❛❛EP 3:  EL TORMENTOSO REGRESO A LA ESCUELA SECUNDARIA❜❜
𝗡𝗔𝗥𝗥𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗢𝗠𝗡𝗜𝗦𝗖𝗜𝗘𝗡𝗧𝗘

La luna resplandecía bellamente sobre el cielo oscuro cuando Sofie despertó con un dolor intenso en la cabeza. Estaba atada en un camión y, a su lado, Stefan también parecía recuperar la conciencia al mismo tiempo. 

Lo último que Sofie recordaba era que estaba en un bar y se había encontrado con Klaus y Stefan. Al darse cuenta de la situación, Klaus pensó que le podría ser útil y no la mató.

—¿Por qué volvimos a Mystic Falls? —preguntó Stefan mientras salía del camión y le exigía explicaciones a una chica rubia que estaba afuera. 

Sofie tuvo la ligera sensación de que todo se pondría feo. 

—Ya puedes dejar de fingir. No tardó mucho en descubrir lo que escondías —dijo la rubia con indiferencia. 

—Pero no escondo nada —trató de defenderse Stefan—. He hecho todo lo que Klaus me ha dicho. 

—No, olvidaste decir que el doppelgänger está vivo —respondió con sarcasmo la rubia, sonriendo con burla. 

Sofie observó la escena con creciente angustia. Sabía perfectamente lo que era un doppelgänger y que su hermana Elena lo era, al igual que ella. 

—¿Dónde está Klaus? —inquirió Stefan sin ocultar su molestia. 

—Arrancándole la cabeza a esa perra, espero —espetó la chica rubia mordazmente. 

Stefan, con velocidad sobrehumana, se lanzó sobre ella, tirándola al suelo con agresividad. 

Sofie aprovechó la distracción para intentar liberarse. Logró romper las cuerdas que ataban sus manos y corrió sin detenerse. Su corazón palpitaba con fuerza mientras buscaba un refugio. 

"Sabes, amor, eres idéntica a ella. Por un momento pensé que eras Elena, pero según Stefan, eres su gemela."

Recordaba a Klaus diciendo eso, pero no recordaba más.

Llegó hasta la escuela con las puertas abiertas y corrió adentro. Sin embargo, en uno de los pasillos, vio a la misma rubia sujetando a Tyler Lockwood mientras golpeaba a Caroline Forbes, una de sus amigas. Se arrepintió al instante de haber entrado. 

Pensó en retroceder, pero la rubia notó su presencia y apareció frente a ella en un abrir y cerrar de ojos. 

Sofie intentó luchar, pero Rebekah la atrapó con facilidad y la llevó al gimnasio de la escuela junto con Tyler. Allí, Klaus los esperaba. 

—¡Maldita perra, suéltame! —gritó Sofie, tratando de zafarse, pero era inútil. 

—¡Suéltame! —gritó Tyler, pero tampoco sirvió de nada. 

—Cállense —dijo Rebekah, exasperada, mientras los sujetaba con más fuerza. 

—Les presento a mi hermana, Rebekah —dijo Klaus, sonriendo al grupo de adolescentes que los observaban aterrados—. Les advierto, puede ser muy mala. 

—Qué feo eres —replicó Rebekah irónicamente mientras mantenía su agarre firme en Sofie y Tyler. 

—Déjalos en paz —suplicó Elena con preocupación al ver a su gemela. 

—Voy a hacer esto muy simple —dijo Klaus mientras empujaba a Sofie y Tyler hacia adelante. 

—Hijo de puta, ¡suéltame ya! —gritó Sofie, forcejeando con Klaus, pero él solo sonrió antes de romperle el cuello sin piedad. 

Todos en el gimnasio se quedaron perplejos, mientras Elena gritaba y lloraba al ver a su hermana en el suelo. Bonnie trató de consolarla, pero Elena no podía calmarse. 

—Quiero que busques la forma de salvar a mis híbridos, Bonnie, y, por el bien de Tyler, mejor date prisa, porque además, cuando el sol salga, Sofie se quemará —ordenó Klaus, dándole su sangre a Tyler antes de romperle el cuello. 

Elena quedó en shock al escuchar que su hermana ahora sería una vampira. 

Cuando Sofie recuperó la conciencia, sintió un cambio drástico en su cuerpo. Sus sentidos estaban agudizados, su garganta ardía y el hambre la consumía. 

—¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? —preguntó Tyler, desorientado, a su lado. 

—Tyler… —trató de decirle la rubia antes de ser interrumpida por Rebekah. 

—Que no te dé pena —dijo Rebekah con ironía. 

—¿Qué ocurre aquí? —preguntó asustado Tyler a su novia, mientras Sofie trataba de asimilar lo que pasaba. 

—Klaus te quiere convertir en vampiro, en un híbrido —reveló su novia, mirándolo con pena. 

—Estás en transición —dijo Caroline, mientras Sofie seguía tratando de entender lo que había pasado en el bar. 

—No te comas los detalles, cariño. Solo sobrevivirá si la bruja tiene éxito. Si no, morirá pronto —comentó con desdén Rebekah. 

—Vas a estar bien, ¿oíste? —aseguró la rubia a Tyler, tratando de consolarlo. 

—Ya no falta tanto —se burló Rebekah, enseñándole a Tyler que le quedaban dos minutos para morir. 

La puerta se abrió. 

—Llegó el veredicto. La bruja original dice que el doppelgänger debe morir —anunció Klaus. 

Sofie lo asesinó con la mirada, cosa que no pasó desapercibida para él, pero no dijo nada. 

—Entonces ya hay que matarla —opinó Rebekah, levantándose, lista para matar al doppelgänger. 

—No, me parece que significa lo opuesto —señaló Klaus con obviedad. 

—¿Qué? —murmuró decepcionada Rebekah mientras sujetaba a Caroline. 

—Es una corazonada —insistió Klaus al ver que Rebekah no parecía muy convencida. 

—Sangre de Elena. Bebe —le ordenó Klaus a Tyler, mostrándole un envase con sangre. 

—¡No, Tyler, no bebas! —gritó Caroline, desesperada, tratando de soltarse del agarre de Rebekah. 

—Si no bebes, de todas formas morirás. Considéralo un experimento —dijo Klaus al ver que Tyler dudaba. 

—Hazlo —le ordenó Klaus. 

—Eso es, buen cachorro —se burló mientras Tyler empezaba a colapsar en el piso. 

—¡Tyler! —gritó Caroline, tratando de soltarse del agarre de Rebekah con más desesperación que antes. 

La puerta se volvió a abrir y entró una joven aterrorizada. Klaus la empujó hacia Sofie. 

—Ahora, tú —la señaló con una risa divertida—. Tienes hambre, créeme, lo sé —dijo Klaus con una sonrisa maliciosa—. Aliméntate. 

Sofie sintió su autocontrol desvanecerse mientras miraba a la chica temblorosa frente a ella. La necesidad de alimentarse era demasiado fuerte para resistirse. 

Klaus hipnotizó a la chica para que obedeciera a Sofie y no tuviera miedo. 

—Tranquila, Sofie, puedes alimentarte de mí —le dijo la chica con tranquilidad mientras se acercaba. 

—Estás asustada, lo sé —murmuró Sofie, negándose a alimentarse de ella. 

—Hagamos algo, Sofie. Si te alimentas, te diré lo que querías saber en el bar —ofreció el híbrido al ver su negativa. Sabía que sería tentador para ella y la necesitaba... por alguna razón de la que él no era consciente. 

"¿Eso que quiero saber?", pensó la castaña. Sonaba demasiado tentador y ser vampiro no parecía tan malo si obtenía la respuesta. 

Todos los demás parecían haberse quedado callados al ver su interacción, que sonaba... íntima, a pesar de que no se conocían de nada. Cuando Sofie por fin pudo mirar a Klaus, sus ojos azules la hipnotizaron de tal manera que le fue imposible dejar de mirarlos. 

Rebekah rió por lo bajo al ver la escena, sabiendo exactamente lo que estaba pasando.

NOTA DE LA AUTORA!!

Aparecí gente y no hice el maratón que había prometido porque la carrera está fuerte. Hoy porque tuve un poco de tiempo libre para terminar este capítulo, pero pronto tal vez después de mis primeros parciales les actualicé a las tres personitas que leen esto con más frecuencia.
En el siguiente capítulo, se mostrará lo que paso en el bar después de que Sofie entró y pasaran varias cositas...