❝No es la primera vez que nos vemos. Podemos volver a intentarlo.
Revivamos el reencuentro, cariño.❞

—Bien. ¿Entonces aceptas?

—No tan rápido, quiero ver al líder primero. Me gustaría saber si nuestros planes entre tú y yo puedan gustarle.

Mintió, si lo había visto muy bien ayer por la tarde mientras se aflojaba la corbata y luego estuvo asustado creyendo haber escuchado su voz. No lo olvidaría.

—Esta bien, señor.

El hombre que hablaba con Park se levantó de su asiento, el cual se encontraba frente al escritorio de Jimin, luego de eso se encaminó hacia a la puerta de la oficina, la abrió y hizo una pequeña seña para que el líder pueda adentrarse en el lugar.

Los ojos de Jimin se abrieron un poco más cuando vió a Jungkook pasar por la puerta vistiendo con una camisa negra a medio abotonar que dejaba ver su cuello como gran parte de su cuello, unos vaqueros negros y rasgados que apretaban sus tonificados  muslos y piernas. Finalmente para terminar, el azabache vestía de unos zapatos adecuados para esos vaqueros.

«Mierda, se ve tan perfecto.» pensó Jimin pero no podía desconcentrarse por mas que quería.

—¡Oh! Tome asiento por favor, sea bienvenido.

Indicó aquel peligris, poniéndose de pie detrás de su escritorio sonriendo mientras se inclinaba levemente hacia adelante sobre este apoyando ambas manos. Solo quería ser amable aunque el día anterior tuvo miedo al observarlo en la televisión.

Jungkook se mantuvo de pie observando serio a Jimin, quien de pronto borró su sonrisa tragando duro y desviando su mirada hacía abajo. Pronto, escuchó como el azabache este caminaba hacía el asiento frente a su escritorio y lo tomaba.

—Tu debes ser el líder de esa banda, soy Park Jimin, jefe de esta gran empresa quien se encarga de hacer que las bandas sean aún más reconocidas teniendo suficient-

—No creo que te necesitemos. Tenemos demasiado reconocimiento... nos va muy bien, no se porque nuestro manager pensó que podríamos necesitar alguien mas además de él para el mundo de nuestra música.

—No es asi, se equivoca señor...

Jimin intentó proseguir con su respuesta pero hizo una pausa esperando saber el nombre del líder.

—Jeon Jungkook y tampoco soy un viejo como tu para llamarme señor... —Sonrió este con una sonrisa en forma de burla.

Por un momento creyó que sus labios dejaban escapar su saliva embobado cuando escuchó su nombre ser pronunciado junto con aquel acento Satoori, claramente de busan.

Ese mismo dialecto hizo que tuviera un escalofrío que comenzó recorrer su delgada espalda hasta expander por todo su cuerpo en ese calor que sintió la noche anterior. Caliente.
Aunque ignorando todo lo que ocurría con su cuerpo y el atractivo acento de Jungkook, este mismo lo había llamado viejo, algo increíble en su vida pero no tan literal.

—Primero que nada, no soy viejo y segundo esto es por tu banda, debes poner atención.

Jungkook soltó una pequeña risita burlona a lo que Jimin lo observó serio.

—Jungkook, volviendo al tema. No es lo que usted se refiere. Bueno si, un poco. Sería su segundo manager ya que debido al reconocimiento que han recibido de manera brusca provocó un trabajo complicado para el. Claramente mi empresa esta decidida ayudar a que escogan el buen camino de la música.

Expresó Park tomando asiento mientras su mirada se desviaba del azabache hacia su laptop a su lado izquierdo y sobre su escritorio.

—Me parece interesante lo que dice... —Jungkook miró la tarjeta de identificación que tenía aquel humano en su traje. No recordó su nombre pero luego si.— Park Jimin.

— Bien. Me alegra que le parezca interesante. Tengo mas cosas que sugerirle. Dejame buscar por aqui algunas cosas y luego debe firmar un contrato para aceptar nuestro apoyo.

Error número uno. Jimin se colocó de pie y se había dado la vuelta buscando algunos archivos en los estantes que se encontraban lejos de su escritorio. Caminando hacia ellos, sintió un mirada pegada a su trasero, era obvio y también es obvio que Jungkook parecía una persona... algo activa en ciertos aspectos.

—Buen culo. — Escuchó como ese azabache soltaba ese murmullo bajo detrás de el y supo que estaba observando directamente a su trasero.— Tal como lo imagine, Park.

Jungkook no pudo evitar abrir las piernas al sentir como una erección creció en sus vaqueros mientras se mordió el labio sin ningún descaro. Pudo ver como el delicioso peligris se agachaba mas haciendo que su trasero se marcara mas, provocando a jungkook querer contenerse para que no se levante allí mismo y rompiera toda su ropa ahi mismo. Contra los estantes de la oficina de ese humano.

—Este es el contrato, los demás archivos no han sido encontrados por lo tanto no son tan importantes de igual manera.—Jimin caminó de regreso, después de unos minutos de estar enseñando su trasero a aquel caliente rockero.

Colocó el largo contrato sobre el escritorio mientras tomaba un bolígrafo para que Jungkook lo tomara entre sus dedos luego rozando con los de Jimin, provocando una pequeña electricidad mientras que leía antes de firmar.

—Tienes un lindo baño, Park, lo disfrutaste demasiado ¿Verdad?

Su boca se abrió, se sorprendió cuando escuchó como Jungkook le platicaba sobre su baño de anoche con demasiada confianza.

—¿Que has dicho?

—He dicho... Tienes un lindo baño, seguro disfrutaste.

El rostro de Jimin fue mil expresiones de todo tipo en un segundo. ¿Como es que el sabía eso?

—¿No se supone que eres artista? ¿Que haces espiando a las personas?

—Nunca dije que lo espíe, Park. Usted me invitó a pasar a su casa.

«Mentira» pensó riendo cuando el rostro del azabache lo observaba sin entender, luego volvió a hablar.

—Veo que en el contrato falta algo ¿Puedes acercarte y comprobarlo? Señor Park. —Preguntó el pelinegro lanzando una mirada divertida mientras sonreía ladino.

Jimin no tardó en rodear el escritorio, aproximándose a jungkook con desconfianza. Pronto se vió a el mismo, inclinando su cuerpo para ver que faltaba pero fue un segundo error cuando sintió como una fuerte mano le apretaba el culo mientras veía como Jungkook se levantaba aun sin sacar su mano, inclinando mas su cuerpo sobre la mesa.

—Vengo aqui porque se supone que su empresa me tiene que sugerir un futuro. Obvio para mi banda pero termino duro por verte el culo. ¿Acaso no es nuestro mejor día?

El azabache suspiró algo cansado y siguió.

—Segundo, su casa es linda. Ya ví el baño, nos falta la cama, cariño. —Expresó el vampiro en su oido mientras apretaba mas su culo en su mano. —Pero ahora dime. ¿Como quieres que arreglemos esto? ¿Te follo duro contra este escritorio y me largo o firmo el puto contrato contigo encima mío montandome sin parar? Que sucio eres, Park.

Jimin no podía emitir ninguna palabra. Estaba atónito después de haber escuchado eso pero rápido sacó la mano de Jungkook de su culo y luego se giró para observarlo fijamente al rostro. Demasiado cerca mutuamente.

—No soy una de tus mujeres para que me hables de esa forma. Soy un respetable hombre y tampoco tengo intenciones de acostarme contigo. Solo firma y es todo por hoy.

Jungkook podía oler su sangre caliente. Estaba excitado, excitado por el.

Relamio sus labios y sonrió lascivo. No podía creerle sus palabras después de haber olido su sangre.

Provocaba que sus ojos se volvieran rojos de poco a poco con el paso de los segundos.

—Claro. Firmaré cuando me digas ahora mismo como quieres que te folle.

— No te diré por que no me gustan los hombres y menos de esta forma. Asi que si no piensas firmar, hasta luego Jeon.

—Bien. Veo que eres de esos que les gusta que le pidan por favor a todo pero sabes que no va a ser asi.

— No puedes hacerme nada porque ni siquiera te conozco y además no quiero nada contigo, asi que-

Jimin no pudo terminar de hablar cuando su pequeño cuerpo fue levantado e acostado sobre su escritorio. Luego pudo sentir como el pelinegro se metía entre medio de sus piernas, rozando ambas zonas erógenas.

—¿Así que? ¿Me dirás que me vaya? Te conozco perfectamente. Te ví en el club hace unas noches atrás. Se que no te gusta mi música, también sentí el calor de tu cuerpo como el de ahora. Tu sangre puede recorrer tu cuerpo de manera caliente...

Solo dejo escapar un pequeño jadeo. Pero rápidamente cubrió sus labios con una mano.

—¿Crees que no te conozco lo suficiente? No hace falta toda una vida para que te conozca. No soy humano pero puedo saberlo todo...  — Soltó el vampiro. Sus respectivos ojos se volvían rojos oscuros mientras miraba a Jimin debajo de el pero el contrario estaba sorprendido. —Tienes una marca detrás de tu cuello, y es mía.

— No hagas esto, So-solo firma el contrato. Esto esta mal.

Jimin tomó rápido el bolígrafo y el contrato junto a muchos papeles que se encontraban a lado de su cuerpo minutos antes de tomarlos. Miró a Jungkook con una sonrisa nerviosa mientras estiraba ambas cosas a la cara de este. El recién nombrado tomo entre sus dedos el bolígrafo para luego solo partir este en dos con sus dedos como si fuera algo frágil.

— Ya no tengo con que firmar... ¿que ocurrirá ahora?

— Tengo mas de esos, asi que muy inteligente no eres... vampirito.

— Que tal si dejas esos estúpidos papeles y dejas que te folle duro... humano.

Jungkook tomó los papeles y los rompió. Luego solo los arrojó al suelo mientras que Jimin se quejaba todo el tiempo de que había roto su contrato. Rodó los ojos y tomó las muñecas de este, colocando estas arriba de su cabeza, dejandolo indefenso. Relamio nuevamente sus labios y mostrando los afilados colmillos en una sonrisa de burla.

— La gente se va enterar lo que eres tarde o temprano. Pobre de esos fans que piensan que eres un humano y en realidad chupas sangre de quien sabe de quien... ¡Jeon Jungkook es un vampiro! — Jimin gritó fuerte pero el nombrado tapó su boca fuertemente, callando todo tipo de quejas y gritos.

— La gente se va a enterar lo que te hice tarde o temprano. Esa pobre secretaria tuya piensa que eres totalmente hetero pero en realidad dentro tuyo existe mas que un hetero... Park JiMin, el jefe que le gustará ser follado duramente por un rockero.

Se acercó a su oído lentamente susurrando con un cierto acento satoori, sintiendo como Jimin se estremecía ante sus palabras a la misma vez que soltaba un fuerte jadeo cuando su mano chocó fuertemente su culo.

La marca de la que tenía ahora mismo Jimin en la parte detrás de su cuello, pronto comenzaba a brillar y calentarse. Haciendo que el cuerpo de JiMin fuera débil, ya que le quitaba energía a cambio de hacerle sentir calor pero un calor que lo abraza y no puede dejarlo ir durante un buen tiempo.

Continuará.