𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙳𝙴𝙲𝙸𝙼𝙾 𝙿𝚁𝙸𝙼𝙴𝚁𝙾
De no hablarse más allá de lo necesario a no faltar ni un almuerzo juntas en la cafetería. Lo único que se le puede agradecer a la insistencia de Yerim y Seungwan junto la desaprobación pero apoyo de Sooyoung, es que ha permitido a Joohyun y a Seulgi sentirse cómodas entre si.
Conversaciones sobre sus días y vidas, conocer mañas y manías al igual que secretos de la infancia, son el diario del par, que aunque no lo hacen fuera de los muros del local es suficiente para ellas.
Joohyun por un lado siente enamorarse cada vez más de Seulgi, de su pasión por sus pinturas y esa forma tan especial que le hace sentir cada vez que hace un remarque sobre algo que Hyun haya hecho en la semana. Por otra mano está Seulgi...
Seulgi...
La verdad es que Seulgi ha intentado con toda su voluntad no dejar que sentimientos pasados vuelvan a florecer en un campo que había sido secado hace mucho.
Desde el primer semestre de su curso para ser exactos. Ahora están en segundo año de sus respectivas especialidades.
ㅡ¿Recuerdas cuando te conseguí en la biblioteca? ㅡJoohyun sonríe ante el recuerdo detonado por el dibujo de Seulgi. La fachada de la majestuosa biblioteca del campus. ㅡNo pensé que alguien más pudo haber descubierto ese punto en específico de todo el edificio, hasta que te ví dibujando allí.
Una memoria del primer encuentro de sus miradas, quien diría que ese sería el inicio de estos ridículos cumplidos de la mayor.
ㅡUn antiguo libro que leí durante psicología del arte dice que aquellos quienes buscan huir siempre se reunirán en un mismo lugar con aquellos que esperan ser encontrados, tal vez eso pasó con nosotras.
Y son estos momentos de madurez y misterio de Seulgi los cuales realmente le hacen dudar a Joohyun de la actitud inocente y algo lenta por la cual todos conocen a la pelinegra.
Es justo como esa tarde fría que anunciaba el cierre del año junto con el ciclo universitario, cuando Joohyun lista para ocultarse de los ojos de todos los demás en ese punto ciego de la magnífica edificación, consiguió a Seulgi huyendo de si misma.
ㅡEse es mi lugar, Kang.
La repudiada presencia de Irene se posó como una torre sobre Seulgi que estaba sentada en el suelo dibujando sus frustraciones. En ese entonces Joohyun podía hablar casualmente con ella porque no habían sentimientos por medio, mientras Seulgi era quien sentía las mariposas en el estómago.
ㅡLo siento, unnie. ㅡla pelinegra se apuró en recoger sus cosas pero el pie de Joohyun ligero sobre su difuminador la detuvo.
ㅡTampoco dije que debías irte.
Seulgi maldijo por lo bajo al caer profundo en esa cálida sonrisa de su mayor. Bae Joohyun era una recién ingresada al igual que ella, pero ya había ganado fama de ser la chica ideal de todo el campus, Seulgi incluida en la lista. Pero su actitud algo fría y distante cortaba cualquier lazo que alguien pudiera poner encima de ella.
Tomó algo de tiempo para que los demás dejarán de malinterpretar su timidez.
Inteligente, hermosa y divertida, no hay nada que Joohyun no fuera y que no hiciera con la gracia que la representa. Sus trabajadas esculturas como evidencia.
ㅡ¿Que hace aquí, Seul?
ㅡNo entiendo a que te refieres.
ㅡVamos, te he visto recorrer la biblioteca de base a cúpula y sé que eres lo bastante inteligente para notar que este es un punto ciego de la estructura.
Y tiene razón. La forma sobrepuesta en que están los estantes y la locación de los pilares de estilo gótico hacen que ese exacto punto del suelo sea invisible para todos los demás.
Hay que estar demasiado cerca para saber que ese pequeño extremo del pasillo existe.
ㅡTienes razón, de hecho cada vez que subía y baja por las escaleras era buscando este lugar. ㅡla menor sonríe a su dibujo sin prestarle atención al par de ojos pardos que admiraban sus movimientos sobre el lienzo prensado. ㅡPero no sabía que también venías aquí.
Un silencio liviano se formó entre las dos recién conocidas, Seulgi sintiéndose como la chica más afortunada y Joohyun teniendo en mente de que se trataría su siguiente escultura. Pero si compartió su lugar secreto con Seulgi fue por algo.
ㅡInvalidar el arte de alguien más es la ofensa más grande que puede haber, ㅡla mayor es perceptiva y solo le bastó ver lo que dibuja la pelinegra para entender porqué estaba allí. ㅡpero ofensa para el ser propio es seguir esos comentarios.
Los largos trazos de Seulgi se detuvieron a mitad de camino, la fuerza con la que sostenía el grafito fue tal que rompió su punta sobre el lienzo en su regazo, las hirientes palabras del profesor Lim regresando a sus oídos.
ㅡÉl es el profesor, el maestro de la asignatura, él mejor que nadie sabe lo que es arte y lo que no. ㅡla menor mantuvo su poca calma al guardar todas sus cosas otra vez. ㅡTú escuchaste todo lo que dijo.
Joohyun asiente y rebobina en su memoria inmediata a la situación de temprano, el profesor Lim siendo un crítico demasiado rudo contra la pintura de Seulgi por ser un paisaje natural de líneas desastrosas para él, así que le exigió a la chica precisión en sus trazos, cosa que la pelinegra estaba practicando antes de que Joohyun llegara.
Aunque el dibujo es fantástico, no está la escencia de la fluidez que todo artista tiene. Lim no destruyó la pieza pero si la voluntad de la chica detrás de ella.
ㅡPero él no es el artista que hizo esa excelente pintura en mi opinión. ㅡotra sonrisa que se siente como el verano y Seulgi pudo jurar que el invierno nunca había estado tan lejos aunque afuera nieve caía. ㅡÉl es un idiota, eso es el profesor Lim, un idiota que cree que por peinarse de lado puede ocultar esa calva que brilla más que el sol.
Fue turno de Seulgi reír y la confusión que nublaba un poco la mente de Joohyun se aclarecio como la neblina en el sol.
ㅡMuchas gracias por animarme, unnie. ㅡSeulgi se levantó del suelo y le dió una pequeña reverencia a la castaña. ㅡY muchas gracias por dejarme estar en tu lugar escondido.
Sin esperar una despedida, la menor comenzó a alejarse, debía ser rápida y apurarse para poder alcanzar a Jisoo después de su ensayo y decirle que tuvo un momento con Bae Joohyun, siendo Seulgi otro gran crush para los demás. Pero otra vez, fue detenida en su paso.
ㅡ¡Seulgi-ah! ㅡJoohyun alzó un poco su voz y la nombrada giró en sus talones para enfrentar a su unnie. ㅡRecogí la pintura del basurero después de que te fuiste y la lleve a mi dormitorio, puedes ir por ella si la quieres de vuelta.
Otra reverencia en silencio y Seulgi desapareció entre los altos libreros. Su corazón que latía como loco se calmó con un solo pensamiento.
No intentaría nada con Joohyun porque no podía permitirse llegar a perderla como eventualmente siempre pasa.
Ese día Seulgi decidió no enamorarse mientras que Joohyun sintió perderse un poco en la adorable chica. Los papeles se invirtieron y Joohyun se convirtió en un desastre ambulante incapaz de tener una conversación con ella y Seulgi en la experta en rechazar a los demás como a sus propios sentimientos.
ㅡUnnie, ㅡSeulgi trae a Joohyun de regreso al presente al pinchar su brazo con el extremo de su lápiz. ㅡ¿Hoy no hay frases robadas para mí?
¡Finalmente Seulgi se ha dado cuenta de algo tan obvio como el cabello de Baekhyun, Gahyeon y Jaehyun pidiendo auxilio por tanto tinte!
Es un avance, uno pequeño pero avance al fin.
Joohyun esconde su emoción con la expresión más neutra que tiene, no puede dejar que Seulgi vea su desesperada euforia. Si hay un avance hay que evaluar el progreso primero, es la forma de saber que las cosas están funcionando.
ㅡ¿Que somos, Seulgi-ah?
ㅡLamento no compartir el mismo tren de pensamiento que tú, pido me expliques. ㅡal igual, Seulgi entierra su nerviosismo ante la pregunta con una cortesía tan falsa como la de los caballeros de William Shakespeare.
ㅡ¿Que es lo que somos tú y yo? ㅡla mayor comienza golpear la mesa rítmicamente con la yema de sus dedos. ㅡ¿Somos siquiera amigas, compañeras de clases, conocidas o somos tipo plan de dos chicas que se conocen lo suficiente como para aprovechar las promociones dos por uno de la cafetería?
Seulgi realmente está intentando no caer en los juegos de Joohyun porque cree que solo son bromas y chistes, pero cosas así se lo hacen difícil.
ㅡVeamos... ㅡla pelinegra se rasca la barbilla como si barba tuviera, premiandose con el placer de escuchar a Joohyun reír. ㅡSomos compañeras de clases conocidas que han aprovechado de las promociones dos por uno de la cafetería para convertirse en amigas, y quién sabe, algo más puede suceder.
ㅡ¡¿QUÉ DIJISTE?!
ㅡQue somos amigas, unnie.
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