Capítulo tres.
무례한
Dos días. Dos estresantes días habían pasado desde aquel dramático suceso entre Jeongguk y Taehyung, el pequeño castañito ni siquiera se molestó en querer hablarle a su novio desde ayer. Mucho menos Jeongguk que estaba tan molesto, él ni siquiera se había tomado el tiempo de revisar los mensajes de texto ni nada. Los dos eran unos cabezas de chorlito, tan tercos y tal para cual pero claro que por el momento ambos se ignoraban mutuamente.
Taehyung.
¡Ridículo! ¡Es ridículo lo que sucede! Si Jeonggukie ya era cortante ahora es peor con lo que sucedió entre nosotros, ¡Ni siquiera se dignó a saludarme! Sabe que necesito de sus mimitos, soy como un cachorrito y sin mimos yo lloro pero claro, ¡no le importó la fea pelea que me hizo llorar toda la noche y por si no fuera poco, se sentó de nuevo con Chanyeol! Es todo, estoy muy triste y enojado. ¿Jeongguk? ¿Quién es Jeongguk? No conozco a ningún Jeongguk.
—Psst, Taehyung. ¿Está todo bien?—La voz de Jimin inundó mis oídos sacándome de mis pensamientos sobre no hablarle en una semana al tonto de mi novio.
—Todo está bien, Minnie. ¿Puedo sentarme contigo hoy?
Noté a Jimin asentir con entusiasmo y estaba a punto de sentarme pero Hoseok entró por la puerta, ¡Era mi oportunidad! De verdad necesitaba charlar con Hoseok, apuesto a que me entendería.
—Perdón, Jimin. —Le dije a Jimin con pena, él me miró con una sonrisa confundida asintiendo ante mi disculpa. —Me sentaré en otro lugar.
—Joven Kim, tome su respectivo lugar, la clase ya va a comenzar.
Tragué saliva avergonzado cuando las miradas se posaron sobre mí, incluida la de mi bobo noviecito y de Chanyeol blah blah.
—Oh, sí, iba camino a mi lugar con Hoseok. —Me apresuré a responder para evitar pasar vergüenza ante el salón de clases, caminé con rapidez a la butaca que estaba detrás de Hoseok para sentarme en ella. —Hola, hyung.
—Hey, Taehyung-ssi. —Lo escuché saludarme con su carismática sonrisa contagiosa, él era realmente bonito y muy agradable. —Me alegra mucho que te sientes por aquí, extraño charlar contigo sin que tu novio borde nos interrumpa.
—Estamos peleados, mi vida es un drama, hyungie. —Le respondí quejándome entre pucheros, pude notar de reojo la mirada de Jeongguk sobre nosotros. ¿Ahora sí me prestaba atención? ¡Es un bobo!
Hoseok me miró por varios segundos sin decir nada, ¿acaso estaba analizando mi carita o algo así?
—¿Qué? ¿Tengo algo en el rostro? ¡Hyungie, no me asustes!
—Es que eres muy bonito y adorable cuando haces pucheros como esos, Taehyung-ssi. —Hoseok expresó pellizcando mis mejillitas con insistencia, auch, sólo diré que auch.
—Oiga, Profesor Lee.
La grave voz de Jeongguk llamó la atención del profesor quien de inmediato se giró para atenderlo, mi bobo noviecito no apartaba la mirada de nosotros, después de ignorarme por tanto tiempo ahora se dignaba a prestarme atención pero yo sigo enfadado con él aún.
—¿Sucede algo, joven Jeongguk?
—Sí, ¿Usted autorizó que los alumnos se cambien de lugar así de la nada?—Mencionó burlón mientras me miraba, traté de ignorarlo y bufé soltando miles de palabritas groseras en mi mente cuando el profesor notó mi nuevo asiento.
—Joven Kim, ¿Por qué se ha cambiado de lugar?
—No podía ver desde mi antiguo asiento, lo siento, profesor. —Respondí esbozando una mueca, sólo espero que pudiera creer mi excusa, no quiero sentarme con Jeongguk.
—Wow, un año en esa butaca y apenas se cambió.
Me giré hacia a Jeongguk sacándole la lengua con enfado, él sólo se limitó a burlarse de mí. ¡El tonto se atreve a burlarse de mí! Debería tenerme miedo, soy algo realmente malévolo, ¡Podría darle una patada en sus hijos!
—Vamos, déjelo, profesor Lee. —Habló mi compañero Bright desde los últimos asientos, él era realmente cool y uno de los chicos flojos del salón. —Yo llevo meses cambiándome de butaca y nadie decía nada, creo que es irrelevante la butaca. Venimos a estudiar, no por las butacas.
—¡Igual con el cabello! ¡No estudiamos con el cabello! ¿Por qué no permiten los cortes?
—Oh, ¡Cállate Namjoon! Prefiero que prohíban esos peinados a verte con el corte horroroso que tenías antes. —Respondió Yoongi malhumorado causando las escandalosas risas de todo el salón, bufé cansado y miré a mi noviecito. ¿Mencioné que él se veía muy bonito con la ropa negra? No me importa si decían que él era un grosero o que no debería estar a su lado, Ggukie era una masita que también debía ser cuidada. ¡Pero por ahora no porque estoy enfadado!
무례한
Jeongguk sonrió internamente sintiéndose victorioso cuando el profesor salió por un momento del salón, Taehyung y él tendrían una conversación de una vez por todas. Se puso de pie guardando de vuelta su móvil al bolsillo y caminó con rapidez a la butaca de Taehyung antes de que él pudiera escapar, Hoseok le miró unos segundos antes de girarse y ignorar la presencia del pelinegro, ah no, él no quería ser involucrado.
—¿A dónde crees que vas, pequeña bolita enojona?—Le murmuró interceptando su butaca para evitar que pudiera salir de ella, Taehyung lo miró con ojitos de borreguito que por supuesto evitó. No iba a ceder de nuevo en sus caprichos. —¿En serio vas a seguir sin hablarme?
—No te importa, quítate, Ggukie-ssi. —Intentó salir de la butaca pero volvió a impedirle que lo hiciera, posando sus brazos alrededor de la madera.
—Sí me importa porque eres mi novio, no me gusta que estemos así.
—No sé que te molesta, deberías estar susurrándole al oído a Chanyeol y jugando con él.
Jeongguk frunció el entrecejo sin comprender, ¿en serio todo ese drama por hablar con Chanyeol?
—¿Y qué relación tiene Chanyeol en esto? A ese idiota ni lo había notado si no fuera porque ayer me pidió un lápiz.
—Es que Chanyeol dijo, uhm, él dijo que le gustabas y que tú lo invitaste a tu casa. —Mencionó el castaño abultando sus labios, Jeongguk chasqueó su lengua molesto. —Yah, ¡él dijo que tú dejarías de ser mi noviecito para ser el suyo!
—¿Por qué no me lo dijiste?
—Iba a decírtelo pero entonces lo ví riendo contigo muy cerca y estabas cómodo, jum.
—Taehyung, debes hablar conmigo de esta cosas. —Respondió enfadado por lo que le contaba su pequeño noviecito, respiró para no decir nada grosero y lo abrazó con delicadeza. —No puedo saber lo que sientes o piensas si no lo hablas conmigo.
Taehyung comenzaba a sentirse apenado entre los brazos de su lindo pelinegro.
—A Chanyeol no le notaba ni la existencia, sólo le pedí un lápiz porque era de urgencia y no estaba riéndose conmigo. —Explicó paciente mientras acariciaba los cabellitos de su novio. —No sé de que diablos se reía, yo tenía los auriculares puestos y la mano extendida en espera del lápiz.
—Lo siento, Ggukie. —Murmuró rodeando la cintura del mayor con sus manitas, Jeongguk recargó su barbilla en la cabecita del contrario. Después de unos segundos más, el pelinegro se separó primero.
—Yah, ¿sabes algo? Estuve tan ocupado que ni siquiera noté que no me llamaste en estos dos días, no recordaba lo que sucedió. —Aclaró el mayor encogiéndose de hombros con indiferencia para restarle importancia al asunto y bromear un poco para quitar ese ambiente tenso.
Taehyung abrió sus ojitos falsamente indignado, en cualquier momento Jeongguk iba a comerlo a besos sin importar que recibiera algún golpe por parte de él con sus manitas de bebé.
—¡Pues yo no noté que estuviste ignorándome!
—Yo tampoco, enano llorón.
—Eh, Kim. —Jeongguk frunció el ceño cuando notó la presencia de Bright acercándose hacia a ambos, apretó su mandíbula cuando incluso lo vió acariciar los hombros de Taehyung con descaro. —Bájale a tu enfado, precioso. Una cosita de azúcar como tú no puede estar tan enojado.
—¿Qué dijiste?
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