𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    —Me las arreglé para hablar con Louis. —Continuó Frizzy ante el hecho de que Lauren había enmudecido por completo. —Estaba muy asustada. Y pues nos la arreglamos para hablar en un pasillo, ese es otro tema. —Sacudió la cabeza. —Louis me dijo que tu sabias, que ese día que lo encontraste en el baile te contó, que lo consolaste y guardaste el secreto sin problema. Me tranquilizó muchísimo saber eso en verdad, entendía muy bien porque no me dijiste es obvio, es la vida de Louis. No contarme ni de cerca era lo mínimo que tenias que hacer. Y lo hiciste. Gracias, de parte de Louis sobretodo y mía también. —Dijo. —Me dijo que en su invitación el joven Harry decía que iba a llegar el primero de Junio, en una semana a penas, por esa reunión que dice, que quería verlo para decirse adiós. Que le dijo que podían encontrarse Para pedirse perdón. Por última vez, era la última oportunidad. Que solo, por favor. Que podían reunirse a las 8:00 am en la biblioteca porque estaba vacía —Dijo muy apenada. —Louis estaba muy asustado por mi reacción. Igual que seguramente el joven Harry. A mi no me molesta, si te soy sincera yo siempre supe que el joven Harry no tenía ojos para amar a una muchacha, eso jamás cambiaría lo que es. Ni lo hará. Lamentablemente casi nadie piensa así, y la gente que lo hace, como tú o como yo, está condenada también por nuestra religión. Me puse muy sensible, más por el miedo de Louis, me eché a llorar, ya sabes lo llorona que soy. Lo abracé. Louis me contó que Harry le había dicho al príncipe también, que el joven Dylan había sido también quien había ocultado varias cosas—Informó sosprebdiendo a Lauren también. Comprobando que todos también estaban conectados por algo superior que aún no entendían. El príncipe no había mencionado absolutamente nada al respecto obviamente, por respeto. Ni Lauren sabía que él sabía, ni él sabía que Lauren hacia lo mismo.

    Había algo que a todo ese círculo. Los unía, algo que los había conectado. Que los había hecho conocerse en primer lugar. Algo que los hacía a cada uno protagonista de una historia importante, única y relevante.

    Y siempre eran los mismos, Lauren, Frizzy, Thomas, Dylan, Ava. Los cinco. Para diferentes situaciones, diferentes conflictos, siempre estaban ahí, y no era sólo por suerte misma. Porque era por algo, siempre era por algo. Había una gran razón detrás, algo por lo que les pasaba lo que les pasaba, o porque terminaban metiéndose a los enredos en los que se metían. Voluntariamente o no.

    Algo había elegido a Lauren. Algo había elegido a Frizzy. Y no lo entendían aún, tal vez ni siquiera lo harían en un futuro. Pero estarían ahí igual.

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    —No sé cómo vayan a salir las cosas el 1 de Junio. —Aún siguió Frizzy. —Pero claramente yo voy a ayudar. Tengo qué, en verdad. Hablaré con Louis ya veré qué hacemos pero ellos también necesitan ayuda para su propia historia. Lo único que quieren es despedirse. Por lo que hablé con Louis, solo es una despedida. Es lo último que les queda, no sé si seré la única que ayudara ese día o si el príncipe hará algo también. Pero si tu puedes o quisieras ayudar también.

    —Por supuesto que cuentan conmigo—Dijo Lauren interrumpiendo sin querer a su amiga. Ella también estaba dispuesta a ayudar en ese encuentro, quería hacerlo, era lo que ambos merecían al menos. Un último momento, eso era lo único que querían. Absolutamente eso no podía ser negado. Y si podían ayudar lo iban a hacer.

    Frizzy botó bastante aire. —Dios, no sé en cuantos enredos nos estamos metiendo, siempre en algo tenemos que ver las dos. —Suspiró intentando bromear un poco. Aunque claramente estaba sensible y apenada.

    —Por algo será. —Dijo Lauren. —Pero cuenta conmigo. En cada uno de esos enredos. —Le prometió. Haciendo un esfuerzo por sentarse en su cama a pesar del fuerte resfrío. Al sentarse extendió su mano hacia el costado, hacia la cama de su amiga. —Estamos juntas en esto y todo. Hasta el fin del mundo. —Ofreció su mano, para que Frizzy pueda estrecharla.

    La morena no lo creyó unos segundos, pero con ese mismo suspiro estrechó la mano de su amiga, y más que un apretón de manos, fue más sostenerse de las muñecas como una especie de lazo. —Hasta el fin del mundo. —Confirmó Frizzy.

    —Y no lo olvides. —Le dijo Lauren, y se soltaron después.

    Frizzy asintió más tranquila. Y volvió a suspirar.

    —Tenemos que hablar con Louis mañana y todos estos días.—Dijo Lauren, Frizzy asintió. Ambas estaban de acuerdo. —Ayudar en todo lo suficientemente bien hasta el 1 de Junio. La nota que ha escondido en las invitaciones es literalmente desesperada. Lo que podemos hacer es poco, ayudarse a decirse adiós. Tenemos que hacerlo.

    — Lo sé. Yo ayudaré con cualquier cosa. Pero así como tu situación con el príncipe, tenemos que hacerlo bien. Aunque esto es muchísimo más pronto y sí tiene fecha. Además es una despedida. —Dijo y entonces pareció iluminarse y recordar una cosa nueva por completo. —Me estaba olvidando de decirte. —Dijo de repente. —También hablamos de lo del príncipe, del plan y eso. Fue como tu dijiste que debía ser todo de manera superficial sin decir nada del secreto, tuve muchísimo cuidado. Así que de ese lado ya está. Louis está más que de acuerdo, se sorprendió un poco. Pero está de nuestro lado, en cualquier sentido y cualquier final. —Contó también. Eso cambio bastante el sentimiento de las cosas trayendo de nuevo un poco de esa positividad. —Todos estamos para todos. En un buen sentido, eso es lo más reconfortante. Todos nos ayudaremos. No se si solo por darle la contra a todo el mundo. Pero todos estamos defendiendo algo de lo que estamos a favor.

    —Y eso vamos a hacer. Por eso nos vamos a ayudar todos. —Dijo Lauren ya más tranquila.

    Ambas se estabilizaron también, y suspiraron al mismo tiempo.

    Las cosas estaban poniéndose mil veces  más difíciles a cada día, a cada minuto y a cada segundo. Miles de adversidades, miles de miedos y malos finales.

    Y se iban a enfrentar a todo eso. Con el miedo y todo.

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    El día siguiente Lauren tuvo que regresar como si nada, aunque claramente su gripe estaba igual que el día anterior. Solamente se tenía aguantar y así pasar la jornada.

    Tenía bolsas debajo de sus enormes ojos, que al mismo tiempo estaban algo hinchados. Su cabeza también la estaba matando, y su nariz estaba tupida y roja. Y así tenía que trabajar.

    Así regresó a la cocina.

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    No fue la gran cosa regresar después de un día, a nadie le importaba. Aun así se notaba su estado enfermo pero tenía que trabajar, como cualquier día.

    Frizzy se preocupó porque Lauren ande tocando agua fría estando enferma, pero no importaba tenía que trabajar. Esperaba no ponerse peor, sabía que el agua fría podía pasarle obviamente más frío, pero esperaba tener suerte.

    Tanto ellas como Louis disimularon buen cualquier cosa. Pero los tres sabían que estaban al tanto de las situaciones en viceversa, que ya iban a encontrar un hueco para coordinar las cosas. Pero al estar conscientes de que los tres sabían, sin necesidad de decírselo expresamente hasta el momento, era suficiente. Porque cada quien estaba a favor y dispuesto a ayudar al otro.

    Y posiblemente esa confianza, esa manera de pensar compartida, noble y hasta avanzada para la atrasada época en la que les había tocado vivir, era uno de los factores que les había permitido crear esa red, un factor por el que aquel destino o fin superior que ninguno entendía los había elegido. Los había hecho conocerse, protagonizar sus diferentes realidades, milagros, e historias.

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    Ya en el almuerzo cuando los sirvientes se encontraban, vino Finlay a saludar a Frizzy como siempre solía hacerlo. Lauren y Frizzy dijeron que Louis también sabía, y el jardinero se tranquilizó, informándoles a los tres secretamente que ya le había entregado la nota al príncipe, que este recién mandaría respuesta, porque estaba ocupado.

    Con eso los tres estuvieron más tranquilos. Al estar en una conversa privada los tres amigos después del retiro del jardinero después de su aviso.  Pudieron conversar de manera secreta de un par de cosas. De cómo Louis al final había aceptado esa despedida. Que a pesar de estar dolido. Sabía que era su última oportunidad, lo último que le quedaba.

    Frizzy y Lauren prometieron cubrir cualquier cosa. Louis estaba asustado al  respecto, pero ambas sirvientas estaban más que decididas, también querían ayudar, lo iban a hacer.

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    Los días siguientes cambiaron de sentido y de rumbo. Pero porque lo tuvieron que hacer. Porque ese primero de Junio era importante.

    Era obvio que necesariamente no invitaban a Frizzy y a Louis a la boda de manera tan simple. Todo había sido un plan de Harry para pedir ayuda. Ya que también sabía que sería poco probable que les permitan ir, por la dureza del trabajo, por que no creía que puedan darles permiso o que puedan asistir de por si.

    Aún así de todas formas la invitación estaba hecha. Para Frizzy y para Louis, esa boda ya tenía fecha. Louis y Harry no tenían otra opción que decirse adiós, eso habían decidido.

    Ahora tenían que organizar las cosas respecto a ese tema en especial. No podían responder nada al joven Harry porque claramente el no estaba en el castillo como para mandarle una nota de vuelta.

   Entonces. Al conversar con Louis. Lo mejor era decidir eso en las notas que Lauren y el príncipe se mandaban a escondidas. Louis estaba de acuerdo en eso, y así se dio.

    Los días siguientes, en las notas que intercambiaron en secreto, Lauren y Thomas también se terminaron enterando que cada uno por su lado sabía la situación del joven Harry y de Louis, Thomas lo sabía desde el lado de Harry, Lauren del lado de Louis. No intercambiaron opinión sobre la coincidencia de hacerlo, no era necesario y no tenía que ver.

    Esos días todo había tomado otro rumbo. Una especie de tiempo necesario para ayudar a otros. A dos personas que también merecían amarse. Que solo se querían despedir.

    Thomas se encargaría de hablar con Harry a primera hora del primero de Junio. Decirle que si podía estar bien. Dylan también estaba metido en el tema, Thomas y el eran igual de Unidos que Frizzy y Lauren. Estarían juntos para cualquier cosa también, el consejero iba a despejar a todos los guardias de cerca y de la biblioteca

    Thomas iba a llevar a Harry con la excusa de hablar en la biblioteca. Louis se iba a inventar estar mal para decir que iba a ir al baño. Lauren y Frizzy iban a romper un plato por "accidente" donde Lauren pretendería cortarse la mano. Por lo que ambas irían a enfermería supuestamente.

    Tenía que salir bien. Para que nadie sospeche Louis y las chicas iban a salir en tiempos diferentes, en un intervalo creíble de tiempo. Con Louis saliendo primero. Al regreso tampoco podían hacerlo juntos, iban a regresar en desorden, Lauren primero "ya curada" con una venda que también se iba a poner para seguir con aquella farsa necesaria. Louis que regresaría después de sus "malestares" y al Final Frizzy, que se había encontrado con Louis en los pasillos. Y regresaron.

    Todo tenía la mentira y un plan alcanzable. Lo tenían que lograr. Por algo el intercambio de notas contenía detalle de los planes. Lauren y Thomas tomaron un descanso de sus propios asuntos ya sabidos, por colaborar de todo buen corazón con esas dos personas. Quienes también eran especiales y apreciaban mucho.

    Finlay fue mediador de todas las notas, sin saber que el contenido de las mismas habían cambiado toda esa semana con una situación de la que el no sabía. Porque claramente el jardinero en esos casos no formaba parte de los enterados de la situación de Louis. Suficiente sería para el joven jardinero saber todo lo que sabía, aunque comparado con los demás no sabía nada.

    El estaba ayudando a Thomas y a Lauren de buen corazón. No podían arriesgarlo a más cosas. Cosas a las que estaban atados los demás.

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    Toda la situación de Louis paraba la de Thomas y Lauren, tenía qué. Porque ellos no tenían tiempo, la situación de Lauren y Thomas tenía tiempo, dentro de todo. Y era diferente en muchos sentidos.

    Podían dejar de lado su situación, porque recién estaba empezando. La de Louis ya había avanzado, demasiado. Y tener un final digno era lo mínimo que merecía. Y si ellos mismos no lo podían tener por tener prohibido el derecho de amar catalogandolo como crimen religioso y crimen en general. Si todo el mundo estaba en contra de dos jóvenes que no tenían la culpa de amarse, al menos 4 personas, Thomas, Dylan, Lauren, y Frizzy. 4 personas que vivían también sus propias historias. Podían ayudar. Podían hacer algo.

    Eran esa gente joven y nueva que pensaba de manera revolcionaria para sus tiempos. Gente a la que castigarían por eso. Pero así mismo gente dispuesta a hacer de todo, gente que había pasado de todo, para poder por fin tener la fuerza de defenderse a sí mismo, defender lo que creian cierto y defender a los demás quienes apreciaran, porque también era importante.

    Y si en verdad todo iba mal y no se podía, al menos lo tenían que intentar.