↦ᴍᴀʀᴋ |02.
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La cabeza me palpitaba como si hubiese recién tocado una compra con ella, la luz de lo supuse era el sol, me dio en los párpados y no quise abrir los ojos en el momento.

No tenía ni idea de que hora era, me senté en la cama en contra de mi voluntad y solo abrí los ojos cuando sentí mi desnudez, mire la habitación, no era la mía en todo caso, tome mi teléfono, tenía como mil llamadas de Noah, supongo que no me encontró en la noche y por eso tanta insistencia.

Me levante para poder vestirme y lavarme la cara un poco, el agua fría me ayudaría a reaccionar mucho mejor, para cuando regrese a la habitación, encontré todas mis cosas y algo más, una cadena dorada que hizo que mi memoria tuviera un recuerdo impresionante de lo que había sucedido en la noche.

No pude evitar sonreír, esa chica de cabello negro y vestido rojo bastante sexy, había quedado muy grabada en mi memoria, hacia bastante que no tenía una noche interesante como esa y si seguía recordando lo que hicimos, tendría una erección ahí.

Guarde el objeto dorado y salí de la habitación, parecía que la fiesta seguía y seguía en aquel bar, solo que había un poco de menos gente y para variar, cuando cruce la puerta, encontré el auto de Noah, p arqueado en frente.

Mi amigo estaba dormido en los asientos traseros, acompañado de una pelirroja que a lo mejor conoció en ese mismo bar.

Me acerque y toque un par de veces el vidrio, suficiente para que él abra sus ojos y poco después despierte a la chica. Mientras él despedía a la joven, yo solo me recosté en la parte trasera del auto y esperé.

—Qué noche. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? —pregunto mientras se estiraba y llegaba a mi lado.

—En el bar. En la zona roja. —cuando mencione las últimas dos palabras, Noah sonrió.

—Ah, entonces te divertiste. —me pego con ligereza en mi hombro. —¿dónde has dejado a la chica?

Fue en ese momento que yo fruncí el ceño, sintiéndome estúpido casi al instante. Ella no estaba cuando yo desperté, ella se fue mucho antes que yo, cosa que no debía pasar así, porque en mi normalidad soy yo quien se va primero y ya está.

—¿Mark? —lo mire a lo que el soltó una carcajada fuerte. —¡No puede ser! ¡Amigo! ¡Te devolvieron la moneda!

Lo mire mal, estaba claro que tenía razón y que probablemente haya sido mi karma, después de que yo les hiciera lo mismo a muchas otras chicas en mi vida.

—¿Cómo se llama? —hablo Noah de nuevo y yo trate de recordar.

Pero una vez más, quedé como un completo imbécil, porque ni siquiera sabía su nombre, no me lo dijo, ni yo a ella, técnicamente caí en los encantos de una mujer por primera vez.

—No lo se. —respondí ya resignado. —no me dijo su nombre y no se lo pedí.

—Vaya, vaya. Parece que el gran Mark, dejó de tener la chispa. Eso o la mujer con la que estuviste tiene todavía más experiencia que tú.

—Tal vez… —volví a repasar lo que pasó en la noche. —sé que era bastante linda y muy, muy sexy, en especial con el vestido que traía.

Noah se cruzó de brazos, parece que ahora le daba curiosidad saber con quién estuve.

—Un cabello negro y lacio, labios deseables, una mirada que, por alguna razón, parece de inocencia combinada con atrevimiento. —de solo recordar cuando le puse el ojo en el bar, me daban ganas de repetir todo.

—Bueno, a como la describes parece modelo salida de algún lado que ni conocemos. —mi amigo rodeó el auto para abrir la puerta del piloto. —no me sorprendería encontrar chicas así en este lugar, tiene clase.

—Y eso que no te cuento los detalles de todo, porque te juro que vas a volarte la mente. —me subí por el lado del copiloto.

Para cuando el auto se puso en marcha, yo ya estaba cómodo, con ganas de seguir durmiendo un poco más. Solo que mi cabeza, quería encontrar a esa chica anónima, con la finalidad de repetir todo y esta vez ser yo, quien se vaya antes.

Necesitaba equilibrar las cosas, y necesitaba su nombre, si creyera en brujas, diría que ella es una, porque en cuestión de segundos, logró convencerme de hacer y deshacer en esa habitación todo lo que se me cruzó por la mente.

Llegue a mi habitación con los ojos pesados, aún era de mañana, así que tenía más tiempo para dormir, cosa que no desaproveche en absoluto y en cambio me quite los zapatos para descansar.

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Los gemidos invadían la habitación y yo estaba por terminar, tome su cabello en una coleta y tire un poco hacia atrás, con los ojos cerrados aumente la velocidad de mis embestidas y escuche como el sonido de las pieles chocando hacía eco junto con sus jadeos.

Resulta que cuando desperté de mi sueño de tarde, el bóxer ya se me quería salir y tuve que llamar a una de las chicas con las que ya había estado para que arreglará el desastre, que causó mi cabeza cuando decidió soñar en la noche anterior.

Sentí que estallé en menos de nada luego de una embestida más y salí del Interior de la chica para limpiarme.

—¿No te parece otro? —me dijo con agitación mientras pasaba su mano por su abdomen.

—Las clases iniciaran en menos de nada, así que será mejor que también te limpies Lenn. —hable sin mucha importancia y entre al baño con mi toalla.

No suelo hacer esto seguido, realmente solo cuando de verdad me siento estresado o en abstinencia, esta vez había sido una emergencia, porque si lo hacía solo, no terminaría a tiempo para las clases.

Para mi suerte, cuando volví del baño, Lenn ya no estaba, así que solo tomé mis cosas y corrí a clases.

—Te vez alegre. —me susurro Noah mientras me ofrecía un café.

—¿Eso crees? porque yo me siento humillado. —confesé mientras daba los últimos detalles a mi proyecto.

—Ya déjalo pasar.

—Que fácil para ti decirlo.

—Mira, mejor concéntrate en que ahora tu manejo del Photoshop debe estar una maravilla, si quieres que alguna revista acepte que hagas una sesión de fotos, con alguna de las modelos que existen. —tenía razón, yo tenía que centrarme en mi trabajo, que ya había avanzado mucho como para retroceder por una noche.

—¿Trajiste los ejemplares que te pedí? —pregunté siguiendo el tema de mi trabajo.

Noah asintió dejando las revistas sobre la mesa, había pedido ejemplares de Vogue, Elle, V Magazine y Grazia.

Revistas bastante buenas, con las que pretendía trabajar en algún momento. Tome cada ejemplar, uno por uno y los revise, para saber cómo trabajaba cada revista, hasta que frene y parpadee demasiadas veces cuando la vi.

—Noah. —llame la atención de mi amigo y le señale a la chica que estaba en un artículo de Vogue, como diseñadora y modelo prodigio. —¿quién es ella?

—¿Ella? Ava Jalali, hace pasantías en Vogue hace meses y además tiene un canal en YouTube con muchos seguidores. —hablo como si todo mundo supiera de ella. — ya sabes, sobre moda, consejos, belleza y todo eso.

—¿Dijiste que tiene un canal en YouTube? —él asintió. —déjame verlo.

Me miro extraño, pero luego tomó mi computadora y lo busco allí. Me la regresó dejándome frente a frente con uno de los videos.

—Amigo… —hable sin poder creerme mucho esto. —esa es la chica con la que estuve anoche.

Y para más seguridad, le deje ver la cadena dorada, que parecía usar mucho como adorno cuando llevaba vestidos.

—¿Me estás diciendo que te acostaste literalmente con Ava Jalali? —cuestionó tan sorprendido como yo.

—Si, eso mismo, ella es la misteriosa chica, que me aplicó la técnica que suelo usar y ahora… seré yo quien vaya a devolver ese favor. —sin más, guarde la cadenita y me centre, en que fuera Vogue, quien me diera la sesión de fotos con su modelo prodigio: Ava Jalali.

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"Para jugar, se necesitan dos"

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Wenas, ando de que apareciendo así bien de la nada. Les dejo aquí este fanart, o bueno, intento de fanart del capítulo anterior de esta historia:

<3