𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

     —Mucha gente ha muerto este año. —El Duque se fue tranquilizando mientras llevaba sus manos al rostro. —Y que se puede hacer. Si este hombre está muerto. Ya de alguna forma el cielo se lo habrá cobrado. —Dijo. —Es una sospecha además, yo me he exaltado. Puedo estar en lo correcto es probable. —Se volvió a poner sensible. —Yo ya he sufrido demasiado. —Quiso romperse de nuevo.

     Thomas puso una mano en su espalda, lo entendía, empatizaba con su dolor. Le dolía también. Igual que a Lauren.

     —Todos sus hijos están aquí. Ellos también sienten la muerte de su padre. Vamos, para venganzas no vale la pena ya. Él ya no está si es que mis sospechas son ciertas. —Suspiró. —Cuánto agradezco su voluntad mis señores. Pero si para venganza en propias manos se trata, aunque deseada a pesar de malvada. Ya es tarde tal vez.

     También tenía razón, para tal caso podía ser tarde. Eso era sumamente frustrante.

     Pero Lauren estaba segura, que fuera de aquel aprovechamiento en términos de dinero, había algo más oscuro relacionado con el odio. No sentía que solo fuese una sensación suya. Algo tenían los Douglas en contra de la familia de Harry, en contra de él en específico, no podía ser solo el dinero. Lo sabía, estaba segura.

     Ese hombre ya podía estar muerto, podía estar pagando en el infierno o cualquier cosa. Pero aún no habían respuestas completas. Y Lauren las quería conseguir. Por sus amigos y por el gran Duque, que jamás lo iba a poder superar, lo tenía que ayudar. No podía dejarlo así sin más.

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     —¿Conoce usted a toda la familia? -
—Preguntó Thomas.

     El hombre asintió algo dudoso. —No he hablado con todos. Pero sí los conozco.

     —¿Todos están aquí? —Volvió a preguntar el príncipe, y Lauren pudo disipar su mente para darse cuenta que no había procesado esa información. Si estaban todos en Londres Alex también.

     El Duque asintió corroborando su declaración. Thomas miró a Lauren algo preocupado. La misma negó no pasaba nada. Sí se había asustado un poco, pero ese no era el tema por el que estaban hablando ahí.

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     —Tal vez podamos obtener algo de información, su señoría. —Dijo Lauren. —Porque si no podemos hacer nada. Como parece ser. Al menos merecemos respuestas, usted merece respuestas. —Hizo énfasis en la última oración. El Duque en su dolor pareció asentir. —Lo que usted nos dice es importante, cuenta mucho y si tanta sensibilidad ha causado debe ser porque hay verdad en lo mismo. —Dijo segura. —Yo entiendo su dolor, pero por otro lado no sé lo que es perder a un hijo. Y lo siento muchísimo. —Dijo sinceramente. —Usted ni ha tenido a alguien deseándole el pésame. Su familia ha sufrido mucho. Más ahora lo que cuenta con el incidente de su hija. Podemos ayudarlo con eso, ayudarlo a saber la verdad. —Dijo de corazón. —Usted merece la verdad, y merece paz. Déjenos ayudarlo. Ya veremos cómo, haciendo qué. O en fin solamente atrapando a quienes atacaron a su hija. Por favor.

     El hombre sí volvió a sensibilizarse, y no pudo evitar llorar de nuevo. Juntó sus manos en una pose de oración y mirando unos segundos hacia arriba le habló a su hijo "Tus amigos son tan buenos, tú serás la luz, me estas mandando una señal, hijo mio" Susurraba.

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     Fue un momento sensible, claramente. Por eso habían necesitado ese tiempo. Estaban de corazón con el Duque. Con la familia de Louis, sabían su sufrimiento. No querían callarlo. Por fin los tiempos permitían hacer algo, poder ayudarlo. A pesar de que hayan llegado tarde para cobrar venganza como parecía serlo. Al menos merecían la verdad.

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     Pero la verdad fue de todo menos buena o tranquilizante.

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     Primero porque en aquella reunión, todo estaba bien con los nombres de las familias restantes. Las últimas con las que al fin acabaría todo ese otro asunto. Hasta que entre ellas.

     Nuevamente los Douglas.

     Aquel había sido un giro nuevo.

     Y no terminaba aún.

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     Debido a que seria más difícil atrapar a las ocho familias tenían que idear un tipo de plan para atraparlos al mismo tiempo, y para eso también tenían que discutir y organizarse de manera perfecta. Porque aquel cierre debía ser magnífico y total. Para al menos terminar el año de manera gloriosa, como Inglaterra merecía después de la mala experiencia del año anterior. Lo que se pudo confirmar es que ni Ivonne, Gemma o Romina Dhollen tenían algo que ver, ni con esas identidades u otras. Estaban descartadas.

     Pero hasta acordar algún plan para los involucrados, tenían que ir avanzando con toda la información posible sobre esas ocho familias. Y debido al rompimiento del grupo, la gran ayuda de Suecia y toda la gente que se había entregado, la información pudo conseguirse de manera correcta, y bien dada.

     Y claramente, con colaboración del Duque también, quien en todo su dolor agregado que todavía esa familia estaba metida en lo que había preocupado al país todo ese año, colaboró con Thomas y Lauren para siempre terminar enterándose más sobre los Douglas. Por aquella busca de información y respuestas.

     Y se puso peor.

     El señor Douglas había muerto de un infarto. Sí. Pero sus condiciones habían sido sospechosas, el hombre ya quería entregarse, estaba arrepentido. Su familia también tenía miedo de las represalias, menos uno. El hijo, Alex. Que había llegado de Irlanda de un día para otro sorprendiendo a sus padres, de todas formas lo recibieron haciendo que su regreso no sea noticia importante, por eso no muchos se habían enterado, había regresado hace tiempo.

     La familia peleaba con sus propios integrantes y de las otras familias. Alex llegó a hacer desorden. La familia le debía al joven Harry. Para colmo. Alex había tenido choques con Harry. Por su hermana, a quien al parecer molestaba.

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     Y con toda la minuciosa información que sacaron con el tiempo, durante el mes de noviembre. Lograron aquella verdad buscada, con el sentido de Harry y Louis. Acompañada de aquel plan para la derrota definitiva para los Durrié Noveau.

     Pero al ser lo de Louis y Harry un tema entre Lauren, Thomas y el Duque, las tres personas terminaron destrozadas con lo que había pasado.

     El pobre Duque, estaba totalmente derrumbado. Tenía razón, fueron los Douglas, por el dinero, y por una razón mucho más turbia detrás.

     Louis y Harry habían descubierto a Alex acosando a Gemma, habían avisado a la policía. Pero Alex en venganza contrató un espía para que haga de empleado en casa del Duque, ese empleado fue el que descubrió lo de Harry, el mismo que lo delató y luego se dio a la fuga, mismo empleado que con tantos contactos el Duque terminó encontrando y obligó a confesar.

     Alex convenció a su familia de que podían aprovechar el crimen de Harry para librarse de la deuda, el padre aceptó, y con más dinero aceleraron la ejecución. La familia iba cubriendo sus maldades, Alex lo iba haciendo.

     Por si se pensaba que se habían podido librar de aquel muchacho que ni volvería a aparecer. Terminó siendo lo contrario a las Dhollen, él fue quien volvió y ellas quienes se fueron.

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     Pero no era todo, ya que desde el compromiso el grupo se había roto, la familia de Alex y sobretodo el mismo insistía en continuar, Alex empezó a asegurar que conocía a una chica ahí, a la que podía amenazar, pero cuando se enteró que era Lauren la prometida, entre todas las familias las cosas fueron de mal en peor. Decidieron parar, hasta ver que hacer, pero les fue mal porque solo quedaron ellos, las familias que eran líderes. Los trabajadores se habían entregado, la gente estaba yendo en su contra. Una princesa pueblerina al parecer sí los había afectado, y para el tiempo en el que estaban era más rentable entregarse.

     Entre esas fechas había muerto el señor Douglas, de un infarto. Pero algo no cuadraba, aún así la familia había dejado todo como normal, pero habían estado sumamente afectados por la muerte del mismo.

     Aun así y a pesar de que solo terminaron quedando ocho familias, y las otras ya hasta las habían capturado. Alex convenció a su familia de no dejar el grupo, lo había logrado al parecer.

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     Pero su relación con el tema de Louis y Harry pasaba más que una venganza por que lo hayan acusado.

     En noviembre se confirmó que Gemma estaba embarazada, sorprendiendo a todos, porque no estaba casada, ni comprometida ni con ningún amante.

      Y con un terror terrible Gemma habló por fin.

     Alex había abusado de ella, esa noche del supuesto robo. Y ella había mentido por miedo, porque la había amenazado.

     Alex planeó con ese abuso desde el día que Louis y Harry habían muerto. Por eso lo enmascaró con un plan de la deuda. No quería tener a Harry y Louis en su camino, los odiaba por haberlos acusado antes, y sin ellos, Gemma no iba a hablar, el Duque iba a estar distraído, y todo seria perfecto.

     Cuando pasó tiempo no sospechoso, lo logró.

     Era un verdadero malnacido.

     Y tal vez el verdadero antagonista de Lauren ese año.

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     El Duque sufrió más de un paro cardíaco con toda esa presión, pero había sobrevivido. Gemma le pidió que no lo denunciara, por el grupo donde andaba metida la familia de Alex, no quería que maten a su padre, por eso estaba tan aterrada por eso no había hablado.

     Era su culpa, tenía que ser su culpa y aunque no lo sea totalmente, tenía que pagar vivo lo que había hecho. Por su maldita culpa le habían hecho daño a Louis, por su vanidad y sus ganas de siempre ganar. Era agresivo y seguramente estaba en ese grupo solo para un día aprovecharse de Gemma y que esta no pueda hacer nada a pesar de ser noble. Lo había hecho, lo había logrado.

     Indirectamente también quiso desearle la muerte al gran Duque.

     Y lo logró.

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     Ante el dolor, el Gran Duque, su esposa, y Gemma se suicidaron. Como la peor noticia del año hasta el momento.

     Nadie lo pudo creer, era una total desgracia. La vida de la familia del Duque había sido una total tortura ese año, y ya no lo habían resistido.

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     La muchacha se quitó la vida primero, prefería estar muerta a a tener un hijo de ese desgraciado, el gran Duque encontró el cuerpo de su hija, no pudo con tanto, con lo que le habían hecho a su hijo, a su pobre hija. La madre no soportó y junto a su esposo se quitó la vida. Gemma no había dejado ninguna nota, mucho menos la esposa. Pero el gran Duque sí había dejado algo.

     De lo que el Rey y sobretodo Thomas se aseguraron de mantener en secreto. Porque la nota era para el príncipe y su prometida. El Rey cuestionó a su hijo, pero este no le contó nada sobre todo lo que tenía que ver con Louis y Harry, pero sí que tenían un rostro en la mira por el abuso a Gemma Steele, que además coincidía con integrantes de Durrié Noveau.

     Pero la nota del gran Duque, esa que permaneció secreta para toda la prensa y hasta para cualquier sirviente del castillo, decía lo siguiente.

    ❝ Yo ya conseguí la verdad, mi señor, y mi señora, y no soy lo suficientemente fuerte para soportarla. Lo único que sé es que en realidad no es tarde para cobrar justicia, o esto tan tenebroso como la venganza. Solo que yo no resistiré hacerlo, no vivo. Lo siento mucho, no podemos resistirlo. Pido perdón encarecidamente por abandonar el trayecto de este plan, pero dejo mi fe en y con ustedes, que vivos podrán cobrar talvez lo que yo no podré ya.❞

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     Cuando Lauren también leyó la nota, el mensaje para Lauren y Thomas había estado claro. El Duque ni su familia ya habían podido soportarlo. Y ellos estaban ahí por su nombre.

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     Pronto una de las mejores decisiones que tomaron, fue traer a la familia de Louis a darles trabajo, mantenerlos y protegerlos ahí, el buen abuelo sería el nuevo panadero, y la linda señora ahora recuperada asistiría en las cosas que pudiese. En jardinería, porque le gustaba mucho. Ahí tendrían un hogar y tendrían dinero.

     Ahí también merecieron la verdad, Thomas y Lauren pudieron dársela. Louis y Harry habían muerto de manera injusta por culpa de Alex, que en venganza y beneficio para un fin horrible, que enmascaró con algo tan sucio como el dinero mismo no le importó que dos personas puedan morir.

     Los ancianos estaban muy afectados también. Su pobre nieto, y el joven que amaba, no sólo habian muerto por no poder amarse el uno al otro, sino por sacarlos del camino, y por dinero también.

     Con su recibida en castillo no podían estar más agradecidos. El castillo, los acogía con todo el corazón, iban a cuidarlos ahora, a Louis le hubiera gustado, al fin podían hacerlo, iban a protegerlos.

     Lauren iba a vengar a su nieto.

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     Aunque Alex no sea el culpable ni el líder de todo. Contra él estaba todo el odio de Lauren y todo el odio de Thomas.

     Por estar en ese grupo, por haberlo aprovechado para lo que hizo.

     Esas se las iban a cobrar.

     Por Louis, y por Harry.

     Por sus familias, por esos pobres abuelos que se quedaron sin nieto. Por ese pobre Duque, cuyo hijo arrebataron y cuya hija abusaron. Sufrimiento que tuvo que ocultar, por miedo, no al muchacho, sino al grupo donde estaba, con el que había callado a Gemma, y hasta había tenido la suerte de la muerte de la familia. No habían pruebas contra él.

     Lo único por lo que lo podían condenar era lo de los Durrié Noveau. Pero por lo demás no iba a pagar. O eso creía él.

     Porque Lauren juró que a pesar del miedo que ella sí le tenía ese joven. Iba a asegurarse de verlo pudrirse, en la cárcel o en el fuego del infierno.