𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Los llevaron hasta la habitación de Ava,  porque ahí estaban ella y Frizzy. Porque así lo había dicho el Rey, porque Lauren podía quedarse con ella hasta la noche. Thomas podía ser compañía durante algunas horas, si es que su padre no lo llamaba.

    La gente había desaparecido de los pasillos, increíblemente, según palabras de los guardias todos habían corrido a transmitirse las noticias que sabían, ya que como ninguno salía del castillo las cosas se quedaban ahí, esta vez el escándalo no venía de afuera, sino de adentro y como ya se dijo, ya saldría cuando tenga que hacerlo.

    Los rumores dentro de castillo corrían muy rápido. Ese no sería la excepción.

    Al llegar a aquella puerta, Thomas tocó educadamente. Con pasos apresurados que se escucharon dentro, fue Ava quien abrió la puerta arrastró a la pareja dentro de su habitación bastante emocionada, después de agradecerle a los guardias que los trajeron con pequeños que provocaban ternura.

    Y cerró de nuevo la puerta cuando las personas estaban dentro.

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    A Lauren le costó procesar en que segundo Frizzy se abalanzó en un abrazo hacia ella. Solo se sintió asfixiada por el mismo, pero no le molestó. Empezó a decirle varias cosas que debido al aturdimiento de su abrazo no llegó a captar con claridad.

    Cuando Frizzy se separó y Lauren pudo enfocar su vista en ella, en todo ese pequeño alboroto que causaron ambos con su llegada, le causó demasiada gracia como estaba su amiga, traía uno de los más elegantes sombreros de la princesa  Ava rodandosele por la frente, así como un montón de telas que no sabía de donde salieron al rededor de su cuello como intento de bufandas y al rededor de su cintura.

    El príncipe se dio cuenta de aquello también, y en verdad era gracioso de ver.

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    —Estábamos jugando  pero ignoren esa parte—Ava se explicó haciendo la situación más graciosa mientras también se acercaba desesperadamente —¿Qué pasó? ¿Qué les dijeron? ¿Qué vieron? ¿Todo bien?—Preguntó

    Lauren tomó bastante aire, ni siquiera sabía bien, y estaba muerta de miedo. Mucho menos sabía por dónde empezar. Ni que responder en esos instantes. 

    Frizzzy se rio al verla así de perdida antes de hablar.

    —Es que, para aclarar. Osea si sabemos, pero díganos en voz alta por favor. Porque necesitamos escucharlo —Dijo Frizzy expectante.

    Ava asintió con clara emoción en los ojos. Era obvio que sabían, pero solo querían escucharlo.

    Thomas y Lauren tomaron bastante aire casi igual de nerviosos —El compromiso se autorizó. —Respondieron ambos al mismo tiempo.

    El grito que pegaron las dos se debió escuchar hasta el primer piso, Ava se abalanzó a celebrar con su hermano dándole un fuerte abrazo, que el joven decidió corresponder. Frizzy pretendió cómicamente hacerse la desmayada, cayendo en la cama de la princesa claramente.

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    Claramente y por otra parte la pareja seguía avergonzada y aturdida por todo, pero tenían que aceptar una cosa a la vez, ya   ambos tendrían el tiempo de procesar las cosas. No tenían que apresurarse, ya no, era la vida de ambos, aceptar las cosas que vayan pasando tomaba su tiempo, más aún con lo inmenso que estaba sucediendo, lo grande que había estallado, y como también se estaban aguantando el peso de todo eso. Por algo estaban tan pasmados.

    Solamente admirando la alegría de ambas muchachas y enternecidos por la misma, asustados y maravillados por lo que había pasado, con una electricidad tremenda cada que sus ojos chocaban por accidente, que la vergüenza de tener público bloqueaba varias acciones.

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    Ava y Frizzy volvieron a ponerse al lado de la otra. Aun riéndose en todo ese ambiente de alegría que se había adoptado de repente.

    Como si a ellas tampoco les importará cualquier caos que se afuera. Cualquier escándalo presente o cualquier guerra. Ese momento solo querían disfrutar ser felices. Y al fin tenían toda la libertad de poder hacerlo.

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    —Con todo respeto, su majestad, y discúlpeme la osadía —Volvió a decir Frizzy dirigiéndose al príncipe, mientras Ava pasaba un brazo por sus hombros divertidamente. —¿Ustedes no van a celebrar o que?¿Ya celebraron?

    Thomas no supo que responder ocasionando que solamente sus ojos se abran más de lo normal tratando de pensar en algo. Eso hacía las cosas más graciosas también.

    —No se preocupen. Nosotros ya tuvimos tiempo. —Decidió responder Lauren.

    —Exacto. Estamos bien. —Decidió añadir Thomas para evadir sus propios recuerdos de su padre viéndolos accidentalmente en aquella situación en la sala del trono.

    Frizzy y Ava se rieron más. Estaban muy emocionadas.

    —Pero estas ahí parado a un metro alejado del lado de ella, por favor pégate un poco, es tu prometida, no te va a morder, aunque bueno, eso no lo sé. —dijo Ava son poder evitar reírse de su propio chiste al final.

    —Que graciosa—le dijo su hermano entrecerrando los ojos, y a pesar de toda su vergüenza y timidez que había vuelto, avanzo en pasos laterales hasta quedar al lado de Lauren, quien también se acercó un poco. Para que no los molesten sobre todo, aunque claramente todo seguía en un ambiente de chiste y no enojaba ni molestaba en verdad.

    Sabía que se veía cómico, por algo la princesa y Frizzy se seguían riendo. Lo entendía, aún así se le hacía difícil saber como ahí estaba toda nerviosa, asustada y avergonzada si a penas minutos atrás lo había besado.

    Esa tensión graciosa que siempre tenía la pareja, podía deleitar y desesperar a quien sea que lo viese de afuera.

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—Bueno, ahora haciendo lo prometido, y saliendo de todo chiste en esta situación, si es que me permiten también por favor—Dijo Lauren de repente ante la necesidad que tenía sobre comentar algo , y en ese momento todos le prestaron atención parando las risas, y claramente centrándose en lo que pasaba ahora. Ese momento de seriedad que era igual de importante y había sido prometido Lauren sacudió la cabeza para poder estar con los pies bien en la tierra. —En verdad su majestad. —Se dirigió a la princesa para poder empezar. —Le agradezco encarecidamente el asunto de elección de consejería y temas respectivos tratados con su padre. Lo que ha hecho para ayudar también a todo esto, por no dejar a Frizzy de lado en ningún momento, por hacerlo por mí, en verdad muchísimas gracias. Significa muchísimo, para ambas. Y se lo debo, en verdad. —Dijo lo que también tanto necesitaba.

Frizzy se conmovió, al igual que la princesa. —Ni lo digas Lauren. —Dijo la última. —No podía dejar todo eso para tí, porque es obvio que ninguna se dejaría a la otra. Y si yo tenía oportunidad lo tenía que hacer. La tomé. Más porque mi padre se está redimiendo y porque mi consejera se fue al fin. Había que aprovechar todo lo que se podía, y exprimirlo.

    —Dice la princesa que la despidieron por no cumplir bien sus funciones y saltarse el trabajo por ir a hablar y demás. —Dijo Frizzy. —De todas formas ella era una persona preparadísima. Esto es para aprovechar el espacio, no porque me lo merezca especialmente. Pero bueno, que venga lo que venga. En verdad me da pena que yo sin mucha educación tenga estas cosas de repente, por suerte. Porque me conoce gente, porque por lo que solo se puede decir hasta nepotismo, aprovechamiento, no lo sé. Eso me hace sentir mal, y la verdad tampoco sé cómo terminar de agradecer porque también me da vergüenza.

    —Lo mismo se puede considerar conmigo, ya me lo han dicho, que podemos aprovecharnos, que lo hacemos. Que somos oportunistas y todo eso. —Le respondió Lauren a su amiga. —Seguro muchas personas piensan lo mismo, hasta nosotras sobre nosotras mismas. Y la verdad sobre el tema también es puro enredo, más del que ya conocemos y en los que ya estamos. Por eso tal vez sea mejor enfrentarlo poco a poco, y no asimilarlo de golpe tampoco, sino también hacerlo paso a paso.

    —Lauren tiene razón. —Dijo el príncipe. —Si asumimos todo de golpe nos vamos a hacer mucho daño mentalmente. Porque esto no es algo pequeño, obviamente. Querer saber y hacer todo ahora no es bueno, cuando llegue el tiempo de terminar de aceptarlo llegará, todos estamos en automático ahora y funcionando casi en blanco, las cosas caerán poco a poco, se enfrentarán poco a poco, que la gente crea lo que quiera. Vamos a tener que vivir con eso, Ava y yo ya lo hemos hecho durante años. Al final lo importante es la paz con nosotros mismos, y saber que dentro de todo como cualquier persona buscamos ser felices, y sea suerte aprovechamiento, maldad o lo que sea, por fin se está dando.

    Frizzy sonrió un poco ya más consolada, en su caso, su vergüenza era por su falta educación y estrato social. Cosa que a cualquiera podía sucederle, cosa que a Lauren también le daba muchísima vergüenza. Cosa que ambas tendrían que aprender a ver evolucionar, más no dejar atrás.

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    —Es obvio que te brindarán toda la educación y preparación para consejería. —Dijo Thomas hacia Frizzy—De eso no te preocupes ni te avergüences. Es lo que te toca, y preguntarte si te lo mereces o no te hace daño, acéptalo en como venga, todos estamos para ayudarnos, y si es nuestro turno de no ser los buenos, ya que. Si hasta tengo entendido ese tipo de idea la inspiraste tú. Vamos, no salgas de ese pensamiento que nos ha inspirado y motivado a todos de una manera en la que todos en este círculo perseguimos un fin que nos hará felices, gracias a tu idea que la hayas dicho en un momento de emoción o no, es la inspiración de esta historia También. —La animó—Te necesitamos Frizzy, y también te queremos mucho.

    —Yo también me muero de miedo. —Dijo Lauren. —Estoy aterrada y hasta en blanco. —Habló con total sinceridad en un suspiro. —Pero siempre estaré para ti, como tú para mi. Como nos hemos prometido. A través de cualquier miedo y cualquier oscuridad. Porque estamos juntas, ahora acompañadas de más gente maravillosa. Ya tendremos tiempo y en lo fácil y difícil estaremos también. —Dijo y avanzo hasta quedar en frente de su amiga, sorprendiéndola cuando tomó sus manos delicadamente—Si mi vida cambia por completo, quiero que estés tu también y que la tuya lo haga de la misma manera. Y sea lo que sea, sea hasta nepotismo incluso. Está sucediendo. Una vez más como escuchaste, que la gente piense lo que desee. Nosotros estaremos bien

    Frizzy se abalanzó en un abrazo a su amiga que no le molestó en absoluto. Frizzy suspiró y se mantuvo ahí, era una escena algo sensible. Pero propia de ese momento de seriedad también.

    Lauren dio una especie de palmaditas en la espalda para corresponder el tacto de su amiga, cosa que le causó risa a la misma porque era demasiado notorio que no estaba acostumbrada aún a ese tipo de cosas, pero que de verdad lo intentaba con toda buena intención.

    De repente la princesa Ava se unió a aquel abrazo. —Perdón, yo también quería uno. —Dijo tiernamente, ninguna se molestó en su presencia—Ya saben, que venga lo que venga porque igual estaremos bien, y sino siempre habrá forma de estarlo.

    Frizzy llegó a musitar un leve gracias mientras estaba técnicamente acurrucada entre ambas personas.

    Y todo era cierto, cualquiera podía pensar lo que quería, y si tenían que ser aprovechadores, oportunistas y todas esas cosas. Lo serían. Era su oportunidad de ser felices.

    Todo parecía haber sucedido en un instante, desde lo de la señorita Lea e incluso antes. Pero tal vez así tenía que ser, porque pasaba por algo. Porque había una especie de plan. Y fuese lo que fuese, estaban para el otro. Thomas al fin luchaba y reclamaba por su felicidad, al fin la tenía entre sus manos, y la tendría. Las cosas habían cambiado, lo seguirían haciendo, para él, para Lauren y para todo el mundo. Pero eso pasaba siempre, de eso se trataba el mundo. Sólo había que hacerle frente.