19
«CORONACIÓN»
EN LA oficina de Mirana estaba Heart siendo peinada por su tía que se había ofrecido a ayudarla en arreglarse para la coronación. Una excusa para pasar tiempo juntas.
—¿Vas a llorar? —Heart alzó las cejas, viéndola por el espejo frente a ambas.
—No... —Mirana negó mientras terminaba de arreglar su cabello. Su sobrina sonrió con burla —Si... Dame un momento, cielo —Se volteó a buscar sus pañuelos.
Heart resopló bajo su sonrisa, su tía se había tomado las últimas horas en hacer su maquillaje y peinado lo más perfectos posibles, a su vez, le contaba cómo había conocido a cada amigo suyo del país de las maravillas y algunas historias con Iracebeth. Pero todas alegres, ni una triste por miedo a que se arruine el buen momento.
—Yo termino con el labial —Heart se colocó su tono carmín. Mirana sonreía viéndola con un pañuelo en sus manos.
—Estas preciosa, aún que estarás más bella el día de tú coronación —Se acercó a acariciar su brazo.
Heart la miró sin comprender, las dos en el vidrio del espejo, una de completo rojo y la otra blanco cómo la nieve. Parecían Iracebeth y Mirana. Pero no, eran Heart y Mirana.
—¿Qué coronación? —Murmuró juntando sus rojas cejas. Mirana inclinó su cabeza.
—bueno, se suponía que la corona era de Iracebeth pero me la dieron a mi. Pero si no me la hubieran dado, su hija sería quién sea reina del país de las maravillas. Pensaba... Qué si querías, al cumplir los dieciocho ya podías ser reina y darle un descanso a tú anciana tía —Sonrió con cariño sincero a su sobrina que la miró con gran pesar.
Y ella que pensaba tomar su herencia a la fuerza... Pero se la estaba dando de manera pacífica y en bandeja de oro ¿Por qué su tía era tan buena con ella? Tal vez a eso se refería Lonnie, tal vez, su mamá la amaba pero no de la manera en que lo hacía Mirana.
Ella lo hacía de manera sana.
—Ya, luego hablamos de eso, hoy es la coronación de Ben y tú príncipe... Buenos sombrerero, te espera abajo —Besó su cabello para alejarse.
—Si... —Sonrió levantándose, se miró frente al espejo y se guiño el ojo a ella misma —Perfecta, cómo siempre.
Su tía rió suavemente. La pelirroja salió del cuarto, dándole una mirada a su tía que la animó a salir. Suspiró y comenzó a bajar las escaleras dónde la esperaba Teo.
El castaño estaba mordiéndose la lengua mientras pensaba en tratar de no hablar demasiado, no alterar a Heart y no soltar demasiadas risas. ¡Era tan complicado! Era cómo si también le hubieran pedido no respirar, pero eran consejos que le habían dado sus amigos. Volteó en su lugar, por enésima vez, pero quedó observando las escaleras dónde estaba Heart.
Admiró cómo ella sonreía, apoyando, con su tan común elegancia, su mano sobre la barandilla. Estaba con un hermoso vestido de su color característico y labios junto a tacones igual. Él tenía un traje azul oscuro, pero con un pañuelo rojo para combinar con ella.
¿Alguien podía verse más linda que ella? Creería que al entrar con Heart arruinaría toda la coronación ¿Quienes prestarían atención a Ben cuando Heart está en la misma habitación luciendo así de espléndida? Porque él no.
—¿Ya nos vamos? —Fue lo primero que le dijo la pelirroja al bajar, él rió bajito estirando su mano con un chupetín de corazón rojo.
—Tranquila, la tortura pasara rápido —Bromeó. Ella tomó el dulce sonriendo, sus manos rozaron lo que erizó sus cabellos.
—Por favor —Pidió rodando los ojos mientras abría el papel transparente de la paleta y la llevaba a su boca.
Teo extendió su brazo y ella lo envolvió, saliendo juntos hasta estar frente a la carroza dónde él abrió la puerta y le tendió su mano para ayudarla a subir.
—imaginalos —Mirana le murmuró a Sonriente que estaba a su lado —rey y reina del país de las maravillas.
—si es que la niña cabezota no lo asesina antes —Sonrió burlón pero Mirana lo observó con regaño.
Heart y Teo comenzaron a viajar al lugar de la coronación, dónde se sentarían en primera fila. Teo, en todo el viaje, sostuvo la mano de Heart con su anillo entre las suyas. No habló mucho, notaba que ella estaba algo distraía.
—¿Estás bien, corazón?
Heart miró a Teo que estaba a su lado. Notó que otra vez estaba en las nubes. Busco con la mirada a sus amigos, estos estaban arriba junto a Damián, Gabriella e Isla. La única a un lado de ella era Mal.
Estaban esperando impacientes a Ben. Rodeados de personas vestidas elegantes, murmurando sobre lo especial que era el evento. Era una coronación, si, pero no era cualquiera, era de quién gobernaría Auradon. Dónde todos los reinados se unían.
—perfecta, gorritos —Sonrió separando sus manos para ver a Mal que miraba un anillo en su mano. Era de Ben, lo reconoció. Que irónico, parecían casadas.
—¿Estás lista? —Le susurro, Mal pareció asustarse y suspiró riendo nerviosa.
—Si, solo que... —Se mordió el labio inferior —Hable con Ben en el camino, le di el pastelillo que rompería el hechizo...
—¿Lo sabe? —La miró sorprendida y asustada, Mal negó rápidamente queriendo evitar que se altere.
—no, el hechizo se rompió en nuestra primera cita, él se enamoró y estuvo conmigo porque quiso —Heart entreabrio su boca sorprendida —yo... Heart, no sé si puedo...
Las puertas se abrieron, callando a Mal. Ben se acercaba a paso lento en su traje azul, sobre la alfombra que lo guiaba hasta la varita.
A medida que avanzaba, se inclinaban ante él. Incluidas las dos villanas, Ben sonrió al verlas juntas. Heart hizo una seña, limpiandose el labio, Ben reaccionó y rápido se quitó una miga que el muffin de Mal le había dejado. Ben y Heart aguantaron la risa.
El hada madrina caminó hasta abrazar a Bella, girarse e inclinarse ante el rey Bestia, quién imitó su acción así podría retirar su corona y caminó lentamente hasta Ben y se la colocó cuando él se arrodilló.
Mal tomó la mano de Heart cuando vieron cómo retiraban el cristal sobre la varita. Las dos se miraron fijamente, despegando sus ojos para guiarlos a los tres villanos en las gradas que las observaron atentos a la señal.
Bella tomó la varita para dársela al hada madrina que se puso delante de Ben.
—¿Juras solemnemente gobernar al pueblo de Auradon con justicia y piedad durante todo tú reinado?
—Mal —Heart le susurró.
—no puedo... —Negó congelada, ganando una mirada desesperada de la pelirroja.
—lo juro solemnemente —Asintió Ben al hada madrina.
—Mal, si no vas, iré yo —Apretó su mano dispuesta a soltarla para cumplir el plan.
—Entonces, con mucho honor y mucha alegría —Posó su varita en ambos hombros del chico —te nombrare nuestro rey...
La mano palida tomó la varita, quitándosela al hada que miró sorprendida a la joven.
—oh, no... —Susurró Heart al ver a Jane tomar el objeto mágico, no controlarse y romper la barrera accidentalmente. Todos retrocedieron asustados, Teo cubrió a Heart detrás de él.
—¡Hija! ¿Qué estás haciendo? —el hada madrina la miró preocupada, Ben corrió a proteger a Mal.
—¡Si no vas a hacerme hermosa yo misma lo haré! —Argumento ella —¡Bibidi... Babidi... Bu!
—¡busquen refugio! —Pidió Bestia.
Mal tiró de su mano unida con Heart, las dos salieron detrás de los muchachos y corrieron a dónde estaba Jane. Heart la rodeo con sus brazos, tratando de sostenerla. Mal forcejeo por la varita hasta que se la quitaron.
—roja —Heart dejó a Jane y corrió hasta las grandes puertas, las abrió de par en par, viendo a sus amigos que aparecieron a su lado, para ir juntos de vuelta con Mal.
—Mal... Dame la varita —Ben se colocó delante de ella. Pero los demás villanos se colocaron detrás de la pelimorada.
—¡Alejate!
—Tranquila ¿Si?
—¡Ben, alejate de una vez!
—¡Te lo dije! ¿No es cierto? —Audrey quiso dar un paso, pero Mal la apuntó con la varita y retrocedieron.
—Ya es hora —Carlos le avisó.
—Nos vengaremos —gruñó Jay viendo al príncipe Ben.
—¿En serio quieren hacer esto? —Ben los miró convencido de que la respuesta era no.
—¡No tenemos elección, Ben! —Mal le explicó desesperada —¡Nuestros padres...
—Sus padres tomaron decisiones —La interrumpió, su voz segura le transmitía esa confianza a los cinco villanos —ahora tomen las suyas.
Mal observó a su novio, luego a sus padres y por último la varita, sintiendo su corazón palpitar en su garganta.
—creo... Que quiero ser buena —Murmuró en un hilo de voz Mal.
—es que lo eres —su novio aseguro.
—¿Cómo estás tan seguro? —le gritó molesta.
—porque... Porque escucho a mi corazón —Le contestó, y es que todos oían sus corazones en ese momento, retumbando en sus oídos.
Heart tenía miedo de oír al suyo, porque este le gritaba que se quedase, pero su miedo la estaba aturdiendo, le estaba diciendo que su madre se enojaría...
—quiero escuchar a mi corazón —Mal balbuceo, Heart pensó si valía la pena escuchar a su corazón también —y mi corazón dice que no somos nuestros padres —se giró a sus amigos sonriendo y resoplando con nervios. Miro a la pelirroja —Heart, cuando estábamos... Ya sabes, haciendo esto —señaló todo, haciendo referencia al plan —dijiste que sonriamos, que lo hacíamos porque ganaríamos cosas pero nombraste lo que ganarían nuestros padres. No lo nuestro. Lo nuestro esta aquí porque... —suspiró viendo a sus amigos —robar cosas no es lo que nos va a ser felices... El tourney, molestar a Isla y la pizza de la victoria con el equipo de hace feliz.
Vieron a Jay tratar de no sonreír, pero miró a sus amigos. Heart puso los ojos en blanco, sabiendo que Jay quería sonreír. Carlos lo empujó levemente.
—y a ti rascarle la barriga a Chico te hace feliz ¿Quien lo diría? Además de jugar con Gabriella —soltó una risa, Carlos se sonrojo un poco —Ay, Evie —suspiró tratando de no llorar —no tienes que fingir ser tonta para gustarle a un chico, eres inteligentisima y hay alguien que lo ve —miró de reojo a cierto rubio haciendo a Evie reír—Y Heart —Mal miró a la pelirroja que retrocedió un paso asustada, Carlos tomó su mano para detenerla —Cortar cabezas no te hace feliz...
—Yo... —quiso hablar, teniendo los ojos cristalizados.
—No, no te hace feliz. Tú mamá te hacía creer que si —la interrumpió la pelimorada, sonriendo para su amiga —a ti te hace feliz el té, todos tus tontos tés que tomas a cualquier hora —Heart sonrió comenzando a llorar —te hacen feliz ellos —señaló a Gabriella que estaba abrazada a Damián, quién estaba a un lado de Isla.
Teo, Teo estaba viendo a la pelirroja, a un lado de Ben, mientras buscaba un poco de esperanza en los ojos de la chica de la cual se había enamorado.
Heart miró a su sombrerero y comenzó a llorar siendo reconfortada por el apretón de manos con Carlos. No, ella no quería lastimarlo. Ni a él, ni a sus amigos.
—Y no quiero dominar el mundo con el mal —Aceptó finalmente —no es lo que me hace feliz, solo quiero ir a la escuela.
—yo no quiero ir a la escuela —Heart murmuró con una mueca, haciéndolos reír —pero entiendo a lo que te refieres.
—Si... —sonrió feliz —Acompañar a Ben me hace feliz —se giró al rubio —Porque Ben me da una felicidad increíble... —Volvió a ver a sus a amigos —que seamos amigos los cinco si me hace feliz. No destruir cosas... —Se miraron en silencio —Yo elegiré el bien, chicos.
Estiró su puño, en medio de la ronda que estaban, queriendo unirlos. Lo único que se escuchó fue la sorpresa del hada madrina. Jay suspiró, tomando la iniciativa.
—Tambien elijo el bien —unió su puño al de Mal.
—elijo el bien —Evie unió su puño con ellos.
Carlos no, él miró a Heart, esperando una respuesta de ella. Pero le tenía miedo a la reina roja, así que por las dudas, se animó a preguntar.
—entonces... Solo para aclararlo —Carlos inclinó un poco su cabeza señalando a Heart con disimulo —¿No tenemos que preocuparnos por lo mucho que se enojaran nuestros padres? —Heart asintió, temiendo por eso. Pero los villanos rieron un poco —porque van a estar realmente molestos —insistió el peliblanco con una sonrisa.
—Sus padres no llegarán aquí —Ben los tranquilizó.
—¿Tú nos protegeras, Bennyboo? —Heart le sonrió al rubio que miró a su, ahora, mejor amiga.
—con mi vida —afirmó llevando una mano a su corazón.
—entonces... —suspiró, alzó su mano unida a la de Carlos para ponerlas juntas con los chicos.
—el bien —terminó Carlos riendo con ellos.
—iugh, que feo sonó eso —Heart se quejó haciendo una expresión de asco sutil, rieron al oírla. Negando divertidos.
Mal le hizo una seña a Ben, este miró a Teo que estaba a su lado. Se acercaron juntos, dudosos, pero pusieron los puños contra los nudillos de los villanos. Teo miró sonriente a Heart que le guiño el ojo, sacándole una risita nervioso.
Los aplausos llenaron la habitación, felices por ver a los villanos redimirse. La risa alegre de Mal fue interrumpida por un estruendoso sonido, un humo verde apareciendo en el lugar.
Maléfica.
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