Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

LXXVII

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

   Lo invitó también a pasar a sentarse en el sillón pidiendo disculpas totalmente avergonzada por el estado de su habitación. Thomas en aún buen humor dijo que no se preocupe, que de hecho a él le daba vergüenza porque si Lauren decía que su habitación estaba desordenada la de él era un mismo campo de batalla, que tenía que aprender a ordenar sus cosas también, que a pesar que este acostumbrado a que lo atiendan absolutamente en todo, tenía que hacer cosas solo, tender su cama por ejemplo.

    Las cosas fueron así unos segundos, de alguna forma Lauren las continuó inconscientemente para evitar el tema principal. Pero bastante pronto cayó en realidad y direccionó las cosas en el sentido que tenían que ser direccionadas. Avisándole a Thomas nuevamente que lo que tenía que decirle era importante.
 
    El joven se disculpó por las distracciones, y totalmente tranquilo hasta aquel momento, prestó tranquila y pacientemente atención.

[•••]

    —Mira, lo que te tengo que decir sinceramente es malo. Pero es la verdad. —Comenzó, Thomas pareció algo aturdido. Pero quedó callado enderezándose un poco para poder escucharla mejor. —Yo me hice daño con el jarrón, no fue Lea, ni siquiera subió aquí. Yo la acusé. —Confesó, en la voz más tranquila que podía a pesar de que estaba bastante nerviosa. Pero esa era la verdad, Thomas se merecía la verdad. Estaba con él, eran dos, no solamente uno, no le podía mentir. No a él.

    El rostro de Thomas se desfiguró en bastante confusión a penas escuchó. —Perdón —Dijo aún aturdido.

    —Déjame explicarte. —Aclaró Lauren algo nerviosa tratando de armar las mejores palabras y discurso posible. —Todo lo que sucedió con Eugenia es cierto. Yo me enojé y salí, ella estaba abajo al frente. Sostenida y bloqueada, y nos peleamos. Dijo que bajara para que me golpee de nuevo, que era corriente, que pelee. Lo de Eugenia, con todo lo que ha pasado, con demás sirvientes y lo que me hizo hace tiempo me hizo pensar una forma de hacerla pagar. Y saque al jarrón para hacerme daño, y decir que era ella, porque todos me iban a creer. Y a ella la iban a castigar, porque se lo merecía. Los sirvientes que vieron la verdad siguieron mi mentira. Es por eso también que todos creen mi versión.

[•••]

    Se lo contó, tenía que. Y Thomas no se lo tomó muy bien. Se molestó y claramente tenía derecho en estar molesto. Lauren sabía eso perfectamente, tenían que hablar y se tenía que disculpar. El nuevo enojo del muchacho no era para menos.

[•••]

    —Pero. —Thomas se trabó. —Lauren. —Suspiró bastante enfadado evitando la mirada después de saber la historia. Su boca se torció en disgusto y se llevó la mano a la frente unos segundos. —¿De verdad entiendes lo que me estás contando? —Habló fastidiado. —¿Cómo es que vas a hacer eso? ¿Viste lo preocupado que estaba? —Reclamó un poco. —Me puse a llorar. —Añadió. —Con todo lo que se me juntaba me sentí muy mal y ahora me dices que fuiste tú quien se tiró el jarrón al brazo. Y dejándome a mi de lado ¿Si te hacías algo grave? ¿Por qué tenías que hacer eso? —Regañó preocupado. —Lea decía la verdad entonces ¿Hiciste que la mande al calabozo por algo falso? —Reclamó.

    —Encajaba bien, porque todo lo de Eugenia y salir a buscarme era verdad. No sé, estaba demasiado molesta, mentir de esa manera. —Trató de explicarse pero se trabó.

    —No era la única forma. —Thomas interrumpió ante el silencio. —Yo mismo he recibido quejas de Lea, tú las has recibido y entiendo que lo de Eugenia haya sido el tope para tí ¿Pero por qué te hiciste tanto daño? Ahora mismo tienes el brazo inmovilizado ¿Tan difícil era decir "Thomas has que se vaya antes ya no la aguanto" "Mira ya llegó al colmo hizo esto échala"? Yo iba a estar ahí "Si señora, como no" y simplemente los dos veíamos una forma de que se vaya antes, podías decirme, si sabes que literalmente tu dices "Trae esto, mira esto, has esto, quiero esto, vi esto" y ahí estoy yo, todo el tiempo detrás, porque confío en tí ¿Cómo crees que me sentí al verte con esa sangre? Yo pensé que fue Lea y lo que le dije a su familia habrá sido cortes en palabras pero no fui amable. Nada de lo que dije y en la forma que lo dije fue amable. Y todo era porque te había hecho algo, porque eso creía yo. —Se expresó, y claro que tenía razón. —Y fuera de que Lea se lo merezca o no  de todas formas, por lo de Eugenia y como es. Lo que a mi me molesta es que, uno, te hayas arriesgado a hacerte un daño muy grave por algo que pudimos pensar mejor, dos, pudimos esperar para que no involucre cosas tan graves si no te apresurabas haya sido el picó del momento o no, y tres que usaste el hecho de que siempre te creo y te voy a creer para seguir mintiendo.

    Lauren supo y cayó en cuenta que en verdad aquella venganza tenía un precio bastante caro. Thomas tenía razón, estaba mal. Podía haberle bajado a su humor, en vez de salir a enfrentar ese problema, habían sido malas acciones, malas decisiones que fuera de lo buenas y heroícas que fuesen las intenciones y el mismo resultado, no la libraba de lo malo que había hecho. Actuar en el pico del momento, más en esas circunstancias por su puesto que terminó no siendo lo mejor por un lado. Y darse cuenta sucedió ya después de que haya sucedido todo, aunque haya salido bien.

[•••]

    —Lo sé, me equivoqué. —Dijo Lauren. —Tienes razón, actué en la intensidad del momento, me emocioné demasiado con la idea de darle algo que se merezca en ese instante sin esperar. No es justificarme, porque sé qué está mal. La reacción que tuve era la que Lea quería lograr hasta que saqué el jarrón y pasó todo eso. —Habló arrepentida. —Lo siento, lo siento mucho. En ese deseo y satisfacción que causó lo que pasó, me di y me doy cuenta que también hice mal, me hice daño y te hice daño. Nuevamente lo siento. Espero en verdad puedas perdonarme, que pueda encontrar una forma de reparar esa confianza que te debo haber quitado. Porque nada quita que te haya mentido.

    —Hasta los sirvientes que saben la verdad mintieron. Haya sido porque están de tu lado, simplemente porque sí  o porque nadie soportaba lo de Lea más. Yo también entiendo que hayas actuado en pleno momento de emoción, en plena sed de venganza y lo has conseguido. Está bien, hazlo, yo estoy de acuerdo contigo. —Dijo Thomas de nuevo. —Pero no puedes hacerte daño así ¿Si te desangrabas porque te cortaste alguna vena importante? Sí, sí me molesta que hayas mentido. Pero más que en esa mentira pudiste haberte herido de peor manera.—Suspiró frustrado. —Lo que quiero decir es que, si quieres hacer hasta lo más desquiciado, malvado, tonto, costoso, lo que sea. Tú hazlo, haz lo que quieras, yo te sigo, yo te hago caso, pero no quiero que llegues a un punto de hacerte daño, o de que yo tenga que dudar de algo que me digas. —Se explicó. —Si vas a mentir, por último miente conmigo. Avísame o cuéntame que pasa y que piensas, actuar así como lo has hecho ahora puede traer muchas consecuencias, no estoy precisamente molesto por tu decisión porque sea como sea ayudaste en algo que tal vez hacía falta, lo que me molesta es que te hayas hecho daño para mentir y mentirme, cuando muy bien puedes hablar conmigo. Si sabes que siempre estaría a tu favor. —Declaró con total sinceridad, sobre como se sentía con esos asuntos. —Confía en mi para esas cosas, yo no dejaré de confiar en ti.

    Hubo silencio unos segundos, claro que Thomas tenía razón, y  con como terminaban sus palabras respecto a su forma de pensar incluso la terminaban halagando a pesar de que el error lo había cometido ella.

    —Te lo prometo, lo siento mucho, no volveré a crear esto, sí confío en tí. No quiero mentirte. —Volvió a repetir arrepentida. — Por favor ¿Puedes perdonarme?

[•••]

    El ceño fruncido en preocupación del muchacho se fue suavizando en aquel silencio que se generó después. Al igual que su mirada. Y volvió a suspirar esta vez con un sentimiento más tranquilo y terminó asintiendo con una leve sonrisa. Todo podía solucionarse hablando, y habían tenido lo suficiente para poder hablarlo de una manera madura, Thomas expresó las válidas razones de su enojo, Lauren reconoció su error, le pidió perdón, y simplemente las cosas sanaron rápido.

    De todas formas irremediablemente la familia Skrlova se iría al día siguiente muy temprano. Y eso estaba bien, su estadía ya no podía ser bienvenida por más tiempo. Viéndolo por todo el lado bueno que tenía eso aceleraba las cosas, y que Lauren pueda salir de esa habitación, organizar las cosas como debían ser y demás.

     Lauren le contó que Ava también sabía la verdad y que para eso ya se lo debía haber contado a Frizzy también. Que ambas hablaron de lo necesario que era decirle a Thomas, que Lauren también lo sabía desde un inicio, pero no fue hasta ese día que pudieron hablar. Que seguía sintiéndose muy mal, pero que agradecía que la haya perdonado. Thomas decía que estaba bien, al menos ya habían hablado. Las parejas si no discuten a veces son aburridas, y esa podía ser considerada como su primera pelea, aunque no lo fuese tanto. Y porque cuando Thomas descubrió lo de las Dhollen no era má que amigos, así que no podían contar esa.

[•••]

    Con las cosas mucho más tranquilas Thomas vio la hora de repente algo alarmado, había pasado un tiempo y posiblemente iban a llevar los desayunos a las habitaciones de cada quien, y él no estaba en la suya. Y tampoco podía quedarse en la de Lauren porque no lo podían ver ahí dentro. Y claramente se tuvo que despedir a tientas del tiempo, porque la probabilidad de que se lo encuentren saliendo era alta. Y no necesitaban problemas, ni malas habladurías en general.

    Lauren lo acompañó hasta la puerta, ella aún sentía las cosas raras entre ambos a pesar de que hicieron las paces con tranquilidad, esperaba que solamente fuese ella, su mente dando vueltas y sobrepensando cosas. Esa necesidad de que tal vez no la había perdonado y solo se lo había dicho para hacerla sentir bien. No sabía, por eso esperaba que solamente fuese su cabeza.

    Ya abriendo la puerta el joven para salir y estar de echo casi afuera con la muchacha lista para cerrar la puerta cuando se vaya, Thomas se giró otra vez. Para decir adiós nuevamente había de ser. Pero dijo otra cosa.

    —Lo que has hecho es bastante malvado. —Le dijo de repente, dejándola un poco en blanco. —Eso te hace malvada a tí en cierto modo. —Dijo y Lauren pensó que todos los malos presentimientos de su cabeza se estaban haciendo realidad, y no podía estar más avergonzada de lo que había estado y estaba.

     —Thomas... —Intentó decir pero el joven pareció no haberla escuchado porque continuó hablando.

    —¿Y sabes que es lo que más me molesta? —Inquirió con una voz suave y bastante sincera, Lauren miró para abajo inevitablemente. —Que eso me gusta, me encanta.  Maldita sea, a veces te odio. —Terminó de repente librando de un gran susto a la pobre Lauren. Thomas dijo lo último con tanta sinceridad, que hasta se frustraba consigo mismo, y así después de eso se fue, tranquilamente no sin antes una pequeña reverencia.

    Lauren aún se recuperaba de aquel susto.

    Y tal vez la había hecho asustar a propósito, tal vez no. Sea lo que sea lo bueno era eso, que solo había sido un susto de último minuto, pero nada más que eso, un susto. Porque las cosas sí se habían solucionado.

[•••]

     Era tan bueno, él era tan bueno. Su relación seguía en sus inicios, pero era buena, pensaban bastante similar, se entendían bastante bien, ninguno era egoísta, por eso Lauren no podía mentirle, por eso Thomas se preocupaba tanto. Era normal, y era una bendición también, porque era algo sano. Algo que no se veía mucho dado a la gran mayoría de matrimonios arreglados en todo el Reino. Lo de ambos era bastante sano, lo que no lo libraba de problemas porque siempre pasaban, pero sí hacía que lidiar con los mismos fuese más fácil.

[•••]

    Minutos después de aquel evento, llegaron educadamente Hermelinda y Quinn con el desayuno. Lauren que seguía fuera de la cama se levantó para recibirlas a pesar de cuánto insistieron las mismas en que Lauren descanse por  lo de su brazo. Pero Lauren intentó lo mejor de todas formas, aún así tuvo que sentarse en la cama de todas formas.

    Y ya recién en esos momentos, cuando posiblemente todos los nervios terminaron de pasar, se rió, por lo que Thomas había dicho antes de irse, se repitió en su cabeza. Dejando a las dos sirvientas algo extrañadas ante el por qué la señorita Lauren se reía aparentemente de la nada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro