Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14

«INVITACIÓN»

TRES VILLANOS iban en puntas de pie tratando de no hacer ruido, aún que la única mujer del trío iba aplicando su táctica de “tacón, punta” y aún así sus tacones no hacían tanto ruido por ir a paso ligero.

Estaban yendo a la oficina de Ben, sabiendo que estaría abierta, pero no querían que aparezca alguien delante de ellos y viesen que están imprimiendo una imagen 3D de un huevo que era fácil de reconocer.

Carlos iba detrás de todo, vigilando que nadie se asomara a sus espaldas. Giró para ver qué nadie los siguiese, pero por error se chocó con una de las mesas que sostenían un florero.

—¡No, no, no! —trató de que la mesa no se tambaleara y tomar el florero para que no se caiga. Suspiró cuando nada hizo ruido.

—¡Shh! —Jay y Heart lo chitaron, los miró indignado.

—gracias, puedo solo —susurró irónico.

Llegaron hasta donde estaba la impresora. Jay abrió la puerta para la pelirroja, los dos se dieron una sonrisa maliciosa cuando vieron el aparato, Carlos los miro con una mueca.

—desde que llegue, solo hoy estuve dispuesto a hacer la tarea y me sacan para robar un huevo de la reina roja —se quejó el menor viendo con inseguridad a ambos —¿Por qué no esperamos a gobernar Auradon?

—Porque, Carlos —Heart lo observó con su gigantesca sonrisa —Si mi bebé Jabberwocky crece y el plan de robar la varita en la coronación no funciona, yo lograre acabar con todo Auradon y gobernar lo que merezco, lo que por herencia me pertenece —miró risueña la máquina que los ayudaría en su plan.

Sus ojos oscuros, con la luz lunar que a penas se colaba por las ventanas, mostraban un destello que lograba llamar la atención, uno que era terriblemente peligroso.

—Auradon —terminó Jay.

—no idiota, por herencia me pertenece el país de las maravillas —blanqueó sus ojos molesta —Auradon se los dejo, es mugre comparado con lo que pronto voy a tener —Miró a los dos lados antes de hablar —bien, ¿Ya saben que hacer?

—Carlos, el genio informático, va a imprimir esto con mi increíble ayuda —Jay se señaló orgulloso, él llevaba una computadora con el diseño a imprimir en los archivos —mientras tú vigilas, ya que no quieres hacer nada, lo que es cuestionable, nosotros hacemos el setenta por ciento del plan y tú eres quien quiere el tonto huevo...

—Solo hazlo, Jay —Carlos lo empujó para ir dentro y no enfurecer a Heart.

Ella rodó los ojos dejando la puerta abierta unos centímetros para que no viesen lo que los dos villanos hacían.

—¿Corazón?

Volteó desprevenida y notó a Teo que se asomaba de su oficina, gruñó por lo bajo mientras se llevaba una mano a la frente. Prefería que sea la misma Bella o el rey Bestia quien la encuentre, no el sombrerero.

—Holis —saludó soltando una risa. Heart con cuidado cerró la puerta detrás de ella, viendo por el rabillo del ojo a ambos villanos que trataban de no hacer ruido —¿Qué haces? Es tarde, deberías ir a dormir... —se rascó la nuca nervioso.

—gorritos —lo interrumpió —no te importa lo que vine a hacer. Vuelve a tú...lo que sea —hizo un ademan con su mano, cruzandose de brazos.

—yo... De hecho, estaba haciendo unos sombreros, pero es complicado cuando no tengo una cabeza que amoldar. Si ya terminaste ¿Podrías ayudarme? No tienes que hacerlo si no quieres, no me molesta que digas que no...

—gorritos —lo freno enrojeciendo un poco por el enojo, Teo fingió un cierre en sus labios tratando de recuperar el aire al hablar muy rapido —¿Te vas a callar si voy?

Teo asintió aún fingiendo los labios sellados. Heart avanzó para entrar a la habitación, él fue dando saltitos detrás suya mientras sonreía sin contenerse.

Al entrar notó que estaba todo lleno de telas de demasiados colores y texturas, estantes llenos de alfileres o agujas, incluso otros materiales. Pero lo principal, frente a la puerta a largos metros, había un escritorio con algunos elementos sobre si mismo, detrás suya había largos estantes que sostenían maniquíes de cabezas con sombreros.

—ven —sonrió mientras ordenaba lo que estaba por el suelo. Movió la silla que del escritorio, dejándola sentarse.

Él le acomodó la silla para dejarla cómoda. Heart estaba sentada en el lugar especial y de trabajo de Teo. El chico comenzó a medir, tratando de no despeinarla.

—¿Te han dicho que tienes lindas medidas? —llamó su atención. Ella elevó una ceja —es que le hago sombreros a Ben, y a algunos más, pero no hay mucho que hacer, sus cabezas son tan pequeñas y sus colores son tan aburridos, siempre azul y amarillo, amarillo y azul —soltó una risita. Heart lo miró con curiosidad.

—Carlos fue el único que notó que tenía más cabeza que los demás, la heredé de mamá —Sonrió —las cabezas de los demás son... Cabezitas que necesitan ser cortadas —admiró con seguridad y contenta al chico que achinó los ojos.

—si... Bueno, mientras pueda hacer sombreros no es algo que me moleste —se encogió de hombros resoplando divertido —pero tú cabeza, es... Magnífica, tengo lindos diseños que le irían a la perfección —La observó, la observó con un destello diferente al que siempre se notaba en Heart.

Ante sus ojos, era perfecta.

—¿Qué diseños me harías? —Lo sacó de su burbuja. Él sacó una libreta de los cajones.

—tengo bastantes ¿Prefieres una boina o un turbante? Aún que también están los gorros o coroza, de campana, cofia, con capucha, de copa, trenzado, listones, y muchas más —comenzó a mover las páginas, mostrando los diseños. Se quedó casi antes del final del libro —¿Tela de que quieres?

—mientras sea roja —le respondió cortamente. Él asintió buscando rápido a una distancia de ella.

Heart movió las hojas y comenzaron a aparecer dibujos de gorros, todos con tonos rojos y corazones o cartas. En el pie de la hoja, estaba escrito “para Heart”. Su sonrisa comenzó a extenderse involuntariamente, esos accesorios eran simplemente perfectos para ella. Incluso había aretes o pulseras que iban a juego.

—ay —miró a Teo que había hablado en un hilo de voz, notando que ella se había metido en esas páginas.

—quiero este —mostró uno de playa, que la taparía cuando hubiese mucho sol.

Teo miró su sonrisa y soltó un suspiro aliviado, pero también sonrió.

—lo que me órdenes —aceptó comenzando a buscar las tijeras.

Heart solo se mantenía escuchando al sombrerero junior que hablaba demasiado, este estaba trabajando mientras disfrutaba de ver a Heart sentada en su lugar.

—... Y la Bella y la bestia llegaron al país de las maravillas contando que querían hacer, así que la reina blanca aceptó gobernar el país de las maravillas pero también enseñarle aquí —contó cosiendo —ella, junto al gato sonriente, le dieron forma humana a las criaturas del país de las maravillas que querían para que pudiesen convivir con humanos. Cómo los padres de Gabriella. Ellos eligieron ser humanos.

—hablas de... ¿El conejo blanco y la liebre de marzo? —Heart preguntó, Teo asintió —nunca me los imaginé juntos.

—bueno, siendo que parecen de la misma especie —hizo señas de tener orejas de conejo y dientes grandes, haciendo a Heart casi reír —y luego humanos, se enamoraron. Un amor raro. Pero amor —sonrió al pensar en eso —adoptaron a Gabriella y tarán.

Heart asintió, cuando de pronto sintió un peso sobre su cabeza. Teo puso un espejo delante de ella.

—t-te ves hermosa —Teo soltó una risita mientras veía a la pelirroja que se observaba con detenimiento.

—siempre me veo así —Vió a Teo y sonrió por su expresión —creo que... Gracias —dudó pero lo murmuró. El castaño parpadeo sorprendido antes de volver a sonreír.

—oh, no es nada, es un regalo, como las cajas del té y próximos sombreros —se encogió de hombros tratando de no dar saltos en su lugar.

Heart no lo comprendía, lo miró y realmente le parecía tonto. Es decir, se ponía un sombrero, nunca paraba de reír, le daba obsequios constantemente, siempre estaba dispuesto para ella. Cuando su madre arruinó la vida de su padre y familias y ella estaba planeando hacer lo mismo.

—¿Por qué haces eso? Lo de los obsequios —le dijo quitándose el sombrero. A Teo lo tomo desprevenido.

—ahm, porque... —alzó sus cejas sin saber que decir —siento maripositas cuando te veo y no es algo que me pasa cuando veo a Melody o Gabriella, son sensaciones diferentes que dejo mis impulsos llevar —aclaró jugando con sus manos —regalarte té o sombreros me gusta, igual que quiero invitarte a la coronación de Ben. Pero tengo miedito de que me cortes la cabeza antes de sentarte conmigo delante del reino.

Heart tuvo que mirar a otro lado, en su pecho hubo una pequeña punzada que la incómodo pero a su vez le hizo sonreír.

—Ben me dijo que me apresure pero quería darte tú espacio, entiendo que es difícil viniendo de la isla, tal vez antes quieras ir conmigo al festejo del día de los padres. Si quieres —aclaró ante su silencio, tratando de hablar a un ritmo lento y constante.

—bien, iremos, pero si corto cabezas no te molestes, no soporto a los príncipes y princesas, prefiero que les hagas sombreros —le pidió tratando de mantenerse seria.

—No soy príncipe —se señaló emocionado, Heart al fin soltó una risa que cautivó al castaño —Y le haré sombreros si gustas, pero ya sabes que...

—...prefieres hacerle a los vivos —rodó los ojos alejándose. Teo la observó ir hacia la puerta sonriendo con euforia.

—¡Hasta mañana! —le gritó, Heart solo salió sin despedirse.

Teo se llevó el puño a su boca para morderlo feliz y comenzar a bailar contento. Heart había aceptado ir con él.

—tiras algo y perderás la cabeza.

Heart señaló a Carlos que puso ojos de cachorro asustado, Jay bufó abriendo la ventana trasera, él llevaba una mochila. Siendo la segunda vez que se colaban y para algo más fácil, ya sabían cómo no tener errores. Entro de un salto.

—sabes que no le tocarías ni un cabello si es de forma negativa —señaló a Carlos con obviedad. Heart sonrió.

—a Carlos jamás —Sacudió el cabello del pelinegro que soltó un suspiro de alivio. Paso por la ventana con ayuda de ambos —Y a Gabriella tampoco —admitió observando a los al rededores.

—y a Jay tampoco —Jay se señaló indignado, Heart alzó una ceja y comenzó a caminar ignorando lo dicho. Jay miró dudoso a Carlos —y a Jay tampoco ¿No? —repitió dudoso.

Carlos hizo una mueca antes de correr a tomar la mano de Heart para ir a su lado, el hijo de Jafar los siguió quejándose en voz baja.

La ventana por la que entraron estaba a una distancia prudente de la escalera. Comenzaron a correr para subir y tratar de evitar dónde habían visto la vez pasada que estaban las cámaras. Frenaron dónde vieron una.

—cuando apunta a otra dirección, pasamos agachados y rápido —le ordenó a ambos que aceptaron su orden.

Esperaron y acataron la acción.

Pasaron sin ser detectados hasta la sala de villanos. Era más fácil cuando Heart estaba al mando y se tomaba todo con gran cuidado y preparación, los dos villanos no querían molestar o decepcionar a su amiga si cometían algún error y no conseguían el huevo.

—adios, mamá —Carlos saludó la estatua de Cruella.

—adios, papá —Jay saludo a la de Jafar.

—hola, madre —Heart abrió la puerta que daba a la sala privada de su madre.

Los dos villanos miraron boquiabiertos la estatua de la reina roja. La reina blanca había logrado bien la escencia de su hermana. A ellos en verdad les asustaba Iracebeth, era cómo una versión de Heart mucho más malvada.

—aqui.

Corrieron hasta llegar a su lado, tratando de no distraerse con las cosas del reino rojo. Heart estaba frente a la caja de cristal.

—hay un censor, Jay levantas la caja, yo tomo el huevo y Carlos debes poner el falso —susurró colocándose sus guantes —solo tenemos tres segundos, no fallen.

—y cuando nos contaste la idea dijiste que no tenía seguridad —se quejó en voz baja Carlos.

Los tres rodearon la caja, Carlos tomó el huevo que llevaba en la mochila Jay. Se dieron una mirada significativa en esa habitación silenciosa, el aire tenso se notaba. Si fallaban, está vez sería más difícil salvarse. El guardia estaba despierto observando en las cámaras o incluso rondando por allí.

—¿Listos? —Ellos asintieron. Carlos tenía el huevo en sus manos, Jay las manos sobre el cristal y Heart con las suyas extendidas.

—una...

—dos...

—¡Tres! —Heart ordenó.

Jay levantó el cubo de vidrio, Heart tomó el objeto de forma oval, textura dura y escamosa para que el pequeño Carlos ponga rápidamente el que tenía en sus manos y que Jay vuelva a poner el cristal.

Vieron cómo el huevo se tambaleaba de manera suave e hicieron muecas asustados, pero este se quedó quieto y ninguna alarma sonó o algún aviso al guardia.

Heart sonrió bajando la vista al origen de su próxima mascota. Miro a los dos villanos que comenzaron a sonreir de misma manera.

—hay que ponerlo sobre fuego violeta para que nazca, rápido —les pidió emocionada.

Los dos rieron al verla cómo niña pequeña, una imagen que nunca vieron. Heart en verdad estaba feliz. Salieron corriendo y tratando de que sus risas o susurros no se escuchen.

Esa noche iba a nacer el jabberwocky de la princesa roja.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro