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02

«MAL VOLVIÓ A LA ISLA»

LAS FLORES veían a Heart caminar con una taza de té en la mano. Hablaban entre ellas, a principio no la podían siquiera ver, pero ahora comenzaban a tolerarla y por un poco de temor. Ya que Heart aveces no controlaba sus miradas y flanqueaba a las flores. Dándoles escalofríos en sus tallos. Aún tenía la mirada heredada de Iracebeth, lo que trataba de ocultar.

Salió al jardín, en una de las entradas del laberinto, donde había una fuente y los más altos rosales del lugar. Se acercó a una banca de piedra para dejar las cosas y giró a ver al jabberwocky que estaba recostado, moviendo solo su gigantesca cola. A su lado, estaba el Bandersnatch durmiendo.

La criatura de Damián, que ella se había encargado de cuidar ya que Alicia estaba de viaje y Damián en Auradon.

Decir que el conejo blanco junto a la liebre de marzo se desmayaron al mismo tiempo al ver al jabberwocky por primera vez, el padre de Teo casi se queda sin aire y la reina blanca quedó en shock es poco. Pero cuando vieron que era mucho más tranquilo, e incluso divertido, que el de Iracebeth se calmaron.

—hola, bebé de mamá —Se sentó a su lado, acariciando su enorme cabeza.

—¡Ay! —giró a ver al sombrerero loco que quiso darse la vuelta, aún sin acostumbrarse al jabberwocky, pero el gato sonriente apareció. Interrumpiendo su camino —Ay... —volvió a susurrar para ver a Heart que sonreía divertida —¡Yernita!

—se dice nuera, y no lo soy. No estoy con su hijo —Heart volvió a prestar atención al jabberwocky.

—¡Es lo mismo! —Hizo un ademán con su mano, acercándose —Aqui está mí nuerita, me voy —Le dijo al gato antes de irse dando saltitos. Sonriente floto delante de la pelirroja.

—¿Para qué te guió a mí? —Lo vio levantando sus perfiladas cejas.

—traigo un mensaje —Apareció un papel blanco frente a ambos —Les llegó una carta de Evie, parece importante ya que usó labial rojo para sellarlo y no azul.

—¿E hiciste de paloma mensajera? —tomó el sobre para corrobar aquello, en verdad se notaba el labial rojo y le dio una leve sensación de inseguridad.

—me pidió estrictamente venir, me dijo que es para ambos, pero luego aviso que estaba en tus manos si querías decirle a Teo. "Es confidencial" fueron las palabras que usó. Ni me dejó leer —Quiso ver cómo lo abría, para leer, pero Heart alejó el papel viéndolo acusatoriamente —y tampoco quería hacerlo —Desapareció su cuerpo, dejando solo su sonrisa en el aire.

Lo vio alejarse. Se sentó, apoyada sobre el dragón, la abrió con sus uñas para poder despegarla y saco la hoja que estaba escrita hasta la mitad, firmada con la marca de Evie.

—¿Corazón? —Teo apareció, llegando a sentarse a su lado —¿Qué lees?

—uh, una carta de Evie —Comenzó a leer en voz alta para ambos —"Querida Heart. Odio, no, me corrijo, detesto tener que arruinar tú adorada no luna de miel —Escucho a Teo reír y puso los ojos en blanco —pero ha ocurrido algo desastroso. No quiero dar demasiadas vueltas, no hay tiempo. Necesito que vengas lo antes posible —Bajó el tono de voz. Compartió una mirada preocupada con Teo para leer lo último —Mal ha escapado, ha vuelto a la isla"

La pelirroja abrió los ojos preocupada. Eso no podía ser. Ella no podía volver sabiendo que se arriesgarían a ir a buscarla. Heart no quería volver, de solo pensar en hacerlo quería llorar. Le daba terror la idea de ir a ver a las personas que la detestaban por cortar cabezas de sus familiares para después traicionarlos y dejar la isla.

Mucho peor, cruzar a la mujer que le había provocado gran dolor emocional, psicológico e incluso físico. No, no podía ver a Iracebeth, no podía ver a su madre. Si lo hacía, Heart perdería la cabeza.

—No tienes que volver a ese lugar —Teo negó de antemano —Pueden resolverlo solos, tú no tienes que volver, estamos bien, estás bien. Ya no tienes pesadillas, mejoramos mucho, demasiado a decir verdad. Mal es tú amiga y lo entiendo pero si pisas ese lugar podrías volver a ser cómo antes, o peor, podrías... —Se quedó sin aire queriendo explicar.

—debemos ir —lo interrumpió. Teo respiro una bocanada de aire —iremos y volveremos antes de que los medios se den cuenta y arruinen la imagen de nosotros —Negó pensando en que por la vuelta de Mal crean que los villanos no cambian y los quieran devolver. No podría soportar que Carlos vuelva a la isla.

—¿Cómo iremos? Debemos salir del submundo, tomar un avión y luego un auto, llegar a Auradon... —Teo intento explicar pero el Jabberwocky bostezó logrando darle una ráfaga de aire que lo hizo callar.

Heart sonrió viendo al dragón.

—ehm —Mirana volteó a ver Tweedledum y Tweedledee. El primero habló —Teo y Heart han dejado esto —Le dio una nota.

—"Hemos ido a Auradon, ocurrió una emergencia. Los vemos en una semana" —Leyó. Observo a los que estaban allí parpadeando estupefacta. Más que nada a Sonriente que jugaba con una taza del té indiferente.

Alzaron la vista al oír un rugido.

Heart y Teo estaban sobre el Jabberwocky que volaba con fuerza, agitando sus alas con fiereza. Se sorprendieron de ver cómo ambos se alejaban en el dragón.

—¡no me gustan las alturas muy altas! —Teo se abrazó a la cintura de Heart que sonrió.

—¿Prefieres ir por el agua? —Teo negó espantado —¡Dijo que si! —le mintió al Jabberwocky con malicia.

—¡No, dije que no!

El dragón avanzaba a una de las más altas y extensas cascadas del país de las maravillas. Teo se aferró con más fuerza a la pelirroja. El jabberwocky cruzó la cascada, metiéndose dentro del agua, y empapandolos completamente. Normalmente, debería haber una curva del otro lado, y la había, pero también era una salida del submundo.

Teo gritó cuando cruzaron el agua escuchando a Heart carcajear, la cueva era un túnel que se puso en diagonal. Logrando que se agarren con fuerza para no caer. Había pianos o muebles flotando que el jabberwocky esquivaba hasta que salieron del agujero de una montaña al mundo normal.

Era cómo cuando Alicia entró, pero lo hizo por la raíz de un árbol. Ellos salían y pasando por una cascada hasta por una cueva en una montaña.

Incluso el jabberwocky se reía de Teo que tenía sus ojos abiertos del susto.

—en unas tres horas llegamos y la ropa se nos secara —Heart le sonrió con burla al castaño.

—dos horas —El Jabberwocky corrigió antes de comenzar a ir más veloz.

A Teo no le gustaba que el dragón y la chica que le gustaba disfruten de lo extremo. Pero no le quedaba de otra, si Heart saltaba a un volcán, él iría detrás suyo... Y seguramente Carlos con Gabriella detrás de ambos.


El Jabberwocky aterrizó, logrando hacer temblar el suelo. Afuera salieron corriendo los villanos y Ben, sorprendidos de que lleguen tan rápido.

—No he cortado cabezas en seis meses así que hablen o...

Heart fue interrumpida por Carlos que corrió feliz a abrazarla.

Miró de lado al peliblanco y sonrió un poco antes de estrechar entre sus palidos brazos cariño al muchacho. Ambos se abrazaron con fuerza, logrando enternecer a los presentes. Después de todo, fue la primera vez que ambos se separaban tanto tiempo.

—estas un poco mojada —Murmuró Carlos separándose y riendo. Ella blanqueo los ojos con diversión —¿Llovió en el camino?

—Ojala —Teo se bajó torpemente del dragón. Tomando su sombrero para ponérselo.

—Gracias por venir —Evie también se acercó a abrazar a Heart que aceptó el gesto mientras Ben abrazaba Teo.

Jay fue el siguiente en abrazar cortamente a la pelirroja. Heart caminó a abrazar a Ben que fue agradeció poder volver a ver a su mejor amiga.

—Te necesite estos días —Se alejaron, tomando sus manos —Yo... Todo fue mí culpa, Heart. No he tenido tiempo para nada, no quise molestarlos pero necesitaba ayuda de ambos. Más de ti, tus consejos me hubieran servido...

—oye, tranquilo —negó llevando una mano a su mejilla —hablemos dentro, me cuentas todo con detalles. Lo resolveremos. —besó su mejilla antes de estirar su mano para entrelazarla con la de Teo y caminar a la oficina de Ben.

Jay fue quien les abrió la puerta para dejarlos entrar, Evie les comenzó a contar lo sucedido.

—Mal ha estado rara, usaba en exceso su libro de hechizos y no podía culparla. Todos tratamos de adaptarnos de diferentes formas pero ella parecía querer forzarlo y hacerlo más rápido —Evie se acomodó el cabello con estrés.

—Fue mí culpa, yo la presione... —Ben balbuceo.

—no, no lo fue, amigo —Jay negó cruzandose de brazos.

—Fue de todos —Carlos secundó —a Evie se le hizo fácil por que tenía muchas oportunidades con la moda. A Jay igual porque tenía el equipo. A mí me costó, pero tenía a Heart hasta que se fue y ella no podía adivinar lo que pasaba aquí.

—no hay que culparse por lo que fue o no fue, hay que ver lo que va a pasar en un futuro si no hacemos algo ahora —Teo señaló mientras veía a Heart jugar con su anillo nerviosa.

—bien —Evie suspiró para seguir —Cómo sea. Mal estaba extraña e incluso me preguntó si extrañaba la isla, lo negué, pero debí prestar más atención. Lo próximo que pasó fue que solo encontré una nota suya y avisando que se fue a la isla.

—tiene que volver antes de que alguien lo sepa. Esto debe quedar entre nosotros —Ordenó Heart, quitando un mechon de cabello de su rostro —iremos a buscarla.

—tenemos la ropa de la isla en un cajón del ropero —Jay avisó. Su vestimenta había cambiado un poco desde que se fueron, pero no demasiado.

—Yo arregle una chaqueta de Ben y unos pantalones de Jay para que pueda camuflarse en la isla —Evie secundó.

—¿Y Teo? —Ben señaló al sombrerero.

—Teo se queda —Heart alzó su mano antes de que Teo se queje —te quedas. No puedes ir allí, puede ocurrir cualquier cosa. Además, debes mantener todo en calma aquí. Si preguntan por nosotros debes cubrirnos, en especial a Ben —lo señaló. Teo la miró ceñudo pero Heart aún tenía esa mirada demandante a la que nadie podía negarse —no está en discusión. Saldremos en cuanto anochezca y tratemos de volver antes del anochecer de mañana.

Ellos no se opusieron ante sus órdenes y comenzaron a ir a preparar las cosas para ir. Heart miró Ben que le sonrió cortamente. Notó en la mano del rubio el anillo que le había dado a Mal y acaricio su brazo apenada.

Heart bajó las escaleras acomodando su antigua chaqueta roja que hacía meses no utilizaba, le hubiera gustado poder ver a Gabriella, Isla o Damián antes de escaparse con los villanos a querer salvar a Mal, pero no había tiempo. Debían actuar ahora.

—¡Jay! llaves —Ben le arrojó los objetos al nombrado —control —que los tomó con facilidad. Ben le tendió la mano a Heart para ayudarla a bajar las demás escaleras.

—Esperen —voltearon a ver a Evie —algo anda mal.

—¿Qué sucede? —Heart la miró ceñuda. Pero Evie avanzo a acomodar el gorro que Jay le había prestado a Ben.

—ah, uhm —Ben la miró suspirando. Casi se asustaba.

—Listo —Sonrió viendo a Heart que la miró con regaño —¿Qué?

—¡Yo adelante! —voltearon a las escaleras al oír una voz desconocida, abriendo los ojos sorprendidos al ver al perro.

—¡No, Chico! Quédate, la isla es peligrosa —Carlos lo señaló logrando que se queje.

—¿Acaso él...? —Jay señaló al can sin creer.

—¿Habló? Si, ya les contaré —Gruñó, parecía cansado de que el perro hable.

—no sé porque me sorprendo, vengo de dónde las flores hablan al igual que los conejos, gatos, liebres y perros. cualquiera habla hoy en día —Heart se quejó, avanzando al coche que los llevaría a la isla —¡Andando!

—okey... —Ben la siguió, igual los otros.

—Cuando crucemos el puente, estaciona bajo el muelle, en el viejo garage —Evie le dijo a Ben.

—¿Entendido? —Heart preguntó impaciente.

—entendido —dijeron todos al unísono.

—No me vean así, estoy molesta y no les conviene que me enoje en serio. No quiero volver, así que no debe haber ni un minimo error si queremos regresar a Auradon vivos —Se quejó cruzando una pierna sobre la otra y sacando una paleta de corazón de su chaqueta.

Los villanos y Ben simplemente se callaron, ahorrandose el enojar a Heart, ella bajo la vista a las mangas de su campera de cuero roja y se perdió en sus pensamientos. Pensando en lo fría que se sentía, la recordaba más cómoda.

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