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XLIV

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Todo ese día Lauren se sintió mal, no recordaba haberse enfermado de esa manera hace bastante tiempo.

    No le gustaba tener gripe, su nariz se tupia demasiado, le dolía mucho la cabeza, y a parte del malestar de su cuerpo, le ardían los ojos.

    La misma actividad de su cuerpo le pedía levantarse de la cama y hacer algo. Pero su malestar ganaba. Aumentando que el clima era frío. Se sentía peor.

    Solo se levantó para ponerse el suéter encima de la ropa de dormir. Para algo de abrigo. Y sin remedio tuvo que volver a la cama.

    Tenía que aprovechar ese único día de descanso que le dieron. Sabía que no era ni lo mínimo para si quiera recuperarse, pero descansar podía ayudar en algo al menos.

    Estuvo sentada, porque echarse hacia que su cabeza duela más. Felizmente tenía bastantes pañuelos de tela limpios, los uso para su nariz. Que terminó hasta roja e irritada por tantas veces que uso los pañuelos para limpiarse.

    Quiso intentar dormir. Pero claramente era imposible. El dolor de cabeza y la nariz tupida no se lo iban a dejar.

    A nadie le gustaba enfermarse.

[•••]

    Intentó leer, pero no podía concentrarse. Intentó releer por milésima vez Moby Dick. Y también Intentó volver a leer cartas antiguas de sus amigos del pueblo, en algo debía distraerse si en verdad no podía dormir.

    Aun así no podía concentrarse.

[•••]

    En un momento, quedo entre recostada y sentada en su cama. Con los ojos cerrados pero no dormida. Intentando engañar a su cuerpo de esa manera para ver si así reposaba un poco.

    Y así estuvo bastante tiempo, mientras sentía el ceño fruncido debido a la dificultad para descansar. Y tenía que limpiar su nariz de tanto en tanto. Que para ese momento del día ya ardía también.

[•••]

    Tocaron la puerta ya en la tarde. Por lo del almuerzo. Lauren espero que hayan permitido a Frizzy venir, pero si hubiera sido ella no hubiese sido necesario que toque la puerta. Así que lamentablemente supo que no era ella.

    Aun así aviso a la persona de afuera que podía pasar sin problema. E Intentó ponerse de pie para recibir lo que le vayan a traer.

    Se llevó una buena sorpresa al ver a Louise, que le sonrió a penas la vio con una sencilla bandeja de madera con un pequeño recipiente con sopa de pollo. Y una infusión al lado.

    Louise se negó a dárselo así solamente. Dijo que estaba bien que le sirva, que no se preocupe. Que tampoco se apresure por regresar las cosas a la cocina ella al siguiente día o lo que sea, porque como estaba mal Louise ofreció a acompañarla ya que a Frizzy no le habían dejado por temas de trabajo.

    —Todos ya almorzamos, te acompaño a que comas algo ahora. Es normal servirte porque estás mal, pasa cuando otros se enferman también. No pasa nada estamos para ayudarnos entre empleados.—dijo amablemente la mujer.

    —Muchísimas gracias. En verdad.—puedes sentarte si lo deseas, tenemos una banca pequeña. Pero puedes sentarte en alguna cama, no creo que haya problema.

    —Frizzy me lo dijo. Gracias a tí. Ahora solo siéntate en tu cama. Prepararon una sopita de pollo hoy por suerte. Y Octavia te manda tecito con limón y miel, dice ella que hace muy bien. Te lo puedo afirmar, cuando me enferme hace tiempo también me trajeron esto y me sentí mejor.

    Lauren volvió a su cama bastante débil. Pero le causó ternura la forma de hablar de Louise. Se sentó en su cama cubriéndose con las sábanas hasta la cintura. Recibiendo la sencilla bandeja con firmeza para que Louise no se esfuerce en acomodar nada, eso se le haría raro.

    Louise se acomodó el uniforme y se sentó en la cama tendida de Frizzy de manera educada, para acompañar a Lauren. Una vez más la sirvienta se lo agradeció. Sin poder evitar que sun estornudo salga de ella después, llevando el rostro a un lado y cubriéndose con el brazo. Para no ser maleducada. Se disculpó. Louise dijo que no había ningún problema.

    —Tu nariz está muy roja, ten cuidado en hacerte algún tipo de herida después de limpiarte tanto. —Aconsejó.

    Lauren asintió e intento comer, claramente le perdió el gusto a la comida. Pero necesitaba comer de todas formas.

    —¿Estuviste tocando mucha agua fría o algo? —Preguntó amablemente.

    —Posiblemente. No lo sé. No me enfermaba hace tiempo. Tal vez por eso. —Respondió. Comiendo la sopa caliente. Disimulando su respuesta.

    —En la cocina se nota que no estas—bromeó la mujer. —Como que necesitamos a alguien que nos mire feo y así. —Rio.

   A Lauren también le causó gracia. —Lo siento, si miro mal a alguien no es con intención. Me da pena decir que así es mi cara, lo siento mucho.

    Louise rió. —No pasa nada. Aunque hay gente que sí se lo merece.—Bromeó.

    Lauren no supo que responder pero también aquello causó gracia en ella.

[•••]

    Intentó comer todo lo que pudo, algo rápido también para no retrasar a Louise en ningún sentido. Que era tan buena para decidir acompañarla al menos en esos minutos. Así también economizaría tiempo para tomar aquel té con miel que Octavia le había mandado de buena intención.

    También lo tomó. Se aseguró de tomar todo. Lo hizo rápido también a pesar de que el té estaba sumamente caliente. Así era mejor.

[•••]

    Acomodó todo en la bandeja por Louise, ya que era con lo mínimo que podía ayudar. Le volvió a agradecer por ser tan amable mientras la misma negaba llevándose la bandeja esta vez. Estaban para ayudarse.

    De todas formas cualquiera que se enfermaba solo podía "descansar" un solo día. Hasta menos. Había que aprovechar.

    Se despidieron con Louise llevándose la bandeja de regreso a la cocina, Lauren repitiéndole el agradecimiento tratando de que su malestar no quite que podía ser amable con ella en ese momento. También se lo debía.

[•••]

    No supo si fue psicológico o si a su cuerpo simplemente le dejo de importar. Pero después de unas horas de aquella comida y sobretodo ese té con limón y miel, se durmió.

    Haciendo que por un par de horas al menos pueda descansar. No pudo hacerlo bien de todas formas, la gripe era molestosa, aún así de que al menos descansó un poco lo hizo.

    Y de que sirvió de algo también.

[•••]

    Despertó horas después. Pero no cuando todos habían llegado, porque aún faltaba tiempo.

    Despertó en lo oscuro, y prendió su lámpara para esperar a su amiga desde su cama. Aún intentando al menos permanecer recostada.

    No sabía cómo se las iba a arreglar el día siguiente con tal resfriado. Pero ya lo vería, tenía que seguir trabajando.

[•••]

    Cuando Frizzy por fin llegó la misma estaba agotada. Pero se intereso en preguntar como estaba Lauren. La misma dijo que mal obviamente pero que no había problema, se aguantaba.

    Frizzy dijo que tenía mucho que contarle, pero Lauren le dijo que se cambie y se aliste primero para que este más cómoda y así Frizzy lo hizo, diciendo que todo lo que había pasado ese día no se lo iba a creer. Que no había pasado nada malo, o eso pensaba ella, por eso necesitaban hablar. Era importante.

    Lauren no se preocupó pero si se puso curiosa, claramente sería importante escuchar cualquier cosa que haya sucedido, insignificante o no.

    Frizzy terminó de cambiarse y guardar su uniforme en el armario para el día siguiente. Se abalanzó a su propia cama como lo hacía siempre, disfrutando el rebote que tenía en la misma. Para luego meterse a la misma, sentarse y cubrirse hasta la cintura. Y prender ella también su lámpara para tener más iluminación en su habitación.

[•••]

    —Ya bueno, te cuento. —Dijo la morena mientras se pasaba las manos por el pelo. —Primero, como nos enteramos que el príncipe estaba agripado también, todos le tomaron importancia a eso, y como tu también estas resfriada, pues no pasó nada, al menos de como yo lo vi. Solo era una coincidencia y ya. Le di la nota a Finlay explicándole que te enfermaste feo hoy. Dijo que no había problema, que el le daría la nota al príncipe inventando alguna excusa para visitarlo en su habitación y darle la nota, porque el también estaba resfriado y eso. Nadie se dio cuenta, solo Louis porque nos cubrió. —Contó, y aquello tranquilizó mucho a Lauren. Que mientras escuchaba tuvo que volver a limpiar su roja nariz, debido al resfriado y la nariz tupida—Y ahora eso es lo normal, lo que salio todo bien y todo bonito y perfecto hasta el momento. —Hizo una pausa. —Aquí viene lo que te tengo que contar, y escúchame bien, porque ni yo me lo creí a un inicio. —Suspiró. —Antes de la cena, vinieron guardias a la cocina, todos nos extrañamos. Fue raro, yo me asusté. Pero más cuando los guardias nos hablaron a mi y a Louis, que susto. Y mira. —Dijo sacando algo de algún lugar, Lauren al estar tan resfriada y echada en su cama no pudo ver de dónde rayos sacó algo, pero lo hizo. Era una invitación, una lujosa con un lazo de tela rojo incluso, se lo mostró a Lauren a la distancia. —El joven Harry se va a casar en dos semanas. —Dijo casi incrédula. —"En vista del matrimonio del joven Harry Edward Steele, hijo del gran Duque de Inglaterra, y la señorita Jeanne Mongeau-Beamount, nieta del vizconde Beamount de Lancanshire, se invita cordialmente a la señorita Jocasta Morwenna Godwin a la celebración de este acto nupcial próximo al 11 de Junio del presente año 1881, en la capilla de Southwark en Londres, a las 11: 00 a.m, esperamos su asistencia"—Le leyó la invitación. —Louis recibió lo mismo. Solo que con su nombre. —Aclaró.

    Y no supo porque pero a Lauren le dolió aquello. Empatizando de repente con un dolor que Louis había de tener ¿Qué necesidad de invitarlo a él a caso lo querían ver sufrir? No pudo evitar suspirar muy frustrada ante la noticia.

    —Y ese es el inicio del chisme—continuó Frizzy. —Porque es raro invitar a un par de sirvientes a una boda tan elegante, eso es más que obvio. Pero por como corrieron los rumores, y tu sabes como es la gente en la cocina, nos enteramos de todo en menos de una hora. —Respiró—La familia de la novia no estaba de acuerdo. Como que era ofensivo para ellos, pero ahí el joven Harry que insiste e insiste, el Gran Duque decidió cumplir su deseo de tener más invitados de los que él quiera, porque claramente es un compromiso arreglado, supongo que el Duque Edward quería darle algo último antes de que oficialmente se case ya sabes. —Dijo apenada también pensando en aquella familia para la que había salido trabajar antes de llegar a castillo. —Por eso nos han invitado, seguro estarán también los otros sirvientes de la casa del Duque, o los que el joven Harry haya querido invitar. De todas formas todos trabajamos ahí por un buen tiempo. Jamás me habían invitado a una boda de la alta sociedad, es un mundo al que no pertenezco. —Dijo. —Ni siquiera tengo algo decente para ponerme, ni siquiera sé si podré ir. No sé si me va a gustar ver al joven Harry casarse por obligación. —Dijo sinceramente apenada.

    Lauren la comprendió por completo. No esperaba ese tipo de noticia, también le apenaba bastante, por el joven Harry, por Louis sobretodo persona de quien sabía todo eso que le había contado en aquel baile donde había estado muy apagado. No se imaginaba como debía se estar ahora, cuan fuerte había tenido que pretender ser.

    Sinceramente también se sintió muy triste.

[•••]

    Frizzy iba a seguir hablando. Al parecer de algo mucho más difícil por lo que respiró. —No entendí porqué Louis estaba tan enojado de repente. Se puso demasiado triste, en una manera muy diferente a la mía. Y no entendí hasta descubrir que el joven Harry, había escondido algo en mi invitación—Dijo con su mano temblando de repente al sacar un papel escondido dentro de la invitación también, uno bien doblado para que no se note que estaba ahí. —"Querida Frizzy, te escribe Harry en un momento desesperado donde solamente tú puedes ser mi ayuda. Escondí esta nota mientras nadie veía. Pero necesito tu ayuda, eres la empleada más fiel que ha tenido mi hogar antes de irte de castillo, y sabes muchas cosas de mi." —Frizzy tomó aire para seguir leyendo.  —"Será sabido que mi compromiso es arreglado. Y no tengo mas remedio que casarme, aún así, necesito confesar que necesito hacer algo, intentar algo. Me aseguraré de que recibas la invitación junto a Louis, el también tiene una nota oculta en su invitación como tú. Si no lo deduciste ya, te lo digo. Yo lo amo a él, y hemos tenido una relación oculta por mucho tiempo, hasta antes del baile, donde informe mi compromiso, discutimos y nos separamos, no puedo vivir sin el amor de mi vida, necesito despedirme al menos si no hay solución. Si no estas se acuerdo con esto. Lo entiendo, ambos cometemos un pecado del que no podemos salir. Pero ayúdame por favor, eres la única persona cercana que tengo en castillo después del príncipe Thomas. Ayúdame solo a despedirme, iré al castillo pronto por una reunión,  la nota que le envié a Louis tiene más información. Habla con él,  te lo ruego,  si no lo desea lo entenderé. Pero yo solamente me quiero despedir y verlo una vez más." —Terminó de leer con las manos temblorosas en aquella nota.

    Lauren quedó absolutamente pasmada. Y estuvo procesando aquello varios minutos, mientras hasta sentía su propia gripe pasar a segundo plano esos momentos.

    Aquella noticia también había caído de golpe en un momento donde las cosas también se juntaban. No sabía que el joven Harry este planeando algo propio desde su parte, que se lo iba a contar a Frizzy tan derepente, asustado sin saber como reaccionaría, sin saber tampoco que Louis había hablado con Lauren, Frizzy tampoco sabía.

    Pero el pedido de ayuda del hijo del gran Duque, era para algo tan triste como solamente despedirse y pedir perdón por aquella discusión del baile, por al menos tener la oportunidad de decirle adiós a Louis.

    Eso también le rompió el corazón.

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