➹ Cap. 4
📍TENNESSEE
Nikol no recordaba con exactitud en qué bar Klaus había encontrado a Ray Sutton, así que no tuvo más opción que buscar en otro lugar donde pudieran darle esa información.
Se dirigió a una casa que recordaba de la serie y, tal como en el programa, se encontró con la misma humana llamada Sofie, a quien Klaus había encontrado en su momento.
Desde la distancia, observó a la mujer antes de volver su mirada hacia Stefan.
─ Ve por la parte de atrás. No dejes que nadie salga ─ ordenó la híbrida.
─ Está bien ─ respondió Stefan, saliendo del auto sin protestar.
Nikol también bajó del auto y, utilizando su velocidad vampírica, se acercó silenciosamente a Sofie por detrás, provocando que la humana se sobresaltara.
La híbrida sonrió al escuchar el latido acelerado de la mujer.
─ Lo siento, no era mi intención asustarte ─ se disculpó con una sonrisa.
Sofie dejó escapar un suspiro de alivio, aunque aún la miraba con desconfianza.
─ ¿Sí? ¿En qué puedo ayudarte? ─ preguntó, examinándola con la mirada.
Nikol se acercó un poco más, manteniendo la sonrisa.
─ Mi auto se averió a unos kilómetros de aquí ─ mintió con naturalidad ─ he caminado por una hora y esta es la primera casa que encuentro. ¿Podría usar tu teléfono? ─ pidió con aparente amabilidad.
Sofie levantó una ceja, sin bajar la guardia.
─ ¿No tienes celular? ─ preguntó, claramente desconfiada.
─ Sí, pero se quedó sin batería ─ respondió Nikol, mostrándole su teléfono apagado ─ oye, de verdad, no soy una asesina ni nada por el estilo ─ añadió con fingida inocencia ─ solo necesito hacer una llamada.
Sí, claro, esa ni tú misma te la crees. Apenas llevas unos días en este cuerpo y ya has matado a varios, pensó la híbrida con ironía.
Sofie suspiró, todavía insegura.
─ Bien, espera aquí, te traeré el teléfono.
Nikol ya esperaba esa respuesta.
─ ¿Puedo pasar? ─ preguntó, aunque ya conocía la negativo.
─ No. Espérame aquí ─ respondió Sofie, firme en su decisión.
Nikol miró la casa y luego volvió su atención a la mujer.
─ Creí que la gente de aquí era más confiada ─ comentó con fingida decepción.
─ Soy de Florida ─ corrigió Sofie.
Nikol sonrió al escucharla.
─ Eso lo explica todo ─ murmuró ─ Pero creo que deberías ser más hospitalaria.
Antes de que Sofie pudiera reaccionar, Nikol la sujetó por el cuello y la hipnotizó con su mirada.
─ Invítame a pasar ─ ordenó con dulzura.
─Puedes pasar ─ respondió Sofie en un tono monótono.
Nikol entró en la casa sin problemas y, en cuanto cruzó la puerta, se encontró con una mujer de piel morena, quien se alarmó al ver a su amiga con la extraña.
─ ¿Qué está pasando? ─ preguntó Keisha, claramente asustada.
─ Tranquila ─ respondió Nikol con una sonrisa ─ he oído que Ray Sutton viene seguido por aquí.
Keisha se removió incómoda en su lugar, mirando con recelo a la híbrida.
─ Él siempre está de gira ─ contestó evasivamente.
Nikol recorrió rápidamente la casa con la mirada antes de volver a concentrarse en la humana.
─ Pero supongo que aún visita su hogar de vez en cuando, ¿no? ─ preguntó, antes de tomar bruscamente del cabello a Sofie ─ ¿Dónde está?
La mujer permaneció en silencio, apretando los labios.
─ Si te obligo a decírmelo, será infinitamente más doloroso ─ advirtió Nikol con impaciencia.
Tal como en la serie, Keisha intentó huir, corriendo hacia otra salida, pero se detuvo en seco al encontrarse cara a cara con Stefan, quien la esperaba en la puerta trasera.
La expresión de Stefan no era para nada amigable, y Keisha supo en ese momento que estaba realmente jodida.
─ Me encanta cuando corren ─ comentó la híbrida con diversión.
Acorralada, Keisha miró a Nikol con desesperación.
─ Está cerca de la frontera. El bar se llama Southern Comfort en la ruta 41 ─ confesó finalmente, temblando de miedo.
Nikol sonrió, satisfecha con la respuesta.
─ Gracias, cariño ─ dijo, soltando el cabello de Sofie. Luego miró a la mujer ─ Y ahora, ¿podrías invitar a mi amigo a entrar?
Sofie, todavía bajo la hipnosis, asintió con miedo.
─ Si.
Stefan entró en la casa en silencio, con la expresión sombría.
─ Con ella no te tardes ─ dijo Nikol, empujando a Sofie hacia él ─ pero con la otra... haz que sufra.
Luego se giró hacia Stefan.
─ Te veo en el auto.
Sin darle más importancia, salió de la casa, ignorando las súplicas desesperadas de Sofie.
─ ¡Por Dios, no! ─ gritó la rubia, pero Stefan ni siquiera parpadeó antes de morderla violentamente en el cuello.
Desde afuera, Nikol escuchó los gritos de ambas mujeres mientras el destripador hacía su trabajo. Soltó un suspiro mientras se sentaba en el auto.
Por un breve instante, sintió una pizca de culpa por lo que acababa de hacer, pero esa emoción desapareció rápidamente. La verdad era que, en el poco tiempo que llevaba en este cuerpo, se había dado cuenta de que sus emociones estaban ligadas a las de la “verdadera” Nikol o Klaus de ese mundo.
Sentía cosas que no le eran propias, emociones ajenas que no comprendía del todo. Pero lo que más resaltaba era la casi ausencia de humanidad. Y, para ser honesta, no tenía intenciones de recuperarla.
Tener humanidad solo estorbaría. La haría vulnerable.
Si quería ser fuerte y cumplir con sus planes, debía comportarse como la verdadera Nikol Mikaelson: sin amor, sin culpa, sin debilidad.
Sus pensamientos se disiparon cuando Stefan entró en el auto, su ropa cubierta de sangre.
Ninguno dijo nada.
Nikol simplemente encendió el motor y comenzó a conducir.
Stefan tampoco estaba de humor para hablar.
El recuerdo de Elena besando a Damon aún lo atormentaba. No importaba cuánto intentara ignorarlo, la imagen seguía ahí, clavándose como una espina en su mente.
Había creído que su relación con Elena sería diferente, que ella nunca le haría lo mismo que Katherine... pero se equivocó.
Y, para colmo, siempre era lo mismo: mujer que a él le gustaba, mujer que Damon terminaba deseando.
Era frustrante.
En cierto modo, estar lejos de Mystic Falls era un alivio. No tendría que verla, ni a ella ni a Damon, al menos por un tiempo.
Aunque, al mismo tiempo, le molestaba la idea de volver a ser el destripador. Había jurado que nunca más permitiría que ese lado suyo tomara el control... pero ahora lo era, y lo seguiría siendo hasta que a Nikol se le antojara terminar con todo esto.
Mientras el auto avanzaba por la carretera, ambos se sumieron en un incómodo silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos.
Hola a todos, aquí les dejo un nuevo capítulo de está historia.
¡CAPÍTULO 4!
[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro