❝ YUGYEOM. ❞
Ganarme la confianza de Taehyung fue tan fácil para mí que incluso pensé en premiarme por ser tan jodidamente inteligente y excelente actor, aunque claro que tenía algunos problemillas. Todo porque el caliente y arisco de Jeongguk no dejaba de ser grosero conmigo cada vez que me veía, eso sólo hacía que yo tuviera más ganas de tenerlo para mí. Si es así de rudo, puedo imaginarme como es en la cama. Jeon no será una excepción a mis encantos, él será mi juguete al igual que los anteriores.
Una semana, sólo una semana llevaba como amigo de Taehyung y ya me tiene toda la confianza del mundo. Dios, ¿es que este niño podía ser más tonto? Yo siempre fui amigable con todos, el más popular en mi universidad, yo era amigo de todo el mundo por pura conveniencia. Este era uno de todos los casos por los cuales ya había pasado, la gente suele confiar mucho en quien no debe. Y Kim Taehyung, oh, él es probablemente el chico más ingenuo que haya podido conocer a lo largo de mi vida. En cierta parte, entiendo porque Jeon es muy protector con él. Taehyung no es alguien que debería ser soltado así como así al mundo hipócrita en el que vivimos pero mis ojos están en ese pelinegro sexy.
Y cuando yo veo algo, ese algo es mi capricho y no paro hasta conseguir lo que quiero.
Siempre lo obtengo.
Mis ojos vagan por el lugar en el que estoy de pie, la casa de Taehyung es bonita pero no tanto como la mía. Logro divisar distintos marcos con fotos de ambos, Jeon está sonriente en todas e incluso en otras mira a Taehyung como si fuera la cosa más única en el mundo. Ew.
—¡Yugy!
El chillido de aquel ser bajito me hace espantarme de gran manera, dios, ¿es que este niño fue ariana grande en otra vida o algo así? Cuando lo veo correr hacia a mí para abrazarme, me dan ganas de colocar una enorme pared.
—¡Taehyung-ah! Me alegra mucho verte, tu casa es demasiado linda y ese tapete es arte, ¡quiero uno!—Le suelto con emoción aunque en realidad odié esa alfombra color popó, hay gente que tiene malos gustos en la decoración y luego está Taehyung.
—¿En serio? ¡Pues Ggukie me la regaló en nuestro aniversario!
Reprimo el impulso de rodar mis ojos, ahora no. En cambio, le dedico una de mis mejores sonrisas y le digo que es muy bonita.
—...¿Y a qué veniste, Yugy?—Me cuestiona él jugando con las mangas de su enorme suéter, no sé porque pero por alguna razón siento que he visto ese suéter negro en Jeon. Además es raro, Taehyung siempre suele usar tonalidades pastel para su ropa o a veces ropa muy fina, tanto que a veces llego a pensar si es Gucci.
—¡Te traje un regalo! Como sé que te gustan los plumones, tengo unos nuevos para ti! Me dijiste que te faltaba el color púrpura de uva así que lo conseguí.
Maldigo la hora en que gasté mucho dinero por un feo plumón, en fin, todo sea por mantener nuestra "amistad".
—¿Tú otra vez?
La voz grave de Jeon logra emocionarme en cuanto lo escucho, está recargado en la pared rosácea y su expresión es tan intimidante como siempre.
—...De tanto que te veo, comienzo a creer que también me saldrás en las pesadillas.
—¡Ggukie!
Observo como Taehyung le dedica una mirada de enfado y Jeongguk parece bufar por su reprenda.
—Lo siento, no quería importunar. —Hablo con falsa pena, muestro una incomodidad que no siento pero que debo mostrar para crear una ambiente de culpa. —Si quieren puedo irme ahora.
—¡Yugy, no! A Ggukie y a mí nos encanta tenerte de visita. —Taehyung me sonríe por unos instantes, su particular sonrisa cuadrada me parece adorable pero eso no impide que yo quiera quitarle el novio. Debo tenerlo. —¿Verdad, amorcito?
Jeongguk clava su mirada en él, por alguna razón chasquea su lengua y después sus ojos se clavan en mí.
—Sí, que graaan gusto nos da. —Suelta con ironía y no puedo evitar mostrar una pequeña sonrisa, ¿por qué sólo me atrae más?
—En ese caso, ¿quisieran ver una película? Traje algunas botanas y regalos para ambos. —Coloco las bolsas de botanas en la mesa y le dedico una sonrisa al castaño antes de entregarle su plumón empaquetado. —Oh, Jeongguk. No sabía mucho que podía interesarte así que te compré unas botas, espero que te gusten.
Me dirijo a él a pasos lentos, logro rozar su mano cuando le entrego la bolsa y me mira con indiferencia.
—Supongo que gracias aunque no te lo pedí.
Observo como Jeongguk juega con su piercing mientras él tiene sus ojos en Taehyung, lo veo sonreír cuando nota los chillidos de emoción de su novio.
Ah, ¿en serio tenía que tener novio? Dios, Taehyung y él eran tan opuestos. ¿Por qué siquiera salían?
—¡Amorcito, mira! Pinta demasiado bonito, me gusta demasiado.
Tengo que morderme la lengua para evitar soltar una palabrota en frente de ambos pero la cursilería que ven mis ojos es tan iugh, Jeon asiente ante todas las palabras de Taehyung, incluso si son tan tontas.
—¿Ggukie, quieres ver la película con nosotros?—Le escucho preguntarle al pelinegro, rezo porque acepte porque si vine fue para verlo especialmente a él.
Siento que mi cerebro se confunde en cuanto lo veo susurrarle algo al oído, no sé que cosa pero Taehyung asiente y Jeongguk lo toma de la mano.
—Sí, supongo que sí.
Mi sonrisa se ensancha, hoy he salido victorioso. Con suerte, hoy trataré de pegarme con él en ese sofá de manera disimulada.
En verdad me amo.
..
Media hora después.
Estoy aquí esperando como idiota a que esos dos aparezcan, sigo en el sofá y comienzo a aburrirme. ¿Qué tanto hacen esos dos? Me han dejado aquí a mi suerte, ¿cómo se atreven? ¡Es un desaire! Y a mí, ¡A Yugyeom!
La figura de otro chico capta mi atención, él me mira con aburrimiento y pesar, después se acerca para dejarse caer en el sofá libremente.
¿Y éste qué?
—Hola-
—Me gustan las películas de marvel así que ni siquiera intentes colocar chicas pesadas o el stand de los besos, cualquier película cancerígena para adolescentes llorones.
Abro mi boca indignado mientras él coloca su película fea de marvel, vuelva al sofá luego de unos segundos y me arrebata la bolsa de frituras.
—¿Quién eres tú?
—Soy Kim Yoongi, hermano de Taehyung. ¿Por qué?..Oh, vamos, no pongas esa cara de tonto. Es casi lo mismo, sólo que yo soy más alto y me irrito con facilidad.
Genial, me han dejado al hermano gorila de Taehyung.
Maldigo mi suerte y maldigo al tonto rubio que ahora se come los diez dólares de frituras que compre.
—Amorcito, ¿no crees que es grosero dejar a Yugy con mi hermano? Sabes que él es un poco gruñoncito y a veces hace comentarios muy innecesarios.
El pelinegro niega y acaricia la espalda del castañito con suavidad, Taehyung tiene su pierna entrelazada con la de Jeongguk y su cabecita recargada en el fornido pecho de su novio.
—Abrazaría por primera vez a Yoongi si hace un comentario.
La melódica risita del castaño invade la habitación, Jeongguk no puede evitar dejarle un besito en su pequeña naricita.
—¿Por qué no te agrada? Yugy parece un buen chico. —Le cuestiona trazando círculos imaginarios sobre el pecho de su novio, Jeongguk quiere reírse por sus manitas versión minion. Bueno, no tan así pero si eran adorables y pequeñas.
—Sabes que nadie me agrada, bebé.
El pelinegro se sobresalta en cuanto escucha el chillido de su noviecito, arruga su entrecejo angustiado y le mira expectante.
—¡Ihh, me dijiste bebé!
—¿Era eso? Joder, niño. Casi me muero de un infarto, creí que tenías algo.
—Bebé suena muy bonito, deberías decirme más seguido así, amorcito.
El calor sube inevitablemente en las mejillas de Jeongguk, disimula tosiendo falsamente.
—Ah, sí. Yo..Yo ví que esa cursilería se la dicen a sus parejas, no sé si sea tan especial pero si te gusta, lo haré. —Musita en voz baja siendo presa del pánico amoroso, Taehyung se ríe de manera dulce y besa de manera inexperta lo labios de su amado pero eso no importa mucho cuando ambos se quieren.
—Para mí es especial si tú lo dices, hyungie.
—¡Y para mí es especial que me paguen, gracias!
Taehyung es el primero en levantarse, con curiosidad se acerca hasta su hermano.
—¿Y Yugy?
—¿El fresita? Se fue. —Responde el rubio aún con la bolsa de frituras en sus manos, Jeongguk se sienta en la cama y maldice no haberle robado las frituras al tal garrapata llamado Yugyeom. —Se enojó porque le pregunte si no tenía casa o porque estaba en la nuestra.
—Supongo que vienes por el dinero que te prometí.
Yoongi asiente y se acerca a Jeongguk quitándole el dinero con una gran sonrisa victoriosa, Taehyung frunce sus cejitas mientras observa a su hermano.
Más tarde, él le quitaría el dinero para comprar plumones, oh sí.
—Nada es gratis en esta vida, mucho menos si es para ti, ladrón de hermanos. ¡Esto tiene intereses, eh!
El pelinegro abre su boca indignado, Taehyung suelta una risita burlona y lo abraza del cuello susurrándole que lo han estafado.
—...Oh, por cierto, más te vale no estar manoseando a mi hermanito o te corro a patadas.
Yoongi abandona la habitación contento con su dinero, Taehyung y Jeongguk sólo pueden observarse con un gran sonrojo en sus mejillas.
Ah, maldita la bocota de su hermano mayor.
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