Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟯. BORING SESSIONS.


✶ ‧ › o. 𝓒𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒. . .
𝟬𝟯. ╱  SESIONES ABURRIDAS

_____________

El baile de Lady Danbury fue uno de los más esperados por la mayoría de las señoritas solteras de nuestra sociedad. Para muchas, fue su primera oportunidad para encontrar a un decente marido, y tengo que admitir que me sorprendí bastante con ciertas posibles parejas. Pero esta autora esta bastante emocionada por contarles que uno de nuestros diamantes de esta temporada estuvo con nada menos que el importante hijo del vizconde de Castairs, y bastantes entretenidos se les vió. Pero nada es seguro, queridos lectores, ya que Selene Lexington está bastante fuera del alcance de muchos. Se dice que se vió a un bastante estresado Finnick Lexington. ¿Será que buscar dignos pretendientes se estará volviendo más difícil cada año?

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN,

25 de Abril, 1813.

──── · · · · · ────

Lo primero que Selene Lexington hizo una vez salió disparada del baile de Lady Danbury, fue irse a casa. Su hermano mayor Finnick se sorprendió de verla tan de pronto, sobre todo cuando la rubia se acercó a él y le suplicó que se fueran.

Luego de darse cuenta de que había pasado encerrada junto a un Bridgerton en una habitación sin acompañante, la realidad la golpeó. Eso no había sido correcto, y por varias razones. Uno, no tuvo que haberse quedado a solas con un soltero de Londres sin supervisión, pero eso fue totalmente su culpa ya que ni siquiera se fijó al entrar. Dos, decidió mantener las identidades en incógnito durante todo el tiempo que estuvo ahí, por lo tanto no fue un simple soltero con el que compartió habitación, fue un Bridgerton, un perteneciente a la familia rival de su padre y hermano. Y si hubiese sabido eso, claramente no se abría quedado ahí. Y por último, indudablemente, había disfrutado su pequeña charla con él, y se quedó con ganas de más.

¿Acaso las cosas podían empeorar?

Se sentía mareada, y esperaba con todo su corazón que su amiga Amelia se guardara esa información hasta la tumba. Suficiente tenía con la presión de su padre, no necesitaba más problemas. Pero, aunque sabía que su amiga nunca hablaría, y ella misma por razones obvias tampoco.

No estaba muy segura de si el Bridgerton haría lo mismo.

Vaya, ni el nombre de el chico sabía.

A lo mejor las cosas era mejor dejarlas así. Trataría de olvidarse de los eventos ocurridos, y trataría de concentrarse en superar el tedioso nuevo día que le esperaba. Por que todos esos eventos ya habían pasado, tenía que concentrarse en su presente.

Es por eso, que como era costumbre, una vez una señorita era presentada en sociedad, era normal ver a jóvenes solteros visitar a estas señoritas a modo de cortejo. Todo bajo la supervisión de sus respectivos acompañantes, claro. Selene tenía claro que hoy no era un día cualquiera, y esperaba que la predicción de la señora Brown no fuera cierta. La mujer había dicho que la tal Lady Whistledown la consideraba uno de los grandes diamantes de la temporada, y que sin duda hoy llegarían una buena cantidad de pretendientes. Selene esperaba que eso no fuera así. Ciertamente, sus ganas de contraer matrimonio aún era nulas.

Es por eso que una vez lista, salió de su habitación junto a Lucy, su dama de compañía. Sabía que la señora Brown la esperaba abajo en el salón de damas. Según Lucy, dijo que la señora Brown tenía todo preparado para recibir a una buena cantidad de pretendientes, y que inclusive, la mujer se las había arreglado para mantener a Finnick ocupado para que este no pudiera interrumpir en los posibles cortejos de su hermana. Por una parte, Selene agradeció eso, pero por otro lado, la idea de tener que conversar con hombres durante todo el día le seguía pareciendo una mala idea.

-Lucy.-llamó la rubia, mientras bajaban las escaleras, la chica la miró con sus ojos abiertos.

-¿Si, señorita?-preguntó. Selene se aclaró la garganta antes de hablar.

-¿Qué tan segura estás de que lleguen pretendientes hoy?-dijo calmadamente, Lucy la miró algo alarmada, cosa que hizo a Selene reír.-Oh, por favor sé sincera. Ayer no tuve oportunidad de hablar con casi nadie gracias a Finnick, no me imaginó quien podría querer venir después de eso.

Lucy comenzó a negar frenéticamente.

-No señorita, la verdad, creo que hoy se presentarán varios pretendientes. Usted es muy bella.-aseguró la joven, Selene la miró con ternura.-Además, Lady Whistledown ha mencionado maravillas de usted, de seguro tendrá muchos pretendientes por aquí.

Selene rió negando.

-No, no es eso lo que me preocupa. Si te soy sincera, creo que le agradezco a Finnick el hecho de ahuyentarme pretendientes pero...-se detuvo, mientras observaba a un par de metros de ella la gran puerta del salón de damas.-¿Crees que sean tantos como la señora Brown lo pinta? Espero que no.

Lucy miró el piso sin saber que decir.

-Me temo que sí, señorita.-se lastimó, Selene suspiró.

-Bueno, entonces deseame suerte.-dijo, mientras caminaba hacia la puerta, Lucy no la siguió, puesto que su deber era solo acompañarla hasta ahí.-Perderé bastante tiempo hoy.

Lucy rió.

-Suerte señorita, y si me permite...-Selene asintió, por lo que Lucy continuo.-Nunca se sabe, quizá aparezca alguien que la haga cambiar de opinión.

Selene rió.

-Oh, Lucy. Que gran chiste, sin duda me ha subido el ánimo.-Lucy le sonrió, y Selene con un movimiento leve de cabeza, se adentró al gran salón.

Frente a ella se encontraba la señora Brown, sentada junto a un hermoso juego de tasas de té. Los grandes ventanales permitían una brillante luz que llegaba de forma tenue en los muebles del salón, y pudo divisar pequeñas bandejas con exquisiteces repartidas por el lugar. Al parecer, la señora Brown se había preparado con creces.

Selene caminó de manera lenta hasta un sillón cerca de los ventanales, justo al frente de la señora Brown.

-Me alegra verla preparada, señorita Lexington.-saludó la mujer, Selene sonrió.

-Ha sido un arduo trabajo junto a Lucy, pero acá estoy.-asintió Selene, la señora Brown tomó un sorbo de té.

-Voy a suponer que sabe cual es su trabajo hoy.-murmuró la mujer, mientras la miraba con taza en mano, Selene asintió divertida.

-Por supuesto. Me sentaré aquí a escuchar todo lo que aquellos solteros tengan para decirme, les sonrieré y fingiré que me interesan.-asintió, la señora Brown comenzó a negar.-¿No?

-Señorita Lexington, aquellos jóvenes vendrán a conocerla. Usted también tendrá que hablar con ellos. Debe conocerlos. De esa manera podrá encontrar a...-pero la señora Brown no terminó a hablar, ya que Selene la interrumpió.

-Un marido, si eso lo entiendo.-bufó, mirando hacia afuera. La señora Brown asintió, mientras volvía a tomar té.-¿Qué pasa si no me agrada alguno con tan solo verlo?

La señora Brown arqueó una ceja.

-¿Me está usted diciendo que los juzgará solo por apariencia?-preguntó la mujer, Selene negó entre risas.

-Oh no, claro que no, a lo que voy es que, ¿qué pasa si entra uno con malos modales? ¿Como hablaré con alguien sin modales?-trató de justificar, la señora Brown rió. Selene se sorprendió, pocas veces había visto a esa mujer reír.

-¿Usted me está preguntando eso a mi?-preguntó la mujer divertida, Selene sin entender asintió.-Oh señorita Lexington, estará bien. No creo que le sea muy... difícil.

Selene frunció el ceño.

-No entiendo, pero lo dejaré pasar.-la señora Brown rió. Selene trató de pensar en otra excusa.-¿Y que pasaría si es alguien que ya conozco, y no me agrada en lo absoluto?

La señora Brown la miró.

-Las dos lo trataremos con el debido respeto hasta que deba irse.-aseguró la mujer.-No podemos echarlo así como así.

Selene se cruzó de brazos. No tenía opción, tendría que someterse a esa "tortura".

-Está bien, pero nada es seguro. Puede que no llegue nadie hoy.-trató de ser optimista Selene, la señora Brown suspiró. Aquella niña nunca cambiaría.

En eso, justo se escucha el sonido de la puerta. Una vez la señora Brown comunicó de que podían pasar, el mayordomo de la mansión Lexington se asomó por la puerta. Rufus las miraban a las dos con una sonrisa algo agobiada.

-Señoritas, unos caballeros han venido a ver a la señorita Lexington.-comunicó, a Selene se le borró la sonrisa. La señora Brown dejó su taza en la mesa, y se paró de un salto mientras aplaudía.

-¡Eso es maravilloso! Que pasen, por favor.-dijo la mujer. Dicho esto, el mayordomo se hizo a un lado y un par de segundos después, varios jóvenes con flores y regalos comenzaron a entrar en fila. Selene los miraba desde su asiento, con una sonrisa que parecía más una mueca. Veía como pasaba un pretendiente tras otro, hasta que por fin pasó el último.

Si sus matemáticas no fallaban, en tan solo esa mañana, 11 solteros habían ido a visitarla. Selene tragó en seco, y la sonrisa ancha de la señora Brown fue lo único que le bastó para estar segura de que ella había estado en lo cierto.

Gracias a los enunciados de Lady Whistledown, habían llegado todos esos pretendientes, y Selene pensaba en lo poco que le agradaba aquella anónima autora.

[...]

Selene trataba con todas sus fuerzas mantener su postura recta y no caer del sueño. Frente a ella, se encontraba Roland Hawnings. Un soltero que no paraba de hablar de todas sus riquezas, y lo poderoso que era. La verdad, Selene no le creía del todo, ya que este era un segundo hijo, por lo tanto sus riquezas y poder no eran exclusivamente de él. Pero lo que más le pareció fastidioso, era la vanidad del hombre. Solo hablaba de él y cosas superficiales.

Pero al parecer su desagrado no lo pudo disimular bien, puesto que soltó un bufido. El hombre dejó de hablar de inmediato, y la miró confundido.

-Perdone, ¿he dicho algo incorrecto?-preguntó el joven, Selene abrió sus ojos, y se tapó la boca.

-Oh, no, por supuesto que no.-negó con la cabeza, luego miró a la señora Brown en busca de ayuda. La mujer entendió y se acercó para entrometerse.-Lo siento mucho.

-¡Oh, mi señor! Creo que deberá disculparnos, la señorita Selene se ve algo cansada.-alardeó la mujer, Selene trató de fingir su sorpresa, estaba segura de haber escuchado a la señora Brown decir que no echaría a ningún soltero. Pero no dijo nada, y se lo agradeció internamente.

El joven Hawnings asintió de inmediato, mientras se colocaba de pie. Selene comenzó a agradecer de que él fuera el último, hasta el momento, no había llegado nadie más. Inconscientemente, comenzó a sentirse ansiosa.

-Oh, la entiendo completamente.-luego miró a Selene.-Ha sido un gusto conversar con usted.

Dijo mientras hacia una reverencia, Selene quiso reír. Casi no habían conversado, aquél joven solo habló de él mismo. Pero no lo dijo, por lo tanto también se coloco de pie, e inclinó un poco su cabeza.

-Igualmente.-se limitó a decir con lo que parecía ser una mueca. La señora Brown le negó con la cabeza de manera disimulada, pero Selene rió para sus adentros.

-Espero podamos encontrarnos en un futuro cercano.-murmuró Roland, acercándose a la salida, Selene quiso negar pero la señora Brown se le adelantó.

-¡Por supuesto! Selene estará encantada.-aseguro la señora, Selene asintió falsamente.

-Muy.-susurró, luego el hombre les dedicó una última sonrisa y salió de allí mientras lo seguía Rufus.

En el momento en el que quedaron las dos solas en el salón, Selene se desplomó en el sofá, mientras suspiraba de manera ruidosa, la señora Brown tomó asiento donde había estado segundos antes, mirándola con una ceja alzada.

-Eso no ha sido muy elegante de tu parte.-dijo la mujer, Selene la miró con una pequeña sonrisa.

-Lo sé, pero estoy agotada. Creo que podría dormir por semanas.-aseguró la chica, la señora Brown negó con la cabeza.

-Me refería al señor Hawnings. Fue bastante comprensivo con tu comportamiento.-bramó la mujer, Selene la miró algo ofendida.

-¿Comprensivo él? Yo fui la comprensiva, no paraba de hablar de si mismo.-murmuró mientras se cruzaba de brazos. La señora Brown rió despacio.

-Solo trataba de impresionarte.-dijo con algo de gracia, Selene negó con la cabeza.

-Pues no le funcionó. Espero no tener que conversar con él otra vez.-dijo mientras con sus manos le hacía énfasis a la palabra conversar. Luego la señora Brown comenzó a negar con la cabeza.

-Aunque tengo que confesar, que me esperaba la visita del hijo del vizconde de Castairs.-habló la mujer, Selene la miró sin entender.-Ayer los vi en el baile.

Selene abrió un poco sus ojos algo sorprendida, ni siquiera había pensando en el encuentro que había tenido con el hijo del conde. Lo único que tenía en su cabeza, era la imagen del chico Bridgerton.

-Oh, si. Fue solo un pequeño intercambio de palabras.-aseguró la rubia, la señora Brown arqueó una ceja.-No fue nada comprometedor.

La señora Brown no estuvo muy satisfecha con las palabras de Selene.

-Espero que para él haya sido más. William Castairs es definitivamente un muy buen pretendiente, y estoy segura de que es una muy buena opción como marido.-aseguró la mujer, Selene hizo una mueca.

-Casese usted con él entonces.-murmuró por lo bajo, la señora Brown la miró alarmada mientras la miraba con enojo.

-¡Señorita Selene! ¡Esa es sin duda una muy mala broma!-bramó, Selene rió de manera inocente.

-Lo siento, señora Brown. Es que tanto que habla cosas lindas de él...-la señora no cambiaba su semblante.-Está bien, lo siento.

La señora Brown luego llamó la atención de una criada para que cambiara la bandeja de té. Selene fijó su mirada en el gran ventanal del salón. Los rayos del sol seguían entrando, y pareciera que afuera era bastante ameno. Selene se preguntó en que cosas podrían estar haciendo sus hermanos. De seguro Thomas estaba con sus caballos, y Damian estaba leyendo, o pintando. Oh, cuanto desearía estar haciendo cualquiera de esas cosas, en vez de estar sentada en aquél salón esperando que algún aburrido pretendiente viniera a cortejarle.

Simplemente aburrido.

Hasta que la puerta volvió a sonar, y Selene de manera inconsciente bufó. La señora Brown solo le dedicó una leve mirada de advertencia, y Selene de mala gana se colocó recta en su puesto. La señora Brown hizo lo que siempre hacía, y unos segundos después, Rufus se asomó por la puerta con una mirada de... ¿nervios?

Selene lo miró con atención.

-Señoritas, ha venido un caballero a ver a la señorita Lexington.-habló de manera nerviosa. La señora Brown asintió de manera frenética. Rufus se situó a un lado de la puerta, antes de seguir hablando.-Señoritas, el señor Colin Bridgerton.

Justo en eso, entra por la puerta el mismo hombre con el cual Selene había compartido habitación ayer. Entró con una sonrisa divertida, mientras caminaba con las manos atrás.

Selene no podía creer lo que sus ojos veian, y su corazón comenzó a acelerarse. Su rostro parecía ser bastante parecido a una hoja de papel, y su boca estaba que llegaba al suelo. La señora Brown por otro lado, se encontraba algo descolocada, pero aún así se acercó al nuevo invitado.

-¡Oh, señor Bridgerton! Un verdadero gusto conocerle.-dijo la mujer, con una voz algo insegura. Colin la miró con una pequeña sonrisa mientras daba una leve reverencia.

-Buenas tardes. Espero haber llegado en un buen horario.-habló, lo que ocasionó que a Selene se le apretara un poco el estómago al volver a escuchar su voz. Colin miró para todos lados.-Creo que si.

Selene no lo entendía, no sabía lo que aquél hombre hacía ahí. En ningún momento ella le dió el indicio de algo más. Y si, puede que lo haya encontrado agradable, y haya estado pensando en él ocasionalmente las últimas horas pero no era en ese sentido romántico, y ahí él estaba, en su hogar yéndole a cortejar. Los nervios comenzaron a aumentar, ante imaginarse el posible hecho de que se mencionara su encuentro de ayer, que nadie más sabía.

-Oh, bueno.-murmuró la señora Brown mientras le señalaba el sofá donde Selene había estado recién en los últimos segundos. -Tome asiento, si gusta.

La señora Brown se giró hacia la rubia, con una mirada llena de duda. Conociendo a la mujer, Selene supuso que ella estaba al tanto sobre aquella pequeña rivalidad con los Bridgerton, por lo que entendía la extrañeza con la cuál la mujer la miraba. De manera disimulada Selene se encogió de hombros, indicando que ella tampoco tenía idea. Aunque claro, eso no era del todo cierto.

-Oh, muchas gracias.-agradeció Colin, mientras se acercaba al sillón que le habían indicado. Selene solo se quedó ahí viendo como este se acercaba. Una vez estuvo lo suficientemente cerca, él le dedicó una sonrisa divertida, mientras le daba una pequeña reverencia.-Señorita Lexington, es un gusto para mi poder verla a la luz del día.

Dijo esto último algo juguetón, Selene abrió sus ojos con sorpresa, mirando como este se mantenía en su posición. Justo por detrás, la señora Brown le hacía señas para que esta diera su mano, y con nervios lo hizo. Colin de inmediato se la recibió y le dejó un casto beso sobre su mano derecha. Selene rió algo incomoda, sacando su mano de manera paulatina.

-Igualmente, señor Bridgerton.-respondió de manera suave, Colin negó con la cabeza rápidamente.

-Oh, por favor no me diga señor. Digame solo... Colin.-asintió sin borrar su amplia sonrisa mientras tomaba asiento. Selene lo miró algo perpleja, pero no dijo nada y copió su acción tomando asiento pero al otro extremo del sillón. La señora Brown los miraba de manera fija, pero mantuvo su distancia sentándose en uno de las sillas alejadas cumpliendo su rol de acompañante.

-Claro, Colin.-susurró Selene para si misma, luego miró al joven hombre frente a ella sin saber que decir. O bueno, en realidad tenía muchas cosas que decirle, pero de ningún modo se iba a referir a lo ocurrido el día anterior frente a la señora Brown. Pasaron un par de segundos en silencio donde Selene trataba de no mirar al hombre y Colin por el otro lado mantenía su mirada fija sobre ella.

-Debo decir que usted vive en una muy hermosa morada, señorita Lexington.-quiso romper el silencio Colin, Selene lo miró con una mirada algo apenada.

-Gracias. Quisiera decir lo mismo, pero lamentablemente no conozco su casa señor Brid... Colin.-se auto corrigió rápidamente. Colin sonrió.

-Oh, por eso no se preocupe, de seguro en algún momento la conocerá.-aseguró, lo que hizo que Selene se preguntara si era posible que una persona pudiera transmitir tanto con tan solo una mirada, justo como lo estaba haciendo Colin frente a ella. La miraba con una intensidad que hizo que Selene se sintiera tan pequeña como una semilla.-Me imagino que hoy ha sido un día ocupado para usted.

Selene lo miró algo sorprendida, pero negó suavemente.

-Nunca es un día muy ocupado para mi. Creame, han habido días peores.-murmuró sin pensar, al imaginarse los días enteros que pasaba en Madame Delacroix solo probándose vestidos para posibles bailes. La risa de Colin hizo que saliera de sus pensamientos. Selene abrió sus ojos sorprendida por lo que acababa de decir, eso había sido muy... honesto de su parte.-No es que hoy sea un día malo, no es lo que quise decir cuando dije peores, yo...

-No se preocupe. La entiendo.-la interrumpió divertido. Selene lo miró con una cara incrédula. Sin poder evitarlo miró hacia la dirección de la señora Brown, quién la miraba con una leve mirada de desaprobación. Selene suspiró antes de hablar.

-Es solo que hoy he recibido ciertas... sorpresas.-murmuró por lo bajo, refiriéndose a que no esperaba la visita de él. Colin al escuchar lo que dijo, asintió de manera pensativa.

-¿Sorpresas?-preguntó de manera inocente, pero captando totalmente a la rubia. Selene lo miró de manera capciosa.

-Visitas sorpresa, si le soy más exacta.-murmuró, Colin no pudo evitar reír.

-Claro, entiendo.-asintió mientras se acomodaba en su asiento. En eso, justo la puerta volvió a sonar, llamando la atención de todos los presentes. A los pocos segundos, apareció Rufus con una cara de preocupación.

-Señora Brown, la necesitan en el despacho del señor Lexington.-anunció Rufus, pero la tanto la señora Brown como Selene estaban confundidas. Su padre no estaba en la mansión, al menos no hasta más tarde.

-¿El señor Lexington está aquí? ¿Por que no se nos anunció su llegada?-preguntó la señora Brown acercándose a la puerta, para que la visita no escuchara sobre lo que estaban hablando, pero era imposible. Todos allí, Selene, Colin e incluso Lucy sabían lo que ocurría.

-Ese es el problema señora Brown, el señor Lexington aún no está aquí.-avisó Rufus algo nervioso. La señora Brown no dijo nada, simplemente se giro hacia donde se encontraba Selene con un gran ceño fruncido. Luego de una largo suspiro, habló.

-Estaré de vuelta de inmediato, si me disculpan.-dijo mientras les dedicaba un leve asentimiento a Selene y Colin que miraban la escena ambos confundidos. Los dos asintieron, y la señora Brown sonrió. De manera discreta, esta le envió una mirada de advertencia a Lucy.

La criada supo de inmediato a que se refería, ella sería la acompañante desde ahora en más.

Luego de que tanto como Rufus y la señora Brown se retiraran, Selene rápidamente se volteó hacia Colin mientras lo señalaba con una mano.

-Usted.-le dijo, Colin la miró sorprendido. Todo rastro de señorita amable había desaparecido en tan solo segundos.-No debería estar aquí.

Colin no pudo disimular su sorpresa.

-¿Disculpe?-preguntó sin saber que decir, Selene suspiró y se colocó de pie.

-Nuestro encuentro de ayer fue un mal entendido, Colin.-dijo Selene mientras lo miraba de forma segura, Colin la miraba de forma incrédula pero aún así se mantuvo sentado.-Y usted sabiendo que no tengo intenciones de casarme, aún así, aquí está.

Dijo esto último antes de suspirar, Colin la miró con sus grandes ojos azules, comprendiendo lo que la rubia decía.

-Siento si la incomode, señorita Lexington. Simplemente es que disfruté bastante nuestra charla de ayer.-murmuró el castaño, fue ahí cuando Selene no pudo disimular su cara de sorpresa. Lucy, quién se encontraba de pie en una de las esquinas de la habitación, observaba todo tratando de esconder una sonrisa divertida que amenazaba con aparecer.

-Usted no me conoce, y ciertamente, yo no lo conozco a usted.-se limitó a decir Selene, antes de añadir.-Si usted está aquí hoy, es por qué está cortejandome, ¿no es así?

Colin la quedó mirando un par de segundos divertido.

-Sé que no tiene intenciones de casarse, y yo por mi parte tampoco tengo intenciones de casarme. Por lo que, no sabría decirle si estoy aquí cortejándole o no.-murmuró, luego se colocó de pie y la miró de manera intensa.-Pero me agrada, señorita Lexington. Esa es la verdadera razón por la que estoy aquí.

Selene se quedó en silencio, tratando de asimilar lo que el Bridgerton había dicho. Él no quería casarse con ella, al parecer, él solo quería ser su amigo. Eso no tenía sentido, ella no conocía amistades entre algún hombre con alguna mujer.

-¿Le agrado?-preguntó incrédula, Colin asintió.

-Nunca había conocido a alguien tan honesta como usted, si le soy sincero.-aseguró Colin, Selene lo quedó mirando de manera incrédula de todas maneras.

En su mente, Selene podía imaginarse todas las escenas donde ella y Colin eran amigos. En todas, todo salía mal, por que al parecer estaba pasando a llevar un gran detalle.

Sus familias no se llevaban para nada bien.

-Entonces, según lo que entendí, ¿usted quiere ser mi amigo?-preguntó Selene, Colin asintió con una sonrisa. La rubia suspiró mientras tomaba asiento. Colin la miraba atento.

-¿Hay algo malo en eso?-preguntó de manera inocente, Selene lo miró como si fuera un bicho raro.

-No se si usted lo sabrá, de seguro que sí, pero nuestras familias no se llevan del todo... bien.-dijo de manera cautelosa la rubia, Colin se quedó un par de segundos ahí, tratando de asimilar lo recién dicho.

-¿Se está refiriendo usted a una rivalidad de muchos años atrás?-pregunto Colin de manera inquisitiva, Selene asintió.-Oh, por eso no se preocupe, mi familia no guarda rencor alguno con su familia.

Selene alzó una ceja, no del todo conforme. ¿Acaso él no sabía?

-Colin, agradezco su simpatía, y que haya venido hasta aquí con la intención de ser mi amigo, pero me temo que eso... no podrá suceder.-se lamentó la rubia, Colin la quedó mirando confundido.-Espero no se lo tome personal, usted también me agrada, pero existen muchos factores que nos impiden ser amigos.

Lucy miraba la escena divertida mientras guardaba silencio desde la esquina de la habitación.

-¿Como cuales? No la estoy entendiendo, señorita Lexington.-preguntó de manera inocente, mientras observaba a Selene caminar por la habitación.

-Primero, no conozco amistades entre un hombre y una mujer, dudo que eso esté bien visto. Especialmente si somos ambos solteros.-dijo de manera segura, Colin la siguió escuchando atentamente.-Segundo, por más que quisiera ser su amiga, no nos conocemos en absoluto. Nuestro encuentro de ayer fue bastante efímero, no podría asegurar que yo le agrado en base a una charla bastante fuera de lugar.

-¿Fuera de lugar?-preguntó algo ofendido, Selene asintió.

-En cuestión de minutos le confesé algo que nadie más en el mundo sabe, simplemente no fue lo correcto.-murmuró Selene, algo insegura.

Lo único que cruzaba por su mente, era de deshacerse del joven lo antes posible, pero no por que no le agradara su presencia, si no por que tenía miedo de que llegara su padre, o su hermano mayor Finnick y vieran a un Bridgerton ahí, "cortejándola". Pero realmente, el joven Bridgerton si le agradaba, y a pesar de que no estaba muy segura ante la idea de ser amigos, no podía evitar pensar en que quizás, si quería ser su amiga. Pero debía considerar todos los posibles factores que pudieran ser relevantes ante aquella posible amistad.

No pudo evitar pensar en lo rápido que estaba ocurriendo todo.

-Señorita Lexington, no le estoy pidiendo matrimonio. Eso se lo puedo asegurar.-comenzó Colin, Selene lo miró atenta.-Y tampoco podría divulgar algo sobre lo que charlamos ayer, eso también se lo puedo asegurar. Puede que esté insegura por qué es verdad, quizás nuestra amistad podría malinterpretarse, pero le aseguro que estoy aquí con las mejores intenciones. Dañar su honor, es una de las cosas que jamás podría permitirme hacer.

Selene se quedó un par de segundos en silencio. No sabía que hacer. El Bridgerton solo quería ser su amigo, ¿tan malo podría ser eso?

Claro, sus familias.

-Está bien. Acepto.-dijo de la nada la rubia, Colin la miró sorprendido.

-¿Disculpe?-preguntó algo incrédulo, Selene asintió antes de reír.

-Está bien, seamos amigos.-asintió, Colin sonrió de manera ancha.

No sabía por que lo había hecho, pero su corazón se sintió bien al hacerlo. Ella no era una persona de tener muchos amigos, en realidad, solo tenía a sus hermanos y a Amelia. Quizás habían muchos factores que les impedían ser amigos, pero ¿que importaba? No se iban a casar, ninguno de los dos tenía intenciones de hacerlo. Además, si bien existía una rivalidad entre sus familias, Selene no estaba del todo segura de que tan grave era, y quizás al ser amiga del Bridgerton, podría descubrir la verdadera razón por la que sus familias tenían aquella supuesta rivalidad. Veía más beneficios que problemas, en realidad.

Aquella tarde, Colin Bridgerton salió de la mansión Lexington con una sonrisa de oreja a oreja. Selene Lexington se dirigió a su habitación con una sonrisa de oreja a oreja. La señora Brown se unió otra vez con ellos cuando el Bridgerton ya se había ido, y a pesar de que interrogó a la joven Lucy por respuestas, la joven prefirió quedarse para ella lo que vió. Nadie supo que el Bridgerton fue a esa mansión ese día, ya que la señora Brown, conociendo a su patrón, encontró innecesario compartir aquella información, puesto que intuía que aquél joven no volvería a aparecerse a la gran mansión nunca más.

Vaya, que equivocada estaba.



▆▆▆▆▆▆▆▆▆▆▆▆▆▆
𝓐𝚄𝚃𝙷𝙾𝚁'𝚂 𝙽𝙾𝚃𝙴.    ╱    🌸🌷💫 
𝑫𝑨𝑵𝑵𝑨 𝑰𝑺 𝑾𝑹𝑰𝑻𝑰𝑵𝑮 . . . . . .

Holaaa! Danna aquí! Siento haberme demorado en actualizarles, pero como podrán ver, tengo esta manía de hacer capítulos demasiado largos. Me es imposible cortarlos, ya que si lo hiciera, buuu, habría actualizaciones más seguido. jiji

Que opinan del cap de hoy?

También quería darles las gracias por el apoyo que le han dado a esta historia🥺 Se los agradezco un montón🥺🥺
Aquello hace que cada vez me den más ganas de escribirles sobre Colin y Selene.

Otra cosa, jsjs, ¡VA A VER TERCERA Y CUARTA TEMPORADA! quizás como le vaya a esta historia y como resulte todo podría ver si puede alargarse para más. quizássss.

En fin, nos leemos a la próxima!

D🌻
















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro