𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    —Ay su majestad. —Rose rió, pero fue una risa totalmente nerviosa y asustada. La reacción que estaba teniendo ante aquello.

    Las enfermeras al rededor se miraron entre sí bastante confundidas.

    —Es lo único que te puedo decir, y también afirmar que no he hablado con Lea al respecto ni siquiera desde que lo empecé a pensar. —Volvió a aclarar. —No sé qué le habrán dicho, que habrá visto o que habrá pasado, solo sé que yo no tuve influencia en eso. Pero que no significa que ahora enterándome las cosas queden así. —Dijo. —Lea no puede quedarse como si nada después de lo que ha hecho.

    Rose oficialmente se perdió, el joven le había dicho algo sin decirle nada al mismo tiempo de manera muy inteligente, la había desorientado y confundido por completo.

    Lauren aún descansando de aquel golpe en su cabeza quería decir algo, pero Frizzy que estaba a su lado dijo que era mejor que se estabilice por completo, un golpe en la cabeza podía ser algo muy serio aunque no parezca grave a un inicio, tenían que tener cuidado.

    Literalmente le habían estrellado la cabeza contra el piso de la cocina.

    Claramente también se había asustado. La ira y la agresividad de la señorita Lea habían sido tan descomunales, que no se podía reconocer a aquella bella joven en esos momentos.

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    Thomas fue con Lauren, estaba notablemente molesto, asustado, aturdido y confundido también. No sabía que había pasado con la señorita Lea, si él no había dicho ni hecho nada.

    Pidió permiso tanto a Frizzy como a Lauren y con ese otorgado pudo sentarse a los pies de la camilla. Girando el rostro para ver a Rose de nuevo.

    —¿Se me puede permitir hablar a solas un momento?. —Dijo.

    Todas las enfermeras miraron a Rose.

    No le podía decir que no, era el príncipe. Pero tampoco sabía nada de lo que estaba pasando, y todo se veía tan mal que también no sabía que hacer.

    —Sí su majestad. —Dijo, entre dudando y viéndose obligada a sí misma a decir que sí. Hizo una reverencia y mandó a sus enfermeras hacia el pasillo de afuera de la misma manera, wstas se despidieron momentáneamente con una reverencia. Frizzy se estaba levantando, pero el joven dijo que con ella también quería hablar. La morena se volvió a sentar asintiendo amablemente

    Rose salió al final de todas sus enfermeras a cargo, susurrandose a sí misma con mucha frustración algo que a penas se entendía como "Ayúdame Dios mío, en que me estaré metiendo ahora"

    Tan pronto como salió cerro la puerta para dar más privacidad a quienes se habían quedado adentro.

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    —Te juro que no he abierto la boca para ninguna cosa. —Dijo Thomas nuevamente muy asustado y totalmente sincero ya en ese tipo de privacidad que habían tenido.

    —Sí te creo, no te preocupes. —Lauren se esforzó por decir.

    —¿En sus gritos Lea mencionó algo más?

    —Un montón de barbaridades su majestad. —Respondió Frizzy. —No sé si Lauren escucho todo por aturdimiento con el golpe. Pero en verdad dio todo mucho miedo. —Suspiró aún asustada. —Decía cosas de que Lauren le había quitado algo, que la iba a matar, que la quería muerta, que lo haría con sus manos, que no podían robarle la vida, y que de seguro ella se había acostado con usted para conseguirlo. —Dijo lo último bajando la voz sin darse cuenta.

    Con eso hasta el mismo príncipe se ofendió también.

    —También decía cosas de que era ella su prometida, ella solamente. —Siguió Frizzy. —La verdad fue terrible, porque incluso insultó a la gente que la sostenía y detenía. Pero ahora que lo recuerdo, la escuché gritar sobre husmear en algún lugar. No entendí nada en esa parte.

    Lauren no recordaba escuchar algo sobre espiar o husmear algún lugar, posiblemente porque había ocurrido mientras intentaba regresar a la tierra después del golpe.

    Thomas se quedó pensando profundamente en algo que pareció descifrar. —En la mañana encontré cajones movidos en mi mesa de noche cuando regrese por algo que olvidé. Pensé que solamente habían sido los sirvientes ordenando. Porque era un momento de limpieza además de que la única persona que tiene copia de las llaves es Karoma.

    —¿Cree usted que la señorita Lea entro a su habitación? —Preguntó Frizzy.

    —Sí, pero ninguna de las cartas que hemos intercambiado Lauren y yo están en los cajones ni en ningún lugar, me aseguro de quemarlas para que no exista evidencia. Tuve mucho cuidado en eso. —Siguió, sin encontrar explicación alguna. —Lo único que está ahí es mi diario, pero no esta en mis cajones, también está escondido.

    Todos entendieron a lo que se refería, era pronto para asumir esas cosas, pero era lo único que tenía sentido.

    Tenía que ser así.

    —Tal vez buscó entre sus cosas y al no encontrarlas desordenó sus cajones. Puede que haya encontrado el diario al final. —Dijo Frizzy uniendo los cabos.

    —¿Dónde lo tenías? —Preguntó Lauren.

    —Bajo una tabla de mi cama, se tiene que levantar un poco el colchón.

    —Eso es difícil de encontrar. —Agregó Frizzy pensando. —Más porque los colchones pesan. —Pero ha de haber encontrado una forma.

    Todos estaban de acuerdo en eso.

    —Pero la pregunta sería saber como entró, si su habitación estaba cerrada y era solo Karoma quien la abriría después para la limpieza. —Dijo Lauren. Y era verdad también. —Lo ha hecho, pero la cosa es probarlo. Saber cómo.

    Todos estaban de acuerdo en que había sido ella desde un inicio, que algo había pasado. No había duda que había sido intencional irrumpir en la habitación del joven.

    —Es obvio que fue ella desde un inicio y hasta sin ayuda tal vez, pero cómo lo hizo. No tengo idea. Me asusta un poco, suena a que es más serio y profundo de lo que parece. —Se puso a pensar el príncipe.

    —Lo siento tanto en verdad. —Se lamentó Lauren.

    —No digas eso, literalmente pudiste haber muerto Lauren. Lea tenía todas las intenciones de matarte ahí mismo—Reprendió suavemente el príncipe. —El primer ministro de Suecia y yo nos enteramos a destiempo, él primero y después yo. Corrimos a la cocina para ver que lo que estaba pasando era Real.  Yo también vi con mis propios ojos como le rogaba a su padre que manden a matar a todo el mundo, como si estuviera loca, irreconocible. —siguió—No puedo dejar que siquiera te toque de nuevo.

    —Sí hasta te ha cortado la cabeza con el piso, imagínate si como decía Rose necesitabas suturas. —Dijo Frizzy.

    —No es ningún accidente para dejar pasar. No puedo hacer eso. —Dijo Thomas. —Por su nobleza no tendrá ni el mínimo cargo, pero tiene que pagar por algo.

    —Son demasiados problemas juntos, ni siquiera hemos procesado por completo la pérdida que hemos sufrido. Las cosas afuera también están mal, el secreto de Karoma, tu padre y tu madre. —Dijo Lauren. —Thomas. —Lo llamó por su nombre. —Es demasiado, demasiado para manejar y para soportar, no puedes solo, yo tampoco. Nadie que esta involucrado lo soporta más. Hemos perdido a personas tan importantes, todos hemos llorado hasta secarnos en ocultó por la prohibición de sufrir por nuestros muertos. Tenemos tanta situación personal detrás, tanto incluso del Reino, de nuestro propio plan pausado, todo es demasiado.

    Las palabras de Lauren también tenían razón, por lo que el silencio los invadió a los tres, dejándolos pensando de nuevo. El tema con Lea también implicaba muchas cosas, pero era tan mala suerte que suceda en esos momentos.

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    Momentos después el rostro del príncipe se iluminó de repente y de sobremanera, como si la mejor idea del mundo hubiera llegado a él.

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    —Es lo que necesitamos para anular todo mi compromiso. —Dijo de repente, Lauren entendió al instante, Frizzy demoró un poco. —Eso es, es claramente hasta lo suficientemente grave hasta para solicitar la retirada de su familia de este castillo, porque es culpa total de uno de sus integrantes, no la nuestra. Ella fue y es de quien estamos seguros violo mi privacidad, confesó la tentativa de homicidio. Todo eso es hasta más, para llevarla a un tribunal, pero lo que podemos hacer es "hacerle el favor de que solo sea el compromiso"  cancelarlo, anularlo, incluso reclamando reparaciones, que las trasladariamos a que Suecia no retire la alianza, es perfecto. —Dijo con toda su ilusión.

    —¿Pero no escuchaste lo que acabo de decir? —Dijo Lauren bastante preocupada y asustada. 

    —Lo escuché, por supuesto que lo escuché. —Dijo Thomas sentándose más cerca. —Y estoy de acuerdo, de acuerdo en todo. Pero tal vez esperar es en lo que nos hemos estado equivocando. Porque no se puede dejar pasar esto, porque Lea lo puede hacer de nuevo, si aprovechamos las cosas podemos salir de esto. —Se expresó.

    Frizzy se fue a caminar en círculos totalmente nerviosa, las cosas estaban tomando otro rumbo. Y eso ya la estaba asustando también.

    Lauren se sentó mejor en la camilla se acerco como pudo al joven y tomó su rostro entre sus manos mientras el joven aún se perdía en su explicación.

    —Tu idea es brillante, totalmente brillante, es magnífica. No me malentiendas en eso. —Le explicó cobrando más lucidez mientras iba hablando. —A lo que me refiero es que es muy pronto, no hemos preparado ningún plan por si las cosas se van en contra, no hemos podido pensar en esas cosas, no tenemos a donde irnos todos. Podemos ver eso, y teniendo eso hacer lo que dices.

    —Pero sería muy tarde. Ya no tendría mucho sentido reclamar lo de Lea si lo hacemos un tiempo sospechoso después. —Dijo Thomas tomando las manos de Lauren que seguían en su rostro. —Y no tenemos por qué tener planes planes de emergencia. Ni porqué salir de aquí huyendo.

    Lauren dejo de entenderlo en esos momentos. Y a pesar de que buscó una respuesta en los ojos del joven, no la encontró. —No te entiendo. —Le terminó  diciendo.

    Frizzy prefirió no opinar.

    —No tienes que hacer un plan de huida porque no lo necesitaremos. Podemos salir de esto sin que nada malo pase, sin tener que ir a otro lado si no lo deseas. Podemos quedarnos a vivir aquí los dos. —Dijo. — Sabes que en leyes de familia Real cuando el primer heredero es varón, sea quien sea su esposa puede alcanzar el cargo de Reina sin importar, pero cuando se trata de el primer heredero como una mujer quien sea su esposo solo llega a príncipe. —Mencionó.

    Lauren asintió esa era una ley conocida, pero no entendía a qué punto quería llegar el joven.

    —Puedo elegir casarme con quien desee después de hacer esto, porque con compromiso anulado por estas razones obvias puedo solicitar libertad de decisión matrimonial como compensación contra mi propia familia, es un proceso al que tengo derecho y  yo lo hago. Te juro que lo hago. Pero tengo que preguntarte primero, tienes que estar de acuerdo, lo tenemos que estar los dos. Y en verdad suena tan apresurado, y lo siento tanto por eso. No debería ser así, pero quiero verle un lado bueno.

    Frizzy irónicamente fue quien empezó a entender. Empezando a congelarse de repente en aquellos círculos en los que había estado caminando.

    —Tú sabes que no puedo hacer algo que no quieras. Y que en termino de esta relación estoy cometiendo muchas faltas contigo. —Siguió diciendo el joven. —Te prometí intentar algo, porque no sabía que podía pasar. Pero ahora lo sé, y no quiero prometerte nada en vano. Quiero estar contigo, no como un secreto, quiero que todo sea oficial y que te de el merecido respeto que mereces como ser humano, que nada se esconda de la ley, poder usarla a nuestro favor. En estos tiempos que lo oficial es tan importante, que yo considero importante también. Por eso quiero pedirte, solo si lo deseas porque sabes que te respeto de sobremanera, solo si tú también lo deseas. Y perdóname, perdóname en verdad por tantas vueltas y por no hacerlo de manera propia pero ¿Quisieras casarte conmigo?

    Lauren no supo si era la herida en su cabeza haciéndola alucinar o escuchar mal. Pero tan pronto fue su reacción ante la realidad tampoco lo pudo creer.

    Frizzy ya desesperada no pudo evitar hablar. —¡Dile que sí ya, tonta!

    Lauren reaccionó con las palabras de su amiga. Y no dudo en decir que sí asintiendo efusivamente también.

    No se abrazaron ni se besaron, no era el momento adecuado para eso. Aquella pedida tenía una connotación mucho más importante que la romántica.

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    La única forma de oficializar o hacer válida una relación era el compromiso o el matrimonio. Sino ni para la moral ni las normas sociales y mucho menos para el siglo era válido tener una relación. No bastaba con pedirle salir a alguien, más bien ni importaba. O era un compromiso o no era absolutamente nada.

    Por lo que para el tiempo que vivían, lo que estaba haciendo Thomas, era simplemente pedirle estar juntos, pedir que Lauren sea pareja sentimental suya. Solamente algo tan simple como eso, pero para la época si no estaban comprometidos no contaba.

    Por eso lo hizo, era bastante estratégico de su parte.

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    Thomas asintió de vuelta, así su relación era válida. Podía serlo y podían usarlo, porque ahora todo lo que se le había ocurrido a Thomas se entendía perfectamente.

    Era totalmente brillante y magnífico, y se le había ocurrido en un momento de lucidez. En unos segundos, simplemente su plan era brillante, él era brillante.

    Todo tenía más sentido. Incluso sin querer la señorita Lea había arruinado a su familia y a ella misma. Lo que había hecho era igual de imperdonable que útil, y ese lado útil lo tenían que usar, Thomas tenía razón.

    —No voy a dejar que ni Lea ni nadie te hagan algo. Te lo juro. —Le dijo el joven de nuevo. —Vamos a estar bien, lo vamos a estar, esto cambia por completo nuestros planes iniciales, pero tal vez tenía que ser así. Y no solo lo vamos a intentar, sino que se podrá. Este yo en la corona, se la ceda a mi hermana o no. Confía en mi.

    —Lo hago. —Confirmó Lauren sinceramente.

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    —Confíen en mi. —Dijo el joven de repente, y casi comicamente, para aliviar toda esa situación. —Perdóname Frizzy, te estuve ignorando. Lo siento mucho.

    —Por mi ustedes no se preocupen. Sigan sin problema, yo escucho. —Contestó la morena, haciendo al joven soltar una risa a forma de suspiro para desestresarse también.

    —Esto cambia todo también, no podemos dejar que este día termine mal. —Dijo el joven. —Hoy mismo hablaré con mi padre con el ministro y con Lea, arreglaremos esto mañana mismo. Suena pronto, pero como se dijo si es más tarde no tendrá sentido.

    Lauren asintió a pesar de que esa prontitud la asustaba y que el aturdir de giro en las cosas y su rapidez sean extremas. La idea de Thomas tenía mucho sentido en todos sus aspectos. Eso le daba un giro total a todos aquellos planes que tenían, se sumaba a todo lo malo que pasaba. Pero si lo dejaban pasar, no estarían aprovechando esa maravillosa idea. Que de una forma que tal vez no fue buena, había llegado al menos. No se sabía si era una señal pero sucedería.

    —Por favor ninguna dude en buscarme pase lo que pase. —Dijo el joven.

    Ambas asintieron.

    Se levantó, tenía que irse. Sino afuera también las enfermeras se iban a perjudicar. Tuvieron que despedirse con una reverencia como algo simple, aunque Frizzy estaba desesperada porque el príncipe se despida de otra forma de Lauren, aunque por otro lado también entendía si no lo hacía. Tristemente no se despidió de manera extraordinaria.

    El joven caminó normalmente hasta la puerta. Y en ese silencio decidió abrir la puerta el mismo para salir. Dándose con la sorpresa que al hacerlo, delante de él aparecieron sirvientas acumuladas que se apoyaban en la puerta y que estuvieron cerca a tropezarse para delante cuando sucedió.

    El joven se asustó y ayudó a un par que sí se había caído. Mientras escuchaba también a Rose regañarles incansablemente por querer meterse en conversaciones ajenas.

    Aquello había causado un poco de gracia y susto, porque si llegaron a escuchar algo, no se sabía si terminaría siendo bueno o no.

    El príncipe se fue, y en su presencia se notaba un gran apuro, después de eso las enfermeras volvieron a entrar. Mirándose entre todas entre perdidas curiosas y aguantando risas.

    Mientras la pobre Rose entraba totalmente estresada. Sin saber que hacer ya, ni que estaba pasando.

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    —No sé qué hacer con ustedes dos en verdad. —Se les acercó. —No sé si quiera si debí dejar que se queden hablando así, si la Reina se entera nos mata a las tres. —Las regañó en un susurro. —Todo lo que esta pasando es horrible, desde el año pasado y los escándalos privados y públicos como el último. Ahora con lo que le han hecho a Lauren ya vi mi vida pasar delante de mis ojos y me muero de miedo. —Les dijo—Dios nos ayude, no se a que se están metiendo, y no se porqué no me puedo negar a ayudar a pesar de que ni idea tengo de que es—Suspiró