LVIII
𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨
Las tres se separaron de aquel abrazo y Lauren sintió su cuerpo revolverse y estremecerse un poco después de aquel contacto. Faltaba costumbre pero no se había sentido mal, se trataba de gente cercana a ella, con ellos no podía haber problema.
Ver aquella reacción en el cuerpo de Lauren, le dio bastante ternura a la princesa Ava.
Por el momento, tenían que esperar en la habitación de Ava hasta nuevo aviso. Hasta la noche como se había mencionado, a esperar lo que venga y como venga.
Ava invitó a su hermano y a los demás sentarse en el gran sillón lujoso de su habitación o en su cama, no había ningún problema. Frizzy y Ava se sentaron en la cama de la misma, sentándose tranquilamente.
Lauren no quiso molestar, y se dirigió mejor hacia el sillón, Thomas la siguió. Y ambos se sentaron ahí.
Un poco separados, pero no tanto.
Ava se sentó mejor en su cama e invitó a Frizzy a acomodarse con confianza, y así lo hizo la morena también.
—Bueno, hablando también en serio—Dijo Ava de repente mientras todos le prestaban atención. —En algún momento, vas a tener que volver a pedir matrimonio y todo eso. —Le dijo a su hermano. —Porque pues ahora con su compromiso lo que han hecho es empezar oficialmente una relación y eso, ya saben que sin compromiso no vale. —Se explicó, ese aspecto también era obvio. —Y pues en algún momento de ese avance, vas a tener que pedir matrimonio de verdad, no solo para justificar tu relación y eso. Sino pues bueno, ya sabes, casarte, casarte así osea bien. —Se intentó explicar. —¿Se me entiende?
Thomas asintió. —Sí te entendí. —Le dijo divertidamente. —Pero bueno, para eso tiempo también habrá. —Se explicó. —Por ahora llevaremos las cosas a un ritmo en el que nos podamos sentir cómodos. De todas formas el tiempo dirá las cosas, y de todas formas estamos juntos también. —Dijo, perfectamente. Su punto de vista concordaba bastante bien con el que Lauren pensaba también.
—Poco a poco, como en toda esta situación. —Añadió Lauren mientras Thomas asentía amablemente.
—Hablando de eso, por favor si necesitaran cualquier cosa. Cuando esta noche las lleven a sus habitaciones, sean las indicaciones que les den que nosotros también sabremos. Estamos para ustedes, si quieren les doy mis vestidos o lo que deseen. Ayudo en lo que sea, no quiero pensar en como están las cosas afuera, por eso posiblemente nos hacen quedar aquí, pero sea lo que sea. Ya somos familia. —Dijo feliz.
Lauren se lo agradeció encarecidamente. Todo era sumamente abrumador, pero solamente tenía que tomar las cosas en el ritmo que vengan también. Y claro que estaba asustada, pero el miedo esta vez estaba a su favor.
Iban a hablar de algo más, pero Tocaron la puerta de la habitación de la princesa. No sabían quién era y por las dudas la princesa preguntó.
Se trataba del joven Dylan felizmente. Frizzy se ofreció a ir a abrirle la puerta. Y cuando lo hizo este solo se quedó en la puerta y desde ahí saludó cordialmente a los que estaban dentro, se lo notaba algo apurado. Informando que le habían dicho que busque a Thomas porque tenía que ayudar en el testimonio de lo que Lea había hecho ante el consejo inglés y todas esas cosas administrativas que solo validaban que el compromiso anterior se cancele. Así como hablar con el resto de la familia Skrlova, de lo que había estallado ese día. Y a parte también Karoma lo estaba buscando.
Thomas supo entonces que no se podía quedar más tiempo. Pregunto si habían dicho algo más y Dylan dijo que respecto a Lauren solo dijeron que no salga de la habitación de Ava, y que hasta él lo recomendaba tambien porque la cocina era el lugar mas alborotado, y contó que habían salido de ahí justo cuando se llevaban a la señorita Lea de la sala del Trono en pleno berrinche que también tuvo, y que de la nada alguien le tiró un huevo. Hasta el mismo joven quiso reírse cuando contó esa parte pero se aguantó, dijo que habían muchas cosas que se había enterado pero que por falta de tiempo y como tenia que llevarse a Thomas no podía hacerlo en ese instante. Pero que de todas formas en unas horas todos iban a terminar sabiendo, de todas formas las cosas en el castillo las cosas se sabían rápido.
No hubo problema, Thomas se despidió de manera amable de todos y también en ese apuro necesario junto a su consejero y gran amigo se tuvo que retirar. Avisó antes de irse que de igual manera Lauren le cuente cualquier cosa si es que a él se le pasaba. La muchacha asintió y así el joven se fue para resolver todos los asuntos que le habían informado. Cerrando cuidadosamente la puerta detrás de él.
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—No sé si eso de tirarle un huevo a Lea haya sido adecuado, pero casi me río. —Suspiró Frizzy llevándose una mano al pecho.
—Dylan también casi se ríe, pero que peligroso. Conociéndola debe haberse sentido terrible. Eso me da un poco de pena. —Confesó Ava. —Pero tal vez le estaban regresando las cosas, porque en verdad incluso entre nosotras habíamos tenido encuentros poco amigables. —Confesó también, ambas jóvenes a quienes ya no se podía decir sirvientas técnicamente, la escucharon con total atención. —Porque era amable conmigo en un punto tan falso que también me asustaba un poco. Cuando se dio cuenta que no le creía, empezó a tratarme mal sutilmente. No le podía decir nada a mi mamá, porque mil veces estaba de su lado que del mío.
—Discúlpeme su majestad, pero que insoportable es su mamá en verdad—Frizzy se llevó las manos al rostro frustrada por la historia.
—Es algo para aprender a lidiar también. —Lauren se encogió de hombros desde el sillón.
—Eso he pensado siempre. —Bufó la princesa —¿Pero no te dijo nada a ti cuando estaban hablando o después? —Preguntó preocupada.
Lauren asintió. —Me tomó del brazo para decirme sus cosas, me lo esperaba.
—Ay no me sorprende, esa señora de veras, creatividad no tiene. Perdóneme de nuevo porque es su mamá. —Dijo Frizzy dirigiéndose nuevamente a la princesa. —Pero qué necesidad de irritar a la gente todo el tiempo, con las mismas amenazas todo el tiempo.
—Le funcionaba antes. —Dijo la princesa. —Supongo que no sabía que otras cosas hacer cuando vio que con ustedes las cosas le rebotaban, y pues seguirá haciendo lo mismo. Es difícil de cansar. —Suspiró. —¿Le respondiste algo o te dijo otra cosa?
—No le dije nada, solo me quité de su agarre y me retiré, en silencio. Me dio algo de vergüenza ajena honestamente.
—Estuvo bien—dijo Frizzy. —Siempre espera reacciones, creo ignorarla le duele más. —decidió bromear.
—Pero bueno, se lo buscó sin querer tal vez.—Suspiró Ava. —Eso de que al fin y cada vez dejen de hacerle caso, supongo que le asusta y no querrá rendirse. —Hizo un gesto con la cabeza, tenía razón también, pero igual seguían siendo todas suposiciones, de todas formas para hablar en esos momentos, servía mucho —No lo sé esto me brinda la sensación de protección al menos. —Continuó de repente. —Siempre le tuve mucho miedo a mi madre, lo tengo, y esto para mi es importante también, porque ya no me siento sola, después de tantos años, tengo amigas, una de ellas será cuñada mía, otra nuestra consejera. Tal vez Dios se apiadó de mí también y me esta dando todo esto a pesar que la historia principal por su puesto no es sobre mí. —Rió en un suspiro. Frizzy se estiró a darle un abrazo. Que no duró mucho pero que ambas apreciaron.
—Y no estará sola, usted avise solamente cuando su madre le esté colmando la paciencia. —Dijo Frizzy añadiéndole gracia al asunto. —Que Lauren la mire feo y ya está. Le hacemos creer que es mal de ojo y como es algo supersticiosa al parecer, ya problema resuelto.
La princesa se rió. —Ah, de verdad suena gracioso. Sería bueno si así se agotara, pero bueno. Asi ahora será más fácil lidiar con eso. Porque bueno, al fin y al cabo sigue siendo mi mamá y no se puede ir ni desaparecer así solamente.
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En un corto silencio, nuevamente se quiso cambiar el tema, cuando la princesa Ava pareció recordar algo que quería mencionar hace un tiempo también.
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—Pero ante todo esto, antes de que se me pase ¿Qué es eso de usted? —Dijo la princesa en un tono más alegre. —Soy solamente Ava para ustedes desde ahora, sé que lo hacen por costumbre pero por favor. Las cosas van a cambiar mucho y en verdad tratarnos coloquialmente es lo propio. Así que solamente Ava, desde ahora, nada de su majestad, ni usted ¿Está bien? —Dijo dulcemente.
—Por supuesto. —Respondió Lauren con una pequeña reverencia. Frizzy asintió con todo gusto.
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—¿Y Lauren por qué no vienes?—dijo Ava dando palmadas en su cama—Frizzy y yo estamos sentadas aquí y tu estas hasta el sillón. Ven sentemonos las tres, no me molesta en ningún sentido. —Dijo como leyendo la mente de la muchacha. —Vamos a tener tener esperar hasta bastante tarde y pues tenemos que ver que hacer, antes estábamos jugando con Frizzy y con mis cosas. Vamos, podemos hacer algo, no se peinarnos entre nosotras, tu cabello ha crecido en algo. Probarnos cosas yo que sé. —Animó con bastante entusiasmo. Frizzy se unió a aquellos ánimos.
Por la seriedad de Lauren y su propia vergüenza costó que esta acepte a ese tipo de actividades. Pero lo terminó haciendo, sería divertido después de todo. Y seguiría ayudando a que el tiempo pase en una forma no tortuosa ni tan abrumadora, que también les permitiría aceptar y hacer todo a su tiempo.
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Se levantó del sillón con la ayuda de sus nudillos, y caminó hasta la cama de la princesa donde junto a sus dos amigas se terminó sentando también. Ava se movió para sentarse mejor y más al medio del colchón. Se le hizo difícil porque al traer tan lujoso vestido y el armazón flexible de la falda adentro, pero estaban entre ellas, no había problema, no había algo que se considere como malos modales o algo ofensivo, las tres eran amigas, había confianza, la suficiente al menos.
—No, saben que, espérenme un momento. —Dijo rodando de nuevo hacia afuera de la cama, yendo a su vestidor de repente, medio bufando.
Pronto se entendió por qué, se había ido a quitar el incómodo armazón flexible de la falda. No sabían como lo iba a lograr si esos se ponían y sacaban por la cabeza.
Aunque desatando la especie de cerradura del armazón, y lo delgadisima que era la muchacha podía salir del mismo de manera normal. Aunque en algún punto si necesito ayuda para poder salir por encima.
Frizzy y Lauren fueron hasta el gran vestidor de su habitación para darle el apoyo y poder ayudarla con todas las faldas internas que pesaban por encima del armazón cuya especie de cerradura que se ajustaba a la cintura pudo ser aflojada.
Dado eso el asunto era salir del armazón. Iba a tener que salir por arriba. Y a pesar de ser el armazón uno flexible este no se encogía en ningún sentido.
Fue muy fácil cargar a la muchacha, una vez más, era muy delgada. Por lo que cargarla para arriba entre las dos fue bastante sencillo. Haciéndola salir de aquel incomodo armazón por fin.
La pusieron al suelo, la princesa casi tropezó con su falda, considerando también el tipo de zapatos que traía, felizmente tanto Frizzy como Lauren la sostuvieron.
—Gracias, gracias. —Dijo Ava terminando de ponerse de pie de aquel pequeño momento de inestabilidad que se evito. —Pero en verdad es incómodo para sentarse. —Dijo refiriéndose al armazón.
—Bueno al menos ya salió. —Se rió Frizzy. Mientras las tres volvían del vestidor en la habitación de la princesa.
No se veía tremendamente diferente, seguía preciosa y lujosa, solamente que la pomposa falda del vestido ya no lo estaba tanto. El volumen había bajado considerablemente pero por la cantidad de faldas internas, se seguía viendo bien.
La princesa le pidió perdón a Lauren por si el contacto físico la había incomodado, esta dijo que no tuvo problema.
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Así volvieron hasta la cama de la habitación para sentarse, con la princesa Ava muchísimo más cómoda ahora para poder sentarse de una manera algo más libre.
Así también las tres se sentaron más al medio, cruzando y encogiendo las piernas y formando una especie de ronda.
Iban a encontrar una forma de pasar el rato hasta la noche o hasta cuando les avisen algo. Y también podían divertirse, quedarse pensando en todo lo de afuera no era lo que podían soportar aún. Y dentro de todo también estaban todos encontrando una forma de afrontar todo poco a poco.
Para esperar, podían decidir cualquier cosa, algo bonito y algo que las distraiga de las horas a las tres.
Dentro de todo y como sea, siempre podían haber buenos momentos al menos. También se había de aprovechar eso.
Ser egoístas a veces era necesario. No se podía vivir para los demás todo el tiempo. Y eso fue algo que Lauren entendió también por fin.
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