➹ Cap. 10
Nikol no había invitado a nadie a la fiesta; no creía que nadie fuera digno de acompañarla. En esos momentos, su orgullo y narcisismo parecían ser lo único que la mantenía firme, una faceta que, en parte, le debía a Klaus. Aunque, al pensarlo bien, también había algo de ella en eso. Era una mezcla de ambos, y lo sabía.
A pesar de no haber elegido a un acompañante, había acordado estar con Elijah, ya que él tampoco había invitado a nadie. Al final, entre los dos decidieron que se acompañarían durante el baile. No era algo raro para ella. Después de todo, eran hermanos, y no había nada extraño en compartir ese tipo de momento, al menos en su mente.
Se había puesto un vestido rojo que su hermana Rebekah había ayudado a escoger. El diseño era atrevido, mostrando la espalda desnuda, lo que le daba un aire elegante pero desafiante. El vestido ajustado resaltaba su figura, y las joyas, una pulsera con pequeños diamantes y un collar delicado, completaban su look.
Cuando terminó de prepararse, se unió a su familia para recibir a los invitados. Rebekah la miró y le hizo un cumplido.
─ Te queda lindo el vestido ─ dijo ella.
─ Lo mismo digo de ti ─ respondió Nikol con una sonrisa, aunque su tono era algo frío. No sabía cómo describirlo, pero algo en su hermana le causaba cierto malestar esa noche.
Kol se acercó con Elijah, mientras Finn y Esther saludaban a los invitados.
─ Espero que está fiesta no sea tan aburrida, o mataré a alguien ─ comentó Kol, su tono sarcástico era familiar, pero su voz estaba teñida de fastidio.
Elijah no pareció impresionado.
─ Hermano, por favor, evita causar un escándalo ─ respondió con voz cansada.
Kol rodó los ojos, pero asintió, aunque todos sabían que probablemente no le haría caso.
Nikol observó en silencio, y su mirada se encontró con la de Elijah. Ambos compartieron un instante de complicidad, sabían lo que estaba por venir. Pero, aún así, había algo en el aire que no lograban descifrar por completo.
─ ¿Sucede algo? ─ preguntó Rebekah, notando la tensión en el ambiente.
Elijah evitó la mirada de su hermana por un momento, como si hubiera decidido que lo mejor era mantener sus pensamientos para él, pero Nikol rompió el silencio con una advertencia.
─ Pase lo que pase está noche, no tomen el champagne que nuestra madre nos dará ─ dijo, su voz firme y seria, una alerta en medio del caos que se avecinaba.
Kol levantó las cejas, sospechando algo, mientras Elijah la miraba fijamente.
─ ¿Por qué? ─preguntó Kol.
─ Hagan caso, no lo tomen ─ insistió Elijah con firmeza ─ no digan nada a nuestra madre ni a Finn, ¿entendido?
Nikol se permitió un breve suspiro de alivio cuando sus hermanos aceptaron, aunque se sintió distante de ellos. Sabía que la incertidumbre era inevitable.
[...]
La fiesta continuó hasta que comenzó el baile. Elijah se acercó a Nikol, su presencia siempre tan poderosa, haciendo que el aire entre ellos se volviera espeso, casi denso.
Tomó a su hermana por la cintura con un toque que, en un principio, la hizo tensarse. No estaba acostumbrada al contacto físico, especialmente con él. La cercanía le hizo el corazón latir con más fuerza de lo que desearía admitir.
─ Te ves hermosa ─ halagó él.
Nikol tragó saliva, un nudo se formó en su garganta al escuchar su elogio. Si Elijah hubiera sido cualquier otra persona, lo habría ignorado, pero él era su hermano, y algo en su voz la hizo sentir incómoda. Y, sin embargo, parte de ella se sintió... halagada.
─ Gracias, hermano ─ respondió con una sonrisa forzada, evitando mirarlo directamente ─ tú también te ves bien, aunque siempre estás elegante.
Elijah sonrió suavemente, y con un movimiento ágil la giró en la pista de baile, junto con las otras parejas. Su mano firmemente alrededor de su cintura la atrajo de nuevo hacia él, sus cuerpos tan cerca que el roce de la tela del vestido de Nikol contra su traje provocaba una sensación incómoda en su piel.
─ ¿Lo vamos a hacer después de que termine la fiesta? ─ preguntó Elijah.
Nikol sintió que el aire desaparecía de sus pulmones al escuchar esas palabras. ¿Qué acababa de decir? Estaba segura de haberlo escuchado mal. Y, sin embargo, su mente no podía procesar lo que él acababa de sugerir.
─ ¿Q-ué? ─ lo miró incrédula por lo que dijo.
Elijah se inclinó hacia ella, sus ojos fijos en los de ella con una calma inquietante.
─ Me refiero a matar a nuestra madre, ¿lo vamos a hacer después de que termine la fiesta? ─ aclaró Elijah en un susurro.
Nikol sintió como si el suelo se desvaneciera bajo sus pies. El rubor en su rostro aumentó, pero lo peor era la vergüenza interna. ¿Cómo pudo haber pensado en algo tan equivocado? Fue tan absurdo que desearía poder desaparecer en ese momento.
Tragame tierra, pensó, sintiendo que su cara ardía.
Sin mirarlo a los ojos, intentó responder.
─ Sí... no podemos arriesgarnos a que haga otra cosa ─ murmuró, incapaz de enfrentar su mirada. La música de fondo les dio un respiro, ayudando a esconder el peso de la conversación.
Elijah asintió, preocupado por lo que su madre podría hacer. Era una decepción saber que ella había regresado solo para cumplir su objetivo, destruirlos.
Para evitar más contacto visual, Nikol cerró los ojos y descansó su cabeza en el pecho de Elijah. Fue un gesto involuntario, pero su cuerpo parecía agradecer la pequeña distancia de su mente. Sin embargo, la calma solo duró un segundo. Elijah deslizó lentamente una mano por su espalda, la cual estaba al descubierto por el vestido, y la cercanía hizo que su cuerpo se tensara de nuevo.
Controlate, se gritó a sí misma, intentando que su mente no se descontrolara.
Elijah parecía no notar la lucha interna de su hermana mientras sus dedos trazaban suavemente su espalda, un gesto que no hizo más que intensificar la tensión entre ellos.
─ Creí que vendrías con algunos de tus híbridos al baile ─ susurró Elijah, sin dejar de acariciar su piel.
Nikol levantó la mirada, sus ojos encontrándose con los de él.
─ ¿Por qué creíste eso? ─ respondió, un poco desconcertada.
Elijah simplemente encogió los hombros, como si no tuviera una respuesta clara.
─ No lo sé. Solo lo supuse.
El ambiente a su alrededor se volvió pesado, y la pregunta que se formó en la mente de Nikol le hizo cuestionarse todo. ¿Por qué no había invitado a nadie? ¿Por qué no había traído a alguno de sus híbridos al baile?
Antes de que pudiera procesar sus pensamientos, Elijah la atrajo hacia sí nuevamente, pegándola más a su cuerpo, su aliento cálido rozando su oído.
─ ¿Y tú?.
─ ¿Yo qué?.
─ ¿Por qué no invitaste a alguien más? ─ preguntó Nikol.
─ Me gusta más tu compañía ─ dijo el original en voz baja.
El corazón de Nikol se aceleró aún más. No sabía cómo interpretar esas palabras, cómo reaccionar ante la proximidad de su hermano. Todo lo que había construido en su mente sobre la relación entre ambos se desmoronaba a cada instante. La tensión estaba al límite.
─ No huyas ─ dijo Elijah, su voz suave pero firme, al notar que ella intentaba apartarse de él.
─ No lo hago, hermano ─ murmuró Nikol, marcando claramente la palabra "hermano", como si intentara recordarse a sí misma que eso era lo único que podían ser.
Elijah sonrió ligeramente, su agarre en su cintura más firme, sus ojos clavados en ella.
─ Es momento de cambiar de pareja ─ sugirió Nikol, al notar que la situación estaba a punto de volverse aún más incómoda.
Elijah simplemente asintió, y antes de que pudiera agregar algo más, Nikol se apartó rápidamente de él, buscando la compañía de Stefan, quien aún estaba bailando con Elena.
─ ¿Pasa algo? ─preguntó Stefan, al notar que Nikol parecía más nerviosa de lo habitual.
─ No, ¿por qué? ─ respondió Nikol, aunque su tono no era tan confiado como siempre.
─ Estás muy sonrojada ─ comentó Stefan, con una ligera sonrisa al notar su rubor.
Nikol levantó las cejas sorprendida. No se había dado cuenta de lo evidente que era su incomodidad.
─ Hace un poco de calor ─ mintió Nikol, buscando una excusa convincente.
Stefan la observó con desconfianza, claramente no creyendo en su historia.
─ Sí, claro. El ambiente ─ dijo él, como si no estuviera tan convencido.
Nikol no le prestó más atención, su mente aún atrapada en lo que acababa de suceder con Elijah. ¿Cómo seguiría todo después de esa noche? ¿Cómo podría mirar a su hermano a los ojos nuevamente sin sentir la tensión en el aire?
Haré como si nada pasó, pensó, intentando calmarse. Pero sabía que no sería tan fácil.
¡CAPÍTULO 10!
Este capítulo alteró la química de mí cerebro, por una parte me gustan los dos juntos pero... SON HERMANOS.
¿Qué les pareció?
Yo disfruté escribiendo este capítulo aunque también lo sufrí, quería meterle muchas cosas más pero me detuve por el bien mental de todos (me incluyo)
ELIJAH MIKAELSON
no alteres a Nikol, ¿No ves que la pones nerviosa?.
[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]
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