➹ Cap. 15
Al haber recorrido Nueva Orleans y no tener mucho que hacer en casa, Nikol decidió ir al pantano, pensando en los licántropos que habían sido convertidos involuntariamente por una bruja bajo las órdenes de Marcel.
Al llegar a la pequeña cabaña abandonada, Nikol se detuvo a observar. Quería evaluar lo que se necesitaba para reparar el lugar y expandirlo, con la intención de que sus híbridos tuvieran un espacio más adecuado para cuando quisieran transformarse en lobos. Y, ¿qué mejor lugar que el pantano para eso?
Al entrar, recorrió el lugar con la mirada. La cabaña estaba en pésimas condiciones: había mucho por limpiar, reemplazar y arreglar. Caminó lentamente, analizando cada detalle, hasta que un ruido del exterior la alertó. Salió de inmediato, pero no encontró a nadie.
Por un instante, Nikol sospechó quién podría haber estado allí, pero no se preocupó. Sabía que no representaba una amenaza para ella.
Unos minutos después, dejó el pantano y se dirigió al ático de la iglesia abandonada.
Al llegar, notó que no había nadie en la parte baja del edificio. Solo quedaban las manchas de sangre en las paredes, testigos de la masacre ocurrida meses atrás, cuando Sean O’Connell asesinó a todos tras ser embrujado por la bruja Agnes.
Desvió la mirada de aquella escena y subió sin hacer ruido, queriendo evitar llamar la atención, en caso de que Marcel estuviera allí con Davina.
─ ¿Marcel? ¿Eres tú? ─ se escuchó la voz de Davina del otro lado de la puerta.
Al reconocer su tono de duda, Nikol supuso que estaba sola. Sonrió antes de abrir la puerta, haciéndose notar.
─ Hola ─ saludó la original.
Davina tragó saliva, retrocediendo un poco al no reconocerla.
─ ¿Quién eres? ─ preguntó Davina con desconfianza.
─ Una vieja amiga de Marcel. Nikol Mikaelson, un gusto ─ se presentó con tranquilidad ─ ¿puedo pasar?
Los ojos de Davina se abrieron un poco al escuchar el apellido Mikaelson.
─ ¿Y por qué debería dejarte entrar? ─ su tono era aún más desconfiado. Había oído demasiado sobre los originales a través de Marcel.
─ Porque puedo ayudarte ─ respondió Nikol, apoyándose despreocupadamente en el marco de la puerta ─ podría matar a la última anciana viva de la cosecha… y tú, finalmente, podrías salir de aquí. Debe ser aburrido estar encerrada tanto tiempo, ¿no?
Davina se sorprendió al escucharla hablar de la cosecha.
─ Sí… lo es ─ admitió con un leve asentimiento ─ pero dime, ¿por qué quieres ayudarme con eso? ¿Qué ganas tú? ─ le preguntó.
─ Tú odias a las brujas del Barrio por lo que te hicieron, y a mí tampoco me agradan ─ respondió Nikol con franqueza ─ quiero que estés de mi lado… y que vivas conmigo.
─ No ─ negó Davina sin dudar.
Nikol suspiró con paciencia.
─ Piénsalo bien. No solo te quitaría de encima a Agnes, sino que también te ayudaría a controlar tu magia.
─ ¿Cómo podrías ayudarme tú? ─ Davina frunció el ceño ─ eres un vampiro.
─ Déjame pasar y te lo explico mejor ─ propuso Nikol.
La joven bruja dudó por un momento, pero terminó asintiendo con la cabeza.
─ Bien, entra.
Nikol cruzó la puerta con lentitud.
─ Tengo un hermano, Kol. Él es un vampiro, pero también sabe demasiado de magia. Podría enseñarte a controlarla.
Davina se sentó en la cama, procesando la información.
─ ¿Marcel sabe que estás aquí? ¿Él te habló de lo que las brujas me hicieron?
Nikol negó.
─ No. Marcel no me dijo nada… y tampoco sabe que estoy aquí ─ admitió mientras echaba un vistazo a los dibujos de la bruja ─ pero siempre estoy al tanto de lo que ocurre en el Barrio Francés.
Davina se puso de pie, mirándola fijamente.
─ Bien. Acepto el trato. Mata a Agnes.
Nikol sonrió de lado.
─ Será fácil.
─ Lo dudo. Marcel no ha podido hacerlo en meses.
─ Marcel no la mató porque te necesita a su lado como su arma secreta, sí la mata saldrías de aquí y ya no tendría el poder que tiene sobre tí ─ aclaró la original.
Davina frunció el ceño. No quería creer que Marcel le haría algo así.
─ No le digas nada sobre está conversación. Es lo mejor por ahora ─ aconsejó Nikol ─ pronto volveré.
Davina asintió en silencio, observando cómo Nikol desaparecía con rapidez.
[...]
Después de salir de la iglesia, Nikol fue al Rousseau’s para ver si encontraba a Marcel. Al llegar, lo vio sentado al fondo, conversando con Elijah.
─ Hola ─ saludó, haciéndose notar.
─ Ya me parecía raro que no estuvieras aquí con nosotros ─ comentó Marcel con una media sonrisa ─ siéntate. Hablábamos sobre algunos cambios en el Barrio Francés.
Minutos antes de que Nikol llegará, Elijah le había preguntado a Marcel si tenía algún método para detectar cuándo las brujas hacían magia. Marcel, por supuesto, no reveló nada. Lo que ninguno de los dos sabía era que Nikol ya conocía la verdad.
Al escuchar a Marcel, Nikol tomó asiento, lanzándole una mirada molesta a Elijah.
─ ¿Y qué cambios?
Aunque no le interesaba ser “reina”, quería saber lo que pasaba en la ciudad donde vivía.
Marcel intercambió una rápida mirada con Elijah, quien suspiró antes de responder.
─ Los vampiros están tensos.
─ ¿Y eso qué? ─ Nikol arqueó una ceja.
─ Quieren saber si las brujas volverán a tener control sobre el Barrio Francés ─ explicó Marcel ─ no están de acuerdo con que Elijah esté al mando.
Nikol entrecerró los ojos, luego sonrió con incredulidad.
─ ¿Y quién carajos les dijo a los vampiros que las brujas recuperarán el control?
Marcel miró de reojo a Elijah.
─ Lo mejor es un tratado de paz ─ dijo el mayor de los Mikaelson.
Nikol lo observó con desconfianza. Inmediatamente supo que la idea había sido de Elijah, no de Marcel.
─ Al carajo la paz ─ espetó sin dudar.
Ella no iba a permitir que las brujas volvieran a tener poder.
─ Opino lo mismo ─ coincidió Marcel.
Eso le bastaba. Si Nikol estaba de su lado, Elijah terminaría cediendo.
─ Envía a algunos vampiros a causar revuelo. Así las brujas entenderán que nada ha cambiado, aunque ahora Elijah esté al mando ─ ordenó Nikol.
Marcel asintió con satisfacción.
─ Eso haré. Nos vemos luego.
Cuando Marcel se fue, Elijah, que se había mantenido en silencio, aclaró la garganta.
─ ¿Se puede saber quién te puso al mando? ─ su tono era severo ─ me desautorizaste frente a Marcel.
Nikol lo miró sin inmutarse.
─ No necesito tu permiso para hacer lo que se me da la gana, Elijah.
Elijah gruñó, observándola con intensidad. Nikol no apartó la mirada.
Finalmente, él se levantó y salió del bar. Nikol lo siguió.
Elijah abrió la puerta de su auto.
─ Entra.
─ Voy a otro lado. Ve tú solo.
Elijah la miró con seriedad.
─ Entra ahora ─ gruñó.
Nikol frunció el ceño, pero antes de negarse de nuevo, él la tomó del brazo y la metió al auto a la fuerza.
─ ¡Elijah! ─ exclamó con enojo.
─ Cállate ─ respondió él, mirándola de reojo antes de arrancar el auto.
Nikol lo fulminó con la mirada. Sabía que estaba en problemas.
¡CAPÍTULO 15!
Hola aquí les dejo un nuevo capítulo de está historia, ojalá les guste.
Nikol fue al pantano de Nueva Orleans.
Me causa un poco de gracia que ella haga planes para hacer casas para sus híbridos en un lugar que no le pertenece.
Nikol visitó a Davina y le propuso un trato a cambio de que esté de su lado.
Kol: gracias hermanita por presentarme a mi futura esposa.
Nikol y Marcel están en contra de la decisión de Elijah para mantener la “paz" en el Barrio Francés.
En esto estoy de acuerdo con ellos, darle el poder a la brujas de hacer magia de nuevo no es algo bueno ya que son un dolor de cabeza.
¿Qué les pareció?
[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro