↦ᴀᴠᴀ |05
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Estar tras los reflectores era un trabajo algo agotador, especialmente cuando estaba desde las cuatro de la mañana en sesiones de fotos.

Todos estábamos corriendo de un lado a otro, Vogue como era de esperarse, había sido la revista elegida para promocionar una película sorpresa, los factores importantes eran el frio y la noche, nadie sabía con exactitud de que trataba el proyecto, solo los de producción y edición.

—Llevo tres cafés, y apenas va a salir el sol. —se quejó Joe, quien había estado en todo el proceso junto con los modelos (y yo, por supuesto).

—Te dará un ataque de cafeína si continuas con eso. —respondí dándole una mirada rápida, porque no podía moverme mientras el equipo acomodaba mi vestuario.

—¡Bien chicos, hora de continuar! —Joe se levantó de su silla y me extendió la mano. —ya casi terminamos, continúa dando lo mejor.

Me sonrió como siempre, con complicidad y camino conmigo hacia el centro del escenario, donde habían un montón de luces y cámaras.

—Recuerden mantener la escena nocturna, Ava, se encargará de la esencia. —sonreí luego y suspire con algo de cansancio.

Más valía que me pagaran esas horas, o de lo contrario voy a enojarme y mucho. Para cuando deba ir a clases, se que mis ojos tendrán ojeras y seré como un oso panda, de mal humor por no poder dormir bien.

En cuanto Joe dio la orden de las fotos, enseguida empecé a moverme, debía ser atrevida y delicada, por lo que usé mis manos a mi favor e hice movimientos suaves para no exagerar.

Unas fotos luego, mi jefe apareció con los únicos tres pasantes de fotografía, que habían logrado entrar a las pasantías en Vogue. Empezarían a trabajar ese día, por lo que debían vernos en acción y saber a la presión que se someterían.

—Excelente trabajo todos, confío en que cada foto quedará maravillosa. —me sonrió desde donde se había parado a observar y yo hice igual.

Volví a lo mío, y entonces mi vista se encontró con los ojos verdosos de ese chico orgulloso chico, claro, Mark había pasado la prueba y de cierta forma, era gracias a mi, porque si fuera otra, no habría dejado que se saliera con la suya.

Me sonrió de manera burlona y con su cabeza hizo una pequeña inclinación a modo de saludo. Por supuesto yo no podía hacer lo mismo, porque estaba en medio de un trabajo importante, por lo que pensé solo por un momento, como arruinar su pequeño momento.

Tome un poco de aire, aproveche que la tela del vestido era suave y delgada, moví los pliegues y entonces le di una mirada lo bastante atrevida y seductora como para que tensara su mandíbula.

Por ahora, eso sería suficiente para que se mantuviera quieto.

—Si con esto no tenemos más comisiones, no se que haremos. —Joe se cruzó de brazos y miro la sesión con atención.

Era más que obvio, tendríamos comisiones sí o sí.

En cuanto la sesión acabo respire hondo y en cuanto pude, camine hacia los vestidores para ponerme mi ropa común, necesitaba un baño caliente para relajarme y poder sacar el estrés antes de volver a las clases.

—¡Joe! ¡No olvides traer toallas! —grite antes de cerrar por completo la ducha.

—¡Enseguida van! —escuche que grito de regreso y entonces me metí bajo el agua tibia.

Deje que el agua sacará de mi cuerpo todo lo que había acumulado desde de la noche anterior, pase una de mis manos hasta el cuello donde reposaba mi cadena recién recuperada.

En mi cabeza, el recuerdo de la noche donde volvió a mi, empezaba a rondar. Su rostro, sus pupilas completamente dilatadas, esperando a que le diera lo que quería, para luego, solo dejarlo allí, sin ningún remordimiento.

Mi orgullo era fuerte, pero debía aceptar que definitivamente, estuve a segundos de caer en la tentación de repetir la noche. De no ser porque logre tomar mi collar antes, habría pasado esa noche de nuevo en ese mismo bar.

Escuché la puerta cerrarse en los vestidores y entonces cerré la regadera para poder escuchar mejor, cuando el seguro sonó una vez más, fruncí el ceño.

—¿Joe? —pregunte mirando fijamente a la puerta blanca frente a mi, como si pudiera ver a través de ella.

—¿Me cambiaste tan rápido el nombre? —pregunto quien había entrado mientras se reía luego.

Rodé los ojos como si pudiera verme tras las paredes y suspiré con fuerza.

—Por si vas a preguntar, Joe me pidió que trajera tus toallas. —se apresuró a decir caminando por el lugar.

—¿Justamente a ti? —cuestione cruzándome de brazos. —¿Cómo se que no lo haces para fastidiar?

—Se ve que tienes el ego alto Jalali, pero no, no siempre es sobre ti.

—¿Ah no? —solté una risa. —que recuerde, estas en Vogue, por mi.

—Touche. —susurro y luego fue silencio.

Escuche pasos alejarse y espere unos segundos, no estaba muy segura de salir, pero entonces, no sabría si estaba o no. Abrí la puerta despacio y miré a los lados, no vi a nadie y las toallas estaban bastante cerca. Me apresure a cubrirme con ambas toallas para poder salir pero entonces, sentí su mirada detrás de mi.

—¿Entonces, ahora si eres un acosador o solo mi guarda espaldas? —no me gire, en cambio, continúe con lo mío.

—Cálmate, solo debía cerciorarme de que no me tienes miedo. —se movió y camino hasta estar frente a mi. —me debes una, una grande.

Me volví a reír y negué, parecía muy seguro de si mismo, pero yo no era tan sumisa como parecía.

—Ríete lo que quieras, pero créeme, un juego es de dos y alguno tiene que quemarse. —con su mano, levanto mi rostro obligándome a verlo a los ojos.

—¿Y si el fuego soy yo? —enarque una ceja sim dejar de ver sus malditos ojos, que quisiera o no, eran hipnotizantes.

—Entonces de algún modo, habrá que dominarte.

Me sonrió, de nuevo con esa seguridad y al tiempo esa burla que solo me incitaban a volver a dejarlo excitado. En un movimiento sus labios quedaron cerca de los míos, con un roce casi torturador, maldije en mi cabeza, porque por más que no quisiera, si causaba algo en mí. Bajo hasta mi cuello y si respiración chocó en mi piel.

—Créeme, siempre hay una manera de tratar con el fuego y su ardor. —hablo bajo y en menos de nada se alejó de mi.

No me gustaba que supiera cómo hacer que mi cuerpo diera esas respuestas.

Por lo que en cuanto salió y pude terminar de vestirme, tome mis cosas y me fui tan rápido como pude de ese edificio.

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"[...] se que tus intenciones conmigo, no son buenas"

Hola vvs, este va porque pues Sofía cumplió años hace poco y hay que celebrar de algún modo, trataré de hacer otro, pero no prometo nada.