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11

«GALLETAS»

—¡ESTA BIEN! Aquí dice que necesitamos una lágrima y yo nunca lloro.

Estaban en la cocina, Heart acariciaba a Chico que estaba sobre su regazo, se encontraba sentada donde el día anterior estuvo Damián. A su derecha estaba Carlos y a su izquierda Jay.

Oían y veían a Evie junto a Mal trabajar en las galletas que tendrían la poción de amor para engatusar a Ben, este se enamoraría perdidamente de Mal. O eso decía la receta.

—¿Qué es llorar? —Heart sonrió con inocencia y diversión viendo a Jay que soltó una risa dándole la razón.

—no lo sé —se encogió de hombros negando divertido.

Aún que Carlos si había visto a Heart llorar, cómo cuando les dijeron sobre que irían a Auradon. Cosa que los demás no habían notado.

—¿Rebanamos unas cebollas? —Carlos tomó unas que estaban en un cajón a su lado.

—¡No! —soltó el cucharón estresada.

—a Carlos le hablas bien, MaliMalita o perderás la cabeza —Heart le ordenó apretando su sonrisa. Mal bajó la vista dando a entender que se disculpaba.

—dice que se necesita una lágrima de tristeza humana —señaló el párrafo en el libro.

—Yo no soy mortal, estoy a otro nivel que el suyo, así que no cuenten con mis lágrimas —La pelirroja movió su cabello con falsa humildad. Jay comenzó a reír.

—lo sentimos, diosa —Evie le sonrió con diversión, logrando la misma sonrisa en Heart.

—esta poción es la mejor así que no hay que equivocarse —Mal volvió a revolver la mezcla de las galletas.

—si lloras da igual —Jay resopló con cansancio.

—eso no es cierto Jay, tienen anticuerpos y encimas ¡pero! Una lágrima emotiva tiene más proteínas que una lágrima de dolor —Evie le explicó pasándole más harina a Mal. Los tres villanos sentados se dieron una mirada ceñuda.

—¿Cómo es que eres tan tonta e inteligente, arándano podrido? —Heart le sonrió con orgullo, recibiendo el mismo gesto de ella pero pronto miró a Mal confundida ¿Era un alago o una burla?

—si que has leído —felicitó Mal con voz cantarina, devolviéndole la sonrisa a Evie.

—si, lo sabía —Jay río con obviedad.

—claro que no —Carlos lo golpeó por detrás de Heart.

—claro que si.

—pones la voz grave cuando mientes, patético —Heart siguió acariciando a Chico.

—claro, porque miss mentirosa... —antes de que Jay pudiese continuar la puerta se abrió.

Los chicos giraron viendo a Lonnie, la hija de Mulan. La chica estaba en un pijama rosa que le causó náuseas a la princesa roja.

—¡Ahí estas, Mal! —taparon la receta con un trapo —te estaba buscando ¿Sabes? Todas las chicas quieren que les arregles el cabello...¿Bocadillo nocturno? —notó lo que estaban preparando —¿Qué están haciendo? —las miró, Evie y Mal se juntaron sonriendo nerviosas.

—nada especial, solo galletas con... —la chica metió el dedo en la mezcla para probar —¡No, no, no!

—¡Espera, espera!

Se estiraron absolutamente todos para detener su acción pero ella ya había probado la mezcla.

—ya sé cuál va a ser la primera cabeza a la que Teo va a hacerle un sombrero —Heart susurró. Se levantó dispuesta a cortar su cabeza, Chico se quedó sobre la mesa y Carlos tiró de su mano para detenerla.

—¿Qué? No voy a mojarlo otra vez —dijo de antemano, sorprendiendolos de no tener cambio alguno.

Heart se detuvo y comenzó a acariciar el cabello de Carlos para tratar de calmarse. El nombrado estaba boquiabierto esperando una reacción de Lonnie. Los dos parecían una caricatura.

—bien...¿Sientes algo? —Evie preguntó curiosa.

—si, posiblemente le falte algo —la voz aguda de Mal delataba sus nervios.

—Jay-Jay —Heart le ordenó al chico que que se peinó atendiendo su orden y se acomodo sonriendo coqueto.

—hola —saludó cual galán. Lo miró con las cejas arriba.

—necesita chispas —prosiguió a ignorarlo para ir en busca de los chocolates.

—¿Chispas? —dijo confundido.

Los demás soltaron un suspiro aliviados mientras Heart y Carlos se volvían a sentar con Chico.

—¿Qué es lo que dijo? —Mal cuestionó volviendo a su mezcla.

—¡Chispas de chocolate! —Lonnie les dejo una taza con eso —solo... El grupo alimenticio más importante.

—¿Qué es un grupo alimenticio? —Carlos le susurro a Heart que se encogió de hombros sin saberlo.

—¿Sus mamás nunca les prepararon galletas con chispas de chocolate? —cuestionó confundida tirando en la mezcla. Los villanos vieron sin entender —cómo cuando te sientes triste y ¡están bien calientes! Con un enorme vaso de leche y ella te hace reír y todo cobra una nueva dimensión.

Bajaron la vista sin poder oír. Menos Heart.

Ella sabía que su mamá la amaba pero ¿Galletas hechas con cariño, más un vaso de leche -mucho mejor té a su parecer- junto a risas? ¿Risas? ¿En serio?

La primera risa real que tuvo, sin contar con Carlos, fue cuando pisó Auradon, cuando Jay chocó a Chad. El tonto príncipe que molestaba a Gabriella solo por ser diferente.

Ella no veía a su mamá cocinandole siquiera, no era capaz de servirle un vaso de agua ¿Y le serviría uno de leche? Claro que no... Veía más a su tía haciéndole eso. Veía a Mirana siendo capaz de arroparla al dormir, darle el beso de las buenas noches, no unas dulces pesadillas, no, no, unas buenas noches.

Carlos miró a Heart, si eso era tener una mamá, entonces Heart lo era más que Cruella. Porque era la pelirroja quien buscaba por toda la isla un poco de té y galletas para que coman juntos y no pasar hambre.

Vieron a Lonnie en silencio.

—¿Por qué están mirándome así? —murmuró sin entender.

—nuestra vida es diferente —Mal comenzó a mezclar las chispas.

—más de lo que crees —la pelirroja hablo y sintió la cabeza de Carlos apoyarse en su hombro.

—¡Si, lo sé! —rió algo atontada —yo...pensé que hasta los villanos amaban a sus hijos —sonrió obvia pero ellos no lo hacían.

Pero su mamá la amaba. Heart pensó. Debía hacerlo, siempre se lo decía ¿No?

Incluso Jay retrocedió hasta estar a un lado de Heart y se apoyó en ella. Los tres podían ser más cercanos entre ellos que con Evie y Mal y los tres tenían padres que decían quererlos más. Pero tal vez eran los menos amados.

—eso es horrible —Lonnie susurró con voz quebrada, apoyando su mano sobre la de Mal.

Haciéndole notar que una lágrima caía sobre su mejilla. La pelimorada la tomó y la tiró sobre la mezcla.

—¡Si, bueno! —los hizo reaccionar. Los dos chicos se separaron de Heart que suspiró volviendo a poner su sonrisa cínica —muy horrible, pero debemos llevar esto al horno —comenzó a empujarla —¡Así que gracias por venir a vernos, que tengas una buena noche. Te veré mañana, sueña mucho!

—buenas noches —los saludo confundida pero con una sonrisa.

—¡Buenas noches, hasta mañana! —al fin se fue de su vista. Aplaudió viendo a los villanos —okey, ustedes la bandeja, Evie el horno. Heart...

—existir y ser temiblemente hermosa, eso ya lo hago —Frenó antes de que le dé una orden —ademas de hacerme un té.

—bien. Con que hagas eso al menos sirve.

Heart mordió la manzana acaramelada que le había regalado la hija de Blancanieves. Irónico ¿No? A su lado estaba Isla quien tenía a Jay detrás suyo, apoyado sobre los casilleros.

—¿Cómo es que no sudas? —Isla la veía con su labio inferior abultado.

Habían terminado la práctica antes del partido, el cual ya venía en unos minutos. Los dos villanos se iban a encontrar con sus amigos pero la hija de Blancanieves se les unió en el camino.

—Sudar es para los débiles... Yo soy malvada y fuerte —mordió la manzana sonoramente, Isla tuvo un pequeño escalofrío.

—¿Qué tanto? —se cruzó de brazos. Heart la miró, con esos ojos sombríos y vacíos, su sonrisa malvada y tétrica.

—bueno, yo le explico —Jay le sonrió coqueto, más la pelinegra no se inmutó —hay cómo una escala de miedo: primero está Heart —levantó un dedo señalando a la pelirroja —luego Mal, ahí estoy yo —mostró el tercer dedo orgulloso —sigue Evie y por último Carlos...él es el bebé del grupo, hay que cuidarlo —Se burló riendo.

—me imagino que tú eres el bufón —Heart soltó un resoplido jovial a su vez que Jay borraba su gesto de diversión —creí que Mal era la líder.

—no, no, Mal cree que es la que manda —Heart dijo cómo si fuese obvio —pero ella acata mis órdenes.

—hablando de Roma —Isla señaló con su cabeza a la pelimorada que se acercaba —los veo luego, debo ir a resolver dudas sobre la nueva rutina que, por cierto, me encanta —le sonrió a Heart que le guiño el ojo. La pelirroja le dió ya la manzana acabada y la hija de Blancanieves fue a tirarlo a basura.

Heart había conseguido agregar un nuevo baile, uno que le gustó demasiado a las princesas, exceptuando a Audrey que se quejó. Pero la tía de Heart objeto que era bueno expandirse y que más personas que ellas brillen en el equipo por igual.

La pelinegra se fue y Jay suspiró viéndola irse, se apoyó sobre los casilleros mientras sonreía.

Mal se puso al lado de ellos, sonriendoles cortamente, Evie entro junto al hijo de Tontín y Carlos estaba comiendo dulces con Gabriella. Justamente, para suerte de ellos y desgracia de él, Ben apareció. Acompañado de su novia junto a Teo.

—¿No te sientes rara con esto? —Jay le preguntó a su mejor amiga —no se está tan mal aquí ¿No crees? —rió viendo a Isla alejarse. Heart cerró con fuerza su casillero, casi enterrando sus uñas en el material.

—¿Enloqueciste? —Mal lo miró boquiabierta.

—de la mala manera, no de la buena cómo yo —Heart secundó observandolo asqueada.

—¡Larga vida al mal! —la otra villana alzó su puño —¡Eres malo, eres horrible, eres malévolo! —lo señaló recordándole quién era —¡Olvida todo! —chasqueó sus dedos.

—y reiniciate, por favor —murmuró la pelirroja con desagrado.

—gracias, chicas —suspiró antes de sonreír —lo necesitaba —admitió riendo.

—tanta tranquilidad nos está acabando, necesitamos dosis de maldad —Heart susurro cruzandose de brazos —¡Tengo una idea! —tomó de la chaqueta a Jay que asintió escuchándolo —hoy en el cuarto que compartes con Carlos, luego de mi clase de arquería.

—allí estaré —lo soltó y se alejaron a dónde estaban las chicas sentadas en la mesa.

—¡Corazón! —Heart miró sobre su hombro a Teo, este alzó su mano para saludarla pero lo ignoro para ver a Jay siendo coqueto con las princesas. Teo suspiró haciendo una mueca.

—ya te saludara de vuelta, amigo. Dale tiempo —palmeó su hombro, Ben. Teo sonrió pensando en el consejo.

—no tiene porque saludarte de vuelta, no debería importarte, ella es mala. Ya visto lo que me hizo con la pintura —Audrey miró a Teo que aplanó los labios para no reír —tambien corrompen, pobre Damián. Está confundido, igual que Jane y las chicas ¿Creen que hayan pagado por eso? —señaló sus cabellos, y si lo habían hecho.

El dinero ni siquiera se lo quedaba Mal, se lo apropiaba Heart y le daba una pequeña comisión a Evie para sus vestidos, solo porque le estaba haciendo ropa a ella y Carlos.

—se lo hizo al cabello de Jane y el hada madrina está de mal humor —continuó la hija de aurora.

—¿Qué tiene de malo? —Ben cuestionó confuso.

—y les queda bonito, y tener cabellos bonitos hace que quieran adornarlos. Así que vienen a pedirme pañuelos, sombreros, evillas, moños... —Teo contó feliz, su trabajo le encantaba.

—¡Es una clase de magia! —interrumpió al castaño que se encogió en su lugar —si, empieza con el cabello, en cuanto te descuidas son los labios y las piernas ¡Y luego todas se ven bien y...¿Qué pasará conmigo?

—tambien eres bonita, no necesitan cambios —El sombrerero junior se encogió de hombros.

—ahorrate el aire, Teo —Le ordenó, el chico infló sus mejillas aguantando el aire para hacer silencio. La castaña suspiró —te veré en el juego, luego de probarme el vestido para la coronación y los accesorios que hizo Teo ¿Okey?

—okey —Asintió Ben, el castaño apretó las mejillas de su sombrerero para hacerlo soltar el aire —respira, Teo.

—respiro —acató su orden —debo ir con ella.

—adios, Bennyboo —Audrey ni siquiera beso su mejilla, hizo el amague. Tomó la manga de Teo arrastrando al chico con ella.

—adios, Bennyboo —Se burló Heart con voz chillada apareciendo a un lado de Ben, el castaño miró divertido a la pelirroja —me aturde incluso de lejos ¿Cómo la aguantas? —llevó una mano a su oído.

—es mi novia —Defendió a la hija de Aurora.

—necesitas una nueva ¿No has pensado en tener una nueva novia? —alzó sus cejas pícara, Ben la miró confuso —¡Ah, tengo algo para ti! Bueno, no yo, la tiene Mal ¡MaliMalita!

—¡Hola Bennyboo! —la chica cerró su casillero al oír a la pelirroja.

—¡Hola! —saludó, miró a Heart que inclinó su cabeza invitándolo a acercarse a ella.

Heart se mantuvo apoyada en los casilleros, dispuesta a esperar a que se ponga en marcha el plan.

—ahm, prepare galletas —mostró el paquete —con muchas chispas.

—ah, no... Hay un juego importante y nunca como antes pero gracias, muchas gracias, otro día... —quiso negarse amable y educado, pero no iban a dejar esa oportunidad.

—¡No! Si... Entiendo lo que te pasa —Mal puso cara de lastima —“cuidado con las galletas que te ofrecen los villanos”

—no, no, no...

—todos saben eso en Auradon ¿No?

—no, no es eso, no, no, en serio cuando juego...

—¡No, entiendo! eres listo, comprendo... —abrió dónde estaba guardada la galleta y tomaroa —esta bien, más para mí, creo —quiso morderla pero el chico se la sacó de la mano para morderla.

—no, no, hey —comenzó a masticar con una sonrisa —¿Ves? Yo creo en ti. Te creo.

Heart, junto a los demás villanos comenzaron a acercarse lentamente, viendo las reacciones del joven príncipe y futuro rey.

—¿Te gustan?

—¡Genial, deliciosa, asombrosa! —soltó una risita —esta... Muy crocante y tiene algo ¿Son nueces? —la pelimorada asintió —amo las nueces. Me refiero a que... Digo... El chocolate, el chocolate... Las chicas de chocolate... Lo lamento.

Heart tomó los hombros de Ben, comenzando a masajearlo mientras veía su mirada perdida, observando a Mal.

—estan tibias, y suaves... Y están dulces —la sonrisa de Heart se ensanchó al ver unas chispas verdes en su iris —Mal, ¿Has tenido siempre esos reflejos en los ojos? —Heart le quitó la galleta de su mano con suavidad.

—si, muy bonitos ¿No? —Heart le susurro al oído —Mal, tiene también un lindo nombre ¿No crees?

—si, si, muy lindo... Tan lindo —balbuceaba, los villanos veían la interacción pacientes —tan lindo que...¡lo cantaría: Maaal..! —Heart tapo su boca abriendo la boca sorprendida. Le dió la galleta a Jay que la tomó igual de sorprendido.

Jay silvó sorprendido, viendo la comida. Mal se tapó la boca al ver al príncipe tratando de cantar su nombre debajo de la mano de Heart.

—el partido es en menos de una hora ¿Que haremos? —Evie murmuró caída también en la sorpresa.

—Jay, Carlos, deben ayudarme. Hay que vestirlo y repasar lo que van a hacer en el juego —Heart le ordenó —¿Quién lo diría? MaliMalita ahora tiene su primer novio.

—fingan demencia, nada pasó —Mal demandó llevandose a Evie.

—oh, si pasó —Jay soltó burlón. Ella soltó a Ben

—¿Tienes ganas de cantar su nombre? —Heart alzó las cejas divertida.

—si, si, Maa... —antes de hacerlo, Heart tapo su boca con su típica sonrisa.

Algo malo se venía. Pensaron Carlos y Jay al verla.

—sh, sh, si —asintió callandolo —canta su nombre, pero no aquí, no, no. Hazlo dónde todos puedan verlo y apreciarlo. ¿Quieres conquistar a MaliMalita, no? —Ben quiso hablar pero la mano se lo impedía así que la quito.

—¿Me ayudarías? Heart, eres mi amiga y tambien de Mal ¿Cómo puedo ganar su corazón? Es que ella... me gusta y... —comenzó a hablar emocionado, viendo con euforia a la pelirroja.

—si, entendí —alzó la mano para pausarlo, sintiendo náuseas por lo empalagoso que sonaba —tengo un plan, pero lo debes seguir al pie de la letra ¿Si?

—si, gracias, muchas gracias —la abrazó sobre los hombros contento.

Heart alzó los brazos sorprendida, primero solo era Carlos, luego Gabriella y ahora Ben. Ben la estaba abrazando cómo un amigo. Ella aflojó su cuerpo tenso palmeo incómoda su espalda.

—ya, ya —se separó con una mueca —ven, me tienes como porrista y voy a ayudarte desde el campo.

—¿Qué vamos a hacer? —Carlos cuestionó confundido.

—ustedes van a ayudarlo.

Su sonrisa se extendió tanto que sus hoyuelos se marcaron con fuerza, creyeron que sus dientes se expanderian para hacer su gesto más grande pero eso no era posible. Más la princesa roja iba a hacer pasar vergüenza a MaliMalita y arruinar a Audrey.

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