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━━━ final ━━━

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Rebecca despertó desorientada, observando el lugar con dificultad. A pocos metros de ella, vio a Mickey tirado en el suelo. Con esfuerzo, se acercó a él, pero un sonido de forcejeos, quejas y pequeños gritos la distrajo. Provenían de detrás de una tela, impidiéndole ver lo que ocurría.

━Mickey ━lo llamó, pero retiró sus manos al notar las heridas de bala en su cuerpo.

De repente, vio a Sidney corriendo, con Nancy detrás de ella. Ambas cayeron al suelo cuando la mujer intentó apuñalarla. Rebecca se levantó al mismo tiempo que Sidney. Nancy también se incorporó y arrinconó a Sidney contra unas estructuras cuadradas. Sin pensarlo, Rebecca se acercó y golpeó a Nancy.

La mujer dirigió su mirada a Rebecca, notando el hilo de sangre que corría por su sien tras un golpe anterior. Nancy se lanzó contra ella, y ambas cayeron al piso. En el forcejeo, Nancy logró apuñalar a Rebecca cerca del corazón, pero Sidney intervino a tiempo y la apartó. La herida se había desviado lo suficiente como para no ser letal de inmediato.

Rebecca gimió de dolor y presionó la herida con sus manos.

Un disparo resonó en el lugar. Cotton había disparado su arma.

━¡No te muevas, carajo!

Nancy, desesperada, tomó a Sidney como rehén y la colocó delante de ella como escudo.

━¡Maldita sea! ━se quejó Cotton.

━¡Cotton! ━gritó Sidney.

━De acuerdo, está bien. Tranquilicémonos todos. He tenido un día muy, muy malo y me gustaría saber qué carajo está pasando aquí exactamente. ¿Sidney?

━Te presento a la madre de Billy Loomis. Es la asesina ━explicó Sidney, con una mezcla de ira y cansancio━. Y unos metros atrás está el hermano de Morgan Donovan. Es el otro asesino.

━¿Qué? ━preguntó Cotton, sorprendido, dando unos pasos hacia atrás hasta chocar con el cuerpo de Mickey━ Entonces, ¿quién es este?

━El otro asesino. Mickey.

━Okey.

━Mira, Cotton...

━¿Puedes matarla de una puta vez? ━interrumpió Rebecca, desesperada, mientras seguía presionando su herida. Su voz temblaba de miedo.

━Cállense ━ordenó Cotton. Dirigió su mirada a Nancy━. No eres Debbie Salt, ¿verdad? No trabajas para el Post Telegraph.

━No, pero puedo ayudarte, Cotton. No la necesitas a ella. ¡Déjame matarla! Mientras siga viva, nunca serás la noticia de portada. Es lo que quieres, ¿verdad, Cotton? Si realmente quieres estar en el ojo de todo el mundo, déjame matarla ahora mismo. Entonces serás el único sobreviviente, la estrella. ¡Ella te envió a prisión durante un año! De hecho, me parece bastante poético.

Cotton apuntó a Sidney.

━No. No, Cotton. No le hagas caso ━dijo Sidney, con voz firme.

━Qué... problema en el que estás metida, Sid ━replicó Cotton.

━Cotton...

━Me ha dado una buena razón. Déjame pensar. Quizás tú deberías darme una también. Seguro que ahora la entrevista con Diane Sawyer te parece muy bien.

Hubo unos segundos de tenso silencio antes de que Sidney hablara:

━Considerala hecha.

Sin dudarlo más, Cotton disparó contra Nancy. Ambas cayeron al suelo. Luego dirigió su atención hacia donde creía que estaba Gero, pero apenas podía distinguirlo entre los objetos caídos.

Sidney tosió, miró a Cotton y luego a Nancy. Se sentó, agotada.

━Wow ━exclamó Cotton━. Eso fue... muy intenso.

Sidney se levantó lentamente.

━Oye, Sidney. Mira, quiero que sepas que nunca haría nada para lastimarte.

━Cotton, dame la pistola.

━Sí, de acuerdo. Claro. Tómala ━se la entregó━. Sid, deberíamos hablar sobre lo que pasó aquí exactamente. Coordinar nuestras declaraciones para la prensa. Con ella también ━dijo, señalando a Rebecca.

Los dos se acercaron al cuerpo de Nancy.

De repente, la mano de Gale los sobresaltó.

━¿Puede alguien sacarme de aquí? ━preguntó Gale, quejándose.

━Gale, ¿estás bien? ━preguntó Sidney.

━Me han disparado. Claro que no.

Cotton la ayudó a levantarse y a subir al escenario. Sidney, por su parte, ayudó a Rebecca a incorporarse antes de acercarse al arma tirada en el suelo y recogerla.

Las dos se unieron al grupo.

━Dame esa ━pidió Gale, refiriéndose al arma. Miró a Nancy━. ¿Está muerta?

━No lo sé. Siempre regresan ━respondió Sidney━. Aunque Billy y Morgan no tuvieron oportunidad.

Como si fuera una predicción, Mickey se levantó de repente. Gale y Sidney dispararon simultáneamente hasta asegurarse de que estaba muerto.

━Wow ━murmuró Cotton.

Sin dudar, Sidney se acercó al cuerpo de Nancy y le disparó en la frente. Luego repitió el acto con Gero, asegurándose de que no volvieran a levantarse.

━Por si acaso ━dijo Sidney, dejando caer el arma.

En ese momento, Rebecca cayó al suelo, debilitada.

━No sé si es normal, pero siento como la sangre se esparce por mis órganos ━dijo Rebecca, mirando un punto fijo.

━Oye, concéntrate ━le pidió Sidney, sosteniéndola con firmeza━. ¡Llamen a una ambulancia!

Cotton y Gale salieron corriendo del teatro, dejando a Sidney sola con Rebecca, quien ya no seguía presionando su herida.

━Cuéntame lo que sucedió... con Billy y Morgan ━susurró Rebecca, luchando por mantener la conciencia.

Sidney hizo una mueca de incomodidad.

━Después te lo cuento.

━No... No creo que dure hasta después. Quiero saberlo.

Sidney suspiró y se sentó a su lado, tomando suavemente su mano.

━Conocí a Morgan cuando tenía ocho años. Era una niña dulce, gentil e inocente. Esa era su mayor característica: la inocencia que transmitía. Nunca supe que había algo entre ella y Billy. Él era el chico con quien todas querían salir... menos Tatum. Ella fue una gran amiga, como Hallie, y también murió. A veces, me recuerdas a Morgan ━dijo Sidney, sonriendo débilmente━. En el mejor sentido posible, porque cuando murió mi madre, acusé a su hermano sin pensarlo. Dije que había sido él quien la mató. Eso la destruyó... más de lo que imaginé.

Sidney dejó escapar un suspiro profundo.

━Estaba tan concentrada en mis propios problemas que no vi cuánto le había afectado. Pero Morgan siguió ahí para mí. Unos meses después de esa acusación, Billy me confesó sus sentimientos y me pidió que fuera su novia. Por supuesto, acepté. Era Billy Loomis. Estuvimos juntos casi un año. Y los mismos horrores que pasaron hace un año, pasaron entonces. Una noche, después de una fiesta en la casa de Stu Macher, los tres se revelaron como lo que realmente eran.

Rebecca acarició la mano de Sidney con sus dedos temblorosos, alentándola a continuar.

━Ahí descubrí la relación de Billy y Morgan... y cómo Stu lo sabía todo. Ellos habían matado a mi madre, pero Morgan no estaba involucrada todavía. A pesar de todo... de que están muertos, Billy y Morgan siguen presentes en mi vida. Crearon un teatro completo delante de mis ojos, y yo no lo vi. Sólo veía a mi mejor amiga y a mi novio, que apenas se dirigían la palabra en publico, pero siempre parecían tan comprensivos conmigo.

━Pueden irse al carajo, si me permites decirlo ━comentó Rebecca con un hilo de voz.

Sidney soltó una breve risa.

━Puedes.

Rebecca tosió, y un rastro de sangre escapó de la comisura de sus labios.

━Puede que te haya recordado a Morgan muchas veces, pero no soy ella.

━No, claro que no lo eres.

━Entonces... gracias por recordar a una Morgan que no era una psicópata.

Sidney le dedicó una pequeña sonrisa, pero se estremeció al ver cómo Rebecca dejaba caer su cabeza sobre su hombro.

━Gracias a ti también, Rebecca.

Rebecca respiró entrecortadamente.

━¿Cómo lo soportas? ━preguntó con un hilo de voz━ Descubrir todo hace unos días... Lo siento. Sabía que Mickey estaba involucrado, pero no supe cómo afrontarlo.

━No lo sé ━confesó Sidney con honestidad.

━¿Todavía los quieres?

La pregunta resonó como un eco en la mente de Sidney. ¿Podía quererlos, incluso después de todo lo que le habían hecho? De cómo intentaron matarla.

━Sí.

━Yo todavía amo a Mickey.

━Lo sé.

Rebecca soltó otra tos, seguida de un sollozo.

━No quiero hacerlo.

━Lo sé.

━Gracias por contarme ━susurró Rebecca con su último aliento.

Sidney escuchó el suspiro final de Rebecca Lockwood. Por un instante, todo quedó en silencio.

[•••]

Antes de morir, Rebecca Lockwood sabía una cosa: que siempre amaría a Michael Altieri. A pesar de los secretos oscuros que envolvían su relación, a pesar de las sombras que rondaban la figura de Mickey, ella nunca dejó de amarlo. Pero lo que nunca supo, lo que nunca pudo entender por completo, es que Mickey la amaba más que a su propia vida. Su amor por ella superaba cualquier lógica, cualquier razonamiento. Estaba dispuesto a hacer todo por ella, a entregar todo lo que tenía, aunque eso significara su propia perdición. Pero estaba condenado desde el momento en que empezó a tomar vidas, y el destino lo llevó inexorablemente hacia ese final.

Mickey, atrapado en una espiral de violencia y desesperación, sabía que su destino estaba sellado. Sin embargo, su mayor miedo era perder a Rebecca. Sabía que no podía ocultarle su verdadera naturaleza por siempre, pero al mismo tiempo temía que el horror de lo que había hecho destruyera lo único que verdaderamente amaba. Ella.

Cuando Rebecca descubrió la verdad, el mundo a su alrededor se desmoronó. Su corazón seguía anhelando a Mickey, pero la realidad de lo que él había hecho era demasiado abrumadora. ¿Cómo podría amar a un hombre cuyas manos, las mismas que la acariciaban con dulzura, habían asesinado a alguien? ¿Cómo podría seguir confiando en él cuando los ecos de esas muertes resonaban en cada uno de sus susurros? La contradicción la desgarraba por dentro. Quería creer en el Mickey que conocía, en el Mickey que la había amado con tanta pasión, pero el miedo y la duda se aferraban a ella como una sombra inquebrantable.

Rebecca, atrapada entre el amor y el horror, vivió en una constante lucha interna. Las mismas manos que una vez la hicieron sentir segura y deseada, eran las mismas que arruinaron vidas, que despojaron de su humanidad a quienes se cruzaron en el camino de Mickey. Y aunque ella lo amaba con todo su ser, no podía dejar de preguntarse: ¿quién era realmente el hombre que tenía frente a ella? ¿Y qué quedaba de su amor cuando se despojaba de las mentiras que lo envolvían?

La muerte de Rebecca no fue solo el fin de una vida, sino la culminación de un amor atrapado entre la tragedia y el sacrificio, entre la pasión y la destrucción. Mickey había perdido lo que más amaba, sin saberlo, y en ese acto final, encontró la única verdad que nunca pudo cambiar: el amor, a veces, puede ser la razón por la que la gente se pierde, pero también la razón por la que se destruyen a sí mismos.

[•••]

Asesinatos

Phil Stevens: Gare Donovan
Maureen Evans: Gare Donovan

Cici Cooper: Mickey Altieri
Voz: Mickey Altieri

Ataque después de la fiesta: Nancy Loomis

Randy Meeks: Nancy Loomis
Voz: Gare Donovan

Agente Andrews: Mickey Altieri
Agente Richards: Mickey Altieri
Hallie McDaniel: Mickey Altieri

Derek Feldman: Mickey Altieri
Rebecca Lockwood: Nancy Loomis
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THE END