Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

08

«¿MAS TÉ?»

HEART CAMINÓ a la puerta, no había salido por no querer ver a su tía. La abrió y allí estaba el castaño de sombrero.

—te traje más tés —Teo mostró las cajas. Heart alzó sus cejas tratando de mantener una expresión indiferente e intimidante —para tú caja.

Heart solo se movió a un lado, dejando al sombrerero junior entrar a su habitación. El castaño sintió una sonrisa creciendo en su rostro, observó todo.

Era extraño, la habitación empezaba rosa, a la mitad tornaba un aire rojo y oscuro y luego volvía a un rosado. Se notaba en que parte dormía Heart.

—¿Más té? —Dio unos pasos hasta estar a su lado. Teo dejó caer sus brazos sobre la mesa y allí cayeron las cajas.

—si, ya sabes, abres las cajas, sacas los té, los ordenas en tú cajita, cierras la cajita, agarras las cajas que quedaron y las tiras o reciclas. Prefiero reciclarlas, muchas veces reciclo, me gusta reciclar... —comenzó a hablar hasta quedarse sin aire.

—Gorritos —lo llamó interrumpiendolo.

—¿Gorritos? —repitió con voz aguda, soltó todo el aire y soltó una risilla viendo a Heart.

—¿Qué es reciclar? —cambió de tema girando a buscar en su mesa de luz la caja que él le había hecho.

—¿Reciclar? —Frunció el entrecejo confuso —ahm, es que en vez de tirar las cosas que ya no te sirven, las uses para hacer otras cosas nuevas. Una vez con todas las telas que me sobraban de hacer gorros, las utilice para hacer un sombrero muy colorido —soltó una risa para si mismo recordando eso.

Teo reía mucho, Heart notó eso. Ella siempre sonreía, él siempre se reía.

—Reciclar —dijo en voz alta abriendo una caja de tés.

—no todos lo hacen —Teo se puso a su lado también abriendo una caja —¿En la isla reciclan?

—No existía esa palabra —Negó Heart comenzando a sonreír cómo usualmente —ya no te gusta, lo tiras donde sea. Se rompió, lo tiras donde sea. Alguien lo va a agarrar —se encogió de hombros.

Teo imagino lo sucias que deben ser las calles, hizo una mueca pensando en eso. Le recordaba al país de las maravillas cuando la reina roja había quemado todo. Y ahí estaba... Con su hija.

—¿Cómo... Los ordeno? —volvió en si al ver el rostro se Heart. Ella estaba fijamente admirando los té.

—pues, cómo quieras —soltó una risilla, se aclaró la garganta al notar su mirada que demandaba ayuda —Todos los té rojos en un cuadrado, los de tilo en otro. En el orden que te guste, por color, por letra, por buen sabor, por mal sabor, los que más consumiste, los que menos probaste, los...

—¡Gorritos! —Heart lo miró ceñuda, parecía que comenzaba a molestarle su tic nervioso.

—¿Gorritos? —repitio en un hilo de voz —me gusta ese nombre, me gustan los gorros —Señaló volviendo a reír de manera infantil.

Heart negó corriendo la mirada, Teo quiso ver su expresión, pero ella lo evitaba para que no viese su sonrisa divertida.

—Traje otra —se quitó el sombrero, la princesa roja sonrió al ver una caja diferente pero parecida a la suya en el —asi puedes poner más. Pensaba en un estante dónde poner los muchos tés porque te quedarás sin espacio.

—¿Un estante? —repitió y el sombrerero asintió —¿Más saquitos de té?

—¿Ya te cansaste del té? —abrió los ojos en grande preocupado por esa idea.

—jamas —Negó frunciendo sus cejas. Él resopló una risilla aliviado.

—entonces si, más té —volvió a abrir otra caja.

Comenzaron a ordenar, hasta que enla puerta entraron Evie y Mal. Heart puso su expresión asesina al ver la sonrisa de Evie y la ceja alzada de Mal.

—Holis —saludó Teo a las villanas, estas alzaron sus manos —vine pero ya me voy porque viniendo vine hace rato y debo irme yendo a dónde debería estar, ya que Ben sabe que yo sé que él sabe que sé que sabe que yo sé que me está esperando pacientemente paciente dónde debería ir llegando...

—vete, Teo —lo cortó Heart.

—me voy —susurró con voz aguda poniendose su sombrero y pasando a su lado.

—¿Llegamos en momento equivocado? —Mal sonrió burlona —Aún recuerdo cuando trajiste la cabeza del chico que te robó un beso, y ¿Ahora estás enamorada del sombrero jr?

—entraron en el justo momento que estaba por tomar las tijeras de Evie y cortarle la cabeza —ella sonrió, mostrando su dentadura blanca —y no digas tonterías, MaliMalita. Solo piensa en cómo quedaría su cabeza fea y despeinada, sangrando sobre el respaldo del mueble —sonrió viendo su cama con la imagen mental.

Evie aplano los labios, ella recordaba que Heart solo guardaba las cabezas de quienes quería.

La pelimorada se tiró sobre su cama, Evie comenzó a juntar el desastre de Heart cómo si fuese cenicienta, ya que la pelirroja lo había dejado sin más. Al olvidar la puerta abierta, entró Jane. Las tres villanas notaron cómo ella refunfuñaba, la pelirroja y la pelimorada se dieron una mirada cómplice.

Detrás de ella, entró Gabriella dando saltitos. La hija del conejo blanco fue directo a abrazar por la cintura a Heart.

—Corazón, tenemos veinte minutos antes de ir a tomar el té —le avisó, Heart se quedó quieta por esa demostración de amor, las dos villanas veían sorprendidas a la de dos coletas —y holis —se separó para sentarse sobre la cama de la pelirroja.

—¿Y qué tal te fue, Jane? —cuestionó la hija de la reina roja queriendo no mirar a las otras dos villanas.

—mamá dijo: si un chico no ve tú belleza interna, no vale la pena —Se acercó a sostenerse de la cama de Mal —¿No es muy cruel? ¡En qué mundo vive!

—ts, en Auradon —respondió la pelimorada dibujando.

—los chicos de por si no valen la pena, son hombres, inmaduros, y no saben amar. Solo te quieren si les das algún beneficio —Heart comenzó a remarcar sus labios con su labial —papá me demostró eso.

—Mal, ¿Te gusta? —Evie mostró su vestido, lo estaba colocando en su máquina de coser. Comenzando a trabajar en él.

—si, lindo... Resalta tus ojos —Lo miró de reojo.

—y tú figura —secundó Heart con una gigantesca sonrisa.

—y tú cabello —terminó Gabriella, ella estaba jugando con un muñeco de conejo blanco.

—ya lo sé —Sonrió comenzando con su trabajo.

—¡Nunca voy a tener novio! —seguía Jane, sentándose en la cama de Heart, la nombrada la miró seriamente y ella dio un salto asustada, yendo a sentarse en la de Evie.

—los novios —sopló su hoja —no sirven de nada.

—¿Y quién te lo dijo, Mal? —Evie le cuestionó —nunca has tenido uno.

—no necesito un novio, Evie —debatió, la peliazul la miró sonriendo con cejas alzadas —solo perdería el tiempo.

—Si conocieras el tiempo tan bien como yo, no hablarías de perderlo —Gabriella susurro, viendo seriamente a Mal. Luego sonrió sacando un reloj de bolsillo.

—¡Olvidé hacer la tarea de Chad! —Evie se levantó de un salto —Oh, no, no, no, no...

—si, exacto, eso es de lo que hablo —Mal señaló a Evie.

—haz mí tarea también —Heart le demando caminando a sentarse sobre el escritorio de Evie.

Vieron a una chica de feo cabello entrar, ella se acomodo su larga melena anaranjada con una sonrisa burlesca.

—¿Quién te corto el cabello? ¿Edna Moda? —Fingió curiosidad sonriendo.

—¿O la hija? Deena corta cabello y es modista ¡Se llevaría bien con Evie! —Gabriella contó emocionada sin darse cuenta del chiste irónico de la pelirroja.

—Bonnie, mira tú reloj hasta que la aguja mayor vuelva a su misma posición —Heart le ordenó.

—bien —se encogió de hombros viendo su reloj —va muy lenta...

—De hecho, soy Lonnie —la castaña se presentó viendo a la hija de la reina roja —hola chicas —saludó a todas las que estaban —¿Mí mamá es Mulan? ¿No? Cómo sea ¡Amo lo que hiciste con el cabello de Jane! Y sé que nos odias y bueno... Que eres mala... ¿Pero podrías arreglar el mío?

—¿Arreglar o hacer de cero? —Heart corrigió con su típica expresión.

—¿Por qué haría eso por ti? —Mal cuestionó sin entender.

—te pagaré cincuenta dólares —mostró una bolsillo con dinero que Heart tomó.

—Trato, yo digo que si y MaliMalita lo hará —Abrió para sacar la mitad del dinero y lo otro dárselo a Evie.

—bien dicho —Evie felicito a Heart viendo las monedas —gracias, necesito comprar material. Haber, yo creo que sin fleco, tal vez más capas, unos reflejos... —comenzó a examinar su melena.

—¡Si, si! Lo quiero cool, cómo el de Mal —Vieron a la pelimorada.

—¿En serio? ¿Con puntas abiertas? —Evie sonrió con superioridad a su mejor amiga que la vio indignada.

—¿Y tintura barata? —Heart continuo mostrando su hilera de dientes blancos —es mejor el color natural —Acarició un mechon de su cabello rojo.

—corazón, me cansé de ver el reloj —Gabriella aviso.

—Sigue —la señaló seriamente —MaliMalita, hazlo.

—¿Qué...? —Se estaba por quejar pero Heart alzó las tijeras de Evie. La pelimorada se pasó su lengua por sus dientes molesta —agh, bien.

Evie y Lonnie se vieron victoriosas mientras Heart cruzaba sus piernas para ver sus uñas mientras entraba segundos en la nube de su mente.

—voy a remplazar el antiguo cabello por uno nuevo y bello —reaccionó a ver cómo movía sus manos y un brillo verde rodeaba el feo corte de Lonnie hasta hacerlo crecer, aclararlo y darle ondas.

—¡Dijo cómo el tuyo, no el mío! —Heart miró con el rostro tomando un color rojo a Mal que sonrió alzando sus cejas.

—el suyo está más corto —dijo inocente.

—el tuyo es más lindo —Gabriella le dijo bajando el carmesí del rostro de Heart.

—lo sé —se cruzó de brazos —puede dejar de ver el reloj.

—¡Yei! Gracias —suspiró aliviada.

—ya lo sé, ya lo sé, es igual que una mala peluca y copia barata de Heart —Evie acaricio el brazo de Lonnie frente al espejo —creo que si te lo cortamos en capas...

—¡No, no, no, no! Me fascina —murmuró risueña.

—¿En serio?

—es que... —bajó las manos a su falda y la corto —ahora estoy cool.

Mal y Heart se dieron sonrisas incrédulos. ¿En serio a eso le llamaba cool? Le faltaban grandes dosis de vida en la isla.

—si, claro —Bufó la de cabello violeta.

Jane camino hasta estar a frente al cristal y ver su reflejo, también bajó su mano y rompió su falda pero al segundo se arrepintió soltando una exclamación sorprendida, llevo sus ambos a su boca.

—¿Por qué hice eso? ¡Mamá va a castigarme! —Lonnie río al oírla, mientras Heart negaba divertida y las demás sonreían.

—¡Yo también quiero! —Gabriella dio saltitos.

—si, pero tú no arruinaras tú vestido —Heart tomó las tijeras de antes.

Se agachó para cortar una forma de triángulo en el vestido, notando más el corte que las otras que solo lo hicieron en línea. Se levantó admirando a la boquiabierta hija de la liebre y el conejo.

—¡Lo amo, lo amo, lo amo! —dió una vuelta chillando —¡Vamos a tomar el té y mostrárselo a Carlos!

—¿Carlos? —Heart la miró con cejas alzadas.

—¡Y a Teo, Melody, Damián y el gato! —tomó su mano para correr.

Se llevó a Heart con ella, que sonreía. Una sonrisa que antes solo veía Carlos y ahora también Gabriella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro