KAYLA LLEGÓ LLORANDO a los barriles que daban acceso a su sala común, James había terminado con ella diciendo simplemente que no la quería de la manera que ella lo esperaba. Su mente estaba nublada de tantos pensamientos, si siquiera podía recordar el ritmo que debía tocar para que pudiera tener acceso.

"Maldición" pensaba mientras trataba de recordar el ritmo correcto, no quería acabar bañada en vinagre cuando faltaba solo una hora para irse del colegio, pero en su mente solo estaban las últimas palabras que James le había dicho antes de romper con ella.

Se sentía demasiado frustrada, no podía pensar con claridad, su pecho dolía, de sus ojos no paraban de salir lágrimas. Retrocedió de los barriles y se deslizó por la pared hasta llegar al suelo en donde abrazó sus piernas para seguir llorando.

El nudo en su garganta apenas le permitía pronunciar algunos sonidos que reflejaban todo el dolor por el que estaba experimentando. Las lágrimas que se iban acumulando en sus ojos ni siquiera le permitían mirar frente a su nariz, su vista estaba por completo opacada, no podía parar de llorar por mucho que lo estuviera intentando. Sus manos y labios temblaban por cada momento que pasaba, todo en ella estaba roto.

— Tu hermano te va a matar si se entera que...

La voz de Damon entró por los oídos de Kayla, levantó la vista y pudo encontrar al Ravenclaw que es su mejor amigo junto a Adara Malfoy, quien también era su mejor amiga. Damon al ver a su amiga se acercó hasta ella sin dudarlo.

— Kay, hermosa, ¿Qué sucede?— preguntó preocupado el chico agachándose para abrazar a su amiga

— James...— era la única palabra que salía de la boca de la rubia

— ¿Está bien?— preguntó Adara confundida— ¿Le pasó algo?

Kayla negó, quería contestar pero las palabras no salían de su boca, sentía que la voz le faltaba, la presión en su pecho se hacía mas grande con cada lágrima que salía de sus ojos.

— Adara, tu te sabes el ritmo de los barriles, tócalo, dudo que Kayla pueda hacerlo en estas condiciones— le dijo Damon a la rubia— Voy a tener que cargarla, no podemos dejarla así

La chica asintió y fue en dirección a los barriles mientras Damon ayudaba a su amiga a levantarse, su corazón se hizo pequeño al ver como Kayla lloraba sin parar, la cargó al estilo nupcial, en las condiciones en las que veía a la Hufflepuff dudaba que pudiera caminar sin venirse abajo.

Adara logró replicar el ritmo de Helga Hufflepuff si conflictos, dando acceso a Damon con Kayla en brazos.

En el centro de la sala común solo se encontraba Aria que leía una novela muggle, el resto de estudiantes estaba acabando de empacar o estaba paseando por el castillo.

Aria levantó la vista cuando escuchó a alguien entrar, el libro que sostenía terminó en el suelo al ver que Damon traía a Kayla cargando.

— ¿Dónde esta...? ¿Qué pasó?— preguntó Aria con preocupación— Kay. Corazón. ¿Qué pasa?

— No lo sabemos, solo pudo pronunciar el nombre de James— contestó Adara— La encontramos afuera de la sala llorando, no nos dice nada

— Ponla en el sillón— le indicó Aria a Damon— Kay, cariño, ¿Qué sucede? Dijiste que irías a dejar un libro a la biblioteca y volvías, ¿Qué pasó? ¿Te hicieron algo en el camino?

— No...me...quiere— pronunció con dificultad la chica

— No te entendemos, queremos ayudarte, pero necesitamos que nos digas que sucedió— le dijo Damon con frustración, detestaba ver en ese estado a su mejor amiga y no poder hacer algo al respecto

Kayla trató de controlar su respiración para empezar a hablar, pero le resultaba complicado, aunque quisiera, no podía parar de llorar. La presión en su pecho era demasiada, el dolor que estaba experimentando era uno de los más espantosos por los que había pasado, su cabeza ya comenzaba a doler debido a la fuerza con la que había estado llorando, sus ojos ya ardían, sentía que el aire le faltaba, ya no podía con tanto.

— James...rompió...conmigo— dijo abrazando a Aria

Los tres se quedaron sin palabras, en definitiva no esperaban una noticia así.

— ¿Por eso dices que no te quiere?— preguntó Adara a lo que Kayla asintió 

— Dijo que no me quería, al menos de la forma en la que yo esperaba— contó Kayla lentamente

— Yo lo mato— dijo Damon furioso

Adara tuvo que calmar a su amigo para que no fuera a hacer alguna tontería, en este momento Kayla necesitaba de sus amigos mas que nunca.

⁛⁛⁛

Adara, Aria, Damon y Kayla se encontraban caminando por el tren en busca de un compartimiento, para la mala fortuna de Kayla, se toparon de frente a James, que venía acompañado por sus amigos. Damon se enfureció demasiado al ver a Potter riendo como si nada hubiera sucedido, mientras que Kayla estaba llorando lo suficiente para llenar el lago negro con sus lágrimas.

No podía creer lo que estaba viendo, incluso creer que había una buena explicación para todo lo que estaba pasando. Damon creía conocer a James, lo vio durante algunos meses tan enamorado de su mejor amiga, que el ahora verlo de esa manera, tan despreocupado y riéndose de la vida como si Kayla no estuviera por deshidratarse de tanto llorar le parecía demasiado irreal. 

— ¡Eres un imbécil!— dijo enfurecido Damon golpeando a James en el rostro

— ¡Damon, no!— dijo Kayla preocupada

— ¡No mames Damon, esperate!— gritó Aria jalando a su amigo

Sirius, Remus y Peter se pusieron de inmediato frente a James para cubrirlo.

— ¿Qué mierda sucede contigo?— preguntó Sirius apunto de golpear al Ravenclaw

— No quiero que tu amiguito vuelva a acercarse a Kayla— contestó Damon

Remus asomó su mirada detrás de Damon, pudo ver a la Hufflepuff, tenía los ojos hinchados, su nariz se veía roja, incluso algunas lágrimas seguían cayendo por su rostro. Al ver eso, golpeó levemente el brazo de Black para que viera a la chica.

— ¿Qué hiciste ahora Cornamenta?— preguntó Sirius al ver a Kayla

James se asomó sintiéndose un tanto abrumado por lo que acababa de pasar. Sabía que él era responsable de que Kayla estuviera en ese estado, pero su corazón no lograba entender del todo que tantas cosas estaban sucediendo y eso lo hizo sentirse aún más imbécil.

— No lo voy a volver a repetir, Potter, aléjate de Kayla si no quieres terminar en San Mungo— amenazó Damon empujando con el hombro a James

Kayla quería decir algo, pero no encontraba las palabras para expresarse, así que solo siguió a Damon mientras era abrazada por Adara.

— Kayla...— intentó hablarle James

— No, no, ni se te ocurra— lo interrumpió Aria—  Evité que Damon te diera otro golpe, no me obligues a que el siguiente te lo de yo

El grupo de amigos entró a un compartimiento, Adara vio mal a James y cerró la puerta, dejando a tres merodeadores aún sorprendidos de lo que acaba de pasar.

— ¿Qué le hiciste a esa pobre chica?— le preguntó Remus a James

— Se veía peor que Sirius cuando perdió su cepillo de la suerte— dijo Peter

James limpió su labio con su mano ya que este estaba sangrando, se sentía culpable. Sirius al no obtener una respuesta le dio un zape en la cabeza.

— ¡Óyeme!— se quejó James sobando su cabeza

— ¡Te estamos hablando!— le dijo Sirius— Deja de andar viendo como pendejo una puerta cerrada y contestanos 

— Rompí con ella— contestó James

Lo siguiente fue que Remus y Peter se voltearon a ver, asintieron y repitieron la acción de Sirius, le dieron un zape.

— ¡Hey!— se volvió a quejar

— Y donde nos digas que fue por Lily, te volvemos a dar otro— dijo Sirius cruzándose de brazos— Ahora mismo nos iremos a sentar a un compartimiento y nos vas a explicar que carajos hiciste