«AUDREY»

SE ESCUCHÓ EL grito espantado de Te cuando el pájaro JubJub voló, hasta tomarlo de los hombros y lanzarlo al agua, cuando el sombrerero jr no se animó a saltar de la roca al lago encantado. Heart soltó la carcajada cuando Ben hizo una mueca y saltó de antemano, antes de que el pájaro lo empujase a él también.

—El agua está mojada —Fue lo primero que dijo Teo cuando salió. Heart lo miró divertida, la mitad de las cosas que decía Teo eran cosas tontas.

El castaño se acercó hasta donde ella estaba sentada, con su traje de baño y un sombrero que él le hizo -para que su pálida piel no se queme-, al borde del lago, con solo sus piernas dentro del agua. Sacudió su cabello revoltoso mojandola, su prometida exhaló molesta, su rostro enrojeció pero Teo solo respiró una gran bocanada de aire y se metió debajo del agua para que Heart no le corté la cabeza.

—¿Fresa? —Mal, se sentó a su lado. Heart la tomó y mordió, viendo a Ben y Teo comenzar a jugar juntos. Detrás de ambas, estaban el pájaro JubJub y el Jabberwocky —gracias por venir.

—llamaste —se encogió de hombros viendo a sus dos chicos nadar hacía ellas —por cierto ¿Para qué?

—Hubo en problema —admitió viendo a Ben ponerse delante de ellas, Teo se acercó hasta abrazar la cintura de su prometida, sabiendo que se iba a quejar porque estaba mojado, pero se resignó a abrazar por el cuello al chico —Robaron el cetro del museo hoy.

—¿Qué? —preguntó incrédula.

—si, pero no sé sabe quién lo tiene, están buscando pero, si para dentro de dos horas, no encuentran al culpable... Entonces tendremos que hacer algo —Ben, les dijo, mientras tomaba una toalla.

—¿Uma? —Teo, cuestionó, mirando a su prometida con preocupación.

—No estamos seguros —Mal se encogió de hombros.

—¿Quién más podría ser? —bufó, la pelirroja, Mal hizo una mueca asintiendo.

—yo no creo que haya sido ella —Miraron a Ben, el castaño se encogió de hombros —lo presiento.

—yo presiento que eres un tonto —Heart habló, recibiendo un golpe de Mal —no vuelvas a hacer eso, MaliMalita —amenazó viendo a la chica que alzó sus manos en forma de paz.

—¿Confían en mí? —se señaló el rey, ellos asintieron, Heart murmurando molesta pero afirmando con su cabeza —entonces confien en mí. Uma no fue. Hay otro peligro acechando Auradon.

—Sera mejor que lo busquemos —se resignó, la reina de corazones.

—luego de descansar un poco —Pidió Teo, ella miró a su prometido pero, antes de decir algo, él tiró de su cintura, metiéndola al agua con él.

Heart se hundió y salió rápidamente, su rostro se puso del color de su labial, miró a su chico que sonrió inocente. Mal rió al verlos, levantándose a juntar las cosas ya que deberían ir luego al castillo de Evie, aún que, al terminar, Ben corrió para tomarla de la cintura y lanzarse al agua con Heart y Teo.

La reina de corazones estaba viendo los nuevos diseños de Evie, impresionada de la mente tan imaginativa de la peliazul, los dejó sobre la mesa y giró, apoyando sus manos sobre está, a los lados de su cadera, para ver a Evie sentada frente a Mal.

—¿Quién más sabe sobre la corona y el cetro? —si, le habían contado a la chica que preguntó, sorprendida.

—¿Además de nosotras? —preguntó, Heart. Evie, asintió.

—nadie —le contestó, Mal —a ver, solo piensa, el pueblo está muy asustado, hay que ampliar estas nuevas medidas de seguridad.

—¿Y retrasar la llegada de nuevos hijos de villanos? —preguntó, incrédula, Evie.

—se cerrará la barrera de una vez —Asintió la chica, Heart avanzó, confundida.

—¡Eso no! —Vociferó molesta, Mal bajó la cabeza —¡Sabes lo importante que es para nosotros, MaliMalita!

—de seguro Mal se negó, tranquila —Evie, tomó su mano, las dos miraron a Mal que parpadeó varias veces —los cinco vivimos un sueño aquí y por fin lo compartiremos ¿Qué podría ser más importante?

—si, lo sé... —murmuró, sentándose —tal vez más seguridad o... Un poco de paz para todos en Auradon.

—¿Eso es lo que creen? —preguntó, Evie. Heart, se cruzó de brazos, viendo con cejas alzadas a Mal —¿En serio prensaron en que nadie pueda volver a entrar y salir de la isla? Nunca volveríamos a ver a nuestros padres, y ni hablemos de los niños. Les prometimos que volverían a visitarlos cuando quisieran.

—si, lo sé —repitió, Mal. Heart se pasó las manos por el cabello.

—no tendrán que saberlo, aún no se pone esa seguridad ¿Cierto, Mal? —Heart, miró a la nombrada que aplanó sus labios, asintiendo —es una lástima que no te dejarán hablar, le preguntaré a mí tía sobre el tema.

—no hace falta —se apresuró a decir —no quiero que se enteren que ando divulgando las conversaciones reales ¿No? —rió con nerviosismo.

—Mal, me alegra que tú vayas a ser la reina, así serás parte de esas conversaciones, sé que defenderas a los niños —Evie, se levantó para tomar la mano de la pelimorada —gracias por contarlo —la abrazó —seras una gran reina.

—no mejor que yo, por supuesto —Heart se encogió de hombros, haciendo reír a Evie pero Mal solo sonrió.

Su celular sonó y bajo la mirada, viendo un mensaje de Teo sobre que estaba con Sonriente y los padres de Gabriella, daban una vuelta sobre el Jabberwocky con el pájaro JubJub como acompañante, ya que iban a buscar el regalo de Gabriella. Salió a la cocina, contestandole que tengan cuidado, Evie salió detrás suya.

—les encantará el pastel de Gabriella —Carlos avisó, Heart levantó su cabeza del móvil para ver a Evie lanzarle manzanas a Jay, preparando las canastas para con comida para el cumpleaños de Gabriella —¡No!

—Parece que a alguien si le encantó —se burló, Heart, viendo cómo al pastel le faltaba un pedazo.

—¡Okey! ¿Quién cree que eso fue gracioso? —se quejó, Carlos, gritando hacia afuera donde deberían estar los niños.

—tranquilo, podemos... —Miró el pastel con una mueca. Carlos, la miraba desesperado. Heart rió —no, no podemos hacer nada. Pasaremos por la casa del té, hay unos pasteles pequeños que podemos ponerle velas o algo así.

Carlos, exhaló con fuerza, mirando el cielo. El menor había sido de los que más ayudó con el cumpleaños de su tierna novia, todo Auradon se había movido para hacer la mejor fiesta a pedido de Heart y Ben. Desde que la pelirroja había llegado, ya nadie se burlaba de Gabriella, todos se dieron cuenta de lo tierna que era y todos querían acudir a su fiesta.

—¿Escucharon eso? —Jay, preguntó. Lo miraron sin entender, hasta que escucharon una risa malévola.

—¡Pagarás por lo que hiciste, tú, Heart y todo Auradon!

Compartieron una mirada desconcertada, saliendo veloces hasta la entrada del castillo de Evie. Abrieron la puerta, apresurados, frenando cuando se les presentó la imagen de Audrey con una vestimenta diferente a la suya, el cetro y la corona que habían desaparecido del museo. Frente a Mal.

—¡Adiós, tontos! —desapareció en un humo rosado. Heart, balbuceo, señalando por dónde se había ido, con total sorpresa.

—¡Wow! —voltearon a ver a Mal, que estaba como anciana. Jay quiso hablarle cuando lo notó —mejor busca un hechizo para revertir eso.

—MaliMalita... —murmuró, Heart, con una mueca —te ves... Unos años más grande.

—ningun hechizo puede revertir un hechizo del cetro —Mal, les contó con su voz rasposa. Evie la ayudó, sosteniendola con cuidado.

—oh, que increíble —susurró, sorprendido, Carlos.

—olvidense de mi, Audrey está buscando venganza y todo Auradon está en peligro —Les contó, Heart frunció su rostro por inercia, no le gustaba esa Mal.

—Bien, ¿Qué hacemos? —Evie, cuestionó.

—lo único más poderoso que el cetro, es la brasa de Hades —señaló, los chicos suspiraron.

—¡Ah, nos la dará después de enviarlo de vuelta a la isla! —habló, sarcástico, Jay. Heart, puso las manos en sus caderas.

—De todos los villanos, es de los pocos que tenían su propio reinado alternativo al mundo normal. Como el país de las maravillas -el submundo-, él tenía su inframundo —señaló, Heart, con obviedad —¿En serio crees que él, que es una versión de mi mamá masculina, nos dará la brasa por amabilidad? Tiene más deseos de venganza que Audrey.

Todos asintieron, Hades era el azul, Iracebeth era el rojo, él tenía su inframundo e Iracebeth el submundo, ambos deseaban vengarse de sus hermanos, su única diferencia, es que ahora Iracebeth estaba muerta.

—Y ni siquiera sabemos dónde queda su guarida —concordó, Evie.

—Yo si —miraron a Celia —aveces le ayudo, su llave está en mi casa —Heart entreabrió su boca, eso fue más fácil de lo que creyó. No sabía que Hades siquiera hablaba con mortales.

—Entonces ven —le pidió la anciana, la niña retrocedió.

—¡Acabo de llegar! —se quejó, Heart puso una mano sobre su hombro, comprensiva.

—¿Mal? —giraron a Dizzy que salía con los gemelos y Maya, la niña gritó y retrocedió con los de cabello blanco, pero Maya soltó la carcajada, riendo como cerdito, al ver a Mal en ese estado.

—Dizzy, tú cuida de los gemelos, volveremos pronto y estaremos bien —Evie, avanzó hasta hablarles.

—Maya, si viene alguien, díganles que fuimos por un pastel para Gabriella, si es una chica de cabello rosa, corona y cetro, entonces usa tú magia —Heart, señaló a la chica, que asintió. Maya, giró, poniendo los brazos sobre los niños y metiendolos dentro. Heart se giró a los demás —vayan por sus cosas, nos vamos a la isla —puso las manos en su cintura, y caminó con Evie hasta estar frente a Mal.

—Estoy mal ¿No? —les sonrió. Heart, aplanó los labios ante su falta de dientes. Evie, se agachó frente a la anciana.

—eres una... Bella anciana —asintió, Heart resopló divertida —ahora ¿Qué tal si te vistes con algo fabuloso?

—okey —aceptó, tan lento, que Heart se mordió el costado de su labio inferior.

—Vamos —Evie, se giró, comenzando a caminar pero Heart veía a Mal que caminaba a dos por hora.

—Evie —la frenó, la de cabello azul, volteó a verla, pero entendió y formó una “o” con su boca —ayuda a la abuelita.

—okey —caminó hasta que las dos la tomaron, tratando de hacerla ir más rápido —avanzamos —Mal, palmeó su mano, como toda una abuelita, haciendo a Heart sonreír.

—Podríamos dejarla así un tiempo —sugirió, alzando sus cejas en dirección a Evie que negó, espantada.

—ni lo sueñes.