03
«SOMBRERERO JR»
AVANZARON Y Heart saboreaba su dulce. Su mirada recorría todos los lugares notando que había muy poco rojo sangre.
—ten —Le dió a Carlos un chocolate que le había guardado.
—Uy, gracias —Sonrió quitando el envoltorio con dificultad.
Ben estaba explicando sobre la preparatoria y sus inicios hasta que aplaudió frente a la estatua de su papá que se transformó en una bestia. Carlos grito y salto sobre los brazos de Teo, que era el más cercano.
—Carlos, tranquilo —Ben le sonrió —Mi padre quería que su estatua se transformara, solo para recordarnos que todo es posible.
—¿Se le cae el pelo? —Mal no aguanto a preguntar.
—Tiene prohibido subir al sillón —Bromeó el castaño.
Comenzaron a avanzar. Teo miró con una sonrisita a Carlos que observó a Heart. Era la primera vez que saltaba a los brazos de alguien que no era su mejor amiga. Está veía a Teo cómo un blanco a matar.
—¿Compartirán la custodia del bebé? —Bromeó Jay señalando al peliblanco.
—No hablo con traidores —Heart miró mal a Carlos antes de avanzar. El peliblanco bajo de Teo que hizo una mueca dando saltitos hasta alcanzar a Heart, así ir a su lado.
—¿Traidor? —Carlos se señaló quedando solo. Miró la estatua y aplaudió, pero está no volvió a su forma y corrió queriendo alcanzar también a Heart.
La pelirroja quería dar pasos rápidos para alejarse de Teo, mas este no parecía entender el mensaje e iba a su lado queriendo conocerla.
—Oigan, ¿Tienen mucha magia aquí en Auradon? —Mal cuestionó entrando a la escuela —Osea, varitas y eso.
—Si, existe por su puesto, pero actualmente no se usa —Ben admitió —La mayoría de nosotros somos sencillos mortales.
—Excepto si hablamos de los que llevan la magia en su sangre sin evitarlo —Teo señaló —por ejemplo: El gato Cheshire, mi madrina la reina blanca, los animales parlantes cómo Lirón, Bayard el sabueso, el Conejo Blanco, también hay... —comenzaba a hablar rápido quedándose sin aire, cómo antes.
—¡Teo! —Ben lo miró preocupado. Con la llegada de Heart parece que su tic nervioso empeoró.
—Ese soy yo —Sonrió algo somnoliento.
—Exceptuando esos que no andan por aquí ya que están en el país de las maravillas, solo somos mortales —Ben palmeó el hombro de su amigo que había perdido su vista en algún punto de las manos de Heart.
—Espantoso lugar —Heart se burló.
—Uh, nada más son reyes y reinas —Mal dijo con burla.
—¡Es cierto! Nuestra sangre real se remonta a siglos —Audrey se pasó un brazo de Ben sobre sus hombros. Este lo saco llamando a Doug.
—Incomodo —la pelirroja dijo en voz alta haciendo reír a Jay, Teo sonrió aguantando su risita.
—Él es Doug, los ayudará con sus horarios y también les mostrará dónde van a dormir —Ben lo señaló —los veré luego, ¿Okey? Y si hay algo que necesitan pueden pedirnos...
—¡Traer a Doug! —interrumpió su novia.
—O a mi —Teo dió un paso —Normalmente solo estoy en mi lugar de trabajo haciendo sombreros.
—Tranquilo, no iremos a buscarte —Heart negó sonriendo falsa.
Audrey la miró mal y tomó la mano de su novio y Teo para irse lejos de ellos. Evie suspiró viendo al sombrerero jr alejarse, ganándose la atención de todos.
—Evie —Heart la llamó —si no quieres que tú cabeza este colgada sobre mi cama te aconsejo que no mires a Teo en la manera en que lo estás haciendo.
La peliazul chillo asustada viendo a sus amigos que alzaron las manos retrocediendo un paso, negándose a defenderla de la pelirroja.
—ehm, hola chicos —El de lentes saludo —soy hijo de Tontín, ¿Recuerdan? Tontín, doc, tímido, feliz, gruñón, dormilón y... —se perdió en la peliazul que seguía asustada por su amiga.
—Evie, hija de la reina malvada —reaccionó cambiando de objetivo al de lentes.
—okey, respecto de sus clases... Yo puse algunos requisitos —reacciono sonriendo —historia de leñadores y piratas, la seguridad del internet, geografía de los países mágicos y eh... Bondad correctiva inicial.
—Adivino —Mal miró a Heart fingiendo pensar —¿Nueva clase?
—¿Por qué se abrá de poner? —Heart secundo irónica —¡Bien! Vámonos, el sol me hace mal.
—el dormitorio espera —Mal dejo pasar primero a la pelirroja para subir las escaleras.
—¡He, ah, si! Sus dormitorios están allá —El hijo de el enano señaló al otro lado. Los demás siguieron y lo escucharon contar —Tontin, Doc, Tímido, Feliz, Gruñón, Dormilón y...
—Estornudo —Terminó Carlos.
—¿No recuerdas los nombres de tus tíos? Auch —Se burló Heart pasando a su lado.
Heart alcanzó a ambas chicas para ir a su cuarto.
Mal abrió la puerta dejando entrar a la peliazul y la pelirroja, estás entraron y Heart miró asqueada todo el lugar. Era rosado en su mayoría, con ventanas que dejaban entrar la luz al natural y lleno de flores.
—Wow, este dormitorio es muy...
—Asqueroso.
—Tienes razón, es muy asqueroso.
Heart las empujó quedando delante de ellas y fue directo a tomar un jarrón y lanzarlo, ambas tuvieron que agacharse para que no las golpee, este se rompió justo en el pasillo por la puerta abierta.
—¡Me quiero ir! —gritó molesta —¡No hay nada rojo, solo hay cosas rosas! —Tomó otro para tirarlo y se volvieron a agachar de antemano.
—Iugh —Evie asintió pero chillaba en silencio y Mal bufó asqueada.
—tranquila, Roja —Mal le pidió —Vamos a necesitar filtro solar. Más tú qué yo.
—Si... —La peliazul asintió. Heart estaba por lanzar otra cosa pero Mal se lo impidió.
—Evie —señaló las cortinas —antes de que la reina de corazones se moleste más.
Cerraron todas las cortinas mientras la pelirroja se cruzaba de brazos, respirando agitada y molesta. Tal vez si colgaba la cabeza de el sombrerero sobre su cama se vería mejor.
—¡Uf! Así está mucho mejor —Mal señaló el cuarto oscuro.
—no hay nada rojo —Susurró en un hilo de voz, las otras dos chicas se miraron preocupadas.
—Ire a pedir un cambio de color —Evie se apresuró a salir.
—no, yo voy, tú limpia eso —Mal señaló los jarrones rotos.
—voy a buscar el cuarto de los chicos, debe ser más descente que esta porquería —Heart refunfuño saliendo.
Evie se quejó, quedando con el trabajo sucio, ya que Heart no iba a limpiar siendo la reina que era.
Heart se perdió en la enorme escuela, no había podido encontrar el dormitorio de Jay y Carlos, maldecía perderse en su mente en el camino, hasta que retrocediendo para volver por sus pasos choco con algo. Se dió la vuelta comenzando a molestarse aún más de lo que ya estaba y allí había un hombre alto de ojos brillantes.
Primero su cuarto era rosa y ahora alguien la chocaba. Ya ni siquiera quería ir a buscar a los chicos, solo quería salir de ese laberinto ¡Necesitaba matar a alguien!
—¿Y quién es esta jovencita que intenta divagar por los extensos pasillos? —Preguntó sonriendo.
—Soy alguien muy importante pero no te voy a decir quién soy —se cruzó de brazos alzando las cejas —solo quiero saber si podrías decirme ¿qué camino debo seguir para salir de aquí? —Señaló todo en general. No podía volver a la isla, pero quería salir de la escuela. Ya se cansó de buscar a los chicos, luego la buscarían a ella.
—Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar —dijo el profesor.
—No me importa mucho el sitio… —se encogió de hombros.
—Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes —terminó abriendo sus brazos —Pero te diré a dónde puedes ir si dices la palabra mágica.
—te ordeno que me digas cómo salir de aquí —sonrió.
—Eso servirá —ensanchó su sonrisa —puedes ir por allí —señaló a ambos lados. Heart inclinó su cabeza con desconfianza.
—¿Quién eres? —se adelantó un paso.
—En este cuerpo soy el profesor sonriente —estiró su mano —pero en otro cuerpo soy el gato...
—El gato sonriente —Heart bufó.
Él estaba por decir algo pero la pelirroja decidió que estaba mejor por su cuenta y pasó a su lado yéndose lejos.
—¡La salida está a la derecha, corazón! —le grito el profesor con una radiante sonrisa.
Heart negó, él no podía decirle corazón, pero decidió ignorarlo para ir en dirección a dicha puerta. Saliendo al campus.
Allí lo primero que vio fue a unos chicos en una mesita tomando el té, Teo estaba allí y en cuanto la vio quiso levantarse, antes de eso, Heart se volteó para entrar a la escuela. Prefería su cuarto rosado que seguir viendo al sombrerero jr o iba a matarlo.
—¿Dónde está el cuarto de los chicos? —Le grito al profesor que se alejaba, este volteó y sonrió.
—Aquí —con un chasquido apareció frente a ella entregándole una tarjeta dónde estaba dibujado el camino.
Heart no le agradeció, fue directo a buscar a Carlos y Jay. El gato sonriente miró como se iba y volteó a ver a Teo que se sentaba algo desanimado a seguir tomando el té.
—eso no es violencia, no le encuentro sentido ¿Cómo va a ser mejor pelear en videojuegos cuando puedes hacerlo en la vida real?
—porque no manchas todo con sangre —Jay recalcó obvio.
—¿Y entonces dónde queda la gracia?
—No sé —susurró confundido.
Heart y él estaban viendo a Carlos jugar videojuegos violentos. Le llamaba la atención, eso prácticamente no existía en la isla, pero no entendía.
Heart prefería mil veces el cuarto de ellos que el que tenía, no podían estar en el dormitorio de los hombres, pero se escaparía para venir más seguido. Se giró justo cuando Evie y Mal entraban.
—Ya están cambiando nuestro cuarto —Evie le aviso a Heart que resopló.
—Jay, ¿Qué haces? —Mal le preguntó.
—se llama robar —Mostró las cosas que había conseguido.
—okey, ¿Cuál es el punto?
—Bueno, Mal, es cómo comprar lo que quieras pero sin pagar —Abrió una laptop. En la isla no robaban, en la isla todo era de todos y el que lo tenía solo era por un tiempo suyo.
—okey —rieron —haces eso o...dejamos todo como está y lo buscamos cuando conquistemos el mundo.
—Primero dámelo a mi y después buscamos otros iguales cuando conquistemos el mundo, Jay-Jay —Le susurro Heart, el castaño le sonrió coqueto.
—suenas igual que tú mamá —Evie se quejó, pero fue un alago para ella.
—¿En serio? —sonrió.
—tú hazlo a tú modo y yo lo haré al mío —Jay le dió un anillo a Heart y se alejó. La pelirroja se lo puso sonriendo.
—¡Ahí tienen tontos! Heart, ten —La pelirroja negó —vamos, bueno, Jay ven, tú si, tienes que ver esto —Carlos le dió los controles.
El los tomó comenzando a jugar y Heart se miró en el espejo, pensó en lo bien que le quedaba el anillo y notó que ya lo había visto antes, pero no sabía de dónde.
—¡Chicos! ¿Recuerdan que vinimos aquí por un trabajo? —Mal regañó.
—yo vine a cobrar venganza y en busca de sangre fresca —Le corrigió Heart.
—hada madrina, bla, bla, bla, ver a Heart cortar cabezas y reír como loca, bla, bla, bla varita mágica, bla, bla, bla —Señaló Jay el plan haciéndolos reír.
—¡Esta es nuestra oportunidad! De probarnos frente a nuestros padres.
Había tocado la fibra sensible de casa uno. Excepto de Heart. Ella
—De probarles que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles —continuó —¿Si?
—Si...
—Yo ya soy eso, MaliMalita —Heart sonrió orgullosa poniéndose frente a la pelimorada que se encogió en su lugar —Y no vuelvas a alzarme la voz o voy a cortar tú cabeza de uva.
—Heart —Le susurro Carlos, no era momento para que se peleen entre ellos.
—No —alzó su mano frenandolo —aquí no mandas, ustedes ni son príncipes y yo soy reina, la reina de corazones —se señaló y miró a Evie —trae tú tonto espejo. Vamos a volver a la isla y conquistar el mundo, así ya no tener que perder el tiempo aquí.
Evie asintió sacando dicho objeto de su bolso, se sentaron al rededor de la mesa a excepción de Heart que se sentó sobre está.
—espejito espejito en la... Mis dedos, la varita del hada madrina... Quiero —Rimó hasta que apareció la imagen en el reflejo —¡Ahí está!
—esta muy cerca —negó Carlos.
—Mas lejos, Evie —Ordeno Heart.
—espejo mágico, no tan cerca —pidió y mostró la imagen del planeta tierra.
—¿Estás bromeando? —Heart regañó y Evie suspiró nerviosa. No quería que ella se enoje.
—acercalo, acercalo...acercalo.
—¿Puedo volver a mi juego? Pase al nivel tres.
—sientate —Heart le ordenó a Carlos que obedeció al segundo —Alto, ahí —Señaló el reflejo.
—esta en un museo —Jay señaló.
—¿En dónde queda eso? —Mal cuestionó y Carlos se encargó de buscarlo en la laptop.
—a tres, punto, siete kilómetros.
Rieron antes de salir al pasillo y escabullirse al lugar, así ir en busca de la varita mágica.
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