Nikol sonrió al llegar al departamento de Alaric junto a Elijah. La híbrida, con su habitual confianza, abrió la puerta de una patada, haciéndola saltar de sus bisagras.

Me parezco a Kol con el drama, pensó Nikol, casi divirtiéndose con el espectáculo de su entrada.

Al cruzar el umbral, percibió la presencia de Katherine, quien emergió de las sombras como una figura tan enigmática como siempre.

─ Nikol, volviste ─ dijo Katherine, con una sonrisa cargada de algo entre el miedo y la curiosidad ─ mira quién decidió venir a visitarnos ─ agregó, señalando a Stefan.

Elijah y Nikol observaron detenidamente a Stefan, quien mostraba una expresión desesperada que Nikol conocía bien.

Nikol desvió su mirada hacia Katherine, procesando rápidamente los recuerdos que se agolpaban en su mente. Según esos recuerdos, Nikol había fingido ser amiga de Katherine mientras Elijah la cortejaba, una época que ahora parecía tan lejana.

Cuántas cosas han cambiado, pensó Nikol, observando a Katherine y el contraste con su situación actual.

─ Pero miren quién está aquí, mi Salvatore favorito ─ comenzó a hablar Nikol mientras caminaba hacia él, sus pasos seguros ─ tú siempre reapareces ─ le dijo, mirándolo directamente a los ojos.

Nikol sabía que debía seguir el papel de una persona despiadada, algo que le resultaba natural, al menos por el momento. No podía dejar que nadie sospechara de sus verdaderos motivos.

Stefan soltó un suspiro mientras la observaba. En su mente, rezaba para que Nikol lo ayudara, temiendo que, si no lo hacía, su hermano moriría.

Elijah, a unos pasos detrás de Nikol, observaba con atención, al igual que Katherine, que mantenía un silencio tenso, sabiendo que en cualquier momento las cosas podrían volverse aún más peligrosas.

─ Necesito tu ayuda, por mi hermano. Él se está muriendo ─ le dijo Stefan, su voz llena de desesperación ─ Nikol, por favor, ayúdame ─ suplicó.

Nikol lo miró detenidamente, con un brillo de diversión en sus ojos. Mientras lo hacía, pensaba en lo cambiados que estaban todos.

Está tan cambiado y aún sigue siendo el mismo de siempre, pensó mientras observaba la forma en que el vampiro miraba a la híbrida, su desesperación evidente.

El gruñido de Elijah fue lo que hizo que Stefan regresara al presente. El Original, con su intensidad característica, le lanzó una mirada que heló la sangre de Stefan. Elijah, celoso y protector de Nikol, no soportaba ver a otro hombre con una mirada de deseo hacia ella.

─ No importa que sea, tendrá que esperar ─ dijo Elijah, restándole importancia al posible destino de Damon.

─ Tengo una obligación con mi hermano Elijah ─ explicó, con una fría determinación ─ requiere mi inmediata atención.

Nikol se alejó de los tres, dándose tiempo para procesar lo que sucedía.

─ Entiendes la importancia de la familia o no habrías venido ─ le dijo Elijah a Stefan, con una sonrisa de suficiencia ─ Mi hermana me dio su palabra de reunirme con los míos ─ agregó, confiado en que todo iría según sus planes.

Nikol regresó a gran velocidad, colocándose justo detrás de Elijah. Sabía que, después de lo que estaba a punto de hacer, pagaría un precio muy alto cuando sus nuevos "hermanos" despertaran, pero no podía detenerse ahora.

─ Y eso haré ─ dijo Nikol con una sonrisa en los labios, clavando una daga en el corazón de Elijah en cuanto él se dio vuelta. El cuerpo del vampiro cayó al suelo, neutralizado temporalmente.

Katherine y Stefan quedaron paralizados por el shock, aunque ambos sabían que algo así era completamente predecible viniendo de Nikol.

Una vez que Nikol se encargó de Elijah, su atención volvió a Stefan. Lo empujó con fuerza hacia la pared, arrinconándolo por completo. La híbrida disfrutó del poder que sentía al tenerlo completamente bajo su control.

Nikol nunca antes había sentido algo tan embriagador como el poder que ahora emanaba de su cuerpo. Se sentía más viva que nunca, más poderosa que nunca.

─ ¿Y ahora qué haré contigo? ─ preguntó, sus ojos brillando con malicia mientras lo miraba fijamente.

Con un movimiento rápido, rompió una pata de una silla y la clavó en el pecho de Stefan, causando que el vampiro se quejara de dolor, mientras que Katherine observaba aterrada.

─ ¿La puedes sentir cruzando tu corazón, un solo movimiento y mueres ─ le dijo Nikol, disfrutando de cada segundo de control.

Katherine, temerosa de que Nikol matará a Stefan, finalmente intervino.

─ Solo quiere ayudar a su hermano ─ dijo Katherine, temblando ligeramente mientras tomaba la palabra.

─ Las brujas dicen que tienes la cura, haremos un trato: dame la cura y haré lo que tú quieras ─ añadió Stefan, esperando que Nikol lo escuchará.

Nikol sonrió, quitando la estaca del pecho de Stefan, y ambos vampiros soltaron un suspiro de alivio cuando finalmente lo hizo.

─ El problema es que no servirías como estás ahora ─ dijo Nikol, vertiendo sangre de una bolsa en un vaso ─ Eres casi inútil ─ agregó, antes de beber ella misma un sorbo, disfrutando del sabor metálico.

La sangre, algo que siempre había rechazado como humana, ahora era su necesidad vital. Nikol se deleitaba con la sensación de la sangre corriendo por su garganta. Ahora entiendo a los vampiros, pensó, sirviéndose otro trago.

─ Una vez escuché de un vampiro, alguien loco que le gustaba beber y beber por décadas, y si lo hacía, era magnífico ─ dijo Nikol, recordando las palabras de Klaus ─ En 1917, en Monterrey, acabó con todo un pueblo de inmigrantes. Un salvaje. ¿Te suena familiar? ─ preguntó a Stefan, quien se tensó ante la mención.

─ Nikol, no he sido así desde hace mucho tiempo ─ dijo Stefan, casi suplicando.

A pesar de su desdén por el vampiro, Nikol le encontraba algo de encanto, pero sabía que necesitaba a un Stefan sin sentimientos. De lo contrario, él seguiría protegiendo a Elena y ella, lo que necesitaba ahora, era su sangre para crear a sus propios híbridos.

─ Con mayor razón, haría un trato con ese vampiro ─ dijo Nikol, asegurando su poder sobre él. Ese es el talento que necesito cuando me vaya ─ añadió, mirando a Stefan con una sonrisa torcida. ─ Katherine, ven aquí ─ ordenó.

Katherine, aunque aterrada, obedeció rápidamente. Nikol la sujetó del brazo y la mordió con rapidez.

Katherine gritó en horror mientras la mordida de licántropo la afectaba, su dolor era palpable. Luego de eso la híbrida le obligó a beber su sangre, y lo que sucedió después sorprendió tanto a Katherine como a Stefan. La herida de Katherine comenzó a curarse, como si fuera un milagro.

─ Quieres la cura, ahí está ─ dijo Nikol, mirando a Stefan con una sonrisa satisfecha.

Stefan la miró atónito.

─ ¿Tu sangre es la cura? ─ susurró, incrédulo.

─ ¿No amas la naturaleza? ─ le preguntó Nikol, llevando a Stefan hacia los asientos del departamento ─ ahora tú y yo hablaremos ─ dijo mientras lo guiaba ─ ¿Sabes? Tu hermano me conviene más muerto que vivo, es bastante molesto cuando quiere ─ agregó, tomando asiento mientras le daba una última mirada a Stefan.

Stefan, entre la espada y la pared, rogó:

─ Te lo ruego, haré lo que sea que me pidas si me das la cura.

Nikol hizo una pausa antes de responder:

─ Bien, lo haré, siempre y cuando me traigas al doppelgänger ─ dijo Nikol, mirándolo fijamente.

Stefan, sorprendido, parpadeó.

─ ¿Qué? ─ preguntó él, atónito.

─ No te sorprendas, recuerda que yo lo sé todo. Que no lo diga es diferente ─ replicó Nikol con calma.

Stefan, aún más confundido, comenzó a preguntarse cómo sabía Nikol que Elena no estaba muerta.

─ ¿La matarás? ─ preguntó Stefan, temiendo lo peor.

Nikol negó, una sonrisa maliciosa en sus labios.

─ No, ahora más que nunca la necesito viva. Verás, su sangre me permite crear a mis híbridos ─ explicó Nikol, disfrutando de la confusión de Stefan ─ tráeme al doppelgänger y dame unos meses de fiesta. Tengo tantos planes para ti cuando nos vayamos ─ le dijo.

A diferencia de Klaus, Nikol no le pidió una década; solo unos meses serían suficientes.

Stefan, al escuchar esto, asintió, aliviado de que Elena no fuera a morir.

─ Traeré a Elena, pero no puedo ser como antes ─ dijo Stefan, decidido a no volver a ser el Destripador.

Nikol se dirigió hacia la mesada, donde había colocado parte de su sangre en un frasco. La vertió, observando cómo caía lentamente.

─ ¡Qué lástima!, habrías sido un gran compañero ─ se lamentó Nikol mientras vaciaba el frasco.

─ ¡Espera! ─ exclamó Stefan, al ver que Nikol estaba arrojando la cura que necesitaba su hermano.

Nikol sonrió con satisfacción.

─ Así me gusta ─ dijo, complacida ─ quiero que tú y yo brindemos con esto ─ añadió Nikol, pasándole una bolsa de sangre humana a Stefan.

Stefan bebió un trago, luego la miró.

─ Completa ─ dijo Nikol, mirando directamente a Stefan ─ si me obedeces en todo, salvo a tu hermano, ese es el trato ─ le recordó, mientras él tomaba otro trago de la bolsa.

Katherine observaba desde la distancia, temerosa de hacer cualquier movimiento. Nikol seguía dando órdenes, disfrutando de tener el control total sobre la situación.

Después de varias bolsas de sangre, Nikol finalmente se apiadó de Stefan.

─ Listo ─ dijo, caminando hacia él con el frasco de cura en mano─ ¿Tenemos un trato? ─ estiró su brazo hacia él, esperando una respuesta.

Stefan, limpiándose la sangre de los labios, miró a Nikol y asintió.

─ Lo tenemos ─ dijo, tomando el frasco ─ Traeré a Elena una vez que cure a Damon.

Nikol sonrió satisfecha.

─ Katherine, ven aquí ─ ordenó, y la vampira, con miedo, se acercó ─ acompaña a Stefan y asegúrate de que Elena venga. De eso depende tu libertad ─ dijo con voz firme.

Ambos vampiros, sorprendidos, escucharon lo que Nikol acababa de decir.

─ ¿Mi libertad? ─ preguntó Katherine, asombrada y desconcertada.

Nikol le lanzó una mirada fría y directa.

─ Sí, tu libertad. Sé que tomas verbena para escapar de mi hipnosis ─ dijo Nikol, tensando a Katherine al oír sus palabras ─ Sabes que, en otra ocasión, te habría matado por intentar engañarme. Pero ahora solo quiero a Elena. Si la traes ante mí, eres libre, y podrás disfrutar de tu vida inmortal ─ explicó, sin cambiar la intensidad en su mirada.

Katherine, al ver la sinceridad en las palabras de Nikol, supo que tenía una oportunidad de liberarse de una vez por todas de la amenaza constante de la híbrida. No quería seguir huyendo, ya lo había hecho por quinientos años.

─ Ahora, largo ─ dijo Nikol, dando su última orden.

Katherine y Stefan, aún sorprendidos, salieron del departamento, uno más atónito que el otro.

Nikol, por su parte, observó a Elijah, aún tendido en el suelo con la daga en su pecho, antes de llamar a uno de sus contactos para que llevaran su cuerpo junto al de los demás Mikaelson.

  ¡CAPÍTULO 2!

¡He aquí el segundo capítulo de está historia!

[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]