𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Como se era de suponer, todo ese día Lauren no salió de la cocina más que para solamente ir al baño. No tenía permitido hacerlo para nada más, igual que Frizzy.

    Y a pesar de todo eso, y de todas las cosas que habían pasado, era un buen cumpleaños.

    La gente que la saludó, que no fue mucha tampoco. Era muy amable y bien intencionada.

    Había pasado un buen tiempo. Tenía 22 años, y ese 24 de Mayo era diferente a cualquiera. Porque era uno bueno, uno lindo.

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    El trabajo fue muy pesado, como lo había sido siempre. Pero a Lauren no le importaba. Andaba volando.

    Todo le recordaba ese momento. Ese contacto, esas palabras. Todo lo que había dicho, todo lo que había respondido. Todo lo que había pasado.

    Pensaba en muchas cosas, como su vida había girado por completo y lo seguiría haciendo, hasta un punto que posiblemente no conocía.

    Esperaba que el príncipe esté bien, que haya descansado un poco, que no haya tenido mucho frío. Que haya regresado sin ningún problema.

    Todo había sido tan reciente, hace tan pocas horas. Que aún necesitaba tiempo para pensar bien, y pensar en general.

    Muchas cosas juntas, muchos hechos que había asimilado para si misma, nuevas verdades, nuevas metas y con ellas otros peligros. A los que como Frizzy diría bromeando, ella se aventaba con todo gusto.

    Tenía que ser paciente. Lo que se venía no parecía ser muy bueno, pero eso ya lo deducía, aún así el trayecto de las cosas tenían su tiempo, no podían apresurar nada, sería un mal movimiento, una mala estrategia.

    Ya tendría tiempo para planear algo, junto a Frizzy, tomar precauciones, tener planes de emergencia. Por si sucedía cualquier cosa, eso ya lo habían hablado, eso también ya estaba planeado.

    Había que organizarse, para eso también tenían que dejar al tiempo tomar toda esas oportunidades. Tenían que ser más inteligentes que cualquier persona en el castillo. Más inteligentes que el propio Rey, que la propia Reina.

    Por eso tenían que dejar todo como si hubieran perdido. Como si se hubieran resignado, para que bajen la guardia. Eso necesitaban primero.

    Así, coordinando, o quien sabe. El príncipe también podría ejecutar todas las cosas que había estructurado y estaba estructurando. Su parte era la más importante la que el se había puesto en las manos.

    En la que aunque no le haya pedido ayuda, tenían que ayudarlo. Haciendo lo que podían, siendo pacientes, aprovechando las cosas que habían. Tomando todo aquel plan secundario en sus manos, ya que el joven tenía planeado y estructurado lo que técnicamente era el buen final, y ella quería asumir el plan del mal final.

    Ya estaban un paso adelante con esa organización implícita, que posiblemente necesite coordinación, pero que había quedado entendida al menos por Lauren en esos momentos.

    En algún momento volverían a hablar, no estaban contra el reloj, era un plan que claramente iba a tomar tiempo hasta que ellos mismos provoquen que estalle. Y ya recién en eso estarían contra el tiempo, pero también para eso estarían preparados para lo que venga, y si no lo estaban, igual se iban a enfrentar.

    Y como Frizzy había dicho, como el príncipe también había mencionado. Ninguno era un héroe no tenían que serlo, no tenían que hacer tanto sacrificio por otros al punto de condenarse a un nuevo sufrimiento sin fin.

    Y si tenían que transformarse en villanos, lo harían.

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    El cumpleaños de Lauren estuvo bien. Bastante bien. De hecho a la hora del almuerzo de los sirvientes. La gente que la saludó aumentó un poco.

    Mientras tanto Frizzy, Lauren y Louis estaban sentados juntos comiendo. Se le acercó de repente Finlay a desearle un feliz cumpleaños.

    Lauren se lo agradeció mucho aún así  no recordaba habérselo mencionado, y Frizzy contó que ella tampoco le había dicho, y que si lo había hecho no se acordaba.

    —No se preocupen, lo dijo su majestad. Lo mencionó hace varios días, y pues lo recordé. —Se explicó el joven.

    Todo se entendió mejor y Lauren rezó por si misma interiormente rogando que su rostro no vaya a enrojecer al mencionar el joven.

    A Louis se le escapó una pequeña risa burlona, que a pesar de que la disimuló se notó porque estaba sentado al medio de ambas sirvientas.

    Y todo iba a quedar ahí hasta que del overol de uniforme que traía el jardinero, de su gran bolsillo del pecho el joven sacó algo que supo esconder bien en su mano, y pretendiendo que le quería dar la mano a Lauren en ese ambiente de felicitacion por su cumpleaños, le tendió algo. Lauren que entendió bien el mensaje extendió su mano también para estrecharla con la del muchacho dispuesta a ignorar su incomodidad de tocar a alguien que no conocía demasiado bien como para no sentir disgusto.

    De todas formas pudo hacerlo y así recibir lo que tendía de esa manera secreta tan inteligente. Un papel, perfectamente doblado. Que ella también ocultó muy bien en su mano para dejarlo en el bolsillo de su delantal.

    El joven jardinero la miró con una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza levemente como confirmando algo.

   Lauren entendió. Y asintió de vuelta levemente. Frizzy también entendió y para que nada se vea raro ella solamente pretendió que no era nada. Y desvió la acción hablando con Finlay al preguntarle como estaba.

    Finlay también sabía ¿Desde que parte y hasta que punto? No era el momento de saber eso. Pero de que estaba enterado lo estaba. Por como había sido el contacto, lo que si se podía deducir es que estaba a favor del príncipe también.

    Lauren seguía maravillada en como el príncipe lograba ese tipo de cosas ¿Cómo las hacía?. Era tremendamente  inteligente y astuto, eso era muy obvio. Igualmente que era muy decidido, con una gran habilidad para planificar cosas y calcularlas hasta que puedan ser reales o no. Y posiblemente que su propia madre lo subestime tanto al respecto era parte de su perfecto y genio plan, plan que Lauren cada vez entendía mejor, plan en el que  confiaba por completo, en el que iba ayudar, en cualquier final.

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    Finlay se despidió entonces cuando la conversación que disimuló Frizzy terminó. El joven empezó a retirarse de la presencia de las personas amablemente como si no hubiera pasado nada.

    —Feliz cumpleaños nuevamente, Lauren. —Dijo el joven jardinero y entrenador de Bruno aún en su despedida. Lauren se lo agradeció de nuevo. —Iré a comer tranquilamente con mis amigos, disfruten su comida también. —Dijo. —Hasta la próxima. —suspiró—Hasta la próxima Frizzy. —Se despidió de forma especial de ella claramente guiñándole un ojo espontánea y coquetamente.

    A Frizzy se le escapó una risa tonta, y se avergonzó atinando a despedirse de él también. Haciendo que Louis quiera reírse también por la reacción de la morena.

    Así con los tres despidiendo momentáneamente al muchacho a pesar de que iban a seguir en el mismo ambiente, terminaron agitando coincidentemente la misma mano al mismo tiempo.

    Coincidencia que le causó gracia al mismo joven. Que también agitó su mano y fue con sus amigos donde habían decidido sentarse para comer en la cocina.

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    —Eso fue gracioso. —Dijo Louis. —Se nota que le gustas, Frizzy. —Dijo llevándose una nueva cuchara de comida a la boca.

    Frizzy se avergonzó. —No me anden ilusionando que después me la creo.

    —Pero si se nota un poco. Y si no le gustases al menos le interesas lo suficiente. No lo sé. Eso también pienso yo. —Dijo Lauren.

    —Solo somos y podemos ser amigos Además solo es un gusto platónico, no espero nada ni estoy enamorada. —Se explicó Frizzy. —Pero osea si es lindo y todo eso.

    Louis volvió a reír. Lauren asintió entendía a su amiga, pero también le agradaría mucho que la misma se de la oportunidad de conocer y querer a alguien, en un futuro o un presente, no tenía que ser Finlay obligatoriamente, por eso de las normas del castillo, aunque quien sabía, para ese punto no muchos le hacían caso.

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    —Oye, por cierto y cambiando de tema ¿Qué fue lo que te dio? —Dijo dirigiéndose a Lauren. Ambas se sorprendieron, no pensaban que se había dado cuenta, todo era bien disimulado. —Las dos están raras desde la mañana, no sé si solo soy yo. Pero por eso pregunto.

    —Solo una nota. —Respondió Lauren. Ya sin remedio, no podían mentirle, sería más raro.

    Louis sabía que a Lauren le gustaba el príncipe. Lo habían hablado hace tiempo en aquel baile donde ambos habían conversado de algo bastante sensible para el joven. Pero después de eso no sabía nada más, absolutamente nada más. Aun así Lauren pensaba si sería bueno contarle algo. No lo sabía, Louis era de su confianza, pero tampoco lo quería involucrar en esos temas enredados.

    —No seas chismoso. —Bromeó Frizzy para desviar el tema.

    —Solo dije que están raras las dos, y pregunte lo de Finlay porque me di cuenta. —Se defendió Louis graciosamente.

    —Como te dije solo tiene que ver con lo que ya sabes. Nada más —Le susurró Lauren solamente al muchacho.

    —¿Sabes? —Preguntó Frizzy algo sorprendida, interrumpiendo a Lauren a quien había alcanzado a escuchar por error.

    Louis también se confundió —¿Tú sabes?

    Lauren quiso aclarar las cosas rápidamente para que no se confundan, no esperaba que Frizzy la haya escuchado. Pero ambos la ignoraron.

    —¿Qué es lo que crees que sé? —Respondió Frizzy.

   —¿Qué es lo que tu crees que yo creo que sabes? —Louis le continuó a ese trabalenguas.

    —Louis sabe que es una nota del príncipe solo eso. Ya está. —Susurró Lauren bastante bajo cuando al fin la dejaron de ignorar.

    Louis asintió.—Exacto eso es ¿Pensabas otra cosa? —Preguntó divertidamente a Frizzy.

    —No, solo eso. —Disimuló Frizzy.

    Louis entrecerró los ojos, algo no le cuadraba. Pero tampoco sospechaba algo fuerte. Sólo pensaba que todo era una broma y ahí debía quedarse. No querían involucrarlo en ese problema, ni que nada le vaya mal a él.

    Eso no quitaba que el sepa se cierta manera la situación de Lauren. Que por otro lado Lauren sepa lo que sucedía con Louis. Eso quedaba entre ellos claramente. Hasta que tal vez Louis quiera decírcelo a alguien más o no. Era su decisión.

    Ese era otro tema, fuerte delicado y secreto también. Todo también se juntaba. Cada quien vivía sus cosas también. Había que encontrar la forma de hacer todo. Sobretodo de proteger al muchacho.

    —Hay cosas que se notan un poquito—siguió el ojiazul. —Como que al jardinero le gustas Frizzy, como que a ya sabes quien le gusta ya sabes quien—Susurró divertidamente.

    Lauren inevitablemente enrojecio de nuevo. Ya sabía que se le notaba.

    Frizzy se rió nuevamente, junto a Louis—Pero no se preocupen. —Volvió a decir el panadero. —Eso es lo único, por lo demás es obvio que entre ustedes se cuentan y saben más cosas, yo solo bromeaba. Aun así, si necesitan cualquier cosa, que las cubra o lo que sea, pueden decírmelo. Siempre quise ser parte de esas cosas secretas emocionantes.

    A Lauren eso le causó gracia. Louis no tenía idea de lo que pasaba en verdad pero todas sus lindas intenciones seguirían ahí.

    —Gracias Louis. Pero tranquilo, no pasa nada. —Lauren decidió mentir. Frizzy la apoyó.

    Aun así saber que podían contar con su complicidad podía ser parte de aquel plan de emergencia del futuro. Podía servir de mucho.

    Lauren entonces admitió la idea de que podrían contarle. Aun tendría que pensarlo. Ver como avanzaban las cosas. Saber si cambiaba de opinión o no, porque perjudicar al muchacho como se había dicho era lo que menos se deseaba.

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    —Deberías leer tu nota. —Dijo de repente Louis con una voz suave. —De repente te está deseando feliz cumpleaños.

    —Esperaré un momento, intentaré una excusa, iré al baño o lo haré a la noche. —Contestó Lauren. —Sino puede ser raro. Porque también lo han traído escondido.

    —Ah eso también. —Dijo Louis dándose cuenta. —De todas formas, que romántico—Anunció.

    Frizzy rio entonces. Louis era muy bueno, y muy tierno. Una amistad que no sabía si merecía, pero que agradecía mucho.

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    El resto de la jornada no pudo sacar ni inventar alguna excusa para ir al baño ni nada. Por lo que decidió que sería mejor esperar a la noche para leer. Y seguir trabajando como cualquier día.

    Se dijo que en la cena hubo un pequeño accidente con el vino y los de servicio, que se rompieron unas copas. Pero que no fue nada grave.

    Aun así mandaron a gente que barra los vidrios rotos y a limpiar el vino que se había derramado.

    Claramente al Lauren y Frizzy tener prohibido salir de la cocina, no fue ninguna de ellas.

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    En todo ese momento de trabajo antes del final del día, Lauren siguió pensando en varias cosas. En que Finlay también sabía algo, aunque sea poco, y estaba de acuerdo en ayudar.

    Todo ese plan el príncipe lo tenía todo mucho mejor hecho de lo que cualquiera llegaría a anticiparse. Y como ahora estaba pensando. Tal vez habían más cómplices al rededor de lo que hasta ella pensaba.

    Y la idea de contarle a Louis no parecía mala, pero tenía que ser muy pero muy bien pensada.

    Por eso a pesar de la posibilidad abierta. Tener paciencia y estrategia siempre tenía que ser lo primero. Las cosas recién estaban empezando y tenían que hacerlas bien.

    La nueva nota del príncipe debía contener muchas cosas, información y más cosas por hacer. Supuso que al responderla le contaría que ella estaría en el plan de emergencia. Que tendrían que estar en contacto de la manera más secreta posible. Que seguramente la nota lo explicaría y si no hacía tiempo para hacerlo habría.

    Solo había que ser paciente, inteligente.   Una de las cosas más impresionantes e impredecibles que podían y se iban a tener que afrontar porque así lo habían querido y decidido. Recién comenzaba.

    Justamente por esas razones. Y todas las cosas que habían sucedido hasta esa parte. La muchacha no olvidaría su cumpleaños número 22, esta vez en todo el buen sentido de la palabra.