
𝟎𝟎𝟒.
DESPUÉS DE LO QUE HABÍA SIDO UN SÁBADO BASTANTE ajetreado para James, el de lentes decidió irse a acostar a su cama en lo que daba la hora para servir la cena. Con lo que no contaba era con que un par de gemelos se habían infiltrado en su habitación y depositaron en su cama ciertos polvos que harían que el Gryffindor tuviera comezón por todo el cuerpo.
En cuanto James sintió los polvos hacer efecto, se levantó de manera inmediata de la cama y comenzó a rascarse todo el cuerpo. No sabía lo que pasaba, estaba demasiado confundido, por lo que decidió salir del cuarto para buscar a alguno de sus amigos, pensando que tal vez alguno de ellos tuviera una respuesta a lo que le estaba ocurriendo.
La comezón era insoportable, al punto que decidió quitarse la chamarra que usaba para poder rascar mejor sus brazos.
— ¡Canuto! ¡Canuto ayúdame!— gritó James acercándose a la chimenea en donde vio a su amigo hablando con una chica— ¡Pica mucho!
Sirius que conversaba con Aria Russell frente a la chimenea de la sala común de Gryffindor, se espantó al escuchar el grito de su amigo, el chico casi se caía del sillón en el que se encontraba sentado.
— ¡Su puta madre!— exclamó Aria poniéndose la mano en el pecho— ¡Miope, casi me matas del susto!, ¡Tráiganme un bolillo!
— Me encanta como siempre buscas una manera de terminar comiendo, no importa que suceda, tu solución es la comida— se burló Sirius
— Mi madre suele decir que un bolillo ayuda al susto— contestó Aria sonriendo—¿Y quien soy yo para poner en duda los conocimientos de mi madre?
Sirius y Aria se veían el uno al otro mientras se sonreían con cariño en sus miradas, cosa que normalmente a James le hubiera dado igual, sin embargo ahora la comezón solo parecía empeorar y no se sentía de ánimos para presenciar una escena como esa.
— ¡Luego se siguen coqueteando o mirando con ojos de amor, ahora necesito que me ayuden!— se quejó James mientras seguía rascando su cuerpo— Espera... Aria, esta no es tu sala común, ¿Qué rayos haces aquí?
— ¿Y te atreves a llamarme pulgoso a mi?— preguntó Sirius riendo al ver a su amigo rascarse con desesperación— Si el que se rasca como si su vida dependiera de ello eres tu
— Y respecto a tu última pregunta, eso no es de tu incumbencia. Que me caigas mal, no significa que vaya a distanciarme de Sirius, Remus o Peter. Ellos si son agradables y no me dan ganas de golpearlos cada que los tengo enfrente— dijo Aria aguantando la risa al ver a James en ese estado— Pulgoso
— ¡Esto no es gracioso, alguien puso polvos pica pica en mi cama!— se quejó James
Aria no aguanto mas y se soltó a reír, segundos después la risa de Sirius la acompañó, era una escena muy divertida de ver, James rascaba todo su cuerpo sin parar, se sacudía como si fuera un perro, de esas escenas que Aria y Sirius jamás olvidarian.
— ¡Dejen de reírse y ayúdenme!— suplicó James— Por favor, esta comezón me está matando
— Buscaré a Remus, probablemente sepa que hacer— dijo Sirius palmeando la espalda de su amigo para luego desaparecer por las escaleras de caracol que llevaban a las habitaciones
Aria se quedó a solas con James, quien aún no se detenía y rascaba con demasiada intensidad todo su cuerpo. La castaña después de unos momentos mas en donde solo podía reír, decidió ayudar un poco al de lentes y le lanzó un hechizo que ayudaría temporalmente a detener la comezón del chico.
— Apuesto que disfrutaste ver esto— dijo James acomodando sus lentes
— ¡Se dice gracias, puerquito miope mal agradecido!— exclamó Aria
El de lentes suspiró, conocía a la chica y aunque esta hubiera tenido el detalle de detener la comezón, sabía que seguía sin ser su persona favorita.
— Y si, claro que disfruté verte en ese estado— sonrió la Hufflepuff guardando nuevamente su varita
— Gracias Aria, me ayudaste demasiado y fue realmente impresionante— agradeció James— ¿Cuánto durará el hechizo que me hiciste? Es bastante impresionante, ya no siento la comezón
— Unos diez minutos, así que esperemos que Sirius vuelva a tiempo y gracias por eso, tuve que aprenderlo porque mis primos suelen hacer ese tipo de bromas, de tanto que mi madre lo usaba terminé aprendiendolo— contestó Aria levantando los hombros— No tengo idea de quien te hizo eso, pero le voy a hacer un altar, verte así fue sin duda lo mejor de mi semana
James rodó los ojos y siguió a Aria, quien se estaba acomodando en el sillón frente a la chimenea. La castaña se dedicó a ver el fuego y en algunos momentos a ver mal a quien se había sentado junto a ella.
— Si te soy sincero, me sorprende que me estés hablando o tan siquiera que me estés mirando y ni hablar de que me ayudaras. En este punto creería que me odias— dijo James poniéndose a un lado de Aria— Damon lo hace, Adara igual, tú eres quien pasa mas tiempo con Kayla...
— No te odio— negó Aria— No tengo tiempo para odiar gente, que no me agrades es otra cosa, existe una delgada línea entre odiar y caer mal. Odiarte sería darte demasiada importancia en mi vida. Respecto a Adara y Damon, somos muy diferentes, yo trato de tener una relación tranquila con las personas que me rodean, a ellos no les importa y no dudan en mostrar lo mucho que te detestan, por mi parte prefiero ignorarte, es mas divertido
— De verdad estoy arrepentido del daño que le hice a Kayla— admitió James— Lo que menos quise es que ella saliera herida
Aria soltó una risa burlona mientras negaba y volvía a ver mal al Gryffindor.
— Eso no me lo digas a mi, yo no voy a creer nada de lo que me digas y mucho menos me sirve escucharte decir algo como eso— dijo Aria— Si quieres decir esas cosas, la única que merecería oírlo, es ella...
— Pero ella...
— No quiere verte, lo sé. ¿Podrías acaso culparla por eso?— interrumpió ella aún manteniendo su mirada seria— Yo me refiero a cuando quiera escucharte, porque por mucho que parezca que está bien y no le afecta verte, no lo está, la lastima verte como si nada hubiera pasado cuando poco le faltó para quedarse sin lágrimas de tanto llorar. Kayla de verdad te quería, le dolió demasiado que la botaras así sin mas, sin explicaciones, solo diciendo que no la querías...
— Era lo mejor para ella
— ¿Lo mejor para ella o para ti?— preguntó Aria levantando una ceja— Ella estuvo todo el primer mes de vacaciones hecha pedazos, llorando sin parar... de maneras que jamás había visto en ella. En algún momento logró medio salir adelante, estaba dispuesta a ya no sentir nada por ti, pero entonces volviste a arruinar todo con la tonta amortentia y todo se vino abajo una vez mas. Se dio cuenta que dejar de sentir todo por ti sería mas complicado de lo que esperaba, porque pese a lo que hiciste aún te quiere
— Se lo dije a Damon y te lo digo ahora, ella merece a alguien mejor, alguien que...
— ¿Alguien que no la engañe con Lily Evans en la primera oportunidad que tiene?— dijo Aria viendo a James
— Aria... tú... ¿Cómo?...
Hubo demasiada confusión en James al escuchar las palabras de la chica.
Podría sonar extraño, pero durante los últimos días había tenido demasiadas dudas sobre lo que había ocurrido con Lily, sin embargo ahora que escuchaba a Aria supo que no existía ninguna clase de mal entendido. Él realmente había engañado a Kayla con Lily y eso lo estaba haciendo sentir con demasiada culpa.
— Te vi besarla afuera de la torre de Gryffindor, creyeron que nadie los vería, pero yo venía de ver a Sirius cuando los encontré— explicaba Aria mientras resistía sus impulsos de querer golpear al chico junto a ella— Me controlé demasiado para no ir a golpearte y para no gritarte de cosas, me iba a descontrolar...
James cubrió su rostro con sus manos. Se sentía demasiado avergonzado por sus acciones, no podía creer que había sido capaz de hacer tal bajeza y lo odiaba.
— Cuando Damon y Adara encontraron a Kayla llorando, que la llevaron a la sala común lo único que pudo decir fue tu nombre, creí que habías tenido los huevos para contarle, no esperaba que la botaras así sin mas, sin decirle lo que habías hecho, la dejaste sola en el pasillo pensando que ella había hecho algo malo— seguía diciendo la chica con seriedad— Se que Lily y tu se besaron la noche anterior a que terminaras a Kayla y también se que como mejor amiga mi obligación era decirle lo que vi... pero no pude, sabía que la destrozaría, no encontraba el momento indicado para contarle... además, una parte de mi sentía que tu debías decirle
— ¿Y le contaste?— preguntó James apenado— ¿Ella sabe que la engañé?
— Si... Lo hice una semana después de que la terminaras— asintió Aria— Fue demasiado difícil para mi hacerlo, pude ver el dolor en sus ojos... Pero tenía que hacerlo, ella quería reconquistarte, quería hacer lo que estuviera en sus manos para que volvieras con ella... No me parecía justo que hiciera cosas por ti después de que la engañarás. Después de todo quien había cometido la pendejada fuiste tú, no yo
Y todos los sentimientos negativos se hicieron aún mucho más grandes. Kayla lo sabía y ni siquiera había sido por él, todo por no recordar bien las cosas y por no haber tenido la valentía de contarle la verdadera razón por la que quería romper.
— No me extraña en lo absoluto que me odie, que no quiera ni verme... que Damon sea tan hostil conmigo— dijo James— Me lo merezco, soy de lo peor, ella es muy buena para mi
— Que bueno que lo admitas, aceptar la verdad te hará darte cuenta de lo que tienes que hacer para arreglar el cagadero que armaste, porque por supuesto que vas a arreglarlo— contestó Aria— Pero sorprendentemente no te odia... Yo lo haría... Pero ella es muy buena, muy noble, incapaz de odiar a alguien, lo cual es peor puesto que se culpa de lo que pasó. Ella cree que no es suficiente, eso me daría motivos para odiarte, porque yo se lo que se siente no sentirte suficiente para la persona a quién quieres... Quería que ella nunca pasara por eso, porque cuando me lo hicieron prometí que evitaría esa clase de dolor para las personas que me importan... Pero veniste a cagar todo y dejaste a Kayla mucho peor de lo que Lucius me dejó a mi
— ¿Entonces por qué no me odias? Tú lo dijiste, fue una pendejada
— Ya te lo dije, el odiarte es darte una importancia en mi vida que ya estás muy lejos de tener— exclamó Aria aún seria— Escucha Potter, de verdad que te detesto, pero por alguna extraña razón que no quiero entender, mi amiga aún te quiere... así que debes hablar con ella, tienes que ser totalmente sincero, explicarle todas las razones por la que la terminaste, porque si bien sabe que la engañaste, ella merece oírlo de tu propia voz
— No sé como hacer eso, es difícil...
— ¿Pero no te resultó difícil besarte con otra cuando tenías una relación? Escúchame muy bien, así como tuviste los huevos de engañarla, vas a tener los huevos para contarle lo que sucedió— dijo Aria molesta— Porque si no lo haces juro que te aviento al lago negro para que le hagas compañía al calamar. Hablaré con ella y te arreglaré un encuentro para que hablen, no la vayas a cagar aún mas, no quiero verla llorar un mes seguido de nuevo
— Gracias Aria
— No pienses que lo hago por ti, porque estarías totalmente equivocado— negó la chica— Lo hago por ella, es mi mejor amiga, la mejor persona que conozco y merece la verdad
Él se quedó en silencio y fijó su mirada en las llamas de la chimenea mientras una extraña sensación comenzaba a apoderarse de su cuerpo de nueva cuenta. Aún seguía sin poder explicar todo lo que había estado experimentando y eso era demasiado frustrante para él.
— Solo espero que Adara y Damon no me quieran colgar de la torre de Ravenclaw por planear este encuentro— suspiró la chica— Pero como te lo dije, es una plática que ambos deben tener para que Kayla pueda comenzar a soltarte, ya me cansé de verla llorando por ti
James iba a contestar algo, hasta que apareció Peter, quien también se estaba rascando el cuerpo como si su vida dependiera de eso.
Aria tapó su boca para evitar soltar una nueva carcajada.
— Déjame adivinar, te acostaste en mi cama—le dijo James a su amigo
— ¿Qué rayos había en ella? ¿Volviste a comer pan y dejaste las migajas en las sábanas?— preguntó Peter rascando sus brazos
— Polvos pica pica— contestó Remus llegando con sus amigos— Cortesía de los gemelos Prewett, dicen que si James vuelve a hacer llorar a Kayla los siguientes polvos irán a su ropa interior
— ¡Amo a esos chicos!— dijo Aria riendo
— ¿Sabes que hacer para quitar la comezón?— le preguntó James a Remus— El hechizo que Aria me puso no tarda en desaparecer y no quiero volver a sentir tanta comezón
— Vengan los dos— les dijo Remus a Peter y James— Tengo una pomada que los ayudará
James se alejó de la Hufflepuff mientras en su mente volvían a aparecer cientos de pensamientos sobre Kayla. Se sentía agradecido por tener la oportunidad de hablar con ella nuevamente, conversación que probablemente saldría mal, pero al menos podría ser completamente honesto y tal vez estando junto a ella, podría encontrar una explicación a todo lo que estaba sintiendo.
Aunque para la desgracia de James, sus problemas y confusiones apenas estaban comenzando.
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