qué tiene que ver Hakkai en todo esto? —exigió saber el de cabello lila. —Díganme.

—Chifuyu dijo que era un secreto.

—Díganme o le diré a Chifuyu que no han estudiado nada para el examen de pasado mañana —amenazó.

—Hakkai quería ir contigo al festival, pero al parecer se acobardo y no te dijo nada ¿Contento? Tal vez vaya solo —respondió rápidamente el de largos cabellos azabaches.

—Ese idiota —suspiró mientras tomaba su teléfono para teclear un mensaje al mencionado.

—Oigan ¿Olvidaron el principal tema del día?

—Cállate, si fuera Emma estarías igual que nosotros.

—Además, seis cabezas piensan mejor que cuatro ¿No?

Ante aquello el contrario no se quejó.

—Tienen razón, Chifuyu es mejor que ustedes dos juntos.

—¡Ey! —se quejaron.


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Había demasiada gente en el festival.

¿Cómo se supone que encontrarían a Mikey entre todas esas personas?

—¡Taka-chan!

—¡Chifuyu! —ambos azabaches llamarón a su pareja quien corrió en dirección a ellos.

—Genial, llegó la ayuda extra —se sintió aliviado.

—¿En que se metieron ahora? —el rubio miró curioso a sus parejas.

—Es verdad ¿Taka-chan para que necesita mi ayuda? —cuestionó curioso el de cabellos azules.

—Es sobre Mikey —el de tatuaje en la cien decidió responder. —Esta saliendo con alguien.

—Oh eso es... ¿Bueno? —dudó el de ojos verdes.

—¡No Chifuyu! —el de largos cabellos azabaches negó con la cabeza en desacuerdo.

—¡Está saliendo con un viejo! —completo el de mechones amarillos.

—¿Viejo? —los recién llegados se sorprendieron.

—Sí, necesitamos su ayuda para encontrarlos —habló el de corto cabello lila. —Ellos están aquí.

—¿Cuántos años tiene la pareja de Mikey?

—Veintiséis.

—¿Y Shinichiro sabe de esto? —cuestionó el oji-verde.

—¡Fuimos a decirle! Pero dijo que no podía hacer nada —se quejó el de ojos amarillos.

—Es raro que él diga eso —se extraño el alto de ojos azules.

—Pero lo dijo.

—No perdamos tiempo y busquemos a Mikey —propuso el de trenza rubia. —Esta anocheciendo y el festival solo durará unas horas.

—De acuerdo.


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—¿Alguna señal de Mikey?

—No.

—Ninguna.

—Vi a un niño rubio por ahí pero no era Mikey.

El rubio de alta estatura los miró con el ceño fruncido.

—¿Estuvieron buscando a Mikey?

—Claro.

—Obvio ¿Por quien nos tomas?

—¿Y de donde sacaron todo eso?

Chifuyu tenia un peluche de gato negro cargando en sus brazos. Sus novios lo habían ganado para él en aquellos puestos de tiro.

Baji arrancaba con sus colmillos la carne de una banderilla.

Kazutora comía una bolsa de palomitas y de vez en cuando dejaba una en la boca de su pareja rubia.

Mitsuya cargaba con dos muñecas que el de cabellos azules había ganado en un juego de fuerza. Se las daría a sus hermanas apenas llegara a casa.

Y Hakkai comía de un helado como agradecimiento por aquellos dos obsequios para las menores.

—¿No podemos tener un descanso acaso?

—¡Explotación laboral! —gritó el de pronunciados colmillos mientras arrancaba otro trozo de carne.

—Les prometí un regalo a sus hermanas —el de ojos azules señaló a la persona a su lado.

—Y yo tenía que agradecerle.

—Yo tenía hambre —se encogió de hombros el que portaba un arete.

—Ustedes de verdad son... —sobó su ceño fruncido. —Estamos hablando de Mikey ¿Podrían tomarlo en serio unos minut-

—¡Ahí esta el enano! —señaló con rapidez el de ojos ámbar. —¡Vamos! ¡Lo perderemos de vista! —sus parejas no tardaron en seguirlo.

—Corre Draken, tómatelo en serio —se burló el de tatuaje igual.

—Cállate Mitsuya —se quejó.

Todos corrieron y al encontrar a la pareja se mantuvieron unos pocos metros alejados, lo suficiente para no perderlos de vista y no ser escuchados.

—Vean eso —el de ojos verdes frunció el ceño.

La persona que acompañaba al rubio era un azabache de cabellos completamente despeinados. Ambos caminaban de la mano riendo y de vez en cuando el oji-negro lo jalaba emocionado hacia algún puesto.

—¿Ver qué? ¿El simple gusto para vestir que tiene ese hombre? —se quejó el de cabellos lilas al ver la forma tan simple de vestir del mas mayor a lo lejos. Una sudadera roja con shorts color arena y mochila verde llena de broches. —No está mal, pero necesita...

—¿Estilo Taka-chan?

—Exacto —concordó con el mas alto.

—Eso no —negó el rubio mas bajo. —La forma en la que a veces jala a Mikey.

Todos prestaron atención a aquello. El mayor varias veces tomó al rubio por el brazo con una sonrisa y mueca para alejarlo de algunos puestos, el de ojos negros a veces hacia pucheros, pero se borraban rápidamente al señalar el cielo o otros puestos.

—¿Ese bastardo trata de arrebatarle su adolescencia a Mikey? —el de mechones amarillos se molestó al ver aquello. —¡No deja que se divierta!

—Seguramente nadie le hacia caso a ese viejo y por eso se fue a buscar niños como Mikey —comentó el de ojos ámbar.

—¿Mikey se sentirá tan mal como para buscar una figura paterna? —cuestionó curioso el de ojos verdes. Llamando la atención. —Ya saben... dicen que por eso los adolescentes se juntan con hombres mayores, por la figura paterna y Mikey no creció con un padre.

—Eso es imposible, su figura paterna siempre fue Shinichiro —murmuró el de trenza.

—Es Mikey, nunca se sabe —el peli-lila hizo una mueca.

—¡Miren! ¡Miren! —gritó alarmado el de cabello azul.

Aquel hombre le estaba cubriendo la boca al oji-negro.

—¿¡Que se cree que está haciendo!?

—¿Es un abusador?

—No me esta agradando ese sujeto —murmuró el de tatuaje cubierto.

—A mí tampoco —estuvo de acuerdo con el que compartía tatuaje.

—¡Se esta llevando a Mikey! —el de mechones amarillos se alarmo al ver que la pareja se desviaba del camino para ir a un lugar más alejado apartado del festival.

—No hay que perderlos de vista, rápido —les ordenó el de trenza mientras caminaban rápidamente al lugar por donde la pareja había ido.

El grupo los siguió a una distancia prudente. Miraban su comportamiento el cual se había vuelto más íntimo y cercano, se abrazaban y no permitían que sus manos se separaran.

Aquellos dos se sentaron en una banca y el azabache abrió su mochila para sacar una caja que los demás no alcanzaron a ver por la oscuridad de la noche. El mayor se arrodillo frente al oji-negro y no pudieron ver nada más.

Manjiro les tapaba la vista desde donde estaban.

—¿¡Que piensa hacerle!? —susurró el de sobresalientes colmillos preocupado.

—Espero que no lo que estoy pensando —rogó el de ojos amarillos. —Y no pregunten en lo que estoy pensando o vomitaré.

—Detente —escucharon decir al oji-negro metros frente a ellos.

Todo alrededor estaba solo, era el silencio suficiente para poder escucharlos.

—Ese fue el trato Mikey-kun.

—Pero-

—Déjame hacerlo Manjiro.

—Tranquilos ustedes dos —el oji-verde tuvo que tomar las manos de sus parejas para evitar que corrieran y golpearan a aquel desconocido. No quería llamar la atención de los oficiales. —Compórtense, no sabemos de lo que hablan —les murmuró.

—¡Duele Takemitchy!

—Chifuyu.

—No lo maten —liberó a sus parejas los cuales fueron corriendo directo al mayor.

—¡Suelta a Mikey maldito viejo!

—¡Eres un sucio pervertido!

Ambos azabaches se lanzaron contra el que se encontraba frente al de ojos negros. Lo hicieron rodar por el suelo gracias al gran empuje y no permitieron que se levantará.

—¡¿Chicos?! ¿¡Que hacen aquí!? —el rubio se sorprendió al ver a sus amigos ahí. El de cabellos lilas y el de ojos verdes rápidamente comenzaron a revisarlo.

—¿Qué te hizo ese hombre?

—¿Dónde te lastimo?

—¡No lo dejen escapar! —ordenó el de trenza.

—¡Primero muertos! —gritaron al unísono ambos azabaches de largos cabellos mientras golpeaban al mayor.

—¡Takemitchy! —preocupado por su pareja se levantó y empujo a aquellos que se entrometían en su camino. —Ustedes dos —su mirada se oscureció al ver a la pareja golpear a la suya. —¡Váyanse a la mierda! —de una patada los lanzó lejos.

—¡Chicos! —el rubio de ojos verdes corrió a ver el estado de sus parejas.

—¡¿Qué diablos les pasa a todos ustedes?! —gritó molestó. —Takemitchy ¿Estas bien? ¿Te duele mucho? —se asustó al ver que su pareja tosía por la falta de aire y patadas dadas en su vientre.

—¡Venimos a salvarte de este viejo pervertido! —respondió el azabache al cual se le asomaban sus blancos colmillos.

—¡Vimos como te estaba lastimando! —le siguió el de un solo arete.

—¿Lastimarme? ¡¿Qué hizo para lastimarme?! —cuestionó con gran enojo.

—¿¡Que te hizo!? —el de ojos amarillos iba a responder, pero recordó un detalle. —¿Qué le hizo? —miro al grupo.

—Escuchamos como le pediste que se detuviera porque te dolía y él no lo hizo —respondió el de cabellos lilas.

—¡Eso! ¡Eso!

—¡Me estaba curando! ¡Mis sandalias siempre me lastiman los pies cuando camino mucho! —respondió mientras revisaba a su pareja. Tenia algunos hematomas en el vientre, brazos y su boca junto a su nariz sangraban.

—¿Curando? —el trenzado miró la caja que estaba en la banca.

Era crema para aliviar el dolor.

—Pero él habló de un trato —recordó el de cabello azul.

—¿T-Trato? —el mayor por primera vez se atrevió a hablarles. —Creo que se a lo que refieren —sonrió. —Le hice prometer a Manjiro que me dijera cuando sus pies se lastimaran para curarlo, siempre caminamos cuando salimos y nunca me dice cuando sus pies se lastiman.

Aquello sonaba muy a algo que haría el de ojos negros.

—¿Y porque cubriste su boca? —cuestionó el de ojos verdes. El rubio más bajo desvió la mirada ante aquella pregunta.

—Intento besarme y no puede hacerlo hasta que cumpla la mayoría de edad —con una mirada reprendió a su pareja. —¿Verdad Mikey-kun?

—Si nadie ve no cuenta...

—¡Claro que cuenta!

—¿Y porque no lo dejabas jugar en los puestos? —preguntó ahora el de ojos ámbar.

—Hemos salido mucho así que... —les dirigió una sonrisa avergonzado. —No tengo mucho dinero.

—¡Pero aun así jugamos mucho! —el oji-negro presumió orgulloso la mochila verde. Estaba llena de pequeños premios y peluches.

—¿Y que cosas le hiciste prometer a Mikey? —el rubio trenzado aun necesitaba respuesta de aquello.

—¿Prometer? —ladeó la cabeza confundido mientras era ayudado por su pareja a levantarse. —¡Oh! ¿Se refieren a las condiciones? Bueno, soy mayor de edad.

—Eso ya lo sabemos viejo —los azabaches aun no confiaban en él.

—Prometí esperar a Manjiro hasta que cumpla la mayoría de edad —comenzó a explicar. —Pero, aunque yo tenga el consentimiento de Mikey no me parece correcto besarlo o intentar otra cosa. No ahora.

—Takemitchy no me besará hasta tener dieciocho —el rubio mas bajo hizo un puchero. —Es cruel.

—Ya comprendo porque Shinichiro no estaba preocupado —sonrió el de cabellos lilas.

—¿Incluso fueron con Shinichiro? —el de ojos negros los miro con su ceño fruncido. —¿En que diablos pensaban?

—En que estabas saliendo con un viejo.

—¡No es viejo!

—Ahora que lo dice ¿De verdad tienes veintiséis? —el oji-verde se acercó para verlo mejor. —No pareces de esa edad.

—Tampoco se comporta como un adulto, es un idiota —agregó el mas bajo.

—¿No me estabas defendiendo? —se quejó con su pareja quien solo sonrió. Decidió ir a sentarse a la banca, aun le dolían los golpes dados. —Ustedes son fuertes —alagó a los azabaches.

—Eso me recuerda —cuando estuvo a punto de dirigirse hacia los mencionados fue sostenido de su muñeca. —¡Suéltame Takemitchy! ¡Les daré la golpiza de sus vidas!

—¡No lo sueltes!

—No te molestes con ellos Mikey-kun —su pareja lo miró molesto.

—Te golpearon.

—Creyeron que te estaba lastimando —sonrió. —Lo hicieron para cuidarte, ellos estaban preocupados por ti ¿No es así?

—E-Emm...

Draken, Baji y Kazutora desviaron sus miradas avergonzados.

—Perdón por juzgarte antes de tiempo Takemitchy —se disculpo el de ojos lavandas en una reverencia. —Cuida a Mikey por favor.

—Yo también me disculpo —el de ojos verdes imitó aquella acción. —Oigan idiotas, vengan a disculparse ustedes también —llamó a sus parejas.

—Pero-

—No era una pregunta.

—Tsk —los dos a regañadientes hicieron la reverencia.

—Perdón por llamarte viejo pervertido Takemitchy.

—Y también maldito viejo.

—Te dije viejo sucio.

—Perdón por decir que le estabas robando la adolescencia a Mikey.

—Y por decir que eras un viejo abusador.

Takemichi sonrió con una mueca.

Demasiados "viejo" para su gusto...

—No se preocupen, me alegra que Mikey tenga unos amigos que se preocupen tanto por él —respondió con sinceridad.

—Takemitchy —llamó el mas alto de trenza. —Cuida de Mikey.

—Lo haré —asintió con gran seguridad.

—Ahora que ellos te aceptaron podrías besarme para ya sabes, festejar —el oji-negro se acercó al rostro del mayor.

—¡Manjiro no! —colocó una mano en sus propios labios para impedir que conectaran con los contrarios. —Este... ¿Podrían ayudarme? —buscó auxilio en el grupo.

—¡No pasará nada Mitchy!

En ese momento todos entendieron que no debían de cuidar a Mikey.

Al que debían de proteger era a Takemitchy de Manjiro. 




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¡ESTOY DENTRO DEL TIEMPO LÍMITE!

¡SIGUE SIENDO SÁBADO, SI SEÑOR! 

Uff, casi no llego-


En fin, dejando de lado que casi se termina el día sábado y yo muy apenas pude llegar a publicar este día ¿Qué tal? 

En México son las once con treinta y cinco minutos de la noche, estoy en tiempo. 

Mientras no sean las doce, todo bien, todo bonito y perfecto. 


No salgan con mayores de edad si son menores por favor. No existen Takemichis en el mundo.

Para este día tuve que ver tick tocks y videos de experimentos sociales sobre "Gente mayor que salen con personas jovenes" fue gracioso ver la cara del publico ante un beso entre un señor y una chica JAJAJA TODOS SUPER ASUSTADOS.


Este día lo escribí en chinga JAJAJA todo un día escribiendo para publicarlo, que tremendo. 

¿Quieren saber otra cosa tremenda? 

Venga, les cuento. 


Takemichi tenia 26 años antes de su primer viaje en el tiempo ¿No? 

Vamos a suponer que toda la historia de Tokyo Revengers entre viajes y viajes el tiempo fue de un año. 

¡Dije supongamos! 

Después cuando la historia se vuelve a reiniciar (Los que leyeron el manga me entienden) Takemichi vuelve a vivir toda su vida. 

Significa que: Mentalmente Takemichi tiene más de 50 años. 

¿Cuánta memoria tendrá la mente de Mitchy para guardar tantos recuerdos? 

Mentalmente Takemichi ha vivido más de 50 años, que tremendo. 


Eso lo pensé cuando estaba pensando en que hacer para este día, dije: Escribiré a un Takemichi que esta en una relación con Mikey pero como es mayor mentalment-

Espera Andrea. Takemitchy tiene 26 años. 

Pero vivió su vida de nuevo. 

*Procede a hacer cuentas* 

Ingatumadre-

¡Takemichi ha vivido casi o más de cincuenta años en el final del manga! 

Eso si es tremendo. 


Solo quería decir eso porque me pareció una de las cosas mas tremendas del fandom.

¡Mamá me gusta un señor de mentalmente 50 años! ¡Claro que sí! 

¡Me despido de ustedes! ¡Tengo que irme!

¡NO HE TERMINADO EL DÍA DE MAÑANA! ¡NO LO HE COMENZADO NI UNA SOLA PALABRA! 

Dios ilumíname o elimíname. 

Suéltame no soy tu mejor guerrera. 

SUELTAMEEEEE-



—Andrea Nightmares.




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