Nota:
Antes de iniciar, quisiera dedicar este capítulo a: Regina, Estrelli y quien está detrás de la cuenta de "@sofxnickforever"  pues son quienes han estado desde el inicio de TODAS, las historias y han sido muy pacientes con cada actualización. Saben que yo las amo muchisimo y que aunque algunas veces a mi no me gusten mis historias, si ustedes las disfrutan, son razón suficiente para seguir adelante.
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↦ᴍᴀʀᴋ|13
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Me hervía por completo la sangre. No tenía idea de porque siempre que estaba con alcohol en mi sistema, Ava hacia que mis nervios se dispararan de enojo. Solo que esta vez, no tenía ni idea de porque debería estar enojado.

Reconocía el sentimiento. La mandíbula se me tensaba, esa necesidad de arrodillarla y... No, tenía que dejar de pensar con la cabeza de abajo. Pero aún así, el vacío en el estómago y la sensación de náuseas, significaban solo una cosa para mi; celos.

¡Ah, porque tiene que ser ahora! Si bien seguía enojado por lo de su tonta y ridícula broma, no podía evitar sentir el impulso de llevarmela a otro lado y quitarle la estúpida sonrisa que tenía en la cara cuando hablaba con ese chico.

—Terminemos con esto. —afirme más para mi que para ellos y volvi a hacerme detrás de la Cámara.

El chico no era novato, ese tal Zachary tenía mucho que ver con el pasado de Ava y se notaba por la confianza que se daban. Aun así, a mi no debería importarme nada de eso, después de todo ella y yo solo trabajabamos juntos y a veces pasábamos a instintos pasionales. Me concentre en las fotos, tenían demasiada química y eso me daba náuseas.

—¡Pero si aquí están! —Joe me sorprendió entrando de repente y saludando de manera efusiva.

A su lado estaba Ellen y detrás llegaba Alexis. Los tres estaban fascinados con la escena que yo estaba fotografiando. Ambos cerca, por poco y cortando distancia entre ellos de una manera que no sabría explicar sin usar la palabra "nauseabundo" no solía ver a las chicas con las que habia tenido sexo, junto a alguien más. Eso debía estarme afectando.

—Siempre supe que traer a Zach, sería la mejor idea. —Ellen celebraba el hecho de que esto le diera crédito.

—¡Fotografia cada detalle muchacho! —me dijo Joe. Aun no se sabía mi nombre y bueno, que más daba, solo era un fotógrafo.

Volvi a mirar a la cámara, me sorprendió cuando note que Ava me miraba fijamente por el lente con una intensidad que daba la impresión de traspasar el objeto en mis manos. Lo hacía a propósito estaba claro que no le había gustado nada lo que había hecho y a decir verdad; fue un impulso.

Cuando terminamos, no dude en salir de allí como si de eso dependiera mi existencia. No quería verla, ni mucho menos verlo a él, con su rostro seguro y su coqueteo constante. Así que para cuando menos me di cuenta, ya estaba en casa sobre el sofá con una cerveza en la mano y el televisión encendido.

—Amigo. Pensé que llegarias más tarde. —escuche la voz de recién levantado que tenía Noah.

—No.

Camino descalza y se sentó a mi lado, sentí su mirada sobre mi.

—¿Todo bien? —pregunto mientras acomodaba sus pies en el sofá. — te ves molesto. ¿Es por Lenn?

No respondi, en cambio, le di un sorbo grande a mi cerveza.

—Porque amigo, tienes que quitartela de encima. No está mal que tengas sexo con quien quieras, pero esa chica, enloqueció. —tomó su teléfono y me mostro la pantalla, habían un montón de llamadas de ella.

—Ridículo. —susurre apenas prestando atención.

Mi cabeza estaba más, en Ava y en como sería desquitarme con ella por no irse de mi mente cada que quiero coger o cada que estoy ebrio. Odiaba eso de ella, simplemente la imagen de su rostro debajo de mi, no se iba y era inevitable no imaginaria de mil maneras más.

—¡Te lo digo! ¡La perra esta loca! —exclamó Noah antes de levantarse e ir por otra cerveza.

—Cree que con su linda cara me va a controlar... —y aunque me refería a Ava, Noah, pensaba que era Lenn.

—Lindo rostro si, y lindo trasero. Pero lo demás, no lo se. —se encogió de hombros y volvió a mi lado. — le falta algo, no es como... Como... ¡Como Ava!

—¡No digas... Su nombre! —el grito salió solo y grotesco. Como si fuera una maldición.

—Wow... —Noah se río y dio un sorbo a su cerveza. —problemas en el paraíso.

—Cierra la boca.

—Solo digo. Últimamente, estas mucho en el mundo Ava. Mark, me preocupas, la última vez que te vi así... —suspiro y sin mirarme siguió. — fue por Charlotte.

Aplaste la lata al escucharlo. Porque tenía razón. Nunca me había puesto tan mal por una chica que no fuera Charlotte, había sido como el primer amor de mi vida, en preparatoria y era una chica completamente diferente a Ava. Era tímida, más callada y tranquila, no salía de su habitación mucho y no era atrevida. Era bastante linda, y tierna. Pero se fue y no de viaje, o de ciudad, se fue con otro chico que al parecer le ofreció mil cosas diferentes.

Razón única, por la que no volvi a confiar nunca más en ningún espécimen femenino, en especial porque las apariencias engañan. Y ahora Ava, estaba jodiendo mi paz mental.

—¿Por qué te interesó tanto Ava de la nada? —pregunto Noah, y esa era una pregunta que yo no sabía bien como responder.

—Quizá, sea solo el morbo del sexo. —afirme tomando otra lata de cerveza que tenía a medias. — porque cada vez que la veo en mi cabeza, esta sin ropa.

—No lo discuto. Yo la veo así a cada rato.

Le di un golpe en la cabeza cuando lo dijo.

—¡Pero si acabas de decir lo mismo!

—Es diferente. Tú lo haces por gustó, yo porque me deje llevar demasiado desde la primera noche. —admiti con cansancio.

"¿Que pasa, si yo soy el fuego?"

"Habrá que buscar como controlarte"

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A la semana de haber hecho pruebas de fotografía, se decidió que para más realismo iríamos de viaje unos cuantos días a una isla tropical cuyo nombre no me aprendí. Allí se harían fotos en las playas y con el calor, y aprovechando que rentarian una de las costas para el equipo tomarían la sesión para promocionar la nueva colección de trajes de baño.

—¿Me dejaras usar tu habitación para lo que quiera? —Noah me estaba ayudando a empacar antes de que pasarán por mi.

—No. Ahora mejor callate. —le lance un par de calcetas que atrapó y dejó a un lado para darle una mordida a su manzana.

—Será mejor que te apures. La princesa del jardín Edén, ya llegó.

Odiaba que se refiriera así a Ava, lo había tomado desde el último tomó de fotos donde sale con rosas y flores casi al desnudo.

—Pórtate bien, cachorro. —pase por su lado con mi maletín y seguido de él, llegue hasta la puerta donde un auto esperaba.

Dentro de él, estaba Ava junto a ese chico Zachary y delante, solo el chofer que esperaba en silencio. Me despedí de Noah y camine hasta el auto. Guarde mi maletín en el baúl y aunque tenía intención de subirme en la parte del copiloto, un montón de equipos de fotografía me lo impidieron.

—Buena tarde joven Mark. —me saludo el conductor y acomodo el retrovisor.

—Buena tarde... A todos. —no quería dejar de ser profesional, aunque me costará.

El auto se puso en marcha y yo solo miraba por la ventana. Zachary gracias al cielo estaba al otro lado, en la otra ventana y Ava entre ambos. El viaje hasta el avión era un poco largo, y el tráfico de la tarde casi noche, no ayudaba mucho.

El conductor había preferido darnos "privacidad" cerrando la ventanilla que dividía los asientos delanteros de los traseros y yo me había acomodado para dormir. Así tuviera que quedarme con los ojos cerrados todo el camino, no iba a incomodarme.

—Haz espacio, ¿quieres? —escuche hablar a Ava cerca de mi oído.

Pero la ignore.

—Mark, se que estas despierto. —no hablaba fuerte, debía ser que su amigo al otro lado también dormía.

—¿Por qué no le dices a tu compañero? —fue lo primero que se ocurrió decir.

—Porque también está apretado. Acaparas el espacio. —intento correrme a fuerza, pero no me movi.

Escuchaba con los cerrados como jadeaba y se quejaba sin poder moverme. Se removia como un gusano en el asiento y a mí me daba bastante risa.

—Que pesado eres. —refunfuño.

Sentí entonces luego, que un líquido frío caia por mi rostro y enseguida me hizo levantarme.

—¡Ava! —reclame y baje luego la voz. Pues Zachary si que dormía y el conductor, parecía poder escuchar todo. — quédate quieta. ¿Si? Dejame dormir.

—También quiero dormir. Y tu gran masa de cuerpo, ¡no me deja! —vuelve a tratar de correrme.

De nuevo, me quedé en silencio y por mi paz mental, decidí ignorarla al menos hasta que me canse de sus quejidos y reclamos. Entonces, envidie el sueño pesado de Zachary, a pesar de que se removia un poco, no despertaba.

—Ava... —suspire hablando con la poca paciencia que tenía. — por última vez. Quédate quieta.

No abrí los ojos, y pareció haber entendido... Al menos eso crei. Error mio, porque luego de un rato de sospechoso silencio, sentí el peso de su cuerpo encima mio, obligandome a acomodarme de nuevo.

Esta vez, solo entreabri los ojos. Se había acostado literalmente entre ambos, la cabeza la tenía en las piernas de su amigo, que parecía acariciar su cabello distraído sin abrir los ojos y sus piernas, habían ocupado las mías como soporte, por lo que las tenía a la vista y a mí favor.

Deje mis brazos sobre su piel quietos y tras abrir un poco la ventana tome una de las mantas que traíamos y la cubri bien. Por supuesto no lo hacía por ser amable, tenía mis razones para hacerlo y es que no se iba a salir con la suya, no al menos sin que yo, pudiera sacar algo de diversión con esto.

Avanzamos un poco, y en lo que seguíamos en el tráfico, me asegure de que Ava se relajara y empezara a quedarse dormida. Entonces, deje pequeñas caricias por sus piernas que pasaban casi desapercibidas, hasta que empecé a subir por ellas llegando a sus muslos. Acaricie la parte interna de estos y un par de espasmos me hicieron sonreír casi inconsciente.

Una de sus manos tomó las mías con fuerza, ella sabía la intención que yo tenía en ese momento y aunque me agarrara con fuerza, no pensaba detenerme. Su mano era pequeña, así que fácilmente logre liberar una de las mías y subirla un poco más deslizando su falda hacía arriba por debajo de la manta.

—Mark. —susurro con la mandíbula apretada.

—¿Ya no es divertido molestar mientras duermes? —pregunte y seguí con las sutiles caricias.

Ella se mordió el labio con fuerza, sabía que no podía hacer ruidos y mucho menos dejarase llevar por reclamos o podría despertar a Zachary. Yo no la mire, solo me entretuve con sus piernas hasta poder infiltrarme un poco más allá.

Me había costado llegar, pero finalmente tenía la ubicación de sus bragas, las estire un poco y ella llevo sus manos a la boca. Por lo que aproveche para dar un jalon salvaje y dejarla sin nada bajo aquella falda.

Me reí cuando me miro con ganas de matarme y aunque apretó las piernas, mi mano seguía entre ellas logrando rozarla con cada apretón.

—No siempre vas a ganar Ava.

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"Game fire... "