➹ Cap. 18
Aunque Nikol siempre había sido consciente del mundo extraño y peligroso en el que vivía, descubrió que había cosas que incluso ella no podía prever ni controlar. Hope Mikaelson no era solo un ser extraordinario, no era una casualidad o un error de la naturaleza; Hope había sido creada con un propósito, uno que no importaba cuán en contra estuviera el mundo, nada ni nadie podría impedir que naciera.
A diferencia de lo que muchas brujas pensarían en el futuro, Hope no era un desequilibrio de la naturaleza, sino la solución a una anomalía, una creación destinada a traer equilibrio a la existencia de un ser que carecía de debilidad.
Nikol, desde el principio, había decidido que no quería que Hope existiera. Temía que la niña sufriera por su propia existencia. Pero la vida, siempre impredecible, no siguió los planes de Nikol.
Cuando estuvo con Elijah, jamás pensó que quedaría embarazada. Después de todo, él era un vampiro y, según todas las leyes naturales que conocía, eso debería hacer que el embarazo fuera imposible. Pero nuevamente, la vida la sorprendió cuando Sophie le dijo que esperaba un hijo. El hijo tenía que ser de Elijah, ya que no había estado con nadie más.
─ Necesitamos hablar ─ dijo Elijah, rompiendo los pensamientos de Nikol mientras ella intentaba procesar la información.
Nikol levantó la vista y vio a Elijah. Había algo en su mirada que indicaba que, al igual que ella, él también estaba completamente desbordado por lo que acababan de descubrir.
Poco después de que Sophie revelará la noticia de su embarazo, Nikol no pudo evitar tomar una decisión extrema. Sabía que la bruja podría traer problemas y, para evitar que alguien más supiera de su situación, la mató. Luego se retiró a su habitación, donde intentó procesar la idea de ser madre.
Kol, por su parte, se encargó del cadáver de Sophie, mientras Elijah no tardó en ir a la habitación de Nikol, aún atónito ante la noticia de su embarazo.
─ ¿De qué? ─ preguntó Nikol, tratando de asimilar lo que sucedía.
Para ella, todo esto parecía una pesadilla de la que no podía despertar. Estaba tan incrédula que ni siquiera podía pensar con claridad.
─ De la paternidad del bebé ─ respondió Elijah con una calma que solo escondía la tormenta de emociones que él mismo estaba atravesando.
Elijah seguía en shock. La idea de que él pudiera ser el padre de un bebé, especialmente de uno que fuera de una vampira, parecía completamente fuera de lo posible. Sin embargo, los latidos que había escuchado le aseguraban lo contrario. La vida, una vez más, le daba una lección: nada estaba fuera del alcance de lo impensable.
Nikol, observando a Elijah, sintió una mezcla de compasión y algo más. Si ella, que conocía este mundo tan bien, aún estaba sorprendida por el milagro de su embarazo, no podía imaginar lo que él debía estar sintiendo. Para Elijah, un ser milenario acostumbrado a la muerte y el caos, la paternidad era un concepto tan distante como imposible.
─ Elijah… ─ dijo con voz baja, tratando de darle espacio para procesar lo que acababa de escuchar.
─ Dime la verdad, Nikol ─ pidió él con urgencia, la voz llena de dudas.
Elijah estaba buscando respuestas, y entre ellas, la más importante era saber si realmente él era el padre del bebé. El hecho de que Nikol hubiera quedado embarazada lo dejaba con más preguntas que certezas. Pero el latido, ese sonido que solo podía venir de un ser vivo, lo había hecho dudar: ¿podía realmente ser su hijo? La idea de ser padre, especialmente bajo esas circunstancias, le parecía inalcanzable.
─ Es tu hijo ─ le dijo finalmente Nikol, con la firmeza que solo una madre podría tener en ese momento.
Elijah, al escuchar esas palabras, se quedó paralizado. Estaba tan abrumado que ni siquiera pudo articular una respuesta inmediata. Durante mil años, jamás pensó que algo así podría sucederle. La paternidad, sobre todo en su caso, parecía un concepto imposible, pero ahí estaba, golpeándolo con toda su fuerza.
─ Desde que fui a Mystic Falls, estuve concentrada en el ritual y en la creación de híbridos. Después de meses, apenas aquí tuve sexo… y fue contigo ─ explicó Nikol con una franqueza que no buscaba consuelo, solo explicar los hechos tal como sucedieron.
Elijah, aún en shock, miró a Nikol, luego a su vientre. El sonido del latido volvía a llenar el aire, y de repente, todo se volvió tan real como aterrador.
Nikol también percibió cómo Elijah se acercaba, extendiendo su mano hacia su vientre. Pero antes de que pudiera tocarla, la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo el momento íntimo. Kol apareció en el umbral, ya habiéndose encargado del cadáver de Sophie.
─ Ya está ─ dijo Kol con tono neutral.
Elijah y Nikol se apartaron rápidamente el uno del otro, con la tensión claramente palpable entre ellos.
─ Hablemos del embarazo milagroso ─ sugirió Kol, rompiendo el silencio con un tono intrigado, aunque algo desconcertado.
Elijah, algo molesto por la interrupción, recordó lo que Sophie había dicho con seriedad.
─ Ya escuchaste a Sophie, es una anomalía de la naturaleza ─ repitió con tono grave.
Kol, aunque acostumbrado a lo extraordinario, también se mostró sorprendido.
─ Eso es lo que más me sorprende ─ admitió Kol.
─ No eres el único ─ dijo Nikol, su voz mucho más tranquila, pero igual de sorprendida por lo que estaba pasando.
Kol, sin embargo, no podía contener las preguntas.
─ ¿Y quién es el padre? ─ preguntó, mirando a Nikol con expectación.
Elijah y Nikol se intercambiaron una mirada rápida, como si intentaran evitar que Kol percibiera lo que había entre ellos. Pero Kol, siempre astuto, se dio cuenta de inmediato de la mirada entre ambos pero no hizo ningún comentario.
─ Eso no importa ─ negó Nikol con firmeza.
Nikol sabía que tendría que hablar a solas con Elijah sobre la situación. El bebé, su futuro, todo lo que eso implicaba, necesitaba ser tratado en privado.
─ Claro que importa ¿Es el tipo con el que te acostaste en mi cama? ─ Kol insistió, sin poder resistir la curiosidad.
─ Sí ─ asintió Nikol sin titubear.
─ No puedo creer que mi sobrino haya sido creado en mi cama ─ murmuró Kol, visiblemente sorprendido.
Elijah, ahora visiblemente molesto, suspiró, mirando a Kol con una expresión que reflejaba no solo irritación, sino también una tensión acumulada que no había dejado ver en mucho tiempo.
─ ¿Podrías dejarnos solos e irte de aquí por unas horas? ─ pidió con tono grave, la irritación más que evidente en su voz.
Kol, sorprendido por la solicitud y la manera en que Elijah lo decía, levantó una ceja, claramente confundido.
─ ¿Por qué? ─ preguntó, no comprendiendo la urgencia en la petición de su hermano.
─ ¡Porque sí! ─ exclamó Elijah, sin poder contener la frustración que se había estado acumulando dentro de él.
Kol retrocedió, claramente impactado por la reacción de su hermano. Elijah, normalmente tan calmado y calculador, ahora parecía perdido, como si estuviera a punto de estallar.
Nikol, que había permanecido callada observando la escena, también se sorprendió al ver a Elijah tan alterado. Siempre lo había conocido como el más equilibrado, el más sereno, pero algo en este momento lo había quebrado. Algo había cambiado en él, y lo podía sentir.
─ Kol, dile a nuestra hermana lo que está pasando y déjanos un momento a solas ─ dijo Nikol con voz más tranquila, tratando de calmar la tensión en el aire.
Kol asintió, aunque su mirada hacia Elijah estaba cargada de reproche. Sin decir una palabra más, salió de la habitación, dejando a los dos solos. Los minutos pasaron en silencio hasta que vieron por la ventana cómo Kol se alejaba de la mansión.
Finalmente, Nikol, al quedarse sola con Elijah, no pudo evitar mirarlo detenidamente. Sabía que algo se había quebrado en él, pero no comprendía exactamente qué.
─ No debiste tratarlo mal ─ murmuró con suavidad, la sorpresa aún palpable en su tono, observando cómo Elijah se distanciaba en sus pensamientos. Ella, nunca había visto a Elijah perder los estribos de esa manera. Sin embargo, comprendió que la situación los había sobrepasado a todos.
Elijah levantó una ceja ante el reproche de Nikol. La ironía de la situación no le pasó desapercibida; ella, que siempre había sido tan despiadada con él y Kol, ahora le estaba haciendo un reproche por algo mucho más trivial. Pero no dijo nada. En lugar de eso, su mirada se desvió hacia ella, y en sus ojos brillaba una mezcla de emoción contenida y una profunda preocupación.
─ Debemos hablar del bebé ─ dijo, su voz firme pero con un toque de vulnerabilidad que rara vez dejaba ver. Había una mezcla de emoción y miedo en su tono, como si la idea de ser padre lo estuviera tomando por sorpresa y, al mismo tiempo, lo llenara de una esperanza que nunca había considerado.
Nikol lo miró fijamente, notando la batalla interna que se reflejaba en su rostro. Ella, al igual que él, tenía que aceptar la realidad de lo que estaba sucediendo, pero en ese momento todo se sentía como un sueño extraño. Un sueño que ambos necesitaban entender.
Nikol asintió, sabiendo que había llegado el momento de discutir lo que vendría, un tema que no solo los involucraba a ellos, sino también al bebé que estaba por llegar. Las implicaciones de lo que acababan de descubrir no eran menores.
─ ¿Qué te parece si dejamos en el anonimato la paternidad del bebé? Creo que es lo mejor, así nadie sabe nada de lo que pasó entre nosotros ─ propuso la original con calma, su voz seria y meditada, esperando que Elijah entendiera la gravedad de lo que sugería. No era una decisión fácil, pero en su mente parecía ser la única opción viable para evitar problemas mayores.
Elijah la miró incrédulo, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.
─ ¿Estás loca? Soy el padre de ese bebé, es mi hijo, Nikol ─ murmuró con firmeza, su voz llena de una pasión protectora que no había mostrado antes.
El sentimiento de paternidad que nunca había experimentado se había apoderado de él, y no estaba dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente. Sabía que este bebé, aunque nacido en circunstancias que desafiaban la lógica, era suyo.
Nikol suspiró, sabiendo que tendrían que enfrentarse a la verdad tarde o temprano.
─ ¿Sabes lo que pensarían nuestros hermanos si supieran eso? ─ preguntó, su mirada fija en Elijah. Las consecuencias de su relación y el hecho de que estuviera esperando un bebé de él podrían ser devastadoras. El secreto de su vínculo era frágil, y mantenerlo oculto era una prioridad si querían evitar que todo se desmoronara.
Elijah, sin embargo, no pareció inmutarse ante sus palabras. Su mirada se endureció, y un destello de determinación brilló en sus ojos.
─ ¿Y qué? No me importa ─ dijo Elijah, su tono ahora decididamente desafiante. La rabia y el orgullo de ser el padre del bebé de Nikol eclipsaban cualquier preocupación sobre las posibles repercusiones familiares ─ no me importa lo que piensen, Nikol. Este bebé es lo más importante ahora. No dejaré que crezca sin saber quién soy realmente para él ─ insistió, con una pasión inusitada. Sus palabras no solo eran una declaración de paternidad, sino una promesa de que lucharía por su hijo, sin importar las consecuencias.
Nikol se quedó en silencio por un momento, sorprendida por lo decidido que estaba Elijah. Siempre había sabido que su hermano mayor tenía una fuerte voluntad, pero nunca imaginó que llegaría a este nivel de determinación.
─ ¿Crees que será bueno para él saber en el futuro que eres su tío y al mismo tiempo su padre? ─ comentó Nikol con una expresión seria, su mirada fija en él. Sabía que esta situación no solo afectaría a ellos, sino también al niño. Las complicaciones de ser un trihíbrido, hijo de dos seres con una historia tan complicada, eran muchas. ¿Sería justo para el bebé vivir con ese tipo de conocimiento?
Elijah hizo una pausa, reflexionando sobre sus palabras. Nikol había dado en el clavo. Su hijo, su futuro hijo, sería parte de un enredo de emociones y complicaciones familiares. Pero, por un momento, la idea de ocultar su paternidad o dejarla en secreto no parecía algo que pudiera soportar. El bebé no merecía vivir a la sombra de mentiras.
─ Tú también serás su madre y su tía ─ recordó él, su voz suave pero cargada de una realidad difícil de enfrentar. La complejidad de la situación no podía ser ignorada, y aunque ambos sabían que el bebé sería una mezcla de ellos, también comprenderían que las etiquetas familiares se volverían borrosas.
Nikol asintió lentamente, tomando un respiro profundo mientras procesaba la enormidad de lo que estaba sucediendo. Estaban atrapados en una red de relaciones complicadas, cada decisión que tomaban afectaba no solo a ellos, sino también al futuro del bebé.
─ Por eso, dejemos las cosas como están por el momento. Que nadie más que nosotros sepa la verdad. El bebé estará contigo de todos modos ─ sugirió, mirando a Elijah con una mezcla de esperanza y temor. Su propuesta no era ideal, pero era la única que sentía que podría mantenerlas a salvo, al menos por ahora. El bebé estaría protegido en sus brazos, pero el secreto que compartían pesaba sobre ella como una carga.
Elijah permaneció en silencio por un largo momento, claramente conflictuado. Sus ojos se oscurecieron con pensamientos complicados, y aunque entendía la lógica detrás de lo que proponía Nikol, algo dentro de él se rebelaba ante la idea de ocultar la paternidad de su hijo. No le gustaba la idea de vivir en la sombra, de no ser capaz de ofrecerle al bebé el lugar que le correspondía como su padre. Sin embargo, lo que más deseaba en ese instante era proteger a su familia, especialmente a Nikol y al bebé.
Finalmente, después de una respiración profunda, Elijah suspiró, la decisión claramente tomada, aunque con una sensación de pesar.
─ Bien ─ respondió, aceptando la difícil decisión. No era lo que quería, pero a veces las decisiones más complicadas eran las que se debían tomar para asegurar la seguridad de los involucrados.
La verdad, por ahora, tenía que permanecer oculta. Y, aunque su corazón luchaba con ello, entendía que no había otro camino.
¡CAPÍTULO 18!
Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo.
Nikol mató a Sophie.
Elijah sabe que es el padre del bebé que Nikol espera.
Nikol quiere mantener en secreto la paternidad del bebé y Elijah no está tan seguro de eso.
¿Qué les pareció?
[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]
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