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𝐏𝐑𝐄𝐌𝐈𝐒𝐀
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一一一 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒅𝒆 1881 一一一

"Claramente, durante el
año anterior ocurrieron
muchas cosas que
inevitablemente tuvieron
que empezar a cambiar o
que trajeron una forma
de ver las cosas diferente
a cómo se solía ser.
Lamentablemente en un
momento la estabilidad
de Inglaterra también corría
cierto riesgo que se estaba
controlando. Pero eso tampoco
quitaba, que un par de cosas
buenas no hayan pasado."

❝𝑨𝒔𝒑𝒆𝒄𝒕𝒐𝒔 𝑮𝒆𝒏𝒆𝒓𝒂𝒍𝒆𝒔❞

    Claramente los temas de trabajo, transporte y vestimenta no cambiaron en nada de un año para otro.

    Los carruajes seguían siendo los mismos, los trenes también, los medios de transporte existentes para la época, claramente no podían tener una evolución tan pronto. Por lo que claramente nada había sufrido alteraciones.

    Los vestidos largos, con interminables prendas interiores y armazones seguían estando en tendencia en todas las mujeres de clase media y alta de toda la sociedad Inglesa. Los gorros de copa alta para los varones, abrigos, gabardinas y demás, también siguieron en tendencia.

    En el castillo fue la misma historia, fuera de aquel cambio en el peinado que solicitó la Reina en el caso de las sirvientas. El uniforme no sufrió ningún cambio ni ninguna alteración.

❝𝑫𝒖𝒓𝒓𝒊𝒆́ 𝑵𝒐𝒗𝒆𝒂𝒖 𝒚 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒕𝒆𝒈𝒊𝒂❞

    Claramente las formas de empezar el año fueron bastante malas. Por toda la situación que se había ido trayendo desde meses finales del año anterior.

    Cuando los "Durrié Noveau" pasaron de ser una cosa secreta a algo conocido por todo el Reino, las tensiones eran sumamente notorias.

    Claramente su intención era seguir funcionando en secreto, pero en el momento que el mismo castillo se involucró, claramente todo se volvió más grave. Porque por un error, habían herido al mismísimo heredero al trono.

    Y eso, sumado a la falta de respeto por el nombre. El castillo no se los iba a perdonar.

    Se ordenó de repente, cárcel directa para todos los involucrados. Así como su búsqueda. Ya que después de que el rey esté esperando a que este grupo se manifieste de alguna manera sin éxito alguno, vio que era su señal para empezar a actuar de inmediato.

    Se buscaban rostros, responsables sobretodo del disparo al príncipe. Accidente o no. Era una de las personas más importantes del Reino, quien haya disparado el arma merecía castigo.

    Y nadie podía quedar impune.

    Entonces, empezaron algunos saqueos en las zonas alejadas de Inglaterra por parte de este grupo de vándalos que trabajaban por mandado de otra gente, Todos con el fin de callar a las personas, de asustarlas para que no digan nada.

    Los saqueos fueron avanzando, y eso de callar a la gente, funcionaba, y al mismo tiempo no lo hacía. Había gente que claramente decidía hablar y delatar las cosas a cambio de una protección, y se las daban obviamente.

    Mucha gente adinerada, se autodeclaró como participante, a cambio de inmunidad ante la Ley. Y debido a la estrategia que estaba tomando el Reino, no había más opción que aceptar.

    Así entraba más información, el castillo sabía mucho más de lo que parecía, pero no lo aparentaba, para mantener un perfil bastante bajo, y una guardia sumamente alta.

    Había que repetir en cada momento que no eran lo mismo, pero que faltaba una crisis, un detonante, y sí se iban a volver lo mismo que aquel grupo que aterrorizó al Reino tanto tiempo atrás.

    Había que estar bien informado, pero al mismo tiempo. Estar preparado.

    Las emociones de todo el pueblo, eran mixtas. Algunas aterrorizadas, otras enojadas.

    El Rey ya no sabía que hacer por mantener calmos a todos los súbditos. Pero aquello también era algo que escapaba de sus manos. No era un buen momento para Inglaterra.

    Que tan de repente, empezar el año de esa manera sea el constante recordatorio que hacia falta una cosa pequeña para estallar en crisis, era lo más sofocante posible.

    Había que poner mano dura, y un pare instantáneo. Las órdenes de cárcel inmediata, eran lo mejor posible. Más no se podía hacer.

   Su crimen no era el terrorismo, sino el vandalismo. Era imposible e incoherente condenarlos a muerte.

    Pero si en algún momento todo estallaba como lo hizo hace décadas. Al Rey no le iba a temblar la mano al mandar a la muerte a fusil a toda esa gente.

    Inglaterra no iba a pasar por lo mismo. Esta vez el Rey no les tenía miedo. Estaba teniendo reuniones constantes con el ministerio, estaba pensando en todo, preparando decisiones drásticas bajo una manga. No estaba siendo confiado en nada.

    Un grupo de vándalos no iban a venir a amenazarlo o a callar a la gente con saqueos. Por su culpa, su hijo estuvo cerca a morir, y le faltaban el respeto al Reino con una ofensa tan terrible, que no la iba a aguantar ni un segundo más.

    El grupo tenía líderes, obviamente. Pero debido a la criminalidad, y al estudio que se daba a la misma, era bastante obvio también que eran a estos a los últimos que iban a atrapar. Porque no iban a querer que su brazo se de a torcer. Ni que su grupo se desmorone.

    El Rey aún así buscaba líderes. Y la información al respecto era la más difícil de conseguir. Pero si lo hacía, y capturaba a solo uno de los líderes. Ya habría ganado definitivamente, y claramente estaba en sus planes.

❝𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝑺𝒖𝒆𝒄𝒊𝒂❞

    Una de las razones del extenso viaje del príncipe a Suecia el año pasado fue precisamente su alianza.

    Cuando empezaron los saqueos en el Reino Unido. El ministerio y el Rey tampoco dudaron en pedir ayuda. Estaban preparados para todo, iban a derrotar a aquel grupo lo más rápido posible.

    La alianza con Suecia era claramente una de las más fuertes. Suecia brindó su protección, mandó soldados, y hasta espías que se infiltrarían de cierta manera en este grupo para brindar información al castillo.

    Después de aquel tiempo de limbo y espera que tomó el Rey antes de dictar las ordenes de cárcel, no estaba tomando tregua con nadie.

    Debido a estas mismas ordenes, los integrantes intentaban escapar o Rose del país antes de que los descubrieran. Ya que los estaban cazando uno a uno, y claro que unos cuantos se fueron a Suecia, donde fueron detenidos, y traídos de vuelta a Inglaterra a cumplir una condena.

    Una buena parte de los atrapados, seguía ofreciendo información a cambio de reducciones en los años de la pena. Y una vez más, por la estrategia que debía tomar el castillo de atrapar a todos, se lo otorgaron

    Otros tantos de gente adinerada que se entregaba por voluntad propia, lo hacía con dobles intenciones. La de funcionar como doble espía, u ofrecer información a cambio de algo a cambio. Por lo que la protección y ayuda de Suecia servía también para ayudar con la inteligencia policial, y todos los interrogatorios e investigaciones posibles.

    "Durrié Noveau" se estaba defendiendo porque había gente que obviamente no quería ir a la cárcel por nada. La gente adinerada que incluso estaba dispuesta a pelear con el mismo castillo con tal de proteger su reputación. Gente que no siendo adinerada y que formaba parte del grupo, que por pura rebeldía se negaban a darse a torcer.

    Pero claramente otra parte, estaba huyendo. Ya los habían descubierto. Y entraron en pánico al saber las órdenes de cárcel inmediata.

    Y ante todo eso, la alianza con Suecia también servía de gran ayuda. Porque incluso, Suecia ofrecía sus cárceles para aquellos involucrados cuyos crímenes hayan sido más graves.

❝𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝑪𝒂𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍𝒐❞

    Por si las cosas no estaban mal ya con todo ese asunto. La situación privada del castillo no estaba en buenas.

    Los secretos de la familia Real y el castillo en sí, estaban en una tensión y cuidado constante. Sobretodo con la Reina, quien parecía ignorar toda situación exterior, concentrándose solamente en permanecer con su reputación intacta.

    El rey se enteró de lo que su esposa le hizo a Karoma y a Lauren, y claramente se armó el escándalo. Si el Rey se la estaba pasando mal con la situación del país, la Reina se encargó de destruir su vida con todas sus ganas. Se armó un escándalo que tuvo necesariamente quedar en privado por todo el riesgo de que alguien se entere de sus secretos.

    La Reina argumentaba que era culpa del Rey que cada vez estén más expuestos. Cuando era ella quien con sus ataques de ira que le daban de repente andaba confundiendo a todo el mundo. Para empeorar las cosas, Karoma se alejó del Rey por voluntad, no se estaba sintiendo bien y en eso la Reina fundó su victoria. Aunque las razones de Karoma en realidad tendían más a estar fundadas en que por un lado ella no se sentía bien y que por otro el Rey estaba sumamente ocupado y ella no lo quería atormentar con absolutamente nada.

    El Rey le dijo a la Reina que no tenía tiempo para ninguna de sus tonterías y que deje de estar haciendo cosas tan infantiles con Karoma y Lauren. Y la Reina con todo el cinismo, se lo negó. Porque era ella quien tomaba decisiones en los sirvientes, ella era la autoridad en ese aspecto por mismos protocolos del castillo, así que lo iba a seguir haciendo.

    Y lo siguió haciendo, aprovechando que después de la advertencia del Rey, ni siquiera se lo veía al mismo. La situación de afuera estaba tan difícil y tan enredada, que opacaba todo. El Rey casi nunca estaba presente, estaba sumamente ocupado y sumamente estresado, solo se veía con el ministerio y con su hijo, porque trabajaba con él. No tenía nada de tiempo

    Y la Reina aprovechó eso, siguiendo con lo mismo, manteniendo el corte de Karoma y Lauren cada mes. Aprovechando también que su hijo no sabía ni tenía idea sobre las verdaderas razones de su madre. Que la misma tenía calladas a Karoma, Lauren, Frizzy, Octavia y Rose, ocultándole a él y a todo el mundo, el mayor secreto de su vida. Por conveniencia propia, aunque claramente la disfrace de la excusa del bienestar de sus hijos, que también era cierto, pero en su caso era un aspecto que claramente le importaba cuando le convenía.

❝𝑳𝒆𝒚 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑫𝒆𝒓𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔
𝑪𝒊𝒗𝒊𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒓𝒗𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔❞

    Pero felizmente, de todas formas, y por no dejar al pesimismo tomar posesión de todo el Reino, no todo en el 1881 estaba tan mal. Claramente un par de cosas si fueron capaces de traer más luz al Reino fuera de la recuperación del príncipe.

    Paralelamente a todo el tema y el nuevo conflicto con los "Durrié Noveau" e incluso desde hace varios meses antes a que estalle aquel tema, se había ido hablando de una reforma en favor de los limitados derechos civiles de la servidumbre. Quienes menos privilegios tenían en absolutamente todos los sentidos.

    El caso Lauren Harris contra Ivonne, Gemma, y Romina Dhollen, era histórico en todos los sentidos posibles también. Había representado algo sin precedentes, no porque casos similares o peores no existan, sino porque jamás habían podido ser denunciados. Porque jamás un sirviente había podido estar en condiciones de enfrentarse a un juicio, que siempre era demasiado costoso.

    El caso entre el análisis de muchos abogados que lo estudiaron para poder hacer la solicitud de la reforma. Hubiera terminado diferente y de una manera más justa si no fuera por la limitación de derechos civiles para los sirvientes, ni los privilegios civiles que tenía la burguesía. Y eso que en el caso de Lauren el príncipe había mediado, las leyes habían de respetarse como eran.

    El colegio de abogados presentó la solicitud de la reforma. Adelantándose a la decisión que el Rey ya tenía planeado tomar. Por lo que el soberano haciendo un espacio entre toda la situación general, a manera de al menos tener una buena noticia o llevarla al pueblo, porque todos lo necesitaban también. Así en un par de sesiones y discusiones con el ministerio la reforma se aprobó.

    La ley de los derechos civiles de los sirvientes había quedado sin ninguna limitación. Tanto para las mujeres, como para los varones.

    Y también los privilegios civiles de la burguesía quedaron en la mira. Porque por mucho tiempo también se los había visto como injustos, y con todo lo que había pasado. Era posible que pronto se presente una reforma al respecto.

    Debido al principio de irretroactividad de la ley, es decir, en términos fáciles, que reformas posteriores no se pueden aplicar a eventos pasados. El caso de Lauren no sufrió modificación alguna. Pero fue gracias al mismo que se dio todo.

    Hubieron muchas celebraciones en el pueblo, al fin algo bueno llenaba al Reino dentro de una situación que precisamente no era la mejor, que el país se enfrente a si mismo, era precisamente un enredo tan grande que hasta era difícil de explicarse a uno mismo.

    La noticia se difundió por todo el Reino, la nueva ley promulgada obviamente desplazó a la anterior, y se hizo efectiva desde el día de su publicación.

    La gran mayoría de las reacciones fueron positivas, y eso era suficiente.

    Concentrarse en una minoría conservadora que no le parecía que los avances en la sociedad existan, era enojarse por gusto.

    La sociedad había avanzado un paso más cerca a una nueva forma de ver las cosas. A una donde la dignidad primaría como lo más importante para absolutamente todas las personas.

    Y claramente lo que pasó con Lauren, su caso, su historia. Había sido demasiado importante, para ella, y para el país. Siendo una persona como cualquiera, una sirvienta. Su situación, la ayuda que recibió, el destino, o quién sabía, había sido factor para que todo eso pueda pasar.

    Para que su rostro pueda ser representante de toda esa gente que tuvo que pasar o que pasaba por situaciones como las que ella sufrió. Para que la gente sepa que no es tarde para pedir ayuda, que si después de 10 años Lauren había podido salir de todo aquello, los demás también podían, más porque ahora al fin, la ley estaba a su favor.

    La historia de Inglaterra, el avance jurídico de la misma, estaban en una revolución. Una buena, un avance a la modernidad. Lauren representaba aquello, su caso lo hacía. Y a pesar de que en varios futuros siglos no hayan ni registros de cómo era su rostro, las escrituras, la sentencia redactada textualmente, el caso mismo, permanecerían en la historia del país. Para que en muchos años, Inglaterra recuerde y estudie su historia. Y así la recuerde y la lleve con conciencia.

❝𝑳𝒂𝒖𝒓𝒆𝒏 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒊𝒔❞

    A todo el asunto anterior y al fin y al cabo ¿Quién era Lauren Harris?

    No era precisamente ella quién era relevante. Sino su caso, la situación. Eso era obvio. Ella no era nadie extraordinario, ni más ni menos que cualquier otra mujer de 21 años, pero si su historia y lo que desencadenó la misma iban a servirle de algo a su país, no podía sentirse más halagada.

    Pero, haciendo la pregunta no de una manera general, sino introspectiva, en esos mismos momentos. Para ella misma, quién era, en quien se había convertido, tenía más de una respuesta.

    Había pasado por cosas muy malas, cosas inhumanas y maltratos inimaginables. Y nada de eso fue justificación o una razón para decidir ser una mala persona. Ella jamás lo fue. Siempre tuvo defectos, pero eso era parte de la humanidad misma.

    Era parte de su personalidad ser bastante seria, ser callada, tender a pensar demasiado, parecer amargada, que no le guste que la toquen, y que no le guste tocar a nadie. Pero también era una persona muy noble, amable, valiente, y era muy dulce, aunque a un principio aquello último suene como un chiste solamente.

    Habían muchas cosas en las que ella misma había mejorado. Su vida no era la misma, y no lo volvería a ser jamás.

    Era libre, seguía siendo ella, no diferente pero si mejor, una mejor persona, una persona con más esperanza, con más optimismo y con una mejor visión.

    No estaba atada, ni vivía perseguida por el miedo de morir si hablaba. La tristeza ya no era el sentimiento predominante en su vida. Y ese cambio le había traído tanta paz que todo en su ser estaba mejor.

    Las cosas podían estar mal ahora, toda esa situación que empezó con un disparo al príncipe había crecido en algo a lo que había que tratar con cuidado. Los secretos en el castillo en los que ella y Frizzy se habían terminado metiendo también podían estar en un mal estado.

    Y claro que tenía miedo, sería tonto decir que no.

    Pero esta vez no estaba huyendo, ni se estaba escondiendo. Sea como sea se estaba haciendo frente a lo que pasaba con todas las posibilidades que podía tener. Y ese optimismo y visión que se había podido otorgar a si misma, la habían vuelto en una versión de si misma, que de hecho siempre había permanecido ahí con ganas de ser libre, y ya lo era.

    La situación del país preocupaba, asustaba. Pero con todo lo que se sabía hasta el momento, era importante estar atento y no asumir ninguna conjetura buena o mala al respecto. Había que estar consciente de que las cosas sí estaban mal, y que había que buscar la solución correcta. Por la estructura monárquica del país el Rey era el que brindaba protección a sus súbditos en todos los aspectos.

    Pero en ese caso, en el que el país se enfrentaba a sí mismo técnicamente, era más difícil entender todo. Por eso era importante estar informado.

    Lauren como una persona entre las millones que vivían en el Reino, no podía hacer nada. Era un súbdito más. Solo había que esperar, solo había que confiar. Y eso también era difícil, pero desde su posición era lo único que podía hacer.

    Y el tiempo era sabio, porque si jamás hubiera entrado en el castillo, si todo eso jamás hubiera pasado, probablemente Lauren jamás hubiera logrado confiar y tener la esperanza con algo así.

    Frizzy era también de las mejores personas que habían pisado el mundo, sin ella Lauren tampoco hubiera logrado nada. Se lo debía, y se lo debía a mucha gente. Y de eso siempre estaría agradecida.

    Estaba preparada, y estaba lista para afrontar las cosas en la manera que vengan, sabía que habían cosas que no le iban a sentar bien, cosas terribles que le iban a quitar la ganas de todo en el momento que pasen. Después las cosas no permanecían ahí.

    Lo mismo con la situación del príncipe. Se sentía mal por lo que estaba pasando, por lo que le tenían que ocultar. Pero en esos momentos no podía hacer nada. Y en algún momento eso ya pararía, ya había pasado mucho tiempo y las mentiras y los secretos en ese castillo, no podían ser eternos.

    Solo esperaba, que en ese futuro, cuando todo se sepa, el príncipe pueda perdonarla a ella y a todos los que tuvieron que guardar el secreto. Porque decirle era igual de grave que no hacerlo.

❝𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒋𝒂𝒓𝒅𝒊́𝒏❞

    El encuentro entre Lauren y el príncipe aquella noche de los inicios de año, quedó en absoluto secreto. Ni Lauren se lo contó a nadie, y el príncipe mucho menos.

    Ambos acompañaron al otro por un buen rato. Pudieron hablar con el otro después de tiempo, y se sintió espontáneo y normal. El príncipe prefirió no preguntar sobre lo que había pasado con el cambio de apariencia de Lauren, más aún porque en esos inicios del año recién se había recuperado y recién se estaba adaptando para volver a sus cosas. Las cosas terminaron con una despedida repentina, por el frío que se atenuaba cada vez y por la preocupación de que de repente alguien se haya despertado, haya notado su ausencia y empiece a buscarlos. Y a pesar de que era poco probable, era mejor prevenir todos los asuntos posibles antes de arriesgarse a pasar por un mal momento.

    No se vieron después, no se podía, Lauren trabajaba en la lavandería y el príncipe estaba igual de ocupado que su padre ayudándolo con todo.

    Aquella noche sólo quedó en el recuerdo, de que al menos algo de bien había empezado el año, de que aunque las circunstancias que Lauren conocía no les permita verse literalmente, habían ocasiones en que la suerte iba con ella.

    La noche del jardín fue bastante importante. Y permanecería como algo bastante preciado, hasta una próxima vez.