09
«TEO»
EVIE OBSERVÓ COMO sus amigos volvían a juntarse y Una con Harry y Gil se juntaban también, alejados. Luego del increíble espectáculo que habían hecho todos juntos.
—¡Chicos! ¿Qué les pasa? —se quejó Evie, llamando la atención de todos —¡Eso estuvo genial! Formamos un equipo... Trabajamos juntos —Habló en un tono rendido, los villanos se miraron en silencio. Heart tenía un brazo sobre los hombros de Carlos —Vamos —le pidió a Mal que se negó —Vamos... —se dirigió a Uma que también se negó. Evie suspiró y puso las manos en su cadera —hay que romper el hielo —sonrió.
—¿Y si mejor te rompo la cabeza? —Heart se burló, blanqueando los ojos.
—Por favor, intentemoslo —se volteó dispuesta, Carlos tomó el puente de su nariz, Heart compartió asqueada una mirada con Jay —hay que decir algo positivo de la otra persona, ¿Okey? Yo empiezo —Evie se dirigió a los tres villanos de la isla. Pasó su mirada en ellos hasta frenar en Harry que fingía demencia —Harry. —El nombrado resopló —gran actitud —el nombrado la miró atento —ahora tú.
—Ahm... —tragó saliva y miró a Heart que negaba amenazante —Roja, me agradas más ahora. Sin arrancar tantas cabezas... —Jugó con su garfio y Heart se mordió la lengua cuando Evie la observó.
—a mí... No me disgusta tu delineado —Señaló a regañadientes y Harry sonrió.
—Que chica tan animada —Uma los interrumpió, señalando molesta a Evie por lo que los estaba haciendo hacer.
—no era tu turno, pero gracias —Evie sonrió y Heart negó incrédula.
—okey, Evie, ven aquí —Mal tomó sus manos —te quiero mucho —habló, cuidadosamente. Evie le respondió con un “y yo a ti” —me encanta tu energía pero ya no nos queda tiempo. Audrey sabe dónde estamos y hay que salir de aquí cuanto antes.
—de acuerdo, ¿Donde duerme esa porrista? —Uma pidió avanzando un paso —tal vez podamos encontrar pistas aún que no esté.
—de hecho sigue su dormitorio —afirmó Evie.
—es cierto, por la escuela de verano —asintió, Mal. Comenzaron a escuchar la risa de Harry.
—¿Qué? ¿Escuela de verano? —preguntó incrédulo con su risilla aguda —¿Escuela de verano? ¡Con razón quiere vengarse!
—Yo no me moveré sin Teo —Negó Heart —¡Ya he dado demasiados pasos y sigue sin estar aquí! ¿Qué hay de Gabriella, Isla o Damián? Aún que sean de piedra o dormidos, necesito despertarlos.
—Bien... Ahm —Mal se peinó el cabello —¿Qué te parece si vas con Carlos y Jay a tu casa del té? Si están ahí, los traen de regreso. De lo contrario, nos encontraremos en el cuarto de Audrey y luego seguimos ¿Bien? Pero si no los encuentran, ¿Podrían ir a ver en el camino si ven a Ben?
—nos vamos —Heart asintió.
—de acuerdo.
Heart bajó la velocidad, viendo la casa del té, estaba con colores opacos, como si hubiera estado años sin usarla y sus colores se habían tornado oscuros. Sintió un escalofrío, parecía el país de las maravillas cuando estaba en ruinas.
—cuanta neblina... —se quejó, Jay. Heart suspiró, caminando hasta abrir la puerta y escuchando la campana sobre ella.
Tal como le había dicho a Mal, había ido con Carlos y Jay en busca de su prometido a la casa del té. Solo que ver en ese estado el edificio más preciado para ella, había bajado a gran escala su ilusión. Quería cortarle la cabeza a Audrey, pero la casa del té estaba en segundo lugar, el primero lo ocupaba Teo. Necesitaba ver qué esté bien.
—¿Teo? ¡Teo! —recorrió dentro el lugar, pero nada.
—no parece estar aquí —Jay, entró detrás de ella. Las mesas estaban sucias, los manteles con humedad, las tazas rotas.
—los papás de Gabriella deberían estar aquí también —Carlos, se adelantó. Despeinadose, desesperado y pasando por la bodega.
Heart fue detrás de el niño, Jay detrás suya, los tres se dirigieron a la parte trasera de la casa del té, saliendo al patio.
La pelirroja abrió los ojos sorprendida, viendo cómo habían sacado tres mesas y puesto a lo largo con un gran mantel sobre ellas, simulando ser una sola mesa larga. Había cosas del té encima y Teo estaba sentado en la esquina, a su lado, estaban la liebre y el conejo... En su forma animal.
—Carajo... —susurró, Jay. Carlos le dió un golpe en el brazo por haber insultado.
Teo, alzó la cabeza para verlos, estaba más desarreglado de lo normal. Sonrió inclinándose hacía adelante y se levantó. La Liebre balbuceo, viéndolos, pero se interrumpió cuando Teo subió sobre la mesa y caminó sobre ella.
—¡Oye! —se quejó, ya que había tirado varias cosas, comenzó a ordenarlas —todo está bien, todo está bien —rió viendo al chico que bajó, frente a los tres villanos.
—¡Llegan terriblemente tarde! —el Conejo, sacó su reloj, señalandolo varias veces —aun que no estaban invitados ¿Estaban invitados? ¡Se parecen a Heart, Jay y Carlos! ¿Son Heart, Jay y Carlos? No, esperen, si son ellos, podría reconocerlos en cualquier lugar ¡En especial a mi yerno!
—él no es tú yerno —Teo volteó a verlo y luego los miró —¿Quienes son?
—Gorritos, soy tú prometida —Heart, murmuró, frunciendo sus anaranjadas cejas. Teo, rió como si fuese un chiste.
—¡Que graciosa! —Rió, señalandola —¡Oh, dijo prometida! Justo estoy, de casualidad, buscando cosas que empiezan con la letra P.
—¡Plato! —La Liebre levantó un plato roto, se quedó viendo el agujero —plato...
—¡Plato! —Teo lo señaló riendo —palacio, perfume, palabra, podrido, pala...
—¿Puerta? —Jay agregó sonriendo. Teo, lo señaló.
—¡Puerta! —volvieron a reír pero Heart alzó sus brazos.
—¡Teo! —lo frenó, confundida ante la actitud de su novio.
—¡Ese soy yo! ¿Quién eres tú?
Heart, sintió una punzada en su pecho, Carlos y Jay la miraron, sintiendo pena por la expresión de la reina de corazones.
—Es Heart, tú novia —Carlos, le dijo ante el silencio de la pelirroja.
—Yo no conozco ningún Heart, ¡Oh, si, el mío! Aquí está —señala su corazón —todo el día hace tuc, tuc, tuc, tuc —imitó el sonido de un corazón y rió —¡Heart es corazón en inglés! No sé mucho de inglés, solo “Mad Hatter” ¡Qué significa sombrerero loco! —estiró su mano y tomó la de Heart, estrechandola varias veces —Soy el sombrerero loco ¡Un placer! ¿Tú quién eres?
—no, no... —negó, soltando su mano, sintiendo como si quemara. Teo, frunció sus cejas ante eso.
—si, si —contradijo, riendo, como si no le importará el dolor en sus ojos.
—Audrey lo hizo olvidar —Carlos, murmuró, al entender.
—¡Yo no olvido nada! Conejo Blanco ¿He olvidado algo? —Volteó a ver al animal que pensó.
—no, no que yo recuerde, Liebre ¿El sombrerero a olvidado algo? —Le preguntó a su esposo quiem le arrojó una cuchara que él esquivó.
—¡No! No que yo recuerde —miró al sombrerero —Teo ¿Has olvidado algo?
—no que yo recuerde —rieron los tres, tal cual como dementes. Miraron a Heart nuevamente —¿Estás bien? Te ves pálida —rió.
—yo... Yo correré a avisarle a Mal —Carlos retrocedió, alejandose. Jay, se acercó a la Liebre, viendo con impresión al animal parlanchín.
Heart, giró sobre sus talones, entrando a la casa del té mientras sentía sus ojos cristalizarse. Odiaba sentirse débil, detestaba llorar, ella no lloraba. Pero Audrey había tocado una de las fibras más sensibles de Heart. Teo no podía olvidarla; era obvio que Audrey no podría herirla de otro modo, Teo era su punto débil ¿Pero tan mala se había vuelto como para hechizar a uno de sus amigos de la infancia solo por vengarse de ella?
Se sentó en una silla, comenzando a jugar con el anillo de Teo mientras pensaba en alguna solución.
—¿Estás bien? —dió un saltito, volteando a ver a Teo que la miraba con una sonrisa —porque no te ves bien, te ves todo lo contrario a bien ¡Te ves neib! Qué es bien al revés —rió pero Heart lo miró con ojos de cachorro herido.
—¿En serio no me recuerdas? —susurró, levantándose y acercándose a poner las manos sobre sus mejillas.
—ni un poco, ni siquiera un poquis de un poquito —susurró mientras asentía con su rostro entre sus manos.
—Teo, soy Heart de Crims, hija de la Reina Roja... Soy tú prometida, vamos a casarnos en unas semanas, vamos a gobernar el país de las maravillas juntos —murmuró mientras el chico iba colocándose más serio, tratando de recordarla mientras se hundía en los ojos de la pelirroja —gorritos... —Teo suavizó su expresión ante ese apodo —haz perdido tu muchosidad...
Heart bajó sus manos, limpiando una lágrima que cayó por su ojo derecho mientras pensaba en cuanto le dolía que él no la recordara, nunca creyó que él la olvidaría, pero allí estaba.
—It's like he doesn't hear a word I say —susurró, volteando, a su vez, Teo la seguía con la mirada —His mind is somewhere far away and I don't know how to get there...It's like all he wants is to chill out.
Volteó para verlo, tomar sus manos. Teo miró ese gesto y levantó la mano de Heart dónde estaba el anillo de él y su anillo de compromiso.
—she's way too serious... —susurró, mirándola. Heart sonrió, suspirando con un poco de alivio al creer que su tacto bastaba para que su amor tan sincero bastase para romper la magia del cetro del mal.
—He makes me want to pull all my hair out —Entrelazó sus dedos.
—she's always in a rush and interrupting —Afirmó con su cabeza, queriendo que él siga.
—Like he doesn't even care...
—like she doesn't even care —Murmuró, antes de soltarla, negando repetidas veces. En sus ojos apareció un pequeño destello rosado de magia y Heart lo obligó a mirarla. Teo estaba luchando por dentro.
—You...
—me? —Cuestionó, confundido.
—We're face to face but we don't see eye to eye. Like fire and rain! —Cantó mientras se alejaba, pero sin soltar sus manos.
—Like fire and rain? —Preguntó, como si se esforzara en entender.
—You can drive me insane! —lo guió hasta detrás del mostrador, mostrando las fotos que había colgadas en la pared, de ambos juntos.
—you can drive me insane —admiró las fotografías, sonriendo.
—But I can't stay mad at you for anything —Heart, señaló una dónde aparecían el día de la coronación de Ben —We're Venus and Mars.
—Venus and Mars? —la miró, ella le sonrió.
—We're like different stars —asintió, mientras veía más fotografías.
—like different stars? —Repitió, volteando igual y acarició el marco, de una dónde estaban en el lago encantado.
—But you're the harmony to every song I sing —Heart volteó a Teo para sacar de debajo del mostrador la caja de té's que él le regaló —And I wouldn't change a thing...
—She's always trying to save the day... —Apartó la caja y sus ojos tornaron un rosado más fuerte, Heart le devolvió la caja y Teo la observó perdido —Just wanna let my music play... She's all or nothing, but my feelings never change.
—Why does he try to read my mind? —Abrió la caja, mostrandole todos los té's. Teo la observó a ella.
—I try to read her mind —afirmó y Heart sonrió.
—It's not good to psychoanalyze —Cerró la caja y la dejó a un costado.
—she tries to pick up a fight, to get attention —Murmuró haciéndole sonreír.
—That's what all of my friends say —Cantaron juntos al unísono y Heart volvió a tomar sus manos, acercándose sonriente.
—You...
—me?
—We're face to face but we don't see eye to eye —Cantó una nota alta y Teo soltó una de esas risas pequeñas que a ella le emocionaban el corazón —Like fire and rain.
—like fire and rain? —Preguntó maravillado.
—You can drive me insane... —admitió divertida y él volvió a reír.
—you can drive me insane —él la hizo dar una vuelta y retrocedieron.
—But I can't stay mad at you for anything —Negó Heart, acercándose a sacarle el sombrero anTeo que quiso tomarlo pero ella lo esquivo —We're Venus and Mars.
—Venus and Mars? —repitió, queriendo tomar su sombrero pero ella volvió a alejarlo.
—We're like different stars —Afirmó, jugando a las atrapadas con Teo, rodeando una mesa para tratar de esquivarlo y que él.
—like different stars?
—But you're the harmony to every song I sing and I wouldn't change a thing —asintio, queriendo pasar pero Teo la tomó por la espalda y la rodeó con la cintura, ambos casi cayendo pero sonriendo.
—When I'm yes, she's no —Teo murmuró en su oído y Heart volteó entre sus brazos.
—When I hold on, he just lets go —Susurró, colocándole de nuevo el sombrero.
—We're perfectly imperfect —Puso las manos detrás de su nuca y Teo aferró sus manos a su cintura. Los dos al coro —But I wouldn't change a thing, no...
—Like fire and rain! —Miró sus ojos fijamente que ya batallan entre su color natural y el rosado de la magia de Audrey que luchaba por contenerlo debajo de su mandato.
—like fire and rain —Afirmó sonriente.
—You can drive me insane.
—You can drive me insane.
—But I can't stay mad at you for anything... —Negaron juntos, porque era así. Jamás podrían enojarse con el otro a pesar de sus tantas diferencias.
—We're Venus and Mars.
—we're Venus and Mars —repitió Teo, retrocediendo juntos y pegados hasta la mesa donde él se apoyó con ella delante.
—We're like different stars.
—like different stars —repitió nuevamente, admirando la sonrisa radiante de su prometida debajo de sus labios pintados de su característico rojo.
—But you're the harmony to every song I sing and I wouldn't change a thing but I can't stay mad at you for anything —sus voces se unían y sus corazones latían avanzados al mismo compás. Su ritmo se había sincronizado desde la primera vez que se vieron porque estaban destinados.
—We're Venus and Mars!
—we're Venus and Mars...
—We're like different stars!
—like different stars...
—But you're the harmony to every song I sing and I wouldn't change a... —Sus voces se juntaron por última vez, Heart acercándose poco a poco —Wouldn't change a thing.
Y estampó sus labios contra los del sombrerero.
Cómo la primera vez, el día de la coronación de Ben, sintió fuegos artificiales en su estómago bajo; lo besó con las mismas emociones que tuvo cuando jugaban juntos en el país de Las maravillas y como la última vez que lo vió. Desde el primer día, sus sentimientos no habían cambiado, sino aumentado.
Los labios de Heart estuvieron sobre los suyos unos segundos hasta que Teo comenzó a moverlos y subir sus manos a las mejillas de la pelirroja, uniéndose y mezclándose, juntándose como tantas veces antes lo habían hecho.
Poco a poco, la fachada de Teo iba desvaneciendose y tornando otro color, volviendo a ser el mismo sombrerero que vió por última vez Heart.
Lentamente, Heart se alejó y miró los ojos de Teo que mostraron por última vez y de una forma frágil el color rosado, mostrando que al fin era él y que había ganado su batalla interna.
Heart sonrió y Teo igual antes de él lanzarse a besarla de nuevo.
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