10
«CARLOS»
EN CUANTO BAJARON, vieron a cada alumno de Auradon caminar por allí sin darse cuenta de que ellos habían sufrido un secuestro y rescate del rey de Auradon. Gabriella iba a un lado de Carlos, la niña llevaba en brazos a Chico aún. Jay e Isla iban hablando delante de ellos.
—¡Heart, hola! —La pelirroja miró a un lado, algunos de Auradon la saludaban —¡Tanto tiempo! ¡Volviste!
Ella se sintió un poco incómoda y bajó la vista. Evie, que iba a su lado, acarició su brazo. Heart la miró y paso una mano por la cintura de la peliazul que la abrazó por los hombros. Las dos respiraron pesadamente.
—Estoy contigo —le susurró, Heart miró a su amiga y sonrió más calmada.
Siguieron caminando, ellas iban casi últimas si no fuese porque delante suya estaban Teo y Damián que susurraban, pero detrás de ellas estaban Ben y Mal algo incómodos.
Heart pensaba en que tendría que ver a su tía y contarle de lo sucedido, estaba más que claro para ella que Mirananle sacaría el título de princesa blanca y la devolvería a la isla.
—Ben, ahí estas, el baile es esta noche —Voltearon, frenando, para ver a Jane que le habló a Ben.
—Nosotros iremos a guardar las cosas —Damian se despidió, Teo fue detrás suya buscando la mirada de Heart, pero ella solo se despidió cortamente de Isla que le susurró.
—Luego hablaremos —Besó su mejilla y se fue, Heart suspiró. Gabriella dejó a Chico en brazos de Carlos, le dió un beso en la mejilla al niño y se fue detrás de la hija de Blancanieves.
—¿Quieres cancelarlo? —Miraron sorprendidas a Ben cuando le preguntó aquello a Mal.
Heart había recibido demasiadas cartas de Ben mientras estaba quedándose en el país de las maravillas, tales cartas le contaban sobre sus viajes con Mal y su propuesta de casamiento. Ella ayudaba a su mejor amigo pero viendo la situación... Él parecía confundido y Mal igual.
—ehm ¿Saben qué? Regresare después pero muy, muy pronto —Jane dijo al ver que pensaban cancelar el evento.
—no, no —Ben negó viendo a Mal —haz lo que tú quieras —Le dijo a la pelimorada. Evie tomó las cartas del asunto, tomó la mano de Heart y luego la de Mal.
—Tenemos que charlar —les murmuró a ambas, avanzando el paso, Mal aceptó. Ben se alejó, pero Carlos las frenó.
—¡No! —se voltearon confundidas, viendo a sus dos amigos, casi hermanos.
—¿No? —Evie repitió confusa. Carlos asintió.
—ustedes siempre... Se van solas a hablar en secreto sus cosas de chicas... O lo que sea. No importa —se explicó, logrando hacerles comprender —Jay y yo nos cansamos.
—¡Ah! Yo no —Se excusó torpemente el castaño, Heart sonrió sin poder contenerse ante la mirada seroa de Carlos sobre el hijo de Jafar.
—somos una familia ¿No? Hemos pasado cosas todos juntos —miró a Heart y dió un paso al frente —no quiero cambiar eso ahora ¿Okey? —Mal miró a la pelirroja, Evie igual —sentemonos aquí.
Heart volvió sus ojos cristalizados al niño que en tan pocos meses parecía haber madurado demasiado, ahora están allí, poniéndole cara a los mayores del grupo para que dejen los muros atrás y se abran entre ellos. Carlos tenía razón, eran una familia, la única que había estado desde el principio.
—vamos —se sentó en el suelo, se miraron entre ellos hasta que cedieron. Heart se arrodilló jugando con el anillo de Teo en su dedo anular. El silencio duró unos segundos —no sé nada de charlas de chicas —miró a Jay. Este suspiró.
—¿Qué pasa? —Evie soltó una risilla ante su poco tacto. Jay se corrigió —Mal, te escapaste a la isla y Heart... Estás, estás actuando extraño. No harás “la gran Mal” y volverás a la isla ¿Verdad? —Evie volvió a reír y Heart rodó los ojos al compás de un bufido nasal.
—ahm... Bueno... —Mal balbuceo, Heart se acomodó mejor en el césped, sabiendo que no se escaparía de allí. Dejando a Mal hablar primero —estoy muy mal, no me siento bien... —comenzó a sollozar, al sentir un alivio con solo pronunciar esas palabras. Evie puso una mano sobre su hombro —saben, hace seis meses yo solo vivía robando dulces a los bebés y ahora... Todos me piden que sea una dama de la corte y no tengo la menor idea de cómo fingir eso.
—no lo hagas —Carlos aceptó. Podían ser palabras simples y aparentemente vacías, pero en realidad había mucho detrás de eso. Ellos lo entendieron, bueno, menos Jay.
—¿Lo ves? Esto no sirve —se dispuso a levantarse.
—posiblemente si —Habló Evie mientras Heart tiraba de Jay para que no se levante.
—tengo tantas ganas de irme cómo tú, así que si me quedo, tú igual —Sentenció y el chico solo aplanó los labios. Evie tomó la mano de su amiga y los miró —esta claro que siempre seremos los de la isla. Intenté olvidarlo... En serio lo intente pero son nuestras raíces y todos hicimos lo necesario con tal de sobrevivir —miró a Heart que apartó la vista —pero nos forjó el carácter y nunca vamos a ser cómo la gente que nació aquí y esto está bien. Está bien —repitió murmurando segura.
—no hay que fingir —Carlos aceptó sonriendo suavemente.
—no —Coincidió la hija de la reina malvada.
—si, especialmente sin mi libro —Mal se burló, irónicamente, no se dió cuenta de que le faltaba el libro.
—Mal, si Ben no ama tú yo real entonces no es con él —Heart miró con gran orgullo al niño, sintiendo una pizca de paz al oír eso.
—Eso es cierto —aceptó Evie para ver a la pelimorada —le voy a hacer unos cambios a tú vestido, si lo permites, solo si lo permites. Estaré esperándote ¿Okey? —abrazó a su amiga. Heart palmeó sus piernas y se levantó, los demás la vieron.
—¿A dónde vas? —Se frenó al oír a Jay hablar por primera vez.
—Ya terminamos ¿No? —Sonrió con burla dispuesta a irse.
—no, siéntate —Heart se relamio el labio inferior y lo mordió con una sonrisa molesta —sientate, Heart —Carlos volvió a repetir. La pelirroja miró al niño y bufó rodando los ojos para sentarse —Te conozco mejor que nadie y no me pueden contradecir, algo te sucede.
—estoy cansada, Carlos, solo es eso —Se encogió de hombros.
—Sé cuando mientes —Ella lo observó, sus ojos picaban —Sé cuando lloraste aún que sea una sola lágrima, sé cuándo reíste y trataste de ocultarlo, sé cuando tus sonrisas son sinceras o sarcásticas, yo te conozco mejor de lo que tú te conoces cómo sé que me conoces mejor de lo que yo he llegado a conocerme a mi —Aseguró haciéndole imposible dejar de ver fijamente al niño que tenía la voz a punto de quebrarse.
—Carlos... —intentó hablar pero él con los ojos cristalizados la interrumpió, que tembló al hablar.
—algo pasó y no voy a dejar que te distancies, no lo has hecho jamás incluso cuando robas comida para darmela teniendo solo trece años y no lo vas a hacer ahora cuando me tienes a mi, a los VK's y a los chicos del país de las maravillas, incluso a Ben e Isla —Siguió insistiendo.
—Carlos... —Heart quiso interrumpirlo, sintiendo el agua salada sobre sus labios.
—¿Que pasó cuando vinimos a Auradon y te quedaste con Mal e Evie? ¿Que sucedió que te hizo perder tú... Tú... —Se trabó y suspiró —que te hizo perder tú muchosidad...
—Carlos, le corté la cabeza a Iracebeth.
Jay abrió los ojos sorprendido, Mal e Evie miraron con gran admiración a la chica por admitir algo tan grande cómo eso. El pequeño Chico incluso inclinó su cabeza pero Carlos entreabrió la boca sin esperarse eso.
—ella llegó, dispuesta a asesinarme e iba a hacerlo si no fuese porque mencionó a Gabriella y también a ti —la pelirroja siguió con la voz titubeando junto a su respiración entrecortada —Eres mi hermanito pequeño, la razón por la que no perdí la cabeza en la isla desde niña y mi mente se nubló cuando pensé... que te podría llegar a hacer daño —Admitió quitandose las lágrimas —Yo no pude...
Heart ahogó una exclamación de sorpresa cuando se encontró en el suelo, de espaldas al césped y a Carlos encima de ella, abrazándola con fuerza. Lloró abrazando al niño.
—Yo dije que no importase lo que hagas, jamás cambiarás la forma en la que te veo. Si te devuelven a la isla, yo voy contigo, si te quedas en Auradon, yo me quedo contigo —Aseguró Carlos de Vil. Los dos se sentaron y Heart besó la frente del niño.
—Vaya... —miraron a Jay que ahora tenía a Chico en su regazo y Heart bufó con una sonrisita divertida —Siendo sincero, algún día iba a pasar —sonrió encogiéndose de hombros —No tenías porque ocultarnoslo, nosotros te íbamos a entender y defender. Ya lo hicimos con el Jabberwocky, nosotros te seguiremos al final —Estiró su puño, Heart rodó los ojos y chocó puños con él —Pero no te alejes, eso no.
—no sé cómo se lo diré a Mirana, a Teo, a Damián, a Ben o a Gabriella —Murmuró Heart encogiéndose de hombros, pero abrazando a Carlos.
—no debes hacerlo —Observaron a Mal —Ustedes lo dijeron, somos familia. Nadie debe saberlo si tú no quieres, no tendrán manera de saberlo si no hay contacto con la isla y en caso de que lo haya... Nadie vió nada, entonces nosotros tampoco. Te cubriremos —le sonrió a Heart —lo que pasa en la isla se queda en la isla ¿Somos malos? —ellos soltaron unas risitas.
—de corazón.
—Invite a Gabriella al baile.
Heart iba sumida en sus pensamientos, su mente analizaba cómo iba a hablar con Teo. Los villanos le guardaban el secreto, así que lo guardó en un baúl cerrado bajo llave en el fondo de su mente, el problema era cómo se justificaría ante el hijo del sombrerero junior, aún que no podía parar de pensar en el beso desesperado que le había dado pero también en cómo había dicho exhausta que no eran nada. Claro que se le borró todo lo que estaba pensando al oír a Carlos.
—¿Qué? —lo miró sorprendida, los dos iban caminando al cuarto de Carlos y Jay.
—si, la invite porque... Estuve confundido pero me di cuenta de que ella me gusta y mucho —Admitió rascándose la nuca avergonzado, Heart sonrió realmente sincera —ella dijo que si y me dió un... Besito.
Carlos alzó una ceja y cerró un ojo al ser aturdido por un grito de Heart. Sonrió sorprendido al ver cómo notó esa emoción infantil en ella que solo pasó cuando consiguió el huevo del Jabberwocky, lo que significa que estaba verdaderamente emocionada. Pronto se aclaró la garganta pero no borró su sonrisa.
—Son... Lindos juntos —Asintió Heart, Carlos la miró feliz de oír eso —muy lindos.
—¡Lo sé! digo... Gracias —susurró avergonzado.
Sus dos sonrisas se borraron al ver a Chad en el cuarto con la puerta y frente a la mesa, en el suelo, mientras sostenía el teléfono y gritaba. Estaba vestido de forma elegante junto a una corona. La impresora estaba abierta y Carlos se quejó al saber lo que sucedía.
Heart odiaba a Chad y eso no era noticia.
—¡Chad, este es mi cuarto, Chad! —Regañó Carlos, el rubio comenzó a chitarlo paranoico.
—¿Audrey? —respondió el celular —¿Si? Si...¿Si? Bueno si ¡Que maravillosa noticia! —volteó feliz pero gritó cómo una niña, aún más agudo que una tetera hirviendo, al ver a la reina de corazones —¡Heart! —Se asustó retrocediendo, Heart sonrió ante su terror —Volviste... Holis —saludó bajando la mirada y señaló su teléfono —estoy hablando con Audrey es que... Ehm, rompió un neumático en el bosque de Sherkwood ¡Y quiere que vaya a buscarla!
—esta a seis horas de aquí —Le avisó incrédulo Carlos.
—¿En serio? ¿Solo seis? —Dijo cómo si nada Chad para hablarle a Audrey —llegare más rápido de lo que pensé —besó el teléfono y se giró para pasar en medio de ellos, viendo asustado a Heart.
—Ah, ah, no —Lo frenó Carlos tomando la corona de su cabeza —mi impresora, corona de Heart —se la dió a la pelirroja que abrió la boca sonriendo feliz.
—ah... Si, sobre eso... Estaba —balbuceo hasta reír y pasar por su lado, lo miraron alzando la ceja al unisono y confundidos —¡Ya voy mi Audrey!
—Wow —Carlos volteó y se vieron extrañados.
Heart se encogió de hombros y fue frente al espejo para ponerse la corona sonriendose a si misma con elegancia. Carlos soltó una risita y se tiró sobre su cama.
—muy linda.
Voltearon a la puerta para ver a Teo que le sonreía a Heart, admirando cómo le quedaba la corona. La pelirroja se la quitó lentamente pero antes de decir algo, Teo le hizo una seña, aclarando su garganta.
—yo... ¿Quieres ir a dar un paseo? —Preguntó quitándose su sombrero y jugando con él. Heart miró a Carlos que se había sentado pero asintió. Ella dejó la corona sobre la mesa.
—Si, claro.
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