𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Y precisamente, ese mentir en sentido de virtud, les había volteado todo a Lauren, Frizzy, Dylan y Thomas. Porque les habían mentido, Louis y Harry les habían mentido a los 4, y ninguno se enteró, hasta que fue demasiado tarde.

    Aquel día de la boda. El 11 de Junio.

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    Todo había transcurrido, de una manera que se podía llamar normal dentro de lo que estaba pasando. Tanto Lauren como el príncipe se tomaron un descanso de las notas que habían decidido acordar también.

    En esos días Frizzy había decidido no asistir a la boda, no creía que le den permiso, no quería ir y ni siquiera tenía algo para ponerse. Louis dijo lo mismo, además de que servía que vaya él ¿Para sufrir más? No lo necesitaba.

    Todo había tenido un fin allá en la biblioteca, y Louis ya se estaba recuperando. Todos estaban disimulando y ayudándose en secreto, por eso mismo lo de Lauren y Thomas también se había tomado un descanso. Era necesario.

    Y dentro del enredo que ya era todo en general. Por fuera por dentro y como todo se complicaba todo cada vez mil veces más como presagio de que eso solo era el inicio. Pensar o querer pensar que al menos estaban estables era al menos esa ilusión que necesitaban mantener para estar mentalmente bien.

    Pero después de ese tiempo, cuando llegó el 11 de Junio.

    Louis no apareció en la cocina.

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    Fue extraño, y lo primero que se pensó es que llegaría tarde, o que tal vez estaba enfermo. Solo habría que esperar a que alguien diga algo.

    Fue cuando las cosas se volvieron preocupantes de repente, porque de la nada varios minutos después, el mismo compañero de habitación de Louis, ese muchacho llamado Desmond, fue a preguntar si estaba ahí, porque no lo había visto al despertar y pensaba que se fue en la madrugada.

    —Ah, donde está ese muchacho ¿Le encanta perderse a caso? —Dijo Octavia ya estresada por todo lo que terminaba pasando cada día.

    Se sugirió que se lo busque en el baño, pero tampoco estaba.

    Incluso llegaron a preguntarle a Frizzy y a Lauren si sabían algo. Pero las mismas, igual de confundidas no sabían nada, incluso el día anterior la habían pasado juntos normalmente. Aun así la pregunta tan repentina las asustó un poco.

    Más porque en un momento de verdad nadie sabía dónde se había metido Louis.

    Lauren pensó que claramente por ser ese día el de la boda del joven Harry había de estar tremendamente afectado como ese día del baile. Tal vez estando solo en una parte del castillo, intentando tranquilizar y desahogar su dolor para que nadie más lo vea y nadie si quiera relacione ambos temas.

    Posiblemente solo necesitaba estar solo.

    Pero a ese paso inventarse cualquier cosa seria difícil. Más porque ahora parecía haberse escondido mejor que la otra vez.

    Y porque lamentablemente aquel día de la boda también había llegado más rápido de lo que todos se imaginaban. Como un segundo, cuando en realidad había pasado más de una semana de aquel último encuentro de la biblioteca.

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    Claramente como jefa de cocina Octavia estaba estresada y molesta, Louis era bastante importante y no saber donde se metió ahora claramente afectaba el orden del trabajo en general.

    Lo mando a buscar pero nadie lo encontraba.

    No apareció por horas, y la preocupación al respecto empezó a crecer. Ya se estaba volviendo raro.

    Y por más de que Lauren y Frizzy puedan saber porque se había ido a esconder, que probablemente se sienta muy triste y necesite estar solo. Que de verdad no aparezca después de las horas que pasaron era preocupante.

    No querían que se quede tan solo o que simplemente se ausente al trabajo porque sería más difícil para el explicar las cosas cuando vuelva, de como inventar algo frente a Octavia.

    De verdad esperaban que este bien, ambas no podían sumarse a buscarlo porque no les iban a dar permiso.

    Solo tenían que esperar.

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    De repente los muchachos que salieron a buscarlo regresaron diciendo que no había ni el mínimo rastro. Ya habían ido por todos lados.

    Las horas seguían pasando.

    Claramente el príncipe y la familia Real eran invitados a la boda teniendo un balcón propio diferente al de los demás invitados. Y por lo que sabían los únicos que iban a poder asistir eran el príncipe y su consejero, a la princesa no la dejaron salir, la Reina se quedaría con los invitados y obviamente con la señorita Lea y el Rey estaba demasiado ocupado resolviendo todo lo que pasaba en el Reino.

    Así la hora de la boda llegó, y Louis no llegaba. Octavia ya estaba empezando a impacientarse.

    Nadie pareció relacionar los eventos. Pero Lauren empezó a asustarse, también se estaba preocupando y quería pensar que era de más.

    Volvieron a buscar a Louis, pero el nuevo grupo de mayordomos regreso incluso más frustrado, habían ido a todos lados incluso le avisaron a otros sirvientes.

    Lauren recordó las palabras del compañero de habitación de Louis, que no estaba cuando despertó y que por eso pensó que se fue antes. Que por lo demás todo estaba en orden, sus cosas, su ropa, todo. Que se le hacía extraño que no esté.

    Pero se asustó. Definitivamente ya no sabía que estaba pasando.

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    Y como si ese descanso de los enredos y las desgracias, hubiera sido solo eso. Un descanso. Las cosas tomaron un rumbo tenebroso, que marcó lo que iba a pasar como esa señal, para que se den cuenta, que Louis había estado mintiendo a la perfección.

    Porque en lo que supuestamente era la duración de esa boda, poco tiempo antes del almuerzo, y casi de manera violenta, dos guardias llegaron a las escaleras que daban ingreso a la cocina, y cerraron la puerta con llave en un momento tan rápido que fue difícil para todos reaccionar a tiempo.

    Los habían encerrado a todos adentro.

    Octavia fue a golpear la puerta exigiendo una explicación pero nadie respondió de vuelta, a pesar que se notaba que aquel par de guardias seguía fuera. Solamente vigilando.

    Hubo confusión y desesperación ¿Por qué de eso? ¿Por qué encerraron a todos los sirvientes de la cocina en la misma así sin más? Sin hablar, sin explicar y de esa forma que sí llegaba a asustar.

    Por más de estar pidiendo y pidiendo a los guardias de fuera una explicación al menos, no dijeron absolutamente nada.

    Nadie entendía que estaba pasando de repente.

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    Y así, sin ninguna opción, sólo les quedó esperar. Y así pasaron más horas.

    Lauren y Frizzy seguían muy preocupadas por el paradero de Louis, si volvía en esos momentos seria muy mala suerte para él. Aunque en verdad nadie sabía dónde estaba. Y eso asustaba mucho, para la cantidad de horas que pasaron hasta el momento.

    Cualquier bulla de arriba, de la sala o del comedor no existía, al parecer estaban dejando varios ambientes vacíos, algo había pasado.

    Y el mal presentimiento al respecto hizo que todos en la cocina guarden el mismo silencio.

    Sin saber nada de lo que pasaba, todos estaban muy asustados.

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    Una hora más tarde, el terror fue peor, porque los pasos de arriba sonaron al fin, y por el silencio que todos guardaban se llegó a escuchar.

    Gritos desesperados del consejero y del príncipe que parecían ser arrastrados por varios guardias que eran los que los habían traído.

    —¡No es justo por favor! No es justo—Se lo escuchó decir.—Yo también sabía, yo también sabía —Pareció acusarse a sí mismo.

    Todos quedaron totalmente helados. Más por el eco, debido al silencio. La cocina estaba exactamente abajo de donde se daba aquella escena.

    —Su majestad, joven Dylan callense por favor. Los pueden condenar también, el castillo se encargará de que no, por eso se los ha sacado de ahí. Solo por favor. —Se escuchó la voz de un guardia tratando de ponerse.

    Se notó más que los estaban arrastrando a ambos. Lo siguiente fue difícil de escuchar porque la cocina empezó con murmullos de la gente asustada, aún así todos se mandaron a callar entre todos. Y llegaron a escuchar lo que hizo que todo cobre sentido y tenga relación, al menos para los sirvientas de ahí.

    —Por favor, no les hagan nada. —Se escuchó al príncipe rogar.

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    Y como si todo hubiera conectado, el pánico de Frizzy y Lauren claramente se notó en todo el ambiente. Nadie lo entendió y eso los asustó más. Más aún cuando Frizzy se echó a llorar desconsoladamente y Lauren tuvo que sostenerla en sus brazos a pesar de que estaba temblando.

    Las dos habían entendido.

    Louis se había escapado. Les habían mentido a los 4, cualquier cosa que haya pasado en la biblioteca se había terminado convirtiendo en un plan de escape del que solamente los dos sabían

    Plan que se daba justo en el día de la boda, plan que obviamente no habían preparado, que solamente se había dado al que solamente se habían aventado. Plan en el que tal vez se inspiraron en Thomas y Lauren, y claramente lo escondieron bien, pero no lo pensaron absolutamente. Solo decidieron irse sin más, sin pensar en nada, en un día mal planeado, un día que no tenía estrategia. Y sobretodo mintiendole a los que sabían.

    Les habían mentido para no involucrarlos, para no seguir arrastrándolos en ese crimen. Ellos no querían, se sentían mal. Por eso no les habían dicho, a pesar de que así como ellos lo hacían con la otra pareja, todos los que sabían su situación lo ayudarían de corazón. Pero eso les daba mucha culpa y vergüenza, por eso mintieron.

    Y podían irse en verdad, hubiera sido hasta lo mejor, si hubieran tenido tiempo, si literalmente lo hubieran planeado bien, si hubieran tomado precaución, si hubieran pedido ayuda. Más aún sabiendo que todos querían ayudar. Pero entendiendo que por lo diferente de su situación, les daba vergüenza pedir ayuda.

    Pero aquello era de lo más trágico que había sucedido, algo que al menos en la cocina sólo Lauren y Frizzy habían entendido. Haciendo que todos estén más asustados y sin saber nada.

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    Eso hizo la bulla de la cocina estallar. Lo de arriba dejó de sonar, porque sólo por el sonido podían saber que los guardias que traían al príncipe y a su consejero, se los habían llevado. Mismos jóvenes que se habían echado la culpa de saber la situación solo a ellos mismos. En un intento de proteger a Louis y a Harry.

    Porque era obvio que el gran problema era que los habían encontrado, que en algún punto Thomas y Dylan quisieron ayudar a parar la persecución, que ahí se los llevaron. Para que no digan nada, para que no se expongan.

    Habían descubierto a la pareja de muchachos de alguna manera y los iban a perseguir hasta encontrarlos. La iglesia los iba a condenar, los iban a matar.

    Los arrestarían, juzgarían y matarían. Eso fue lo primero que llegó a la mente de ambas sirvientas a penas todo cobro sentido para ellas.

    Frizzy no podía parar de llorar desconsoladamente hasta el punto de sentir que se iba a desmayar. Lauren hacia lo mejor por sostenerla pero estaba igual de asustada. Igual de horrorizada, igual de cerca de un colapso emocional.

    Gente absolutamente perdida por lo que pasaba por todos lados, lo que habían escuchado de arriba y ver lo que sucedía ahora en cocina. Obviamente se quisieron acercar a ambas, ver que pasa para que "Frizzy llore tan de repente y sin razón" quisieron consolar, hacer algo, pero a penas se acercaron. Lauren los alejó a todos de casi un grito, no quería que sofoquen a Frizzy, y no quería que nadie a quien no le tenía la suficiente confianza se atreva a tocarla a ella.

    Claramente eso dejó más confundidos, aturdidos y asustados a todo el mundo. Y a pesar de que las dos sabían que tenían que guardar silencio, seguir sin hacer nada, pretender que no sabían, protegerse de esa manera, para fingir que no sabían.

    Pero simplemente eso no se podía ¿Cómo iban a hacerlo sabiendo que los estaban persiguiendo? ¿Que posiblemente ya los atraparon? ¿Que los iban a matar?

    Eran sus amigos, e independientemente de que si su plan fue malo, que no pidieron ningún tipo de ayuda y que les mintieron olímpicamente, para protegerlos según su pensamiento. La idea la muerte de ambos era insoportable. El dolor se sentía físico, era imposible pretender que no sabían, se trataba de gente que conocían, de gente especial para ellas. La mínima idea de que algo les pase era terrible, y llegar hasta la muerte era un dolor tan fuerte, que no se podía comparar a nada en el mundo. Ni siquiera llorando todos los mares, gritando al cielo y clamando a Dios podían aliviar su dolor, clamar por justicia. Inglaterra del siglo XIX también las mataría a ellas.

    No podía estar sucediendo. No podía ser que vayan a condenarlos a muerte, que la iglesia haga pública su muerte. No podía ser que vayan a morir. No los podían matar. Nada de eso podía ser verdad.

    Las cosas no podían estar tan mal, después de todo lo que ya había estado tan mal ya, no podían soportar tantos castigos seguidos, este era el peor.

    Frizzy no lo iba a soportar, Lauren jamás lo superaría ¿De verdad Dios estaba en contra de Louis y Harry? ¿Su supuesto pecado los estaba reclamando? Dios a caso los había abandonado.

    Tenía que ser una pesadilla, la muerte no podía perseguirlos a ambos, no después de todo por lo que habían pasado. Fuera del pánico que le haya tenido Lauren a la muerte misma y lo siga haciendo, ahí sosteniendo a su amiga desconsolada y estando ella desconsolada también miró hacia arriba y le pidió a Dios que se la lleve a ella, que no se los lleve a los dos. Que ella entregaba su vida a cambio. Lo rogó.

    Louis y Harry no podían morir.