15
«LOCO DE AMOR»
—¡HEART!
La pelirroja parpadeo varias veces, dejando atrás su embobamiento, ya que estaba en una nube dónde solo oía el chillido de la tetera. Se giró reaccionando y quitó la tetera ya hirviendo.
—lo siento, esféritas —sonrió apenada.
Tweedledum y Tweedledee se dieron una mirada dudosa y se encogieron de hombros antes de que Tweedledee se suba a los hombros de su hermano para estar a la altura y así tomar las galletas. Heart sonrió viéndolos irse con las galletitas y dárselas a la mesa cuatro.
—Gracias por entretenerlos —volteó su cabeza para ver sobre su hombro a Alicia que estaba del otro lado, sonriendole.
—me viene bien la ayuda —se encogió de hombros.
Estaban en la casa del té de Heart, los alumnos de Auradon ya comenzaban a acostumbrar el salir de la escuela e ir a tomar el té allí con postres. Muchos dirian que sus favoritos son el “té Heart sorpresa” donde no sabes que gusto puede tocar. Aveces sabe a manzana y otras veces a incluso mezcla de tres.
—Damian está llegando —Heart le mostró la notificación de su celular. Tenía una funda roja —Viene con los chicos, Sonriente y Mirana.
—Espere bastante por ver a mí hijo —suspiró con alegría la rubia, Heart sonreía por lo bajo —¿Cómo está con...Evie? Creo que así se llamaba.
—no lo sé —repondió confundida —¿Por qué?
—¿Ellos no están juntos? —Alicia cuestionó con su ceño fruncido, Heart rió como si fuese un chiste pero el rostro de Alicia estaba sereno —Damian me contó a traves de cartas sobre su relación con ella.
—Wow, eso no lo sabía —Heart sonrió estupefacta.
—Creo que metí la pata —Alicia hizo una mueca que hizo reír a Heart.
—El secreto está a salvo conmigo —le aclaró haciendo un ademán desinteresado, giró para buscar galletas pero ya no había. A su vez, la campana anunciando nuevos clientes sonó —¿Me podría cubrir? Debo ir a buscar más galletas detrás.
—si, ve tranquila —Alicia le sonrió y Heart se fue tratando de respirar con tranquilidad. Ni siquiera miró quien había entrado.
Fue a la parte trasera de la casa del té, a una habitación donde tenía guardadas las cosas que le vendía a los clientes. Tomó un banco que había allí y se sentó poniendo las manos sobre sus rodillas mientras trataba de calmar su respiración.
Aún tenía pequeños momentos donde se ahogaba pero no quería preocupar a Teo. Después de todo solo era cuestión de tiempo hasta que la herida se cierre, aún sabiendo que le quedaría cicatriz. Solo que tener a Alicia de frente, después de crecer odiandola, pero que la rubia solo le sonría la ponía nerviosa. No sabía cómo verla a la cara.
Aún que Alicia sabía que Heart ya no la odiaba, sabía que a la joven pelirroja le costaba adaptarse a todo. Solo quedaba curar, ya no había problemas por el momento.
Heart se limpió sus ojos cristalizados antes de derramar cualquier lágrima y pensó en Teo. En como él la estaría abrazando o llenando el rostro de besos, así se calmó. Se levantó buscando las galletas para reponer las otras y comenzó a divagar. Todo estaba realmente calmado luego de la fiesta de Ben y Mal.
Heart sonrió tomando los tés y salió tarareando en su cabeza, llegó al mostrador y no vió a Alicia, tampoco a Tweedledum y Tweedledee quienes deberían estar ayudándola a atender a los jóvenes que comían y bebían en las mesas.
—Heart —Volteó a ver a Jane, la hija del hada madrina —¿Podrías darme dos “té Heart sorpresa”? —Pidió tímidamente. La pelirroja asintió girando para tomar dos tazas, saquitos de azúcar, el té y ponerles agua —Junto a cuatro magdalenas.
—Ten —Se las entregó en una bandeja —¿Has visto a las esféritas?
—¿Tweedledum y Tweedledee? —preguntó y Heart asintió —Salieron con Alicia y los chicos, llegaron hace unos minutos. Creo que fueron al lago encantado.
—oh... —Murmuró mordiendo el interior de su mejilla.
—Toma —le dió el dinero, Heart lo tomó y lo guardó en la caja.
Cada moneda que le pagaban iba directo a la caja de ahorros para poder comprar una sorpresa para Carlos. Aún que el niño cada cosa que quería o necesitaba solo debía pedírselo y ella se lo compraba sin reproches. Ahora que tenían dinero, ella se encargaba de cuidarlo de manera limpia y segura.
Una tos falsa la hizo voltear.
—¿Te encuentras bien? —Gabriella preguntó preocupada. Heart sonrió al ver a la de dos coletas. Quién tenía el cabello gris y negro —Estas rara.
—cansada, quiero ir a dormir —Le respondió sacando un chupetín de corazón de su abrigo para abrirlo y llevarlo a su boca —¿No estabas con Carlos?
—si, pero tengo una sorpresa y quiero llevarte —le extendió su mano. Heart la tomó sin dudar —¿El Jabberwocky está aquí?
—atras —asintió pero miró a los clientes —debo atender, Gabriella.
—Lonnie va a cubrirte —señaló a la hija de Mulan que pasaba a su lado colocándose un mantel.
Heart le sonrió a la chica que la saludó cortamente pero con una gigantesca sonrisa. Ambas salieron hasta ir donde él dragón parecía esperarlas. Heart subió primero y Gabriella le susurró algo la criatura antes de subir y agarrarse de la cintura de Heart. La pelirroja sonrió ante el aire chocando contra su rostro.
Miró y notó como el dragón bajaba antes del puente del lago encantado, bajó confundida pero Gabriella tomó su mano y pasaron por el fuente. Heart podía ver a sus amigos comiendo algo mientras hablaban.
—¡Llegó Roja! —avisó Mal sonriente.
—¿Qué les pasa? —Heart los observó alzando una ceja burlona.
—estabamos cantando ¿Cierto, chicos? —Evie le preguntó a sus amigos.
—Si, así es, una canción para ti —Damian comenzó con el resto —Brilla, luce, ratita aliada, ¿en qué estarás tan atareada? Por encima del Universo vuela como una bandeja de teteras. Brilla, luce...
—Cantan horrible y no me gusta su canción —se llevó una mano al oído fingiendo una mueca de disgusto.
—¡Más fuerte entonces! —Gritó Carlos —¡Un murciélago pasó no sé donde se escondió, por el cielo has de volar cual tetera tú serás, brilla, brilla, brilla, brilla!
—¡Ya basta! —les pidió riendo —¿Para esto me trajeron? Se hubieran quedado en la casa del té —señaló pasándose una mano por la frente.
—No, voltea —Isla le pidió llevando sus manos juntas a su boca mientras sonreía.
Heart rodó los ojos y volteó, allí estaba Teo pasándose una mano por la nuca nervioso mientras soltaba una risita incontrolable para él. Heart notó cómo él se acercaba hasta tomar sus manos.
—Perdón por no ir en todo el día, estaba muy ocupado haciendo cosas, cositas, cosotas, cosas que eran para esto, como la comida comible que está no muy lejos pero lejos, lejitos, lejote de tú trabajito... —Comenzó a divagar quedándose sin aire mientras miraba a cualquier lado menos sus ojos. Heart rodó los ojos.
—¡Teo! —le gritaron todos los invitados detrás de Heart.
—ya voy... —dijo en un hilo de voz.
—Ve al punto, gorritos —le pidió Heart.
Claro que la pelirroja jamás imaginó que el chico que tanto amaba se iba a hincar en una rodilla frente a ella mientras sacaba una caja roja.
—Desde que llegaste, me quedé un poquis flechado, trate de llamar tú atencion y me costó otro poquis pero no hay día en el que no diga cuánto te quiero, cuánto te amo —aclaró mientras Heart lo observaba boquiabierta —quiero que gobernemos el país de las maravillas juntos porque me he vuelto loco de amor, me volví aún más loco por ti, Heart...Así que ¿Me dejarías ser tú rey?
Los demás veían la espalda y el a bello anaranjado de la nombrada caer por su espalda. Gabriella casi asfixiaba a Carlos por lo fuerte que apretaba su cintura, Mal mordía el hombro de Ben que apretaba los dientes ansioso. Damián e Isla estaban mordiendo sus lenguas para no gritar pero Evie y Jay se tapaban los ojos entre ellos, delante de ellos, Tweedledum y Tweedledee los imitaban.
—¿Heart? —susurró el sombrerero jr asustado ante su falta de respuesta. El castaño miró nervioso a Mirana y Alicia que estaban igual que él.
La pelirroja dió un paso al frente y se inclinó un poco para tomar las mejillas de Teo y darle un beso ruidoso que hizo a los demas suspirar aliviados.
—Claro que si, gorritos —aceptó abrazándolo fuerte. Teo pudo respirar al fin y soltó una risa que hizo a los demás reír.
Heart se alejó y él se levantó colocándole el anillo en el dedo corazón, a un lado del dedo anular dónde estaba el suyo.
—Bueno, se acerca otra coronación ¡Mejor empezar con los preparativos! —Evie chilló feliz y comenzaron a aplaudir.
Nunca se hicieron novios oficiales, pero ahora iban a ser rey y reina del país de las maravillas.
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