«HOMBRES SER»

SE ESCUCHABAN los gritos de Carlos que iba agarrado de la cola del bandersnatch, Damián iba delante, Teo detrás, Heart en medio, Gabriella y a lo último Carlos. Recorrían veloces el camino más famoso del país de las maravillas, a través de la fauna silvestre y excepcional, al castillo de La Reina Blanca.

—¿Quiénes están ahí? —Le preguntó Teo a Damián.

—¡Todos! Nuestros padres y a quienes Heart drogó para que se vuelvan locos y así puedan entrar —gritó y Heart sonrió. Si, el té que les había servido era una hierba especial que los volvía un poco inestables. Lo suficiente para que entren al país donde solo la gente no cuerda podía entrar.

Cuando llegaron, todos los esperaban en la entrada del enorme palacio blanco. Heart bajó y su tía trotó con su usual elegancia hasta abrazarla. Heart le devolvió el gesto.

—oh, mí pequeña... —Mirana se alejó y tomó su rostro entre sus manos —estaba tan preocupada cuando no te encontré... Pero estabas siendo la heroína —acarició sus mejillas, sonriendo suavemente —Damian nos contó todo. Ya aliste a las tropas y estamos preparando a la caballería —señaló a sus amigos detrás que se saludaban —estamos a tu espera, Heart.

—gracias, tía —murmuró y Mirana besó su frente antes de dejarla para que abracé a sus amigos.

Ben se quedó frente a ella, y Heart blanqueó los ojos antes de extender sus brazos. El castaño la abrazó rapido.

—la próxima vez, te corto la cabeza —susurró en su oído. Ben asintió seguro. No le gustaba que Heart este enojada con él, era su mejor amiga.

—Te prometo que solucionaré lo de la isla —murmuró él y Heart se alejó satisfecha, volteando a ver a Mal.

—¿estamos bien? —dijo, nerviosa. Heart tiró de su cabello y Mal soltó un quejido —¡ay! —se tomó el mechón y luego puso ojitos heridos —¿Eso es un si?

—eres mí hermana, uva podrida —habló enojada —asi que la próxima, pregúntame antes de hablar. Que no se te olvide de dónde somos.

—fue la presión, lo siento, Roja. En serio... —la abrazó y Heart igual —Cuando esto acabe, haré algo mejor.

—eso espero, sino, ya sabes lo que hago solo con mis uñas —sonrió cínica, escuchando a Mal tragar saliva.

Heart se alejó y tomó la mano de Isla, sus amigos la rodearon en un círculo. La pelirroja sonrió al ver a Teo abrazando a su padre, el sombrero la saludó diciendo “hola, yernita”, después estaba Alicia, sonriendo sutil abrazando a su hijo, los padres de Gabriella tomaban sus manos y El Gato trataba de robar el sombrero de Teo que se escondía con su papá. Mirana asintió en su dirección, mostrando que esperaban su orden.

—Nos prepararemos —habló Heart, con su tono de indiferencia pero sensual —Gato, irás a ver a Audrey —señaló a él que desapareció —el resto, usarán las armaduras blancas del reino, tomarán espadas y se preparan, Audrey ni se quedará de brazos cruzados. Deberemos ver qué hará... Uma, Mal —miró a las dos chicas que afirmaron —necesito que usen su magia, bauticen las armaduras con lo que tengan. Damián —él dió un paso al frente —te toca ser el sargento al mando. Muestrales como se juega en El País de Las Maravillas —se sonrieron mutuamente.

—¡Uh! —El sombrero loco habló —mi yernita, preparé una armadura especial para ti. Fue improvisada pero rápido y eficaz, soy el mejor en el trabajo —habló sonriente.

—entonces, a prepararse. No tenemos mucho tiempo —Mal habló y asintieron.

Cada quien se fue por su lado, mientras Harry, Gil y Uma veían todo impresionados. Tal vez los más asombrados y extrañados por la gran hospitalidad de todos allí.

Heart entró al castillo. Hubiera deseado volver a su país con otros motivos, en otro momento, pero era justo en el momento preciso que debía. Sin embargo, todo pensamiento fue borrado en cuanto vió la armadura de rojo sangre que estaba esperándola para mandar la guerra.

Se escuchó el rugido del bandersnatch. Heart sonrió suavemente mientras el viento soplaba sacudiendo los árboles preocupados por el próximo encuentro. Todo el mundo dependía en esos instantes del País De Las Maravillas, los maravillanos, un grupo de villanos y príncipes.

—Hoy la guerra empieza, esa es la misión —Habló Heart, colocándose su armadura roja, escuchó un ruido y volteó a un costado, viendo a Jay tirar el resto de armaduras y blanqueó los ojos —Niñas me mandaron para tal acción... Son normales y de dementes no dan la ilusión, lo peor que he visto aquí...

Miró la ventana delante suyo, debajo estaban los peones de ajedrez enseñándoles a pelear con espadas. Damián era el instructor y sus amigos un poco más se cortaban a ellos mismos. Gabriella ni siquiera se acercó a su espada.

—Entenderán lo que es virtud —cantó Damián, desfilando delante de sus amigos que trataban de ser soldados ese día. Harry, Gil y Uma lo ayudaban, mostrando el talento pirata con sus espadas —Hombres fuertes, de acción, serán hoy —su canto frenó al ver la mirada de las chicas —y mujeres también parte del convoy —sonrió inocente.

—Mantener la calma en la tempestad —Susurró Heart, girándose para ir a pegarle a Jay que se quejó, mientras los dos peones de Mirana levantaban las armaduras y las llevaban fuera para sus amigos. Jay caminó junto a Heart, bajando los dos con armadura. Él blanca como el resto y ella roja —¡Siempre en equilibrio y en vencer pensar! —Paró en la puerta y escuchó el grito de Carlos y el llanto dramático de Evie a lo lejos, seguramente fracasando. Cerró los ojos unos instantes cansada —Son patéticos, escuálidos, nunca entienden qué pasó... ¡Hombres fuertes, de acción, serán hoy! Y mujeres reinan el convoy.

Salió al jardín y rodeó el castillo con Jay que luchaba con ponerse el casco.

—No puedo casi respirar —se quejó el castaño con el casco puesto.

—Solo pido despedirme —Habló Isla mirando su collar regalo de su madre. Celia tomó su mano, compasiva.

—En deporte siempre fui una decepción... —Carlos habló, viendo su espada y luego a Heart que se colocó a un lado de Damián.

—De miedo nos va a matar —Le susurró Evie a Ben, los dos viendo a Heart con su arco y su espada. Era tan hermosa como líder de guerra como tan intimidante.

—Que se encarguen de cubrirme —pidió Gabriella alzando su mano. Chico asintió, escondido detrás de ella.

—Mi prometida guía la salvación —Teo cantó sonriendo acaramelado mientras jugaba con su sombrero, viendo a Heart. Mal le dió un codazo y le tendió la espada.

—¡Dementes ser! —Cantó Heart, explicándoles —debemos ser cuál veloz torrente.

—¡Dementes ser! —siguieron ellos, alzando sus espadas.

—y con la fuerza de un gran tifón —Explicó Damián, mostrando su espada vorpal. La gran espada que Heart miró ciertamente recelosa, la lagartija del jabberwocky se escondió en su cabello asustada.

—¡dementes ser! —Siguieron, tratando de pelear entre ellos para practicar.

—violentos como un fuego ardiente —Damian corrigió la pose de Evie que sonrió apenada.

—¡Cumpliendo muy misteriosos la misión! —Cantaron todos juntos.

La princesa Blanca llegó y pasó un brazo sobre los hombros de su sobrina que sonrió.

—Pronto ya los naipes nos van a atacar —Habló Sonriente flotando sobre la fila de los maravillanos y los villanos. Ellos lo observaron confundidos.

Mirana le mostró un pergamino a Heart que lo tomó confundida. Era un dibujo de Audrey guiando a los naipes rojos. Ella señaló a Sonriente, mostrando que él lo hizo

—Pero si obedecen se podrán salvar —Cantó Sonriente y luego vió a Gabriella en una esquina —Tú no sirves en la guerra cruel... A empacar, no hay tal virtud.

Gabriella agachó la cabeza y Carlos colocó una mano sobre su hombro. A ella no le gustaba la violencia, no creía ser útil para la guerra. El Sombrerero loco apareció estirando un pergamino, con el diseño de la batalla. Todos lo rodearon.

—Hombres fuertes, de acción, serán hoy —habló riendo divertido y luego aclaró —pero mujeres lideran el convoy —miraron a las chicas.

—Dementes ser —les dijo Heart —debemos ser cuál veloz torrente...

—dementes ser —asintieron, viendo el plan en el pergamino.

—y con la fuerza de un gran tifón —Habló Damián, compartiendo una mirada con Heart. Él sería su mano derecha. El hijo de Alicia y la hija de la Reina Roja.

—Dementes ser —asintieron, Teo y su papá enrrollaron el pergamino riendo por el sonido del papel.

—violentos como un fuego ardiente —Dijeron Damián y Heart al unísono, él sostenía la espada vorpica y ella su arco —¡Cumpliendo muy misteriosos la misión!

Heart suspiró y sacó de su hombro a su Jabberwocky, Teo se acercó sosteniendo entre sus manos al pájaro JubJub. Todos se colocaban sus armaduras.

—MaliMalita —Heart llamó a la pelimorada que se acercó confundida —¿Podrías volver a mis bebés a su forma normal? Aquí la magia de Audrey no tiene jurisdicción.

—Ah, eso creo... —susurró y tomó a ambos animales con una mueca.

—es lo último que falta, ya luego iremos al campo de batalla —habló Teo entrelazando su mano a la de su prometida —el jabberwocky chamuscaría a Audrey en un pestañear.

—necesito espacio —aceptó Mal.

—¡todo el mundo atrás! —Ordenó Damián.

Todos retrocedieron y Mal dejó a ambos animales en el césped. Ella iluminó sus ojos de verde y Uma llegó a su lado, tomando su mano. Las dos se sonrieron y el resto igual, al ver qué por reflejo ya comenzaban a ser un equipo. Se tomaron de las manos, sosteniendo en medio la piedra de Hades.

—Revertir el hechizo de Audrey queremos —habló Mal, mientras sus objetos mágicos tomaban brillo —asi que volverlos majestuosos y fuertes... Haremos.

Un humo azul los hizo retroceder y el rugido del Jabberwocky acompañado del cantar del pájaro JubJub los aturdió, el piso tembló y vieron el vapor desvanecer. Dejando la imagen de las dos criaturas. El gran dragón de ojos rojos extendió sus alas y lanzó una ola de electricidad al cielo, mientras el pájaro grasnaba de forma aguda, rodeando sus cabezas. Heart sonrió y se lanzó a abrazar a su dragón.

—¡mí bebé hermoso! —abrazó su escamosa cabeza, encantada —mami no te volverá a dejar solo.

—quiero uno... —susurró Harry.

—¡JubJub! —Teo llamó al pájaro que se colocó delante de él —ve a avisar nuestra llegada al campo de ajedrez. Una gran entrada es lo que necesitamos —acarició su pico y el pájaro se fue.

—eso es lo que Audrey no sabe y por lo que jamás se podría comparar a mí como villana... —Heart habló, subiendo sobre el lomo de su dragón —la diferencia entre un villano... y un súper villano.

Se formaron en filas exactas delante de la entrada del reino blanco. Heart estaba sobre su dragón, delante y en medio. A su derecha, Damián se subió en el bandersnatch junto a Evie. A su izquierda, la Reina Blanca, Mal y Ben se subieron a unos caballos. El resto se formó en primera fila y detrás suyo estaban los peones blancos. Todos armados. Teo se subió detrás de su prometida y completó su oración, sonriendo radiante.

—¡La presentación!

Heart sonrió radiante y alzó vuelo, logrando levantar una ráfaga de aire. Tomaron eso como señal y comenzaron a marchar detrás de Damián que se encargó de guiarlos por tierra. Mirana sonrió al oír nuevamente el rugido del Jabberwocky.